Este documento describe cómo Jesús es nuestro representante ante Dios en el Santuario Celestial, quitando los impedimentos que nos separaban de Dios. Explica que Jesús es el Velo que permite nuestro acceso a Dios, y que a través de su sacrificio tenemos un nuevo camino para llegar a Su presencia. Finalmente, afirma que ya estamos en la presencia de Dios a través de Jesús, nuestro representante en el cielo.