El documento describe el Lavacro de Bronce que se encontraba en el tabernáculo entre el Altar del Holocausto y el Lugar Santo. El Lavacro era una fuente de bronce llena de agua donde Aarón y sus hijos se lavaban las manos y los pies. Simbolizaba la limpieza y purificación a través de Jesucristo y el Espíritu Santo.