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indonesia
Cápsula informativa
Indonesia es un país que cuenta con miles
de islas ubicadas en la región ecuatorial, que
se extiende desde el Océano índico, en el
oeste, hasta el Océano Pacífico, en el este.
Más del ochenta por ciento de los habi-
tantes de Indonesia son musulmanes, lo
que convierte al país en la nación con más
proporción de creyentes musulmanes en
todo el mundo.
Varios hospitales adventistas se encargan
de atender a la población de diversas re-
giones del país. Asimismo, cientos de clín-
icas médicas atienden las necesidades de
la gente en zonas más aisladas.
Si desea obtener más información sobre
este y otros proyectos pora el decimotercer
sábado de este trimestre, vea el DVD de
Misión Adventista.
los permiten, y el capellán los visita a cada uno a
diario.
“La oración es una parte esencial de nuestro min-
isterio —dice el Dr. Antou, director del hospital— .
Oramos por cada paciente en el nombre de Jesús,
por cada decisión que tomamos y por cada tratami-
ento. La mayoría de los pacientes lo aprecia”.
Cerca de su hogar
Los miembros del personal del hospital también
se benefician gracias a la misión de servicio de la
institución. Corry llegó al Hospital Adventista de
Manado en busca de empleo. Había trabajado en
el extranjero como ama de llaves, para mantener a
su familia, hasta que se enteró de que su esposo
había entregado a los hijos de ambos a la madre de
Corry, mientras que él se gastaba en juegos de azar
y en bebida el dinero que ella le enviaba. Corry no
era adventista, pero era una cristiana sincera. Soli-
citó trabajo, y se lo dieron.
“Encuentro una sensación de paz en este lugar
—nos dice—. Los empleados manifiestan un gozo que
nunca antes había visto. El capellán a menudo se
detiene para conversar conmigo. He sido cristiana y
estudiosa de la Biblia durante años, de manera que
disfruto de esos diálogos. Empecé a comprender las
creencias de los adventistas y, durante una Semana
de Oración en el hospital, pedí unirme a la Iglesia
Adventista”.
Corry disfruta mucho de su trabajo en el hospi-
tal. “Podría conseguir un empleo mejor pagado en
otro lugar —dice—. Pero me encanta trabajar aquí.
Aunque mi trabajo es humilde, me tratan como
una hija del Rey”.
Un programa para ayudar
a los necesitados
Paku y su madre acudieron al hospital, y la
cirugía salió bien. Antes de regresar a su casa, Ana
buscó al Dr. Antou y le agradeció por contribuir a
que su hijo disfrutara de una vida mejor.
Las clínicas de beneficencia han demostrado ser
una manera efectiva de alcanzar a la gente. Dos
veces al mes, el personal del hospital dedica un día
al trabajo voluntario en clínicas que ofrecen servi-
cios gratuitos en algún pueblo o aldea fuera de la
ciudad. En esos lugares, también ofrecen charlas de
salud, consultas médicas, dentales y oftalmológicas,
además de tratar las afecciones más comunes. Si un
paciente como el pequeño Paku tiene un problema
que el personal no puede tratar en una clínica, lo
invitan a ser tratado a muy bajo costo, o en forma
gratuita, en el hospital.
Esas clínicas médicas abren sus puertas para cola-
borar con los esfuerzos para alcanzar a los mora-
dores de la zona. En tres años, unas 360 personas
han sido bautizadas como resultado de los progra-
mas patrocinados por el hospital adventista. Varios
ministerios comunitarios, y la determinación de ser
las manos sanadoras y solícitas de Cristo, han hecho
que el Hospital Adventista de Manado llegue a ser
un faro en Indonesia.
Parte de las ofrendas del decimotercer sábado de
este trimestre ayudarán a llevar los servicios de
atención médica a otros miles de personas que ne-
cesitan en sus vidas la sanidad física y el amor de
Dios.