Johann Sebastian Bach compuso más de mil himnos y obras corales evangélicos durante el siglo XVIII utilizando únicamente la Biblia, a pesar de que estaba prohibido por la contrarreforma. Sus himnos alaban a Jesucristo y son considerados obras maestras. Bach vivió protegido en comunidades luteranas, de lo contrario habría sido castigado por usar la Biblia en su música. Sus himnos han provisto a la iglesia evangélica de más de doscientas obras perfectas que superan cualquier otra música cristiana.