El largo conflicto armado que padece Colombia tiene muchas facetas complejas y diversas etapas, cada una con sus peculiaridades. La Presidencia de Álvaro Uribe supuso un fortalecimiento del ejército y la policía, así como la adopción de una política más severa contra la guerrilla, en el marco de lo que Uribe definió como “política de seguridad democrática”.