Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
5° año Los pobladores y el uso de las aguas en imágenes- Primera parte.pdf
1. LOS POBLADORES Y EL USO DE LAS AGUAS EN LA CUENCA DEL PARANÁ
En imágenes (Primera parte)
Fotografía Nº 1: La quebrada de Humahuaca y el río Grande de Jujuy
Fuente: Ministerio de Turismo y Cultura de Jujuy. Disponible en: http://www.turismo.jujuy.gob.ar/item/cerro-
paleta-del-pintor/
Por el valle de la quebrada, que se ve en el primer plano de la imagen, corre el río Grande de Jujuy
cuyas aguas pasan por el río Bermejo, después por el río Paraguay y finalmente se unen a las que
trae el Paraná. El cerro que se ve detrás se llama “Paleta del Pintor” y es una atracción que visitan
turistas de todo el mundo. Esta fotografía fue tomada cerca de Maimará, un pueblo pequeño de la
Quebrada de Humahuaca. Seguramente es verano, porque se ve mucha vegetación bien verde; y es
cerca del mediodía, porque los árboles no tienen sombras largas.
Las rocas que forman el cerro son de varios colores, como apilados unos sobre otros. Cada capa del
mismo color se formó en el mismo momento, en tiempos en que faltaba mucho para que existiera la
humanidad sobre la Tierra.
Es una zona seca, solo llueve en verano, y bastante poco. Los colores verdes son de vegetación
plantada que se riega con el agua traída desde el río hasta la base de la montaña por medio de
canales. Los árboles más altos son álamos. Frecuentemente se plantan para frenar el viento y dar
sombra a los canales de riego (así el agua se evapora menos con el calor del sol).
En esta parte del valle los pobladores hacen cultivos con el riego artificial: viñedos y tomates para
vender en toda la Argentina; maíz, porotos y hortalizas para las ciudades cercanas y consumo propio.
A la izquierda, se ve un campo sembrado, a la derecha una construcción que puede ser una vivienda
con un galpón para guardar las herramientas y almacenar la producción a la sombra antes de
venderla. Un cerco construido con palos y alambre delimita esta propiedad.
2. Algunas de las arenas y limos que forman el Delta del Paraná pueden llegar desde lugares
montañosos como éste.
3. Fotografía Nº 2: Las Cataratas del Iguazú, en el límite de Misiones con Brasil
Fuente: Free Pick, imagen de uso libre
El lado argentino de las cataratas es el de la derecha de la fotografía, el brasileño, el de la izquierda. El
desnivel, de 75 metros de altura, se produce porque las rocas de la parte alta son mucho más duras que las de
la base. La imagen se tomó por la tarde, porque el sol pega sobre los saltos de agua que miran al oeste.
Turistas de todo el mundo llegan a conocer este lugar y a incursionar por las selvas cercanas. Se ve el edificio
del ascensor para quienes no pueden bajar o subir caminando. Si prestan atención pueden encontrar dos
pasarelas, que son caminos sobreelevados (para que el agua los tape lo menos posible si hay creciente), rectos
y angostos por los que circulan los visitantes: una en el lado brasileño y otra en el argentino, arriba, a la
derecha, llegando a la Garganta del Diablo, la caída de agua mayor.
El agua que pasa por las Cataratas viene de las lluvias de Brasil y llega al río Paraná en el extremo noroeste de
la provincia de Misiones. El Iguazú es uno de los ríos que aporta mucho caudal al Paraná, especialmente en
primavera y en otoño. En tiempos de gran sequía, las cataratas han llegado a tener solo delgados hilos de
agua; en algunas crecidas grandes, se rompieron partes de las pasarelas. Esta es una de las zonas protegidas
más antiguas de la Argentina: el Parque Nacional Iguazú. En él se refugia la fauna original de la selva, expulsada
de otras zonas cercanas por la presencia y las actividades de los pobladores y productores.
