SlideShare una empresa de Scribd logo
• M«'iiso • Gonzalo de Amézola • Teresa Artieda • Graciela Garbo
lil < oria • Delfma Doval • Raúl Frutos • Paula Guitelman
liiüi Kaulmann • Rubén Naranjo • Pablo Pineau • Viviana Postay
Prólogo de Gabriela Ossenbach Sauter
Dirigir la mirada haei.i I.. i. I n htl
sido no sólo un imperan v< > del giro hl i irAlle
que ha buscado 11110vas I u. m. pa l.
valores, prácticas, contenido mi todo
circulan en el espai-io CNI "l.u I. - .1.
aquellos manuales con ION qui ->» n I
escuela ha sido también c <>n i. ,,
revalorización como lugtri °i. nui Ir* ITUl .>
donde confluyen gran partí ii> la blografls
individual y concieneía enleí M i
Sobre esta base le di ipliegltli tudlodi lo
métodos y estrategias didáotloi qui i mili
escolares proponen, y que contribuyi !•• ¡
conocer el énfasis dado a doii-minu.! >i ION
sino sobre todo a desenlianai ouátoi hin i « l . . l i
intenciones de esos libros on > n.iuin .1 l.i
transmisión de ideas, aclilndos, .ilm. .
imaginarios, sin soslayar las van ni. Ittllütuli
de uso de los textos por parte del m.n .IM. a de la pro|)ia li.nln i«.n I. l.r. nr.iiii m
educativas.
De esta manera, los trabajos qui • "inpnnrn ln
presente obra dan cuenla tk- la iH-tv..n 1.1 i.n> i <i<
reconstrucción de la memoria oolri n1 i
individual, y se centran en el esludio de los
contenidos (ocultos y manifiestos) <l. ln-. i> (tOI
escolares de la última dictadura argcntlni OU <
heridas aún abiertas hacen de este libro un. n <
más de la dolorosa confrontación del |m.M..
argentino con su propio pasado. Asimismo , i.,
escritos alumbran la esperan/a de ahí n roiCj
para nuevos libros de texto dialoganles t|uo snpeien
el discurso exclusivamente prcscriplivo nnpln iiu en
la propia naturaleza de los textos escolaie1;
Dictadura y Educación
Tomo 3
Los textos escolares
en la historia argentina reciente
Carolina Kaufmann
(directora)
llnlvnraldad Nacional de Entre Ríos
« E D I T O R E
DICTADURA Y EDUCACIÓN
TOMO 3
Los TEXTOS ESCOLARES
EN LA HISTORIA ARGENTINA RECIENTE
Carolina Kaufinann (directora)
Fabiana Alonso • Gonzalo de Amézola
Teresa Artieda • Graciela Carbone
Julia Coria • Delfina Doval
Raúl Frutos • Paula Guitelman
Carolina Kaufrnann • Rubén Naranjo
Gabriela Ossenbach Sauter • Pablo Pineau
Viviana Postay
• E D I T O R E S »
Avww.minovdavila.com.ar
La maquetación y diseño de la obra y la colección
estuvieron a cargo de:
Gerardo Miño
El armado y composición
estuvieron a cargo de:
Valeria Pérez Margolis
© 2006 - Miño y Dávila srl
www.minoydavila.com.ar
En Madrid:
Miño y Dávila editores
Arroyo Fontarrón 113, 2° "A" (28030)
tel-fax: (34) 91 751-1466
En Buenos Aires:
Miño y Dávila srl
Pje. José M. Giuffra 339 (C1064ADC)
tel-fax: (54 11) 4361-6743
e-maill: administracion@minoydavila.com.ar
e-mail2: produccion@minoydavila.com.ar
ISBN-10: 84-96571-10-6
ISBN-13: 978-84-96571-10-5
Primera edición: abril de 2006
IMPRESO EN ARGENTINA
Prohibida su reproducción total o parcial, incluyendo
fotocopia, sin la autorización expresa de los editores.
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.
índice
Prólogo
Gabriela Ossenbach Sauter.
Presentación
Carolina Kaufmann 15
PRIMERAPARTE:
Los textos escolares, política e ideología 23
Capítulo I
Políticas pedagógicas de cuidado y espera: los libros de
lectura para la escuela primaria en la Dictadura
Pablo Pineau 25
Capítulo II
Manuales de educación primaria: entre la clausura
y la búsqueda de intersticios
Graciela M. Carbone 41
Capítulo III
Lecturas escolares sobre los indígenas en dictadura
y en democracia (1976-2000)
Teresa L. Artieda 105
Capítulo IV
Los manuales de civismo en la historiareciente:
huellas y señales
Carolina Kaufmann 149
Capítulo V
La enseñanza encubiertade la religión:
la "Formación Moral y Cívica"
Carolina Kaufmann y Delfina Doval 203
SEGUNDA PARTE:
Los manuales escolares de Ciencias Sociales. .225
Capítulo VI
Cambiar la Historia. Manuales escolares, curriculum y
enseñanza de la historia reciente desde la
"transformación educativa"
Gonzalo deAmézola 227
Capítulo VII
La dictadura militar argentina (1976-1983) en los textos
de Ciencias Sociales e Historia para el tercer ciclo
de la Educación General Básica
Fabiana Alonso 273
Capítulo VIII
Concepciones acerca de lo social en los manuales
de historia. De la Dictadura al temprano siglo XXI
Julia Coria 295
Capítulo IX
Algunos usos de los textos de Ciencias Sociales
en las escuelas secundarias cordobesas durante el último
período dictatorial
Viviana Postay 333
TERCERA PARTE:
Dos propuestas editoriales 355
Capítulo X
Educar y entretener.
La Revista Billiken en años de Dictadura
Paula Guitelman 357
Capítulo XI
El genocidio blanco.
La Editorial Biblioteca,Vigil, Rosario
Rubén Naranjo y Raúl Frutos
Sobre los autores.
,391
.429
Prólogo
Gabriela Ossenbach Sauter
Directora del Centro deInvestigación
MANES, Universidad Nacional de
Educación a Distancia (UNED),Madrid
Dirigir la mirada a los textos escolares ha sido una de las
múltiples formas de historiar la cultura escolar, de revalo-
rizar la etnografía y el estudio de los objetos materiales de la
escuela, con el fin de prestar atención a la historia del curricu-
lum, de las disciplinas y de los modos de enseñanza. Esta pers-
pectiva de análisis ha sido producto de un giro historiográfico
que ha primado el conocimiento de los actores y de la vida
interna de las escuelas, y ya no solo el de las estructuras y los
sistemas escolares, para retornar al sujeto, a la experiencia y a
la memoria (Escolano, 2000: 302). En definitiva, la historia de
la educación se ha propuesto en la últimas dos décadas "abrir
la caja negra" e indagar lo que sucedía al interior de la escuela
y de qué forma ésta se constituyó en un ámbito con formas de
vida particulares, desde el que se generaron transformaciones,
a la vez que, por supuesto, se ejercieron resistencias al cambio
a través de un juego dialéctico entre la escuela y su entorno,
entre tradiciones y procesos de reforma, entre nuevas aspira-
ciones y el prestigio de viejas imágenes. En definitiva, la mi-
rada del historiador ha empezado a penetrar en el interior de
las instituciones escolares para conocer su funcionamiento y
la apropiación que se ha producido en ellas de las más diver-
sas corrientes ideológicas, culturales, sociales y pedagógicas,
conformando la llamada "cultura escolar".1
Algunas obras que han significado un giro hacia la historia de la vida coti-
diana de las escuelas son las de Hammersley, 1990; Cuban, 1993; Depaepe
K GABRIELA OSSENBACH SAUTER
La historiografía latinoamericana no se ha mantenido al
i Margen de esta nueva perspectiva de la historia de la educación,
y ha ofrecido ya interesantesy abundantes trabajos que exploran
la historia de la cultura escolar a través de los textos escolares2.
La conformación de una amplia red de investigadores de Eu-
ropa y América Latina dedicados a esta temática, que se han
aglutinado alrededor del proyecto de investigación MANES3,
con sede en España, y de otras iniciativas similares, ha hecho
posible la aparición de un nuevo campo de estudio y de una
comunidad científica muy dinámica. Como lo han comproba-
do diversos historiadores de las ciencias sociales, las redes de
comunicación aseguran a lo largo del tiempo el aumento y la
difusión del conocimiento, así como la creación yconsolidación
de "campos disciplinares" (Hofstetter & Schneuwly, 2004).
Esos vínculos académicos y humanos, de enorme riqueza, han
posibilitado la circulación de trabajos, el intercambio de pre-
supuestos teóricos y metodológicos para abordar este tipo de
fuentes históricas, y la creación de una serie de recursos (bases
de datos, bibliotecas virtuales, repertorios bibliográficos, etc.)
que facilitan el trabajo del investigador en este campo. Elhecho
de prologar este libro, que asumo como un inmerecido honor,
es un producto más de todos esos intercambios y relaciones que
nos están permitiendo conocer nuestras distintas tradiciones
escolares, entendernos y compararnos, no solo entre ambas
orillas del Atlántico, sino también muy especialmente entre
todos los países de la América Latina.
Pero la mirada a los textos escolares no ha sido sólo un im-
perativo de este giro historiográfico de la era postmodema, que
ha buscado nuevas fuentes para conocer los valores, prácticas,
contenidos y métodos que circularon en el espacio escolar. La
recuperación de aquellos manuales con los que aprendimos en
la escuela, muchas veces relegados a los desvanes y alosaltillos
y Simón, 1995; Grosvenor, Lawn, y Rousmaniere, 1999; Depaepe, 2000;
Depaepe y Simón, 2005.
2. Sobre el estado de la investigación acerca de la historia de los libros es-
colares en América Latina, véanse los estudios introductorios y anexos
bibliográficos de Ossenbach y Somoza, 2001, y Guereña, Ossenbach, y
del Pozo, 2005.
3. Sobre el Proyecto MANES, véanse Tiana Ferrer, 2000, y Ossenbach, 2000.
Puede consultarse también el sitio web www.uned.es/manesvirtual/portalma-
I'KÓLOGO 9
de nuestros armarios, que incluso muchas veces no merecieron
una especial consideración por parte de los bibliotecarios a la
hora de preservarlos y catalogarlos, ha sido también una conse-
cuencia de su revalorizacióncomo lugares de nuestra memoria,
así como de su enorme potencia para hacernos presente una
p;irte importante de nuestra propia biografía individual y de
nuestra conciencia colectiva. Los libros de texto, al igual que
los espacios arquitectónicosen los que discurriónuestra infancia
escolar, fueron lugares "donde se entrenaron nuestras primeras
miradas", y por tanto ellos "animan en nuestra memoria los
ecos de los recuerdos infantiles o adolescentes" (Fernández
Alba, 1997: 516).
Por tanto, abordar hoy en día el estudio de los textos esco-
lares es también consecuencia de una compleja coyuntura en la
que confluyen,probablementeno por casualidad, un giro histo-
riográfico y una necesaria tarea de reconstrucción de la memoria
colectiva e individual, sobre todo cuando se trata de asimilar
procesos traumáticos del pasado reciente, que han afectado a
varias generaciones que están intentando vivir auténticamente
el presente y construir futuros esperanzadores. La recuperación
de la memoria de las dictaduras de la segunda mitad del siglo
XX se ha manifestado con insistencia,tanto en la investigación
histórica como en la literatura, e incluso en el cine, recurriendo
a las imágenes de la escuela y a los viejos libros de texto4.
La mirada necesaria hacia los libros escolares de la última
dictadura argentina, cuyas heridas están todavía tan abiertas, no
constituye en ese sentido una excepción. Esta obra es una mues-
tra más de la confrontación, sin duda muy dolorosa, del pueblo
argentino con supropiopasado, que me obligaa situarme, desde
este modesto prólogo, en una actitud de profundo respeto hacia
un sentir colectivo en cuya conformación la escuela y sus libros
no han sido ajenos.
El estudio de los contenidos (ocultos y manifiestos) de los
textos escolares, así como de los métodos y estrategias didác-
ticas que ellos proponen, contribuye en gran medida no sólo a
4. Un ejemplo lo constituye el reciente libro de Teistler, 2006, editado por
el Instituto Georg Eckert de investigación sobre los textos escolares, con
sede en Alemania. Esta obra estudia los libros de lectura durante los regí-
menes dictatoriales de las décadas de los años 30 y 40 en Alemania, Italia
y España.
III GABRIELA OSSENBACH SAUTER l'i rt| ..,,,) 11
conocer el énfasis dado a determinados contenidos, sino sobre
todo a desentrañar cuáles han sido las intenciones a las que esos
libros han servido en lo concerniente a la transmisión de ideas,
actitudes, valoraciones e imaginarios. Pero aunque es verdad
que los libros de texto parecen ser una inagotable fuente de
conocimiento sobre la práctica pedagógica, hay que tener en
cuenta que "detrás de la imagen de la escuela que uno pudiera
evocar al examinar los libros escolares, yace una compleja
historia de la práctica real en el aula" (Rockwell, 2004: 327).
