la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
25-10-15
1. Año 11, nº 572 - 25 de octubre de 2015
“¿Qué quieres que haga por ti?”
EL PÚLPITO
PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LA MEDALLA MILAGROSA
EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ)
Domingo 30º del Tiempo Ordinario
Santos Crisanto y Daría
Os ha podido ocurrir en
variadas y numerosas
ocasiones. Hemos entrado
en una óptica y, antes de
s e n t a r n o s f r e n t e a l
oftalmólogo, hemos optado
por contemplar, pensar y
fijarnos sobre todo en la
montura que más nos
gustaba como adorno y
resorte de las lentes. Al leer
detenidamente el relato
evangélico de este próximo
domingo concluyo que
c o r r e m o s e s e r i e s g o :
p e d i m o s l o q u e e s
secundario para nuestra
felicidad y obviamos aquello
que, de verdad, nos la
consigue. Bartimeo no se
anduvo con chiquitas.
Cuando Jesús se le acercó y
le preguntó “¿qué quieres
que haga por ti?”, podría
haber pedido el oro y el
moro, la luna a sus pies o el
sol las veinticuatro horas
del día: una mejor posición
social; una salida a su vida
f a m i l i a r ; u n a m a y o r
comprensión en su entorno
familiar; un reconocimiento
a su persona,… ¡Pero no! No
se conformó con solicitar de
Jesús Maestro unas simples
y bonitas “monturas” para
su vida. Pretendió, pidió y
obtuvo lo más importante
para su existencia: ¡VER!
Con ello, consiguió todo un
mar de posibilidades, de
efectos y de sensaciones
j a m á s v i v i d a s p o r é l .
Muchos de los amigos que
nos rodean (y nosotros a
veces también) viven/
vivimos en una catarata
crónica; confundimos la
realidad con la fantasía; la
alegría con la felicidad
momentánea, la paz interior
con el puro fuego de artificio
que se dispara desde tantos
cañones interesados y
ruidosos. El viejo adagio
“ojos que no ven corazón
que no siente” se convierte
también en pauta para
pasar de largo ante la
m i s e r i a h u m a n a . H oy
incluso, al margen de la
iglesia y en contra de ella,
m u c h o s p r e t e n d e n
montarse una moral y una
ética desprovista de lo
esencial y haciendo de su
capa un sayo. Es la nueva
é t i c a y m o r a l l i g h t y
subjetivista. Son los nuevos
conductores por los que se
rige nuestra sociedad. Las
consecuencias son las que
son: no hay peor mal que un
ciego guiando a otro ciego.
¡Señor, que pueda ver!
Que sea consciente de las
cegueras que salen a mi
e n c u e n t r o . Q u e e s t é
dispuesto, siempre que haga
falta, a reconocer que el
mejor oftalmólogo para mis
ojos eres Tú; que la escucha
del Evangelio es la mejor
receta; la eucaristía, el
colirio más saludable y
certero; la oración la mejor
intervención quirúrgica
para saber hacia dónde y
cómo mirar; una iglesia, la
mejor consulta para la
miopía.
¡Señor, que pueda ver!
Es el mundo quien al borde
del camino necesita una
palabra de aliento.Es la
humanidad arrogante y
hedonista pero vacía. Es el
ser humano que quiere y no
p u e d e d i r i g i r s e e n l a
dirección adecuada. Es la
tierra, que en un afán de
verlo y entenderlo todo, se
niega a la visión de Dios Es
el grito de aquellos que
queremos estrenar “gafas
nuevas” para andar por
caminos nuevos sin miedo a
caernos. Que no seamos
c o m o a q u e l h e r m a n o
n u e s t r o q u e , n o
reconociendo la disminución
en su vista, al pasar por
delante de una consulta
médica y confundiendo un
árbol con un peatón le dijo:
“yo no necesito ningún
oftalmólogo, gracias a Dios
veo muy bien”.
La fe, entre otras cosas, son
los ojos para situarse ante
las personas, ante los
acontecimientos de la vida,
ante nosotros mismos, ante
las dificultades o los éxitos
con una dimensión más
profunda y verdadera:
Jesús. Que, como Bartimeo,
pidamos a Dios incluso lo
imposible: la vista en medio
de tanta oscuridad. Pero,
sobre todo, y que al igual
que Bar timeo, cuando
abramos los ojos, lo primero
que veamos sea el rostro de
Jesús. ¡Feliz Día del Señor!