4. Fotografías Nº 3: La selva de Misiones y Brasil
La imagen fue tomada desde un avión que volaba por encima de las nubes de buen tiempo que
parecen ovejas. En la superficie terrestre se ve su sombra. El color verde con textura rugosa, es la
selva. Las formas geométricas casi planas, son cultivos; las que son geométricas y se nota que tienen
algo de altura son plantaciones de pinos. Tanto unas como otras se realizaron en zonas en que se
destruyó la selva original.
La imagen deja ver la deforestación de un terreno, en un día nublado. Se puede observar la
camioneta con la que se movilizan quienes trabajan allí y el tractor con pala con el cual arrasan la
vegetación. Quedan algunos troncos apartados, que pueden ser de madera valiosa. Se transportarán
en camiones hacia los aserraderos cercanos a las ciudades de la provincia de Misiones. Hace mucho
tiempo, los troncos se apilaban y se bajaban directamente por el río, para que los llevara con su
corriente. Ese conjunto de troncos se llamaba “jangada”
La selva alberga una enorme variedad de fauna y de especies vegetales que desaparecen cuando se
la tala. Tiene árboles de diferentes alturas y arbustos entrelazados por las plantas trepadoras. Cubre
muy bien el suelo e intercepta las lluvias con sus hojas, ramas y troncos. Desde ellos, el agua se
evapora, vuelve a la atmósfera y forma nuevas nubes. Cuando se deforesta y el suelo queda al aire,
las lluvias fuertes lo golpean, hacen saltar sus partículas, las arrastran y finalmente el suelo queda
liso y compacto y dificulta la infiltración. El agua de las lluvias baja rápido por las pendientes hacia
los arroyos y los ríos. Según las investigaciones, esta alteración del ciclo del agua en las grandes
selvas de todo el mundo es una de las razones que agrava el cambio climático.
Fuente de ambas fotografías: Free Pick
5. Fotografía Nº 4: Campos deforestados y cultivados en Santiago del Estero
Fuente: Agrositio. Imagen disponible en: https://www.agrositio.com.ar/noticia/220913-santiago-del-estero-
avanza-la-siembra-de-cultivos-estivales-con-demoras-por-la-falta-de-
agua.html#:~:text=En%20la%20campa%C3%B1a%202021%2F22,condiciones%20entre%20buenas%20y%20exc
elentes.
En esta imagen se nota que el terreno de la provincia de Santiago del Estero es llano. Se ve hasta el
horizonte, sin ningún desnivel, en un día que parece estar nublado. Se trata de una zona
relativamente seca que, desde hace unos treinta años, se ha venido deforestando. La vegetación
natural allí fue el monte, formado por árboles bajos y espinosos. Era impensable en el pasado
cultivar en esas zonas grandes extensiones como se hace en el presente. Vivían pobladores criollos y
comunidades originarias que obtenían sus alimentos del mismo monte, de los escasos arroyitos con
algo de agua en el verano, y de la pesca en el río Salado del Norte. Las aguas del Salado vienen desde
las sierras del noroeste. Como Santiago del Estero es cálido y seco, el río no gana agua en su paso
por allí; posiblemente pierda parte de su caudal por la intensa evaporación.
Cuando los laboratorios que mejoran genéticamente las semillas produjeron variedades de soja que
se adaptan a estos suelos más pobres que los pampeanos y con menos lluvias, las tierras empezaron
a ser apreciadas y se fueron instalando allí productores que compraron o alquilaron campos muy
extensos. En la imagen se puede ver que el suelo no es negro como en la provincia de Buenos Aires,
tiene menos nutrientes y por eso los cultivos necesitan mucho fertilizante y plaguicidas para crecer
sanos y fuertes. Se observan restos secos del cultivo anterior a la soja que recién está germinando
(los brotes se ven bien verdes). Debe ser diciembre, porque es la época en que se siembra allí la soja.
Si se producen lluvias con el suelo así descubierto, seguramente las gotas arrastrarán partículas del
suelo y lo empobrecerán más.