Aunque es legítimo considerar a los textos escolares como un
instrumento en algún grado eficaz para la creación de nuevos va-
lores y mentalidades, la investigación sobre los textos escolares
no debe dejar de tomar en cuenta las variadas modalidades de
uso de los textos por parte del maestro y las diversas formas de
mediación entre el texto y los sujetos que aprenden, las múltiples
maneras en que sus contenidos y estrategias han sido leídos y
apropiados (Ruiz Moreno, 1998: 490), y la inercia de la propia
tradición de las instituciones educativas, entre otros fenómenos
que han condicionado el impacto de los libros escolares sobre
la formación de los sujetos y los colectivos. La tarea no es fácil
pues, como advierte Dominique Julia, reconstruir la vida en el
aula requiere de la descripción de prácticas que rara vez dejan
huella (Julia, 1995: 358). La cultura de la escuela, queAntonio
Viñao ha definido como un conjunto de formasde hacer y pensar
que a lo largo del tiempo se han sedimentado en el seno de las
instituciones educativas en forma de tradiciones, regularidades
y reglas de juego aceptadas y compartidas por sus actores, ha
sido capaz demantener una cierta autonomía que le ha permitido
generar productos específicos y sobrevivir frente a reformas e
innovaciones de todo tipo (Viñao, 2002:70-81). Esta evidencia,
que obliga al investigador a mantener una cautela metodológica
a la hora de estudiar el uso e impacto de los textos escolares,
nos sirve también para alumbrar alguna esperanza de futuro:
la escuela, como las personas, ha generado también formas de
resistir a la imposición de discursos autoritarios, así como de
generar disidencias en los espacios de uso y circulación de los
textos escolares. Por otra parte, confiemosen que, a pesar de la
inercia propia de la cultura escolar, se vayan abriendoresquicios
para otros libros de texto dialogantes, que superen el discurso
exclusivamente prescriptivo implícito en la propia naturaleza
de los textos escolares (Castro, 2001).
l
i-1' lerendas bibliográficas
1 ino VILLARRAGA, O. (2001), "Las cívicas y los textos de
i ilin ación para la democracia. Dos modalidades de forma-
> i- MI del ciudadano en Colombia durante el siglo XX", en
' ' .1 NIIACH, G. y SOMOZA, M., Los manuales escolares como
in, /itf para la Historia de la Educación en América Latina,
IINI',1), Madrid, pp. 143-154.
( 'IHIAN, L. (1993), How Teachers Taught: Constancy and Chan-
ni American Classrooms, 1880-1990,Nueva York, Colum-
l'i.i I Inivursity Teachers College Press.
Dttl'ArTí;, M. et al. (2000), Order in Progress. Everyday Edu-
l Practice in Primary Schools. Belgium, 1880-1970,
a, Leuven University Press.
V SIMÓN, F. (1995), "Is there any Place for the History of
i 'liu-alion' in the 'History of Education'?A Plea for the His-
nl Kvcryday Educational Reality in- and outside Schools",
hit ,A/i;f)#/ca Histórica, Vol. 31, N° 1, pp. 9-16.
v —(2005), "Fuentes y métodos para la historia del
"il.i", en FERRAZ LORENZO, M. (ed.), Repensar la historia de
l:i •tlucación. Nuevos desafíos, nuevas propuestas, Madrid,
liiMiuirra Nueva.
i ANO, A. (2000), "La Historia de la Educación después
iti 1.1 postmodernidad", en Ruiz BERRIO, J. (ed.), La cultura
• •liu ilc Europa. Tendencias históricas emergentes,Madrid,
Mii'hoicca Nueva, pp. 297-323.
i • • ' u IDI•/. ALBA, A. (1997), "La expresión arquitectónica en
i' • • ililu-ios escolares", Historia de la Educación (Salaman-
i" 16, pp.5 15-518.
<m, I.; LAWN, M. y ROUSMANIERE, K. (eds.) (1999),
r.v (V Imanes. The Social History of the Classroom,
< Yoik, Pelcr Lang.
l.-l,.; OSSKNBACH, G. y DEL Pozo, M. M. (dirs.) (2005),
••niiili: en España, Portugaly América Latina (si-
|  /  .VA), Madrid, UNED (Serie "Proyecto MANES").
...... 1 1 Y, M. (1990), Classroom Etnography. Empírica! and
'ii,;l,i/<i^ical Essays, Philadelfia / Milton Keynes, Open
iv l'rcss.
12 GABRIELA OSSENBACH SAUTER
HOFSTETTER, R. y ScHNEUWLY, B. (eds.) (2004), "Introduction.
Educational Sciences in Dynamic and Hybrid Institutionaliza-
tion", en Paedagogica Histórica. Special Issue: The Role of
Congresses and Institutes in the Emergence ofthe Educa-
tional Sciences, Vol. XL, N° V y VI.
JULIA, D. (1995), "La culture scolaire comme objet historique",
en Paedagogica Histórica. Supplementary Seríes, Vol.I.
OSSENBACH, G. (2000), "La investigación sobre los manuales
escolares en América Latina: la contribución del Proyecto MA-
NES", Historia de la Educación (Salamanca), N° 19, pp. 195-
203.
y SOMOZA, M. (2001), Los manuales escolarescomofuen-
te para la Historia de la Educación en América Latina, Ma-
drid, UNED, Serie "Proyecto MANES".
ROCKWELL, E. (2004), "Entre la vida y los libros: prácticas de
lectura en las escuelas de la Malintzi a principios del siglo
XX", en: CASTAÑEDA, C. et al. (coords.), Lecturas y lectores
en la Historia de México, México, CIESAS / Universidad
Autónoma del Estado de Morelos.
Ruiz MORENO, L. (1998), "Lectura de textos visuales y espa-
ciales", en: PÉREZ SILLER, J. y RADKAU GARCÍA, V. (coords.),
Identidad en el imaginarionacional.Reescrituray enseñanza
de la historia,México, Instituto de Ciencias Sociales y Huma-
nidades de Puebla / El Colegio de San Luis / Instituto Georg
Eckert, pp. 487-498.
TEISTLER, G. (2006), Lesen lernen in Diktaturender 1930er und
1940er Jahre. Fibeln in Deutschland, Italien und Spanien,
Hannover, Verlag Hahnsche Buchhandlung, 2006 (Studien
zur Internationalen Schulbuchforschung. Schriftenreihe des
Georg-Eckert Instituís, Band 116).
TIANA FERRER, A. (2000), "El Proyecto Manes y la investi-
gación histórica sobre los manuales escolares (siglos XIX
y XX)", Historia de la Educación (Salamanca), N° 19, pp.
179-194
VIÑAO, A. (2002), Sistemas educativos, culturas escolares y
reformas, Madrid, Ed. Morata.
DICTADURA Y EDUCACIÓN
TOMO 3
Los TEXTOSESCOLARES
EN LA HISTORIAARGENTINA RECIENTE
En memoria de
Gigi Godoy
Presentación
Carolina Kaufmann
Este tercer tomo de Dictadura y Educación: "Textos Es-
colares en la Historia Argentina Reciente" volumen que
integra la Serie de Historia de la Educación Latinoamerica-
na editada por Miño y Dávila y dirigida por Claudio Lozano
.'¡fijas, de la Universidad de Barcelona, culmina un proyecto
>diiorial impulsado desde nuestra investigación acerca de las
it'ndencias ideológico-pedagógicas en la historia reciente de
lii educación argentina, desarrollada en la Universidad Nacio-
iiiil de Entre Ríos, Argentina.
Proyecto quejunto a los dos tomos anteriores "Universidad
v < Irupos Académicos Argentinos (1976-1983) y "Depuracio-
nes y vigilanciaen las Universidades Nacionales Argentinas",
11instituyen el esfuerzo intelectual de múltiples colegas de
universidades del país que han investigado y puesto a conside-
i .u ion del colectivo académico, sus preocupaciones por indagar
v <l;ir a conocer las huellas, los hallazgos y los caminos que
.uní liiltan recorrer y que deja abierto el estudio de la historia
' ' luí-ncional reciente enArgentina. Docentes e investigadores/as
• l' las Universidades Nacionales de BuenosAires, Córdoba, La
l'l.iiii, Litoral, Lujan, Nordeste, Entre Ríos, Rosario, son los
protagonistas de este tomo.
Por otra parte, ha sido un honor muy particular y un halago
• i"* .o largo de estos volúmenes nos hayan acompañado con
NIIN palabras iniciales a modo de prólogo, los doctores Claudio
i - .MIÓ Seijas, Agustín Escolano Benito y Gabriela Ossenbach
liutci
16 CAROLINA KAUFMANN
Deseo destacar mi particular agradecimiento a esta última,
quien tanto ha hecho y hace por la reactivación, la difusión
y el impulso constante al estudio de los textos escolares en
Latinoamérica.
Este tomo, focalizadoen el estudio de los textos escolares en
Argentina; lo hace desde distintas miradas y ópticas interpretati-
vas que aspiran a iluminar zonas no suficientementeexploradas
en nuestro medio. Estas permitirán verificar posturas y recursos
ideológicos, ausencias y presencias conceptuales, discursos
normativos, voces de protagonistas, literatura pedagógica y
políticas educativas. Diferentes géneros textuales recorren las
páginas deeste tomo; siendo el denominador común: laDictadu-
ra, el antes y el después histórico y su impacto en los textos. En
suma, los textos escolares como aspectos de la cultura escolar ya
anticipados por Agustín Escolano Benito y como privilegiados
espacios de memoria según términos de Rafael Valls Montes,
textos siempre dispuestos a recordarnos los diferentes ámbitos
de representación de un pasado azaroso.
La organización temática del tomo se presenta en tres apar-
tados, ellos son: Textos escolares, política e ideología; Los
manuales de ciencias sociales y Dos proyectos editoriales. En
el primero se incluyen los siguientes capítulos:
Pablo Pineau, de las Universidad Nacional de Buenos Aires
y de la Universidad Nacional de Lujan, es el autor del capítuloI
titulado "Políticas pedagógicas de cuidadoy espera: los libros
de lectura para la escuela primaria en la Dictadura ". Pineau
despliega dos hipótesisbásicas vinculadas a ciertos aspectos de
las políticas educativas instrumentadas durante la Dictadura.
Dichas hipótesis se interrogan sobre las políticas de censura
y sobre la política metodológica de la enseñanza inicial de la
lectoescritura en la ciudad de Buenos Aires.
El capítulo II escrito por Graciela M. Carbone, de la Uni-
versidad Nacional de Lujan sobre "Manuales de educación
primaria: entre la clausura y la búsqueda de intersticios " se
aboca al estudio de los manuales de enseñanza primaria vi-
gentes en el período de la dictadura 1976/1983, centrado en la
jurisdicción de la Municipalidadde Buenos Aires. La autora se
ciñe a esos años, apelando a una mirada que profundiza en la
comprensión de ciertas peculiaridades y evoluciones operadas
V i M'NIACIÓN 17
< n los textos y que tienen como coordenadas temporales las
ni ii nías curriculares que precedieron a la Dictadura, así como
laminen a los cambios que seprodujeron a partir de laAsamblea
I rderal de Educación. En estas páginas, los textos escolares
i unvertidos en fuentes documentales y objeto de investigación
i" imiten constatar la articulación currricular, política e ideo-
enjuego.
l;.l capítulo III de Teresa Laura Artieda de la Universidad
Nacional del Nordeste titulado "Lecturas escolares sobre los
iinli^enas en dictaduray en democracia (1976-2000) trata sobre
11 >:. libros de lectura de educación básica en Argentina editados
. 11 clos etapas históricas, la correspondiente a la última dictadura
militar de 1976 a 1983 y la posterior del régimen democrático
uní- se inicia el 10 de diciembre de 1983. La autora identifica
. < aiacteriza las versiones discursivas sobre los pueblos indí-
reiias en los libros de ambos períodos. También profundiza en
< I primero de ellos y presenta el segundo de manera sintética,
"i cni el fin de comprender continuidades y posibles quiebres en
i dación con dos escenarios disímiles en los órdenes (políticos,
i uliiirales, educativos) de la historia nacional, así como por
i <!eiencia a dos fases también diferentes en lo que atañe a la
valorización de la homogeneidad y la diversidad sociocultural
ni oí contexto nacional e internacional".
En el capítulo IV de mi autoría, "Los manuales de civismo
i'ii la historia reciente: huellas y señales ", se exponen las mar-
i as tic identidad de aquellos manuales de civismo producidos
v publicados durante la Dictadura, así como también examino
alj'.unos libros editados en décadas anteriores, reimpresos y
i neniantes en aquellos años. Manuales con alcance nacional
y que fueron utilizados en escuelas de la ciudad de Rosario,
piovincia de Santa Fe. El siguiente interrogante direcciona el
capitulo: ¿cuáles serían las correspondencias entre las políticas
educativas y los contenidos de los manuales de civismo entonces
publicados?
