6. Gratitud por su promesa del Espíritu Santo.pptx
1. GRATITUD A DIOS
POR SUS PROMESAS DEL ESPÍRITU
SANTO
Semana de gratitud - 2021
Unión Mexicana Central
2. Textos clave: «Y después de esto derramaré mi Espíritu
sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;
vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán
visiones” (Joel 2:28).
«Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para
que esté con vosotros para siempre…el Espíritu Santo, a
quien el padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas
las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho» (Jn.
14:16, 26).
3. Jesús informó a los discípulos lo que habría de suceder pronto. Y para
esa hora difícil, debían estar preparados (Jn. 16:1-3).
Qué bueno es Jesús con sus discípulos. Él sabía que se iría al Padre,
pero no los dejó solos, les prometió un Parácletos (uno llamado al lado
de, o también se traduce como abogado, defensor, uno que estaría
permanentemente con ellos en los momentos difíciles), uno semejante
a Jesús, con las mismas características que él (Jn. 14:16; Comentario
bíblico adventista, 5:1012).
INTRODUCCIÓN
4. Los discípulos se entristecieron por las palabras de Jesús, que se iría (Jn.
16:6).
Esto también evidencia que habría momentos difíciles para los hijos de
Dios en el futuro, pero la presencia del Espíritu Santo los confortaría.
Podemos decir con certeza que esa promesa se ha cumplido durante este
año.
En los momentos sombríos por problemas de salud o ausencia de un ser
querido, Dios, mediante la presencia del Espíritu Santo, nos ha consolado
cumpliendo así su función de Consolador.
INTRODUCCIÓN
5. El Espíritu Santo nos habilita para reconocer las bondades de Dios que durante el año
que está terminando ha derramado sobre sus hijos.
La gran promesa del Espíritu Santo se anunció en el AT, Joel 2:28. Esta promesa, como
todas, tiene algunas condiciones.
Convertirnos a Dios de todo corazón con ayuno, lloro y lamento (Jl. 2:12).
Hacer una consagración completa y sin reservas.
Convertirse a Jehová nuestro Dios; porque Él es misericordioso y clemente, tardo
para la ira y grande en misericordia (Jl. 2:13).
Jesús ratificó esta promesa en el NT antes de su ascensión al cielo (Lc. 24:49).
El Señor habilitó a los discípulos para el cumplimiento de la misión mediante el
derramamiento del Espíritu Santo.
INTRODUCCIÓN
6. 1. Gratitud a Dios por su promesa del
Espíritu Santo
El Espíritu Santo es indispensable en la vida espiritual del creyente. Él es el que
produce en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad (Fil. 2:13).
Tantos beneficios que tenemos cuando permitimos que esté con nosotros. Elena de
White hace una lista de beneficios que bien haríamos en valorarlos y prepararnos para
un derramamiento copioso del Espíritu Santo:
En el hogar, en la escuela, en el trabajo y en cualquier trato que tengamos con los
demás, hermosea y amolda el carácter (Joyas de los testimonios, 3:145).
Cuando más necesitamos tener una mente despejada y en condiciones de tomar
decisiones, el Espíritu Santo ilumina la mente.
7. En esta semana de gratitud, cuando debemos manifestar nuestro
reconocimiento que todo lo que hemos tenido durante el año, él nos lo ha
dado, El Espíritu Santo nos motiva a dar con liberalidad.
Sin el Espíritu Santo no podríamos reconocer sus bondades durante el
año que está terminando, solo las adjudicaríamos a la suerte o al destino o
al producto de nuestros esfuerzos. Pero el Espíritu Santo nos conecta con
Dios para agradecerle hoy al Señor por lo que hizo por nosotros y con
nosotros durante este año.
1. Gratitud a Dios por su promesa del
Espíritu Santo
8. La gran promesa del Espíritu Santo se anunció en Joel 2:23 y 28 (leer
los textos). En el versículo 23 se presenta como lluvia temprana y
tardía. Dos momentos que podemos identificarlos de dos maneras:
En forma corporativa, en la iglesia primitiva y en forma tardía en el
tiempo del fin.
En forma individual, cuando me encuentro con Cristo y cuando me
entrego por completo a Él y permito que dirija mi vida constantemente.
1. Gratitud a Dios por su promesa del
Espíritu Santo
9. Jesús confirmó la promesa antes de su ascensión
con las siguientes palabras: «He aquí, yo enviaré
la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero
quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta
que seáis investidos de poder desde lo alto» (Lc.
24:49).
1. Gratitud a Dios por su promesa del
Espíritu Santo
10. 2. Gratitud a Dios por las diferentes funciones del
Espíritu Santo
La multifuncional actividad del Espíritu Santo nos da confianza en la
promesa de Jesús.
El Espíritu Santo guía la mente al estudio de la Palabra. Él nos
guiará a toda la verdad. La verdad a medias no es verdad. Si le
permitimos que nos ayude, podremos tener el conocimiento necesario
para conocer todo el plan de salvación (Jn. 16:13).
La senda de los justos es como la luz de la aurora, va en aumento
continuo (Pr. 4:18).
Convencerá de pecado, de justicia y de juicio.
11. Pecado: Pondrá en el corazón del ser humano el deseo de buscar a Dios (v, 9). Y
como los oyentes de Pedro, «se compungieron de corazón» (Hch. 2:37). Una de las
primeras evidencias de que está obrando el Espíritu Santo, es la profunda convicción
de que somos pecadores.
