Dios elige a Abraham, un hombre fracasado de 75 años de edad en Ur de los Caldeos, y le promete hacerlo padre de una gran nación y darle la tierra de Canaán. Dios le muestra a Abraham las estrellas y le dice que su descendencia será tan numerosa. Este encuentro marca el comienzo de la relación especial entre Dios y su pueblo elegido de Israel, que culmina con la venida de Jesucristo y la salvación para toda la humanidad.