I:Ae capítulo V "La enseñanza de la religión católica
fiit'itbierta: la Formación Moral y Cívica" escrito conjunta-
mente con Delfina Doval, ambas docentes de la Universidad
Nacional de Entre Ríos; y en mi caso, también docente de la
I imversidad Nacional de Rosario; nos centramos en algunos
18 CAROLINA KAUFMANN
textos escolares de Formación Cívica que tuvieron amplia
difusión en las escuelas secundarias argentinas durante el úl-
timo régimen militar. El análisis de las propuestas editoriales
se realiza sobre aquellos textos aprobados y recomendados y
cuya efectiva utilización escolar ha sido constatada. Esto nos
posibilitó reafirmar la hipótesis que hemos desarrollado con
anterioridad: la resacralización de la enseñanza en el ámbito
de las escuelas no confesionales que pretendió cohesionar a
los sujetos en torno a valores universales y perennes propios
de sociedades occidentales y cristianas.
El segundo apartado corresponde a los capítulos dedicados
a resaltar diferentes miradas de lo histórico en los textos esco-
lares, titulado Los manuales de ciencias sociales. El capítulo
VI "Cambiar la Historia. Manuales escolares, curriculum y
enseñanza de la historia reciente desde la "transformación
educativa " cuya autoría le pertenece a Gonzalo de Amézola,
de la Universidad Nacional de La Plata y la de General Sar-
miento, inicia este grupo compuesto de tres trabajos. Destaca
el autor su intencionalidad en ahondar en las relaciones entre la
Historia enseñada, la Historia académica y los textos escolares
argentinos en un arco amplio y complejo que abarca desde
fines del siglo XIX y todo el XX centrándose a posteriori en
los cambios introducidos en la forma de estudiar el pasado en
la década de 1990.
Fabiana Alonso, de la Universidad Nacional del Litoral,
titula su capítulo VII "La dictadura militar argentina (1976-
1983) en los libros de Ciencias Sociales e Historia para el
tercer ciclo de la Educación General Básica. Este capítulo
tiene como propósito auscultar el tratamiento que se realiza de
la última dictadura argentina en los textos escolares de historia.
A tales efectos se investiga sobre diversas editoriales para el
tercer ciclo de la Educación General Básica. Alonso analiza la
representación del pasado recientey de qué manera el abordaje
de este oscuro período se vincula con la recuperación de la
democracia.
El capítulo VIII "Concepciones acerca de lo social en los
manuales de Historia. De la Dictadura al temprano siglo XXI",
escrito por la socióloga Julia Coria de la Universidad Nacional
de Buenos Aires, describe las transformaciones operadas con
I 1 ' i l N I ACIÓN 19
i' l.uión a las tesis explicativas de lo social que se observan
• ii lus libros de texto para la enseñanza de la Historia. Dicho
ni ilisis nos remitirá, a su vez, al abordaje del vínculo entre co-
i miento científico y conocimiento escolar. Coria se pregunta
u Mué medida la escuela -observada a la luz de los libros con
i" < 11u: enseña Historia-hace suyas las tesis acerca de lo social
I u' 'puestas por la ciencia en el transcurso que va desde el golpe
di I .lado de 1976 hasta la década del '90.
líl capítulo IX escrito por la historiadora Viviana Postay,
unos usos de los textos de ciencias sociales en las escuelas
"nidrias cordobesas durante la Dictadura", reconstruye a
i' i •i -s de testimonios orales algunos modos y usos de lectura de
111« h< >s manuales,recuperando las maneras en las que se vincu-
luniii los diferentes actores educativos con los textos escolares.
, < "mínelas de resistencia, reproducción de los vaivenes del
• un inilo prescripto? ¿qué nos dicen los testimonios? Ese es el
. l• 11 ii> que asume la autora.
I I lercer y último apartado corresponde a. Dos propuestas
• •iiiiiriules que plasman diferentes proyectos y producciones
. 'lii'H míos. Componen este grupo dos capítulos.
1i K-orporamos el capítulo X escrito por Paula Guitelman de
1 1 1 'DiversidadNacional de BuenosAires, autora de "Entretener
 La Revista Billiken durante la última dictadura"
|Mii(|in- consideramos que una clasificación amplia de textos
.l.ires excede el marco de la educación formal y abarca
i-l conjunto de material impreso o reproducido apto para
i ii'iaulizaje escolar. En ese sentido, esta revista cumple con
requisitos. Por otra parte, Billiken, más allá de ser una
i > L ni' legítima de análisishistórico, adquiere valor documental
i i .u lo ;i su alcance y difusión editorial que le permitió tocar
i nevadísimos de tirada, históricamente llegando a ocupar
11111uf.iir central en la cultura argentina. En Paren las rotativas,
< u L is I llanosky destaca como este medio gráfico se extendió
i i|'i>l.miente al mercado hispanoamericano, llegando a enviar
11111.--; de ejemplares a España, México, Venezuela,Colombia y
!'• MI, y con picos de tirada de 500.000 ejemplares (1996: 34).
interesa la difusión de Billiken, no sólo en cuanto a las
11 icas que difundió, a los discursos explícitos e implícitos
•i". i< uno y adhirió.
20 CAROLINA KAUFMANN
Finalmente, este último capítulo XI escrito por Rubén Na-
ranjo y Raúl Frutos, "Elgenocidio blanco. La Editorial Biblio-
teca Vigil, Rosario "responde a la reconstrucción de un proyecto
editorial de vanguardia a partir de la creación del Departamento
Editorial, con la correspondiente historia de la Editorial Bi-
blioteca Vigil. Esta Editorial se entronca con el Proyecto de la
Biblioteca "Constancio C. Vigil", experiencia cultural ajena al
Estado y generada por un heterogéneo grupo de vecinalistas,
ciudadanos e intelectuales provenientes de diferentes sectores
ideológicos y sectoresde la ciudad de Rosario, Argentina. Esta
institución ejemplo de organización culturaly popular solidaria
fue intervenida por la Dictadura en 1976. Desde 1966a 1976,1a
Editorial Biblioteca publicaría más de cien títulos con cerca de
dos millones de ejemplares, destinados a donaciones a escuelas,
bibliotecas y al público en general, vendiéndose a bajísimo costo
para posibilitar masivamente el acceso a la lectura. Su Servicio
Bibliotecario modelo y pionero en el lugar, registró cifras no
alcanzadas por institución alguna en la ciudad.
Quiero, en estos párrafos finales rendir mi cálido recuerdo y
reconocimiento a un luchador que recientemente nos ha dejado
físicamente. El 4 de octubre de 2005, falleció Rubén Naranjo,
uno de los autores de este capítulo, quien pese a su delicado
estado de salud en los últimos años, accedió generosamente a
colaborar en este tomojunto a su amigo y compañero de luchas,
Raúl Frutos, el Bibliotecario Mayor de la entonces Biblioteca
Constancio C. Vigil. Rubén Naranjo ocupó cargos docentes
durante tres lustros de la Facultad deArquitectura de la Univer-
sidad Nacional de Rosario, artista plástico, destacado militante
de las organizaciones en defensa de los Derechos Humanos, de
la educación pública, y de la protección y amparo de chicos de la
calle. Director de la Escuela deArtes Visuales Vigil y Director
de la Editorial Biblioteca, ciudadano Ilustre por el Consejo
Municipal de la ciudad de Rosario a partir del 30 de setiembre
de 2004; sólo contabilizan algunas de las múltiples facetas de
este gran hombre. "Murió Naranjo, elhombre de la cultura y los
Derechos Humanos", "El ejemplo de un luchador", son algunos
de los titulares de los periódicos locales en el día de su partida.
Para nosotros, adquiere una significatividad superlativa, que
éste trabajo, integre y corone este tomo.
I'KKSENTACIÓN 21
El Tomo 3 "Textos Escolares" será parido al cumplirse los
U) ;iños del golpe de Estado que dio comienzo a la Dictadura
ini'is atroz que vivimos los argentinos y de cuyas marcas, los
libros escolares no han sido ajenos. Sirvan estas investigaciones
v u-flexiones no sólo para conocer el pasado que palpitó en los
libios de texto, sino también para pensar y reforzar los valores
democráticos que los textos son capaces de vehiculizar.
A todos los autores, compañeros de ruta y a todos los colegas
i|iic nos han acompañado, en estos años, mi reconocimiento,
Igradecimiento y afecto.
Carolina Kaufmann
Rosario, diciembre del 2005
PRIMERA PARTE
I ,OS TEXTOS ESCOLARES, POLÍTICA E IDEOLOGÍA
('¡ipítulo I
Políticas pedagógicas
de cuidado y espera:
los libros de lectura
I >.11 a la escuela primaria en la Dictadura
Pablo Pineau
introducción
L;i vinculación entre prácticas de la lectura y cultura po-
lílica ha sido destacada ya por varios autores. Diversas
obras de Roger Chartier (1995), y el monumental trabajo de
Aime-Marie Chartier y Jean Hebrard (1994), al demostrar
• i"' en los países centrales la constitución de determinados
|Mil,|icos lectores no estuvo exenta de la construcción de su-
i los políticos, abrieron al análisis las distintas posibilidades
i|iu- sobre dicho tema se fueron dando a lo largo del avance
ili l,i modernidad.
V;irios de los trabajos incluidos en la compilación de Ga-
Imrhi Ossenbach y Miguel Somoza (2001), y en la de Rubén
' u. ii/,/a y Pablo Pineau (2002) para el caso argentino, señalan
'|M'- lincas semejantes se han verificado en diversos países de
i iiiiuuiinérica. Como en otros casos, en nuestro país el eje
(iniH-ipal que estructuró la discusión pedagógica fue la articu-
l,K mu entre cultura política y sistema educativo, una de cuyas
iinn iones principales fue la construcción de públicos letrados.
i >• ..Ir sus orígenes en el sigo XIX, la escuela buscó integrar
• ii ii 11lunadamente a los sectores populares así como formar
i upos gobernantes en una lógica moderna heredada de la
llir.dación y el Liberalismo.
A lo largo del siglo XX esta relación tuvo una serie de
' Mullios que acompañaron el devenir de la nación y forjaron su
1-1 ini i;i política y educativa. Una alternancia entre dictaduras
•I Hemos electos -síntoma de profundos debates y oposicio-
!6 PABLO PINEAU
nes- se sucedieron entre 1930 y 1983.A partir del 24 de marzo
de 1976 y hasta el fin de ese período se instauró un gobierno
militar que llevó a cabo un proyecto represivo de alcances in-
usitados y macabros, a la vez que sentó las bases para el triunfo
del neoliberalismo en las décadas siguientes.
La sociedad argentina sufrió uno de sus períodos más
traumáticos a partir de que el autodenominado Proceso de
Reorganización Nacional asumió el control de la república. En
ese entonces, los grupos en el poder sostenían que la crisis que
atravesaba el país era producto de una sociedad que se había
desbordado. Los instrumentos para corregir y disciplinar a
la sociedad formaron parte de un proyecto político represivo
basado en la violación a los derechos humanos mediante el
estado de sitio, la sumisión del poder judicial y el terrorismo
de Estado1.
Ese reordenamiento político acompañó un reordenamiento
económico. Se adscribió a las teorías monetaristas de la escuela
de Chicago en privilegio del sector financiero. La apertura de los
mercados, el fomentode las importaciones, laprogresiva elimina-
ción de los mecanismos clásicos de protección de la producción
local y una pauta cambiaría desfavorable se combinaronpara dar
como resultado un proceso de desindustrialización y concentra-
ción económica (Aspiazu, Khavisse y Basualdo, 1986).
Por supuesto, el terreno educativo no estuvo exento de esta
situación. La renovación cultural y pedagógica de los años 60
y 70 había puesto en cuestión los modelos educativos previos
provenientes del siglo XIX. Esos años habían visto la aparición
de fenómenos como la adscripción por parte de docentes y pe-
dagogos a las llamadas teorías "críticas" -que iban desde Iván
Illich al reproductivismo-, la expansión del psicoanálisis, la
presencia de la psicología social, la dinámica grupal, la peda-
gogía de la recreación y las nuevas concepciones de infancia,
y la publicación de textos escolares más modernos que propi-
ciaban la lectura comprensiva solipsista. En los 70, se derivó a
una mayor radicalización política mediante la sindicalización
docente, las campañas de alfabetización inspiradas en Paulo
Freiré, la extensión universitaria y la difusión de la pedagogía
1. Véase al respecto Novarro y Palermo (2003), O'Donnell (1997), Duhalde
(1999) y Pucciarelli (2004).