Justicia: Coloca en la mente el discernimiento para actuar con buen criterio. Dice
el Comentario bíblico adventista (5:1023), que estimula a los hombres a que acepten
la justicia de Cristo, tanto la imputada (Ro. 10:3-10) como la impartida (Gál. 2:20; Fil.
2:13).
Juicio: El Espíritu Santo hace que los hombres reconozcan sus pecados, les
señala la salvación y los motiva a prepararse porque habrá un juicio en el que deben
dar cuenta de su vida (Ec. 12:13, 14).
2. Gratitud a Dios por las diferentes funciones del
Espíritu Santo
12. Habilita a los discípulos para cumplir la misión.
A. Capacitó a los discípulos a hablar otros idiomas para anunciar el evangelio de
Cristo (Hch. 2:4). Los discípulos no tenían la capacidad de predicar en otra
lengua más que la propia. Esto es lo que el Espíritu hará en los últimos días, nos
capacitará para hacer lo imposible para cumplir la misión.
B. A Felipe para evangelizar al Eunuco (Hch. 8:29, 39). Imaginen, cómo le habló el
Espíritu a Felipe.
C. A Pablo y Silas en el segundo viaje misionero no les permitió predicar en Asia y
Bitinia (Hch. 16:6, 7).
D. Durante este año, ¿has usado el don que Dios te ha dado? El Espíritu Santo
reparte dones a los hombres para la edificación de la iglesia (1 Co. 12:1-12).
Todos tenemos por lo menos un don.
2. Gratitud a Dios por las diferentes funciones del
Espíritu Santo
13. Nuestras oraciones son perfeccionadas por el Espíritu para que lo que pedimos a Dios sea lo
correcto, lo que realmente necesitamos, no lo que egoístamente queremos (Ro. 8:26, 27).
Motiva a la gratitud. El Espíritu Santo ha sido enviado ya a la iglesia, a cada uno de nosotros,
de lo contrario, no estaríamos aquí agradeciendo a Dios por sus bondades del año.
Elena de White escribió: «La promesa del Espíritu Santo no se limita a ninguna edad ni raza.
Cristo declaró que la influencia divina de su Espíritu estaría con sus seguidores hasta el fin.
Desde el día de Pentecostés hasta ahora, el Consolador ha sido enviado a todos los que se
han entregado plenamente al Señor y a su servicio» (Los hechos de los apóstoles, pág. 35).
2. Gratitud a Dios por las diferentes funciones del
Espíritu Santo
14. Al igual que los primeros cristianos, debemos prepararnos para que el Espíritu Santo nos use con
poder. También debemos prepararnos como ellos. Hechos 1:14 dice: «Todos estos perseveraban
unánimes en oración y ruego…». Y a continuación confirma la actitud de ellos de tal manera que
«Cuando llegó el día del Pentecostés, estaban todos unánimes juntos» (Hch. 2:1).
Ellos esperaban la promesa que Jesús les había expresado: «…quedaos vosotros en la ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto» (Lc. 24:49). Ellos obedecieron, no se
apresuraron a cumplir con la misión hasta que fueran capacitados para ello.
Acompaña al investigador fervoroso. Su inspiración fulgura sobre la Palabra, estampa la verdad sobre
la mente y le da una importancia renovada y actual. El investigador se siente invadido por una
sensación de paz y gozo… Comprende como nunca el valor de la verdad… Dios mismo ha hablado a
la mente y el corazón, y ha hecho que la Palabra sea espíritu y vida (Mensajes selectos, 2:44).
2. Gratitud a Dios por las diferentes funciones del
Espíritu Santo
15. ¡Qué maravillosa promesa, qué seguridad Dios nos ha dado!
El Señor Jesús va con nosotros mientras cumplimos nuestros deberes diarios:
«Mañana tras mañana, cuando los heraldos del Evangelio se arrodillan delante del
Señor y renuevan sus votos de consagración, él les concede la presencia de su
Espíritu con su poder vivificante y santificador. Y al salir para dedicarse a los
deberes diarios, tienen la seguridad de que el agente invisible del Espíritu Santo los
capacita para ser colaboradores juntamente con Dios» (Los hechos de los
apóstoles, pág. 46).
Mantengámonos unánimes, en oración y ruego delante de Dios para que su
promesa, de estar con nosotros mediante su Santo Espíritu, se cumpla en nuestras
actividades cotidianas.
Conclusión
16. Que la promesa de Joel 2:28, se cumpla en cada uno de nosotros: «Y
después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne…». Este texto
alude a una preparación previa que no debe faltar en nuestra iglesia, en
nuestro hogar, pero, sobre todo en nuestra vida personal.
Permitamos que el Espíritu Santo nos guíe a toda verdad y podamos ser
portadores de la Luz completa.
Esta promesa sigue vigente para nosotros. El transcurso del tiempo no ha
cambiado en nada la promesa de despedida de Cristo de enviar el Espíritu
Santo como su representante.
Conclusión
17. Nuestra gratitud a Dios porque el Espíritu Santo nos acompaña
cuando estudiamos su Palabra y nos trae paz y gozo.
Permitamos que el Espíritu Santo nos impulse para que este
próximo sábado traigamos una ofrenda de gratitud generosa por
sus bondades recibidas en nuestra iglesia, en el hogar y en
nuestra vida individual.
Oremos agradeciendo a Dios por su Santo Espíritu.
Conclusión