¡Que veamos!,
Javier Leoz, sacerdote
¿La mejor forma de ver?
Creer en Jesús
Señor, que yo vea
Señor:
· Que yo vea claramente la
maldad de mis pecados
y me arrepienta
sinceramente de todos ellos.
· Que yo vea la vaciedad del
egoísmo y comprenda que
sólo “quien pierda su vida
por amor al Evangelio se
salvará”.
· Que yo vea la razón de mi
existencia y comprenda el
senBdo de mi vida.
· Que yo vea Tu presencia en
nuestro mundo y enBenda
que Tú nunca nos
abandonas.
· Que yo vea lo que quieres
de mí y me entregue
por entero al cumplimiento
de Tu voluntad.
· Que yo vea la grandeza
de Tu amor y me decida a
amarte con todas mis fuerzas
y todo mi ser.
· Que yo vea Tu rostro en el
rostro de mi prójimo
y lo ame como a mí mismo.
· Que yo vea Tus huellas
en el camino,
para que también
yo pueda seguirte.
· Que yo vea con fe
el camino de la Cruz
y me anime a seguirlo
para encontrarte
al término.
· Que yo vea un día la
Jerusalén del Cielo y allí
pueda contemplar
eternamente
Tu Gloria.
2. PRIMERA LECTURA
(Jr 31, 7-9)
“El Señor ha salvado a su pueblo,
al resto de Israel”
Así dice el Señor: “Gritad de alegría
por Jacob, regocijaos por el mejor de
los pueblos proclamad, alabad y
decid: El Señor ha salvado a su
pueblo, al resto de Israel. Mirad que
yo os traeré del país del norte, os
congregraré de los confines de la
tierra. Entre ellos hay ciegos y cojos,
preñadas y paridas: una gran
multitud retorna. Se marcharon
llorando, los guiaré entre consuelos:
los llevaré a torrentes de agua, por
u n c a m i n o l l a n o e n q u e n o
tropezarán. Seré un padre para
Israel, Efraín será mi primogénito”.
SALMO RESPONSORIAL
(Sal 125, 1-6)
R: El Señor ha estado grande con
nosotros y estamos alegres.
Cuando el Señor cambió
la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R.
Hasta los gentiles decían:
“El Señor ha estado grande
con ellos”.
El Señor ha estado grande
con nosotros,
y estamos alegres. R.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R.
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla:
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R.
SEGUNDA LECTURA
(Hb 5, 1-6)
“Él puede comprender
a los ignorantes y extraviados”
Hermanos: Todo sumo sacerdote,
escogido entre los hombres, está
puesto para presentar a los hombres
en el culto a Dios: para ofrecer dones
y sacrificios por los pecados. Él
puede comprender a los ignorantes y
extraviados, ya que él mismo está
envuelto en debilidades. A causa de
ellas, tiene que ofrecer sacrificios por
sus propios pecados, como por los
del pueblo. Nadie puede arrogarse
este honor: Dios es quien llama,
como en el caso de Aarón. Tampoco
Cristo se confirió a sí mismo la
dignidad de sumo sacerdote, sino
aquel que le dijo: “Tú eres mi Hijo: yo
te he engendrado hoy”, o, como dice
otro pasaje de la Escritura: “Tú eres
sacerdote eterno, según el rito de
Melquisedec”.
SANTO EVANGELIO
(Mc 10, 46-52)
“Maestro, que pueda ver”
En aquel tiempo, al salir Jesús de
Jericó con sus discípulos y bastante
gente, el ciego Bartimeo, el hijo de
Timeo, estaba sentado al borde del
camino, pidiendo limosna. Al oír que
era Jesús Nazareno, empezó a
gritar: “Hijo de David, Jesús, ten
compasión de mí”. Muchos lo
regañaban para que se callara. Pero
él gritaba más: “Hijo de David, ten
compasión de mí”. Jesús se detuvo y
dijo: “Llamadlo”. Llamaron al ciego,
diciéndole: “Ánimo, levántate, que te
llama”. Soltó el manto, dio un salto y
se acercó a Jesús. Jesús le dijo:
“¿Qué quieres que haga por ti?” El
ciego le contestó: “Maestro, que
pueda ver”. Jesús le dijo: “Anda, tu fe
te ha curado”. Y al momento recobró
la vista y lo seguía por el camino.