I'IÍDAGÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 27
i ilinación2. Esta situación fue un importanteabono para
ii i.iílma, sobre todo para quienes añoraban cierto pasado
, ,i de un orden perdido por efecto de dichas moderai-
>ii<",, entendidas siempre como desviaciones, excesos y
hi" i linajes producidas o utilizadas por la subversión.
Diversos autores han señalado ciertos elementos consti-
Hios de las políticas educativas de la época: su carácter
iiv<>", la militarización del sistema, la burocratización y
i i n ,i I i/ación de su estructura administrativa, la violación a
IIIN derechos humanos más elementales y la pérdida de la es-
iieidad pedagógica del sistema3. Es nuestra hipótesis que
1 1 Iheladura instrumentó una política educativa basada en dos
. n .Mej'ias. Porunlado, la que podemos denominar la estrategia
>*•/»/•<',v/'«, coto de los sectores más tradicionalistas, que buscaba
Imcci desaparecer -con el peso que este término tuvo en esos
a los elementos de renovación previos presentados en el
pAunlb anterior; y por otro la estrategia discriminadora, coto
.!> los sectores más tecnocráticos, que buscaba desarticular los
• li positivos tendientes a la democratización social (cuyo lema
l» .iliía haber sido "una escuela única para todos sin importar
1 1 c 11lerendas"), y proponer un sistema educativo fuertemente
> l i .i-riminado en circuitos diferenciados de acuerdo al origen
Oí lal de los alumnos.
I )entro de este marco, en este trabajo nos proponemos ana-
li/ar el impacto de estas concepciones en dos problemáticas
vinculadas los libros de lectura para la escuela primaria: en
IHiiiier lugar, las políticas de censura -donde actuaron más
Inertemente las tendencias represivas y oscurantistas-, y en
Ncgundo lugar la política metodológica sobre la enseñanza ini-
( i.il de la lectoescritura en la Ciudad de Buenos Aires -donde
M iuaron más fuertemente las tendencias discriminadoras y
leenocráticas-, para concluir presentando algunas inferencias
sobre su articulación con la conformación de la culturapolítica
en dicho período.
.'. Véase un desarrollo de estos temas en Puiggrós, (1995).
a caracterización ha sido hecha especialmente de acuerdo a los siguien-
tes trabajos: Tedesco, Braslavsky y Carciofi (1983), Tiramonti (1985) y
KaufmannyDoval(1997).
28 PABLO PINEAU
1. La estrategia represiva:
las políticas de cuidado
Para la Dictadura, todo hecho educativo podía implicar un
acto de represión por su intrínseca "capacidad subversiva", por
lo que el impacto del terrorismo de Estado dentro del sistema
escolar fue enorme.La desaparición forzada de personascastigó
muy duramente a docentes, investigadores, estudiantes -sobre
todo por su condición dejóvenes-y alresto de supersonal.Aeso
deben sumarse exilios, encarcelación, cesantías y despidos por
motivos ideológicos, cierre de instituciones y carreras, quema
de libros, prohibición de manifestaciones culturales y unifor-
mización de la cotidianeidad escolar4. De acuerdo a Masiello,
(1987), "la esfera pública había sido vaciada de su polifonía de
voces (porque) la norma autoritaria expulsa a los individuos
de una esfera pública y se niega a permitirles el diálogo con el
poder o cualquier crítica del Estado".
De acuerdo a esto, podemos sostener que cada material
escrito debía demostrar su inocencia para ingresar a la escuela,
cuya aduana se volvió mucho más dura que en otras épocas
Todo texto era considerado peligroso, y diversos y poderosos
mecanismos de control se pusieron en acción para evitar sus
efectos de "subversión y penetración ideológica".
Godoy y Broda (2003) sostienen que el control de lalectura
en las bibliotecas del ámbito universitario circuló por un cir-
cuito de censura (mediante la prohibición de ciertos textos, la
negación u omisión de acceso a ciertos materiales conservados
y el disciplinamiento del acceso a la consulta) en articulación
con un circuito de violencia (desaparición de libros incluidos
en los catálogosprevios por "baja" o "transferencia", quemade
textos y otras formas de destrucción de ejemplares). Creemos
que esto también es aplicable al nivel medio, donde hubo una
buena cantidad de libros prohibidos y escondidos -como los
textos de la derogada materia Estudio de la Realidad Social
Argentina (ERSA), elmanual Las edades moderna y contempo-
ránea de Juan Bustinza y Gabriel Rivas, de editorialKapelusz,
4. Véase al respecto Dussel, Finocchio y Gojman, (1996), y Garaño y Pertot
(2002) para el caso específico del Colegio Nacional de Buenos Aires.
II AS 1'liDAGÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 29
trancáis et la vie de Gastón Mauger y Maurice Brezeure,
ullimo editado en el extranjero5.
I :.u> también se manifestó en la formación docente. Por
•Icinplo, el expediente 52887/78 del 17 de octubre de 1978.
(Inundo por Albano Harguindeguy como Ministro interino de
( iilima y Educación,prohibe el uso de la obra de Paulo Freiré
' u l<>:; institutos de formación docente de nivel nacional.
Respecto a los libros de lectura para la escuela primaria,
. i (improbable que la opción represiva fue privilegiar los
• ii MUIOS de control como la continuación y profundización de
1 1 políticas tradicionales sobre el tema.
No hemosencontrado casos de censura de libros de lectura6,
l n cambio, la Dictadura revitalizó un viejo mecanismo que
ii ii 'i,i ido perdiendo poder paulatinamente en los años previos:
i 1 necesidad de la aprobación de los textos por parte del Esta-
llo pura poder ser usados en las escuelas7. Así, más que libros
prohibidos", llegaban a las escuelas primarias listas de libros
.i|¡lobados" o "recomendados", de donde se deducía que los
i|iic allí no se encontraban estaban censurados8.
I ,a transferencia de las escuelas primarias a las jurisdic-
i iones en las que se hallaban habilitó un nuevo mosaico de
i|uohaciones por parte de los distintos poderes locales, que
Vónsc al respecto los detallados análisis de cada caso en Invernizzi, H. y
(¡ociol (2002).
ir l .1 única excepción que encontramos en libros para este nivel -que no
inicilc ser considerado un "libro de lectura"— es "Dios es Fiel", libro para
i alequesis de sexto grado escrito por la hermana Beatriz Casiello y editado
|ioi Editorial Guadalupe. Véase al respecto el detallado análisis en Inver-
ni/y.i y Gociol (2002).
Sobre el origen de este dispositivo, véase el trabajo de Paula Spregelburd
(2002) Hasta la década de 1960, era común que los libros de texto acla-
man en su portada en forma destacada que habían sido aprobados por el
lisiado. Luego esto comenzó a ser puesto en un lugar menos importante y
hasta quitado de los créditos, lo que señala el debilitamientodel dispositi-
vo.
H Por ejemplo, la Circular General N° 24 de la Dirección de Educación Pri-
maria del Ministeriode Educación y Cultura de la Provincia de Buenos
Aires de 1980, presenta una lista de aproximadamente cincuenta libros de
U'cUira aprobados para su uso por la Comisión Técnica ad hoc de acuerdo
a los siguientes aspectos: "contenidos, metodología, presentación gráfica,
nspcctos formativos, morales, cívicos, sociales y estéticos, preservando con
rsla acción los principios fundamentalesque informan (sic) la educación
primaria bonaerense, sus fines y objetivos".
30 PABLO PINEAU
limitó el imperio de las previas otorgadas a nivel nacional. Por
eso algunos librostuvieron que esperar su aprobación por largo
tiempo9, otros vieron limitada de hecho su circulación dentro de
las escuelas, o debieron ser modificados para poder continuar
siendo editados
El ejemplo paradigmático de esta última situación fue
"Dulce de Leche", libro de lectura para cuarto grado escrito por
Beatriz Tornadú y Carlos Joaquín Duran para Editorial Estrada,
aprobado por el Consejo Nacional de Educación en 1973 y pu-
blicado por primera vez el año siguiente. Si bien tuvieron que
atravesar una dura aprobación estatal -a la que la autora tilda
de "retrógrada" y "preconciliar"- que llevó a realizar algunos
cambios menores, la obra condensa muchas de las nuevas for-
mas del texto que se venían gestando desde fines de la década
del 50: los cambios de diagramación y uso de la imagen, la
desaparición de la importancia puesta en el disciplanamiento
vocal y corporal del "buen lector", el tratamiento de nuevos
temas en las lecturas, la sustitución de losproblemas morales por
problemas sociales como nudo de sus argumentos, la inclusión
de textos sin moraleja y con final abierto y la pérdida del tono
moralizador explicito (Linares, 2004). Tal vez éstos cambios
fueron los motivos que lo volvieron un éxito inmediato.
Pero en 1976, ya empezada la Dictadura, la editorial solicitó
a los autores que modificaran parte de los textos para su cuarta
edición por una objeción de las autoridades educativas y ecle-
siásticas sanjuaninas. Así lo recuerda la autora:
"[En la editorial] Empezaron a hacer una lecturacrítica del
libro. [Se ocuparon] en encontrarprincipios de subversión
en cosas como las siguientes: había una lectura donde no-
sotros contábamos la historia de unafamilia migrante por
las cosechas, porque eran cosecherosy entonces, termina-
ba diciendo que el niño no había tenido la oportunidad de
aprender a leery escribir. (...) El planteo tenía que ver con
valorar la situación de alfabetización, y darle valor a la
posibilidad de alfabetizarse. (...) [Pero] los conflictos eran
los que no aguantaban, no aguantaban que no hubiera un
9. "Páginas para mi", de Beatriz Tornadú, Zulema Cukier y Rosa María Rey,
representante también de la línea renovadora y editado por Aique en 1976
antes del inicio de la Dictadura, fue aprobado por Entre Ríos en 1979, y
por Córdoba recién en 1983.
l ' l i l l l U AS I'ÜDAGÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 31
liiiiii /<'//z. Porque decían que asi a los chicos se los cargaba
¡le iiny.Kxtia, y que la angustia era subversiva"10
lista nueva versión, publicada a comienzos de 1977, fue
i|""kida por los Consejos de Educación de varias provincias
i < .iilnnicia de la edición de 1974 autorizada sólo por la ins-
i ni. 1.1 nacional, y por tal limitada a muy pocas escuelas después
• I' I'»/K). De esta forma, durante esos años circularon por las
t-in nclas dos versiones del texto con autorizaciones distintas.
• <• H siguiente ejemplo de los cambios entre ellos:
/ ii l'aíria que no se ve (1974)
 líos dicen que lapatria está en los monumentos, en los
lihin.i de historia, en los desfiles del 9 dejulio, en los cua-
i ll i ».V...
I'1 1ligo que la patria no se ve. Está bajo la tierra, en tantos
./i/c murierontrabajando, estudiandoy luchando.
i -.iii en las regiones que se secan o se inundan. Está en los
ie/ii<>s que se sientan en la estaciónde tren. Está en la mesa
i/íim/c almuerzo cada día.
A li /mlria está en la bandera descolorida de una escuelita de
< iitn/iaña. En aquel grupo de coyas que van a cortar caña.
i i<i en una capilla en medio de la montaña, donde con pa-
liihnis muy simples se pide la lluvia, lapaz, el trabajo.
Mi ¡inlria madruga para entrar a lasfábricas, para ir a la
ucla, para curar enfermos.
I ¡¡i ¡latría es mía cuando me siento hermano de todos. Por-
,/i/c ¡¡atría es una palabra que proviene de padre.
Hunde está la patria (1977)
Muflios dicen que la patria está en los monumentos, en los
ile/iles del 9 dejulio, en los cuadros...
)n <ligo que la patria no está solamente allí. La patria está
i n v// historia. Está en el corazón de tantos que trabajan,
. ••ludíany luchan cada día.
I iii en las cosechas y las sequías.Está en los viejitos que se
venían en la estacióndelferrocarril. Está en la mesadonde
iilniiicrzo cada día.
i" l nlicvista realizada a Beatriz Tornadú por Cristina Linares y Pablo Pineau,
ilu icmbre de 2004 (Archivo HISTELEA).
32 PABLO PINEAU
Mi patria está en la bandera de una escuelita de campaña.
En aquel grupo de coyas que van a cortar caña. Esta en la
capilla en medio de la montaña, donde con palabras muy
simples se pide la lluvia, la paz, el trabajo.
Mi patria madruga para entrar a lasfábricas, para ir a la
escuela, para curar enfermos.
Y lapatria es mía cuando me siento hermanode todos. Por-
que patria es una palabra que proviene de padre.
En la nueva versión han desaparecido los términos que
podrían resultar "incorrectos" para la infancia -"bandera
descolorida", "inundaciones", "muertes"-, se sustituyeron
otros -ferrocarril por tren-, se presenta una visión de sociedad
armónica y no conflictiva, y se cambia la argumentación en la
que el autor mostraba su diferencia de opinión con un otro para
pasar a su complementariedad.
Pero si bien la censura no actuó sobre los libros de lectura, sí
lo hizo sobre otros textos que circulaban por las escuelas prima-
rias de entonces como una forma de la politica deliberada de re-
presión cultural. El detallado trabajode JudithGociol y Hernán
Invernizzi (2002) demuestra cómo diversas oficinas públicas
tenían dicha función a su cargo, en las que el control sobre este
tipo de librosno fue menor. En 1976 se creó en el Ministerio de
Educación y Cultura el Área de Recursos Humanos y luego la
Asesoría de Comunicación Social,nombres de cobertura dados
a los organismos de control y censura. A partir de 1978, bajo
el mando del coronel Agustín C. Valladares, se llevó a cabo el
denominado Operativo Claridad para lavigilancia ideológica del
sistema. En dicho marco, en agosto de 1979 se creó la Comisión
Orientadora de Medios Educativos, entre cuyas funciones se
encontraba la detección de textos "subversivos".
Junto a esto, los sectores más duros del gobierno dicta-
torial tildaban a las políticas desarrolladas por el Ministerio
de Educación como "blandas" a partir de la caracterización
como espacio de subversión real y potencial que le asignaban
al sistema escolar. El Informe Especial n.10 del Estado Mayor
General de Recto (EMGE), fechado en octubre de 1977 sobre
"La subversión en los medios culturales" sostiene, respecto al
Ministerio de Cultura y Educación", que:
"En el Consejo de Educación se desempeña una comisión
de fiscalización del libro de lectura escolar. Hay algunas
i i HACil'xilCAS DE CUIDADO Y ESPERA...
/<' vif/n data, que hacen al tema,pero que no se cum-
ihin l-'.n este momento y con las nuevas autoridades
i¡ ¡'acarando seriamente el problema, en procura de
iiliicion"".
I
I IHI
. 1 1
ID los organismos de seguridad buscaban controlarlo
•i ios espaciospúblicos y privados, a la vez que cumplir
I. i. mes que consideraban que el Ministerio de Educación
>l M ni forma incompleta. Así, del Ministerio del Interior
i l;i Dirección General de Publicaciones, cuya función
iiolai los escritos. Esta dependencia determinó laprohi-
I' una buena cantidad de libros destinados a la infancia
man bastante circulación en el sistema educativo, entre
-.<• encuentran "Un elefante ocupa mucho espacio", de
i u-mann, "Niños de hoy", "Nuestros muchachos" y "El
ni; siendo niño"deAlvaro Yunque,"La Torre de cubos"
u.i Dcvetach, "Mi amigo el Pespir" y "Cinco patas", de
uí i lio, "Cuentos para chicos", de Jacques Prevert, "El
u, MUÍ, los niñosy el amor" de Agnes Rosenthal,y "Cinco
" del Colectivo libros para niños de Berlín.
I ,i estrategiadiscriminadora:
lus políticas de la espera
i ' i u i . > n la estrategia represiva, identificamos dentro de la
Illli i .•(lucativa de la Dictadura a la estrategia discriminadora,
i-,.. "i'ieiivo fue romper la unidad del sistema de educación
felli i para dar lugar al fortalecimiento de circuitos diferen-
Illn .I. .leucrdo a los distintos sectores sociales.
l un e oirás medidas ubicables en esta estrategia, se en-
H un.ni las transferencias a las jurisdicciones provinciales de
. . líelas nacionales de nivel inicial y primario en 1978, el
I I • stado de su rol principal como agente educador el
iiiMiilu ,il funcionamiento de las cooperadoras y la existencia
luicncs de ingreso para los institutos públicos medios y
l>> rimes. Kn su conjunto, sus consecuencias fueron un au-
Illlo en lastendenciasde segmentación del sistema, mediante
IHVCI BANADE, incluido en el Archivo General de la CONADEP
u .mu Nacional sobre la Desaparición de Personas).
34 PABLO PINEAU
la distribución desigual del bien educación entre los distintos
sectores sociales (Braslavsky, 1985).
Como ya había sucedido en otros gobiernos militares12, la
política educativa de aquellos años tuvo también un compo-
nente tecnocrático que buscaba generar una homogeneización
disciplinada de las prácticas pedagógicas mediante una pro-
puesta modernizadora en cuestiones didácticas. En una forma
ya ensayada anteriormente, volvieron a articularse enunciados
filosóficos de corte trascendentalista y tradicionalista con po-
siciones didácticas acríticas e instrumentalistas.
Kaufmann y Doval (1997) ya han señalado la preeminencia
del binomio perennialismo y educación personalizada en los
casos nacional y entrerriano, cuya presencia puede ser ubicada
también en otros ejemplos. En este trabajo queremos analizar
las políticas desarrolladas en la Ciudad de Buenos Aires sobre
enseñanza de la lectoescritura inicial.
La transferencia de las escuelas primarias y preprimarias
implicó el montaje deun nuevo sistema educativo en la ciudad,
que comenzó a desarrollar secretarias, recursos, direcciones y
proyectos. En 1979 se puso en marcha el Programa de Capa-
citación y Apoyo al Docente (PROCAD), una propuesta de
actualización docente a distancia mediante módulos de distri-
bución periódica que duró hasta 1982, y en 1981 se sancionó el
primer Diseño Curricular de nivelprimariopara la jurisdicción,
en cuyas elaboraciones participaron conocidos pedagogos
supuestamente vinculados con posiciones progresistas. Con
ellos, la Dictadura se proponía generar una homogeneización
de las prácticas pedagógicas mediante una propuesta de cambio
tanto en cuestiones ideológicas como didácticas. Los nuevos
documentos sustituyeron los términos "programas" o "planes"
por "curriculum", presentaban abordajes de Robert Gagné,
Jerome Bruner y Jean Piaget en su versión estructuralista que
respondían al tecnocratismo autoritario del período.
Braslavsky y Krawczyk (1988), sostienen que lasposiciones
didáctico-pedagógicas de la Dictadura eran las siguientes:
12. Véase al respecto Southwell (1997) para comprender esta situación en la
denominada "Revolución Argentina"(1966-1973).
i'H>A<¡ÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 35
11 1,1 iluncnsión más importante del hecho educativo es el
i 'M> ilc aprendizaje, y no de enseñanza; 2) el aprendi-
• : un hecho individual y no social;y 3) ese proceso de
'•// njc esta determinado por la maduraciónpsicológica
r<v;<i de los educandos".
I »i .iriierdo con estos principios se desarrolló una propues-
l.i i-iiscñanza de la lectoescritura altamente limitadora,
li.i|o el manto de un cierto discurso democratizador de
II i" i" .il ;ilumno" -a su tiempo, a sus acciones, a su nivel
lilulivo, a sus ritmos de aprendizaje-, tiraba por la borda las
•i' • u .mués que sobre el tema se habían llevado a cabo en los
1 11 ir. veinte años. Estas concepciones producían un retorno a
mués clecodificadoras, instrumentalistas e individualistas
" •!• i Mmentó de las posiciones presentes en la renovación de
1 • !• r.i<las anteriores que se basaban en la comprensión y la
i luí i ion como prácticas sociales y colectivas.
Serrín losnuevos preceptos curriculares, el aprendizaje ini-
l'lrtl ilc l.i lectoescriturabásica debía prolongarse por tres años.
1 " • l |nmicr grado de la escolaridad, el primer cuatrimestre
1 ! <i.i rsiar dedicado a tareas de "aprestamiento" -orientación
' hoja, repetición de formas y figuras, uso del lápiz—, y en
•nudo cuatrimestre, se esperaba que el alumno reconociera
.uindios once grafemas que respondieran a un solo fone-
110 presentaranproblemas ortográficos para su uso en la
u.i española (las cinco vocales y las consonantes "d", "1",
ni "n", "p" y "t"). A estas se sumaban la "y" en función de
-luíante y en su posición inicial en yo, y la "s" sólo para
""MI plurales. Un total de trece letras. Su objetivo era que el
'! "i uno "aplique el código gráfico en la producción de palabras
" u messencillas". Se aclara además que "sólo a fin de año el
• i' 11 um >podrá leer textos muy simplesen los aparezcan los gra-
i . ipie ya maneja", y que "El maestro trabajará básicamente
i"1, i'.iafemas indicados; sin embargo, si el alumno maneja
111iene curiosidad o interés por avanzar en la práctica de
• ' . i-.rafemas, no se lo limitará; antes bien, se lo estimulará
idnalmente". En segundo grado debía reconocer algunas
l.ules fundamentales del código gráfico. Su objetivo era
•Jtir "aplique el código gráfico en la elaboración de oraciones
illas". Finalmente, en tercero debía reconocerlas a todas.
36 PABLO PINEAU
Su objetivo era que "el alumno aplique el código gráfico en la
elaboración de oraciones y discursos sencillos"13.
De esta forma, aquellos alumnos que provenían de fami-
lias con un capital cultural letrado importante, en las que las
prácticas de lecturay escritura eran cotidianas, realizaba en ese
ámbito las operaciones psicológicas y los saltosepistemológicos
para alcanzar la "maduración" que la escuela esperaba pero no
producía. Por el contrario, aquellos alumnos que provenían de
hogares en los que la presencia de libros y materiales escritos
era escasa, no contaban con la posibilidad de llegar a dicho
"nivel evolutivo", ya que la escuela consideraba que no era su
función ayudarlo a alcanzarlo.
De acuerdo a estas directivas didácticas, se produjo una j
nueva carnada de libros para la enseñanza de la lectoescritura.
Entre ellos se destaca "Pupi y yo", de Marta Segú de Cao, Lucía
Ayerdi de Hughes y otros, editado por Kapelusz por primera vez
en 1982. En él se suceden una cantidad de lecturas queparecen
ser más juegos de palabras que textos significativos.
Véase por ejemplo el "poema" con el que concluye el
libro:
Papá y Mamá
A mamá
Pinté alelíes
Mamita mía
y un montón de mimos
en tu día
A papá
Iluminan el patio
las amapolas
y en la mano
de mi papito
las uno a todas
13. Todos los encodilladosresponden al Diseño Currícular de la Secretaría
de Educación de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (pp. 231
y ss.).
1 ' • n 11A( LÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 37
de la mano
,i /'ií/»(/<; luna,
liniiniíi <•! manantial.
11>is de la mano...
I >n idilio ideal!
||' Miriulcmos alúltimo escrito deunlibro graduado como
"mío máximo de aprendizaje al que, al menos en la pres-
» Ion, deben llegar los alumnos, se evidencia en este caso la
u se sus alcances y expectativas. El texto es monótono,
< inivo, cstcriotipado y carente de sentido. No parece ser la
Mii .ilucrta al mundo de la cultura escrita, como se proponía
k|«u'¡is anteriores, sino un artificio escolar más. La Dictadura
i ' i.-.í a cumplir sus objetivos de discriminación social y
.il>.i ,i las nuevas generaciones del derecho a la cultura.
•'iiclusiones
i ¡i I)ictadura sostenía que la "infiltración subversiva" en las
"•liis era producto de los excesos -de saberes, de opiniones,
i lilndes, de prácticas- que habían orientado la política
iiliva de las décadas previas. Educar, entonces, fue cuidar
nuevas generaciones de los males del pasado producidos
¡¡m "generaciones perdidas" que las habían precedido.
n política educativa, en especial en lo que compete a los
•• de lectura para la escuela primaria, señala cómo esta
opción buscó aplicarse a todos los niños, y por extensión
IM la sociedad. De acuerdo a esta posición, los alumnos
• ni ser ante todo cuidados. No había que hablarle de temas
>i rectos" ni usar con ellos términos "ofensivos y reñidos
Ni moral".Había que preservarlos inclusive de la "fantasía
i,ida" y de los "términos impropios", y protegerlos de que
i u elidieran lo que no podían por su condición de infantes
de trece letras a los siete años- por los riesgos que esto
i producir. La política sobre el acceso a la cultura letrada de
.HUÍS marca una continua necesidad de espera y detención
no permitir la llegada de lo extraño que la palabra escrita
• i desatar. Se optaba por no enseñar, por no permitir que
icvos se apropiaran de la cultura,por no ponerles a su dis-
lón lo recientemente transitado para que lo reescribieran.
18 PABLO PINEAU
Se buscaba romper la cadena de la herencia inmediata y en su
lugar imponer la espera de la maduración.
"Urnas bien guardadas" y la existencia de "objetivos y no
plazos construían una sociedad disciplinada por infantilización
-"País Jardín de Infantes", lo llamó María Elena Walsh- que
debía ser cuidada y demorada, que no alcanzaba su condición
ciudadana y no podía regir sus destinos, que aún no estaba
"madura" para gobernarse. Se estaba fraguando una cultura
política que negaba la aparición de algo inesperado, para sólo
permitir la repetición o el cumplimiento de leyes inexorables
donde los nuevos sujetos no tuvieran lugar de acción.