“¿Qué quieres que haga por ti?”
Parroquia de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa. C/Federico García Lorca, s/n. Apdo. de correos, 164. 11.500 El Puerto de Santa María. Tlfno: 956 85 65 61.
Tiempo de oración
Lecturas de la próxima semana
(2ª semana del salterio)
Lunes 26: San Armando
Rm 8, 12-17; Sal 67, 2-7.20-21; Lc 13, 10-17
Martes 27: San Evaristo
Rm 8, 18-25; Sal 125, 1-6; Lc 13, 18-21
Miércoles 28: FIESTA DE SAN SIMÓN
Y SAN JUDAS TADEO, APÓSTOLES
Ef 2, 19-22; Sal 18, 2-5; Lc 6, 12-19
Jueves 29: San Narciso
Rm 8, 31b-39; Sal 1, 1-6; Lc 12, 49-53
Viernes 30: San Germán
Rm 9, 1-5; Sal 147, 12-15.19-20; Lc 14, 1-6
Sábado 31: San Alonso Rodríguez
Rm 11, 1-2a.11-12.25-29; Sal 93, 12-18;
Lc 14, 1.7-11
Domingo 1: SOLEMNIDAD
DE TODOS LOS SANTOS
Ap 7, 9-10.13-14; Sal 23, 1-6; 1Jn 3, 1-3;
Mt 5, 1-12a
Jueves Eucarístico y Sacerdotal
(hora de meditación con exposición del Santísimo)
Todos los jueves de 20.30 a 21.30h.Envíe sus aportaciones a hojaparroquialmilagrosa@yahoo.es
LA RATONERA
Con gran preocupación vio el ratón que el dueño de la hacienda había comprado una
ratonera: ¡había decidido matarlo! Comenzó a alertar a todos los otros animales: –
¡Cuidado con la ratonera! ¡Cuidado con la ratonera!
La gallina, al oír los gritos, le dijo que se callara: –Mi querido ratón, sé que para ti eso es
un problema, pero a mí no me puede afectar en absoluto. Así que no armes tanto
escándalo.
El ratón fue a hablar con el cerdo, que, al ver su sueño interrumpido, se sintió molesto. –
¡Hay una ratonera en la casa!
–Entiendo tu preocupación, y me solidarizo contigo –respondió el cerdo–. Por lo tanto,
te prometo que te tendré presente en mis oraciones esta noche; más no puedo hacer
por ti.
Más solitario que nunca, el ratón fue a pedir ayuda a la vaca. –Mi querido ratón, ¿qué
tengo yo que ver con eso? ¿Has visto alguna vez que una vaca haya muerto en una
ratonera?
Al ver que no conseguía la solidaridad de nadie, el ratón volvió a su casa de la hacienda,
se escondió en su agujero y se pasó la noche entera en vela, con miedo de que le
sucediese una tragedia. Durante la madrugada se oyó un barullo: ¡la ratonera acababa de
atrapar algo!
La mujer del hacendado bajó a ver si había muerto el ratón. Como estaba oscuro, no vio
que lo que había caído en la trampa era una serpiente venenosa. Cuando se acercó, la
serpiente la mordió. El hacendado, al oír los gritos de la mujer, se levantó y la llevó
inmediatamente al hospital. Allí recibió tratamiento y después volvió a casa. Sin embargo,
seguía con fiebre. Como sabía que no hay mejor remedio para el enfermo que un buen
caldo, el hacendado mató a la gallina.
La mujer empezó a recuperarse, y como los dos eran muy queridos en la región, los
vecinos acudieron a visitarlos. Ante tal demostración de cariño, el hacendado,
agradecido, mató al cerdo para poder ofrecer una comida a sus amigos.
Finalmente, la mujer terminó de recuperarse, pero los costes del tratamiento habían sido
muy altos. El hacendado tuvo que llevar su vaca al matadero para pagar, con el dinero
recaudado con la venta de la carne, todos los gastos.
El ratón, testigo de todo, no dejaba de pensar: «Y bien que se lo advertí. ¿No habría sido
mejor si la gallina, el cerdo y la vaca hubiesen comprendido que el problema de uno de
nosotros nos pone a todos en peligro?»
Paulo Coelho