Señala Hanna Arendt (1993) que la necesidad del terror de
los totalitarismos nace del miedo a que, con el nacimiento de
cada ser humano, un nuevo comienzo se eleve y haga oír su voz
en el mundo. La matanza producida por Herodes al enterarse del
nacimiento del "ungido" es su paradigma. Por eso las dictaduras
rechazan lo nuevo y lo incierto, lo que no pueden controlar. Las
propuestas totalitarias pretenden fabricar el futuro, controlar y
planificar cada paso para garantizar la continuidad de su mundo.
Imponen el terror a partir de su propio terror a los Otros.
Si bien, como sostienen Novaro y Palermo (2003), hablar de
totalitarismo en sentido estricto es un poco forzado para el caso
argentino, probablemente este miedo fue el que guió las políticas
educativas de la última Dictadura. Si la palabra escrita es una
puerta a la invención, cuidar lo que se lee, demorar el acceso,
negarse a enseñar, eran formas de impedirlos usos inesperados
que las nuevas generaciones pudieran hacer con ella.
Por eso, quienes concurrimos a la escuela en esa época te-
nemos la obligación de demostrar que su miedo era verdadero.
Debemos hacer uso de la palabra escrita de las formas má
creativas posibles en papeles, pantallas y paredes. Puede qu
ese sea el mejor legado que podemos dejar a las que aún está
por venir.
ITDAGÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 39
ii nrias bibliográficas
i i , I I (1993) La condición humana, Alianza, Madrid.
PIA/u, D., KHAVISSE, M. y BASUALDO, E. (1986) El nuevo
it-onómico en la Argentina de los años 80, Legasa,
nos Aires.
ll.AVSKY, C. y KRAWCZYK, N. (1988). La escuela pública,
i' i nos FLACSO. Miño y Dávila, Buenos Aires.
( I'JXS) La discriminación educativa en Argentina, Miño
l>in ila, Buenos Aires.
..... i, R. (1995) El mundo como representación, Gedisa,
..... <; A.-M. y HEBRARD, J. (1994) Discursos sobre ¡a lec-
< ícdisa, Barcelona.
lH'11/./.A, H. (dir.) y PINEAU, P. (codir.) (2002) Para una hisio-
líi enseñanza de la lectura y la escritura en la Argen-
'< •/ Catecismo Colonial a La Razón de mi Vida, Miño y
iMvihi, Buenos Aires.
i ni, L. E. (1999) El Estado Terrorista Argentino. Quince
itiin-, ¡Ifspués, una mirada crítica , EUDEBA, Buenos Aires.
1 1 . I., FINOCCHIO, S. y GOJMAN, S. (1997) Haciendo memo-
tlti i'ii el país del Nunca Más, EUDEBA, Buenos Aires.
• i , S. y PETROT, W. (2002) La otra Juvenilia. Militancia
i «i j'ií'sión en el Colegio Nacional de Buenos Aires (1971-
'ViSYi), Biblos, Buenos Aires.
•"y, C. y BRODA, V. (2003) "El poder de la palabra bajo
Vl|ii!nncia en la universidad pública de la dictadura", en KAU-
N, C. (dir.) Dictadura y Educación. Tomo 2. Depuracio-
r vigilancia en las Universidades Nacionales Argentinas,
Muí» y Dávila, Buenos Aires.
1 i i'Ni/./.i, H. y GOCIOL, J. (2002) Un golpe a los libros. Re-
i»n a la cultura durante la última dictadura militar, EU-
i 'i HA, Buenos Aires.
i MANN, C. y DOVAL, D. (1997) Una pedagogía de la re-
•!• iii El prerennialismo en la Argentina (1976-1982). Serie
i" • ilaciones, Facultad de Ciencias de la Educación de la
40 PABLO PINEAU
Universidad de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Pa-
raná.
LINARES, M. C. (2004) Una nueva generación de libros de lec-
tura. Ponencia presentada en el Congreso Internacional "Polí-
ticas culturales e Integración Regional". Facultad de filosofía
y Letras, Universidadnacional de BuenosAires.
MASIELLO, F. (1987) "La Argentina durante el Proceso; las múl-
tiples resistenciasde la cultura", en AAW Ficción y Política.
La Narrativa argentina durante el proceso militar, Alianza,
Buenos Aires.
Novaro, M. y Palermo; V. (2003,) La Dictadura Militar (1976-
1983), Piados, Buenos Aires.
O'DONELL, G. (1997) Contrapuntos. Ensayos escogidos sobre
autoritarismo y democratización, Piados, Buenos Aires.
OSSENBACH, G. y SOMOZA, M. (eds.) (2001) Los manuales esco-
lares comofuente para la historia de la educación en Améri-
ca Latina, UNED, Madrid.
PUCCIARELLI, A. (coord.) (2004) Empresarios, tecnócratas y
militares. La trama corporativa de la última dictadura, Siglo
XXI, Buenos Aires.
PUIGGROS, A. (dir.) (1997) Dictaduras y Utopías en la historia
reciente de la educación argentina (1955-1983),Galerna, Bue-
nos Aires.
SOUTHWELL, M. (1997) "Algunas características de la forma-
ción docente en la historia educativa reciente. El legado del
espiritualismo y el tecnocratismo (1955-1976)" en PUIGGROS,
A. (dir.) Dictaduras y Utopías en la historiarecientede la edu-
cación argentina (1955-1983),Galerna, Buenos Aires.
SPREGELBURD, R. (2002) "¿Qué se puede leer en la escuela? El
control estatal del texto escolar (1880-1916)", en CUCUZZA, H.
(dir.) y PINEAU, P. (codir.) Para una historia de la enseñanza
de la lectura y la escrituraen la Argentina.Del CatecismoCo-
lonial a La Razón de mi Vida, Miño y Dávila, Buenos Aires.
TEDESCO, J. C., BRASLAVSKY, C. y CARCIOFI, R. El proyecto edu-
cativo autoritario (1976-1982) GEL, Buenos Aires.
TIRAMONTI, G. (1985) ¿Hacia dónde van las burocracias educa-
tivas?, Cuadernos FLACSO, Miño y Dávila, Buenos Aires.
.ipilulo II
M.11niales de educación primaria:
• i uro la clausura y la búsqueda
• l- intersticios
Graciela M. Carbone
A la memoria de mi abueloLuis,
librepensador, docente,
inspirador de utopías
llilrociucción
I tis investigadores que se han ocupado de los manuales
oírsele perspectivas históricas, ideológicas o didácticas,
l'niíifidcn en señalar su relación estrecha con las normas cu-
li (ciliares. En los análisis que se abocan a obras vigentes en
n;i historia reciente prevalece la idea de que los manuales
.1Muyen interpretaciones expandidas de las normas curri-
> ul.iíes. A partir de allí, las divergencias son frecuentes, tanto
pin los marcos interpretativos que sustentan los juicios como
|IIH los focos elegidos desde cada perspectiva disciplinar. Las
|«i .u iones ideológicas desempeñan un papel importante en es-
• TIientes de interpretación y juicio, aunque no son exclu-
nirs. A título de ejemplo, podemos contrastar a Richaudeau
11 ''SI) destacado autor de manuales que expuso sus criterios
lie elaboración pedagógica en referencia a las prescripciones
> iniiculares, con los representantes de la teoría crítica de la
lianza, como Gimeno Sacristán (1988), que en una de sus
nlii.is clásicas sostiene sostiene que los manuales son moldea-
de la práctica curricular en las escuelas.
Si continuamos con la evocación de las perspectivas de
;i igación, nos encontramos con otra mirada que modula la
mi. nor: considerando la perspectiva histórica, los manuales
IIIIM efectuado importantes contribuciones a la construcción
mi,mu de la norma curricular. Esta valoración subraya una
m>i.i distintiva de los manuales, puesto que evoca su originario
-I' GRACIELA CARBONE
emplazamiento en aquellas clases en las cuales se llevaron a
cabo los primeros pasos de la universalización de la enseñanza,
con algunas claves de interpretación de su poder educativo:
los manuales fueron instrumentos de graduación de los co-
nocimientos impartidos en la enseñanza simultánea, que se
proponía regular esa marcha homogeneizando su progresión
(Choppin, 1992,2000).
En virtud de estas consideraciones abordaré el estudio de
los manuales de enseñanza primaria vigentes en el período de
la dictadura 1976/1983. Me circunscribiré a esos años, con la
aclaración de que la comprensión de ciertas evoluciones que
se operan en los textos tienen como coordenadas temporales
las normas curriculares que precedieron a la dictadura citada y
los cambios que se produjeron a partir de la Asamblea Federal
de Educación que completó la transferencia de las escuelas
primarias a lasjurisdicciones provinciales y a la Municipalidad
de la Ciudad de Buenos Aires.
Para circunscribir los problemas que abordaré, elijo ciertas
aproximaciones conceptuales al términomanual o libro de texto,
que en este trabajo serán considerados equivalentes:
"Un texto escolar es: Un determinado discurso o praxis so-
cial enunciativa, destinado al uso sistemático del escolar y
del docente".
"Se trata, pues, de un instrumento de lapraxis educativa sis-
temática, y su discurso es, así,parte del discurso educativo
global. Se trata de unfragmento de laformación discursivo-
ideológica que llamamoseducación. En estesentido,el con-
texto amplio en que se inscribe el texto escolares el espacio
educativo y su discurso" (Bertoni y col, 1986:20).
Esta aproximación propone el eje ideológico como orde-
nador del análisis, a la vez que sitúa al manual en el espacio
colectivo de la escuela. El empleo deliberado y organizado que
lo caracteriza orienta a los ejes de trabajo elegidos. A la vez,
el hecho de explicitar que se trata de praxis social enunciativa
contribuye a explicitar el carácter de su autonomía en la cir-
culación de discursos de la escuela. Esto ayuda a especificar
que haré prevalecer el análisis documental de los libros, aun
a sabiendas de que su lugar de circulación creó condiciones
> i i . ] > l EDUCACIÓN PRIMARIA... 43
i i » . iiu as de reconocimiento entre los sujetos pedagógicos:
lluí rules v alumnos.
I '.u ,1profundizar en la especificidad didáctico-comunicativa
id I libio de texto, propongo otras precisiones resultantes de la
i ir.u ion comprometida con la restitución de la memoria
' ucla:
<•/ nitiiniiil didáctico o cualquiera de sus partes constitu-
i. muí unidad lingüística comunicativa en la que el autor
<i,l,'/'iii formas pragmáticas de transmisión de un mensaje
• ii /unción de las expectativas del interlocutor-alumno. To-
i/,/v produccionespedagógicas son por definición textos
nnnicativos".
"un /(-.Y/O didáctico es un constructo redactado conforme a
' minadas reglas, no sólo las del sistema de la lengua,
iiii> Ins propias del modelo específico que cada tipo de ma-
iiii.i/ utiliza. Este sistema es finito, obedece a un orden y
iniii Miccsión y se cierra como estructura que se formaliza
nln-ilcdor de sus significaciones" (Escolano, 2000:446).
I .1 perspectiva didáctico-comunicativa, involucrada en la
u '.iiiueión de la memoria de la escuela acrecienta el caudal de
1 1 investigaciones ideológicas, aquellas que adjudicaron a su
•i1 1' luí cr el sentido de sentar precedentes para la recuperación
•le l.i democraciaa partir de la segunda posguerra mundial:
i / manual escolar ha sido siempre... un producto cultural
niici venido, sometidoa regímenesjurídicos deautorización,
i i'ii.iira o examencon diferentes registros de rigor, según el
it-nor de las coyunturaspolíticas" (Escolano, 1998:17).
I'oí las condiciones de producción, los manuales escolares
Illn uhiii criterios del mercado con otros de carácter pedagógico,
i|iir ¡i su vez entablan relaciones con las normas curriculares
vil videncia, cuyas notas distintivas -fluidez y compatibilidad,
ii os, marchas rezagadas, tensiones, censuras, prohibicio-
invi , son expresiones de la complejidad de la historia1.
l'nlrc las condiciones de producciónde la muestra elegida cabe destacar
que una importante cantidad de ediciones y de reimpresiones omite los
il.iins de autoría de los manuales.Esta característicase acentúa en los tom-
ín anos años ochenta.Asimismo, se puede destacar como otracaracterística
44 GRACIELA CARDONE
Este esbozo de relaciones justifica que vincule el estudio
de los manuales de educación primaria con las normas curri-
culares.
La producción editorial de la dictadura transita entre dos
decisiones de políticacurricular, originadas en sendos gobiernos
de facto: los Lincamientos curriculares de 1972; los Contenidos
Mínimos elaborados en laAsamblea Federal de 1976, de la que
resultó la nueva normativa aprobada el año siguiente2.
1. Las normas curriculares como coordenadas
temporales
a) La norma curricular de 1972 entró en vigencia a partir
de procesos novedosos de construcción que incluyeron la con-
vocatoria institucional, el trabajo colectivo de comisiones de
especialistas y la aplicación de diagnósticos mediante el empleo
de técnicas de investigación y consultas a docentes de distintas
jerarquías. Fue presentado como "elemento renovador" de la
enseñanza, rasgo que involucraba los puntos de vista didáctico
y científico. Lineamientos Curriculares, 1972, 5.
Entre las características metodológicas de la elaboración se
destaca el reconocimiento de la autonomía de las escuelas y la
convocatoria a la participación institucional para la redacción
y evaluación de los Lineamientos, rasgos contrastantes con la
índole del régimen político que cobijaba la iniciativa y con las
normas que le siguieron. Lineamientos Curriculares, 1972, 9.
El texto que comento constituye un precedente de formula-
ción de normas curriculares, dentro de la teoría del curriculum
que se difundía en forma incipiente a comienzos de la década.
Los rasgos de modernidad que lo caracterizan constituyen
aspectos de contraste con los libros en vigencia. A semejanza
de otras producciones de época, en el texto curricular se puede
observar la coexistencia de enunciadosadscriptos al tecnicismo
que cobraba vigor con otros de índole espiritualista en los que
la afinidad con la "educación personalizada" era clara. A esas
saliente la gran cantidad de reediciones sin modificaciones de la editorial
Estrada, a partir de 1965.
2. Resolución Ministerial 284/77.
i AI I S DE EDUCACIÓN PRIMARIA... 45
iiMi.r. se agregaba la incorporación de conceptos piagetianos,
ijiir •,(• unían sincréticamente en la formulación de objetivos de
|M riliu-ación, en las propuestas de contenidos y en las orienta-
iii nos docentes.
i >li/i'tivos:
I ,i t-sniela debe favorecer el desarrollo integral y armónico
iA• /i i personalidad del alumno para lograr un hombre libre
i .ipii: de:
Elegir su propio destino como persona.
( tiranizar su conducta según principios éticos " (Linea-
mientos Curriculares, 1972:19).
"A. Operar en el nivel de pensamiento formal.
llamee el dominio de las operaciones concretas y se inicie
i-ii el pensamiento operatorio formal" (Lineamientos Curri-
. uhircs, 1972:20).
"III. Integrarse enforma consciente y creadora en la comu-
iinlíid argentina, latinoamericana y universal" (Lincamien-
to-, Curriculares, 1972:19).
1 ,a corriente espiritualista se consolida con la formulación
lie i il>jctivos de creciente especificidad, que a su vez encuentran
1 1' 1 1,imientas de verificación de sus logros en los instrumentos
di -valuación. Estos puntos de confluencia -como han anali-
/mlo algunosinvestigadores críticos de nuestra historia recien-
i . evidencian que los propósitos de control podían conseguirse
mediante la adopción creciente de las ideas y técnicas del
i Diuluctismo.Al desbrozar esas complejas amalgamas de espi-
i iiniilismo y operacionalismo, que se consolidan en el período
<l'-l gobierno de facto 1976-1983, los investigadores argumentan
v prueban la funcionalidad de la segunda corriente al enfoque
V los propósitos de la educación personalizada, gestada en el
• no de la dictadura franquista.y adoptada durante los gobiernos
•Ir Tacto de la década en Argentina (Kaufmann, 1997 y 1999;
val, 2003 en Kaufmann, tomo2).
b) La Asamblea Extraordinaria del Consejo Federal de
I •ilucación en diciembre de 1976 sancionó una nueva normativa
• unicular para los niveles primario y medio, que debía regir
ni todas lasjurisdicciones a partir de la Resolución Ministerial
284/77. Entre los considerandos sejerarquizaba la conveniencia
•ir, GRACIELA CARIK INI
de contar con objetivos y contenidos minimos comunes a todo
el país, susceptibles de adecuaciones, para homogeneizar la
validez de los certificados de estudios. Firmaba la resolución
el ministro Ricardo Pedro Bruera (Res 284, 1977:5).
En la introducción se lee: "el educando constituirá el eje
de organización de la Escuela Argentina" y los doce años que
comprenden los niveles citados se estructurarán "en función de
las tareas que correspondan a las etapas vitales que abarcan".
Un argumento central para justificar la reforma era la pro-
gresiva "extensión de la escolaridad general "y la "descentrali-
zación total de los servicios educativos" (Res 284, 1977:7).
Este documento también enunciaba que la"intencionalidad
pedagógica "se basaba en la atención a las necesidades evolu-
tivas de los educandos. El marco referencial era el "Fin y los
Objetivos Generales de la Educación Argentina". Laredacción
orientaba hacia el enfoque: "Esas necesidades básicas del niño
se refieren al desenvolvimiento de la afectividad, al desarrollo
de su dimensión social y religiosa, al desarrollo motriz y al I
pensamiento operacional y concreto". Como otros investiga-
dores de la historia de la educación han probado, esta versión
de la incorporación de Piaget se caracterizaba por constituir el
desarrollo operatorio en un fin formal.
Un punto a destacar de la fimdamentación nos permite tender
puentes con el abordaje de los manuales:
"La escuela, para que el alumno logre el desarrollo de la
dimensión religiosa, apoyará actividades y formas de expre-
sión de las vivencias religiosas que el niño experimenta y
aprende en la comunidad adulta con la que está encontacto,
todo eso de acuerdo con el Fin y los Objetivos Generalesde
la Educación Argentina" (Res 284, 1977:8 y 9).
"En el desarrollo de la dimensión social del educando se
habrán de estimular los sentimientos de valoración de la
unidad y estabilidad de lafamilia como núcleo básico de la
sociedad, y será necesario desarrollar hábitos y aptitudes
para el cumplimiento responsable de los deberes y de los
derechos que le son propios como miembro de la sociedad
que integra" (Res 284, 1977:8 y 9).
Teniendo en cuenta el alcance de las normas, es oportuno
observar el intento de compatibilización entre la afirmación
excluyente de una pertenencia religiosa y de una concepción
• II Di: HDUCACIÓN PRIMARIA... 47
|| i imili.i con ciertos rasgos de fundamentación psicológica
t|ii> iliiki el tono de actualización de la época. En este sentido,
|MH mi niilablc empobrecimiento teórico, la normativa retoma
i ir. ii leas que ponen en contacto este documento normativo
I-IIM i I .niierior.
i i descentralización autoritaria constituye en el orden
i i.il, una primera amenaza a la producción masiva y ho-
IIC.I.
i i pioducciones de los manuales testimonian, con pru-
< i i-icrta fragmentación entre el orden nacional y el de las
11' nones. Tendré oportunidad de demostrarlo en algunos
•'. de comparación entre manuales que tenían vigencia en
-1 ilorio nacional y los especialmente escritos para la ciudad
neiios Aires.
11u.i norma curricular que tiene particular interés por su
peión y elaboración y por la influencia que tuvo en las
i ieas docentes es el Diseño Curricular 1981 de la Municipa-
i de la Ciudad de Buenos Aires. Analizaré algunos tópicos
•ti i ¡.le documento en virtud de su incidencia en las ediciones
il> m.imiales inmediatamente posteriores a la vigencia de dicha
ii.i
I u los "instrumentos legales" del documento, las autoridades
(tiNliliean la resolución en la sanción de los contenidos mínimos
ii el argumento siguiente: "la organización curricular debe
leí a la formación integral de los niños, para posibilitarles
• l desarrollo futuro de su personalidad" (S Ed MCBA, Res
i'" 10, 1980, s/n).
I n la presentación del Intendente de la época, el documento
u- ni nativo aparece respaldado por ser representativo de las ten-
>!. neiíis transformadoras que se manifestaban en lo científico
• uluiral y por afirmar la identidad nacional y los principios
. i i .nanos (S Ed MCBA, Res 3000, 1980:1).
Aparecen, así, una articulación normativa expresa -los
contenidos nacionales-; una coincidencia ideológica -la afir-
nmción política y religiosa- y una connotación impuesta a los
1111« • i1ibros del sistema educativo para consolidar la vigencia del
di» nmento: la respuesta al dinamismo de la época.
48 GRACIELA CARBONR
2. Los tópicos. Pertenencias excluyentes:
religión y patria antes de y a partir de 1981
2.1. La mirada crítica de la educación intercultural
En este punto,es necesario incluir los análisis de laideología
de los manuales en las preocupaciones teóricas por los enfo-
ques de la diversidad cultural que en la actualidad caracterizan
numerosos estudios del curriculum escolar en sus distintos
circuitos.
Los enfoques de la diversidad cultural, desde su surgimiento
en el espacio de la investigación educativa y de otras cien-
cias sociales, han coincidido en la denuncia de la imposición
realizada por los representantes de los sectores hegemónicos,
manifestada en la satanización o la execración del distinto, su
exclusión del espacio sociocultural, la coacción, el exterminio.
También se han ocupado de otras versiones aparentemente más
inocentes, como la descalificación social o la invisibilización.
En un estudio detenido de los manuales, es preciso abarcar
aquellos contenidos en los que el distinto está representado
por los habitantes de países limítrofes, por los aborígenes, los
pueblos regionales dentro de estados autoritarios, los pueblos
trasplantados, vencidos y esclavizados, por los creyentes de
distintas religiones, por pensamientos y militancias políticas
distintas u opuestas, entre otros. También es preciso detenerse
en las disciplinas que se ocupan de la teorización sobre lanatura-
leza del hombre.En asuntos como los destacados las estrategias
sectarias penetran en los textos, en sus contenidos manifiestos
u ocultos, presentando los exponentes de la verdad y el bien
sin fracturas ni disidencias, o simplemente en aspectos menos
identificables, como las propuestas didácticas, los cánones de
aprendizajes disciplinarios que se deslizan a lo largo de los
años conformandotradiciones cuyos efectos no son fácilmente
observables.
Siguiendo estas preocupaciones, una reflexión sobre la en-
señanza de la Historia puede preceder el estudio que sigue: los
cánones que han prevalecido en su enseñanza han contribuido
a que tuviera éxito una afirmación de sentido común según la
cual la historia es el dominio de la memoria sin sentido. Tal
vez esa imagen negativa obstruya la reflexión opuesta: la que
MANUALES DE EDUCACIÓN PRIMARIA... 49
•stimule a desconfiar de las generalizaciones acerca de los
ifci ios de las asociaciones irreflexivas entre memoria e historia
. K nlar (Laville, 2002:6).
I ,ospropósitos educativos en los que coinciden las posturas
ijiic su proponen la consistencia entre la conciencia crítica, la
n|imximación científica y el fortalecimiento de la memoria
histórica, en la perspectiva de la educación general parecen
luí ulularse en torno a algunos ejes, entre los que elijo los
|igu¡entes:
• I,os alumnos deben acceder a la información sobre las di-
ferencias culturales. Sus abordajes deben permitir estable-
cer nexos con el pasado, con las variables de los contextos
históricos que generaron las condiciones de desigualdad y
marginación o exclusión de las minorías. También deben
ser explícitas en la consideración de los conflictos sociales
del presente en torno a este eje, y es su responsabilidad
alertar sobre las consecuencias posibles de su proyección
lutura, de no articularse los esfuerzos de la sociedad y del
I stado en su defensa.
• 1,11 consonancia con esos enfoques integradores, el de la
educación intercultural debe ser consistente con la educa-
ción del ciudadano como miembro pleno comprometido
con el bien común.
• I,os criterios pedagógicos de esta educación han de enca-
minar a las prácticas que desafíen la reflexividad en el sen-
lido de cuestionar estereotipos y actitudes discriminatorias.
También deben favorecer actitudes de respeto, justicia y
solidaridad hacia los otros en todas las dimensiones de la
diversidad y sensibilizar positivamente hacia las relaciones
inlerpersonales y culturales interétnicas.
1 a educación intercultural debe formar competencias co-
municativas que faciliten la interacción entre niños, jóvenes
y adultos distintos, así como la profundización en el cono-
cimiento y la valoración de sus patrimonios culturales.
50 GRACIELA CARB. >NI
3. Algunos temas curriculares de los manuales
3.1. Territorio. "Límites y fronteras"
Aun cuando parece evidente que se trata de una relación
política, expresada en una configuraciónespacial, este tema el
encarado como un rasgo de la Geografía física del propio país.
En los libros pueden reconocerse dos tendencias en laconccp-
tualización de las fronteras del estado. La primera imagina las
fronteras como instrumentos de clausura del territorio estatal;la
segunda como zonas críticas, de choque, conflicto o tensión.
En elprimer caso, "límite"y "frontera" se utilizan casi como
sinónimos, y se tiende a ver en ellos una línea demarcatoriaantes
que una región o área; una línea que permite separar y distinguir
dos estados y dos sociedades, y administrar adecuadamente sus
intercambios. Para representarlos se recurre a metáforas como
"barreras" y "muros". Las fronteras son áreas vacías de socia-
bilidad, zonas de tránsito regulado -por lotanto militarizadas-,
que permiten comunicar lugares de ambos países que están
emplazados fuera de las regiones fronterizas" (Romero,102).
Las zonas de tensión:
"Bajo el rótulo de "conflictos limítrofes " suelen incluirse
reivindicaciones territoriales de muy diversa índole. Por
un lado, áreas que han dado lugar a diferendos... Junto
a ellos, territoriossobre los cualesse reivindica unasobera-
nía originariadudosa y anteriora la constitución del estado
argentino, como el caso de las islas Malvinas " (Romero,
2004:104-105).
Las dos miradas complementarias de la visión autoritaria
de la sociedad y la cultura expresadas en las posturas sobre
territorio y fronteras tiene claros exponentes en los manuales
de la dictadura. Algunos de esos ejemplos, por su abordaje,
permiten inferir el entramado ideológico de los enfoques, que
podremos identificar en el carácter "transversal" de los conte-
nidos y formas de comunicación.
En relación con el contexto político que abonan las cohortes
de manuales de la dictadura, elijo el caso de lajustificación de
la defensa del ser nacional:
u M I . I I I IMPLICACIÓN PRIMARIA... 51
' i ¡ii'iir de los años transcurridos desde entoncesnuestros
••iMidos... en algunos casos lucharon contra grupos
mjei'os y en otros, las luchasfueron internas... de las
i'. mantenidas para organizarel país y del nivel de cul-
.ili-tinzado, y cuando parecía haberse logrado 'asegurar
<nc/icios de la libertad para nosotros y para nuestra
l',",i, ni/iu!', como estableceel preámbulo de laConstitución
Mu iii/nil, fuerzas extrañas a nuestra nacionalidad pusieron
11i',r/> la seguridad de todos los argentinos,pretendiendo
iiiniliiar aquellasnormasy valores morales de que hablába-
Hinf i>or otrasforáneas, ajenas a nuestrosentir nacionaly a
¡itis firmes tradiciones.
I ,••,!• panorama, conjurado a tiempo, puede repetirse en
. ii,ili¡iiÍL'r momento. Para evitarlo es necesario estar pre-
I', u iltl»S.
l'.ini hacerfrente al ataquede esasfuerzas que atenían con-
n,i l,i seguridad nacional, existen lasfuerzas de seguridad
." -.niizadas y las Fuerzas Armadas en cuyas filas prestan
, i MI YO obligatoriotodos los ciudadanos, según lo establece
. / .ir/iculo 21 de la ConstituciónNacional, que dice: 'Todo
, iiit/iiilano está obligado a armarse en defensa de la Patria
i il>'i'xta Constitución'...
l''.ln acción, para ser más eficaz y permanente, debe es-
i,u ¡¡poyadapor la de todos los habitantes" (Kapelusz, 6°
J978:116).
I través de las fronteras y debido a la poca atención que
merecieron durante muchos años, se fue realizando una
penetración humana procedente de países vecinos. Esto
I'indujo a veces un poblamiento de la zona con elementos
t'lranjeros.
l'iird evitar las posibles consecuencias desintegradoras de
i",in situación, que pudieran afectar a la seguridad nacional,
¡•1 ¡''.stado ha dictado diversas normas, leyes y decretos, que
w refieren a la defensa integral del territorio y que compren-
den enparticular todo lo referente a las fronteras.
I huí de esas medidas establece las zonas de seguridad en
c/ área defronteras. Las zonas de seguridad son fajas del
lerriloriofronterizo que alcanzan diversa extensión.Esta es
/i/iida por la ComisiónNacional de Zonas de Seguridad en-
eiirgada de este importanteaspecto de la defensa nacional.
< tiros aspectos que vigila esta comisión son la radicación
ile personas en dichas zonas, controlando la presencia de
52 GRACIELA CARBONE
extranjeros, como asimismo la actividad de los medios de
comunicación y la explotación de los recursos naturales de
/a zona "(Kapelusz, 6°1978:118).
Estos párrafos muestran continuidades y acentuaciones de
tendencias discursivas e ideológicas respecto a los manuales
tradicionales que prevalecieron en la década de los sesenta.
Continuidades, porque el grado de formalismo con que se alude
a lastradiciones nacionales y a las fuerzas adversas vincula los
textos de Civismo con las formas convencionales prevalecientes
en la asignatura y en el conjunto de las Ciencias Sociales. Pero
la afirmación de tendencias es fácilmente observable, porque
la imagen de la patria amenazada desplaza el sentimiento de
orgullo reconocido en la mayor parte de las obras y permite
anticipar la justificación de la defensa armada. La figura del
extranjero como amenaza y de las fronteras como zonas de
potencial desintegración debida a la penetración de elementos
extranjeros, son elecciones discursivas que hablan por si mismas
de la adaptación del manual que analizo a la ideología oficial.
Destaco también la dominancia de la función apelativa y la
ausencia de la argumentación, que tienen la misma importancia
que la elección del léxico para afirmar la función apelativa.
3.2. Los países limítrofes
Otra estrategia discursiva sereitera en temas menos tratados
en años anteriores a los de la dictadura 1976/1983 para producir
efectos en la conducta del lector. Se trata de la guerra con Brasil.
La mención de los agentes, la homogeneización de los actores,
el involucrar al lector en el "nosotros",la adjetivación dedicada
al responsable del combate y a las condiciones de los bandos
locales, concurren a la valoración sesgada de la actuación en
combate y evita la consideración de la guerra en sí misma, sus
procedimientos, larelación entremediosy fines y las consecuen-
cias como problema eje de educación de la conciencia cívica.
Los ejemplos que siguen ilustran esos propósitos:
"En esa época, la Banda Oriental estaba en poder deBrasil.
Un patriota llamado Juan AntonioLlavalleja, alfrente de un
grupo de oficiales y soldados, conocidoen la historia con el
nombre de 'los treintay tres orientales', desembarcó en el
territorio oriental y encabezóla lucha contra losbrasileños.
MANUALES DE EDUCACIÓNPRIMARIA... 53
//// congreso reunido en elpueblo de La Florida proclamó la
unión de la Banda Oriental con las demás provincias argen-
tinas. A raíz de esta unión el Brasil nos declaró la guerra "
(Kapelusz, 5° 1981:106).
"A'/ Brasil estaba gobernadopor un emperador; poseía una
¡toderosa escuadra y unfuerte ejército. A ellos solo podían
Aponérseles algunos barcos de guerra improvisados y las
milicias, casi todas porteños. Felizmente,se contaba con el
vitltir y la pericia de Browny de losjefes y oficiales forma-
dos junto a San Martín, que acababan de regresar de las
nmipañas de Chile y Perú" (Kapelusz, 5° 1981:107-108).
Al analizar el "discurso belicoso" de las fronteras, Romero
ilcslíica que el involucramiento de autor y lector apela a la es-
linlcgia del empleo del "nosotros" (Romero, 2004 107).
iJJ. El territorio como sustento de reivindicaciones
bélicas
lintre las selecciones literarias, la poesía "Soledad" de
i1 ' -lioni aparece en los manuales de la década en ediciones
clllcrentes, que preceden y están incluidas en manuales del go-
i'n MIÓ defacto que analizo (Peuser, 1971, 5°, 49; Kapelusz, 6°,
I'' /X:304 y 5°, 1981:317). Es preciso detenerse en el texto y en
IHN operaciones discursivas y didácticas de su abordaje.
"Soledad
l'n'iie las alas salpicadas de islotes.
I v nuestra bella del mar.
I ii patria la contempla desde la costa madre
i ini un dolor que no se va.
i >
lii-ne el pecho de ave sobre la onda helada.
i- caída en su igual.
I1 titila se levanta entre sus alas.
c >in<-rey no puede volar.
•in<> a mujer robada le quitaronel nombre:
!,<> arrojaron al mar;
!,<• dieron otro,para que olvidara
(¡uf ella no sabe pronunciar,
h'l viento es suyo: el horizontees suyo
54 GRACIELA CARBONE
Sola, no quiere más.
Sabe que un día volverá su hombre
Con la bandera y el cantar... " (José Pedroni. Kapelusz, 6°,
1978:304).
La poesía elegida extiende los propósitos educativos en
dos áreas: Lengua e Historia. Es importante detenerse en ellos,
porque la compartimentación disciplinar que es clásica de los
manuales no debe identificarse con los rasgos de enfoque o de
estilo que confieren coherencia al manual.
a) El tratamiento poético
'Soledad', de José Pedroni. Cuestionario.
1. ¿Cuál es el tema de la poesía?
2. Explica el por qué del título.
3. ¿Con quién compara elpoeta a la isla Soledad?
4. Pega aquí o dibuja la parte del mapa de la República
Argentina donde se encuentra la isla. Justifica la com-
paración establecida.
5. Transcribe todas las expresiones referidas a la patria y
a su actitud doliente por el despojo sufrido.
6. Extrae del texto tres imágenes que personifiquen a la
isla.
7. Cita alguno de los verbos que den mayor impresión de
tristeza y soledad.
8. Lee con atenciónnuevamentelapoesía. ¿Encierra o no
un mensaje de esperanza? Explícalo.
9. Describe brevemente la fauna insular" (Kapelusz,
1978:316).
La poesía afirma la función apelativa, notoriamente más
saliente que la estética. La animización del territorio refuerza
las formas cerradas de enseñanza del contenido al que se alude.
La educación del gusto estético, a su vez, está presente en el
cuestionario e incluye el tratamiento de imágenes, que era una
de las novedades de la iniciación estética de la época, en la
enseñanza de la apreciación literaria y de la composición. La
interpretación que puede inferirse de los criterios deeducación
estética tiene antecedentes reconocidos en la producción de
manuales. Es posible anticipar, de la lectura de las preguntas,
resultados atomizados que disolvían todo acercamiento a las
MANUALES DE EDUCACIÓN PRIMARIA... 55
futilidades del lenguaje poético. En cuanto a las actividades de
(Iroflrafia incluidas, no contribuían a la elaboración personal de
tilín postura, sino que reforzaban la que inducía el manual.
i'i 11 tratamiento histórico
('orno precedente, es importante conocer que las islas Mal-
vinas iniciaban el tratamiento del programa de Geografía en ese
«IV> liso significaba un cambio de relevancia en la secuencia
funicular de la asignatura, puesto que tradicionalmente los
• nifi ios de progresión eran el la secuencia que partía del trata-
Hiii'iiU) de las características naturales y derivaba a la geografía
liniiiiina. Consecuentes con este marco teórico, la progresión
ilrl i-sludio de la Argentina y de los continentes se ordenaba de
|n uniera! a lo regional.
I ;i poesía que he transcripto es consistente, pues, con la
(iM-M-iitación jerarquizada del territorio en conflicto y con la
JIM ni quización de sus tópicos en Historia, lo que en perspectiva
. esboza como la profundización de propósitos encaminados
i 1 1 creación de una agenda bélica. En el relato histórico, las
11.11egias se pueden reconocer como las clásicas de los manua-
|t<* entendidos como portadores del conocimiento legitimado,
i'ini|iic en esta oportunidad podemos dar testimonio de la
tnpccificidad del tema:
l.i denominación genérica de los agentes de la ocupación
los franceses, los ingleses-, o del derecho: "la verdadera
dueña, España"
1 empleo de los términos que al calificar los actos abre-
VKIII las explicaciones: "atropello-despojo"... "la Argenti-
M,I ha protestado repetidas veces"..."el capitán se apoderó
violentamente" (Kapelusz, 5° 1978:7-8).
I Ilema y el texto persisten con el mismo enfoque a lo largo
ili i periodo. En los últimos manuales, a través de las preguntas,
ION mitores guían el análisis de causas de lo que se expresa. Y
• u • i.i oportunidad remiten al alumnoa vincular la poesía con
'iñudos de Historia y Geografía (Kapelusz 5° 1981:317).
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01
60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Las fuentes orales en la enseñanza de las Ciencias Sociales
Las fuentes orales en la enseñanza de las Ciencias SocialesLas fuentes orales en la enseñanza de las Ciencias Sociales
Las fuentes orales en la enseñanza de las Ciencias Sociales
Campus Virtual ORT
 
Fuentes orales
Fuentes oralesFuentes orales
Fuentes oralesamabefue
 
Documentos de identidad
Documentos de identidad Documentos de identidad
Documentos de identidad
Vanne De la Rosa
 
Materiales de comunicción
Materiales de comunicciónMateriales de comunicción
Materiales de comunicción
Carlos León
 
Afro descendientes encolombia.pdf
Afro descendientes encolombia.pdfAfro descendientes encolombia.pdf
Afro descendientes encolombia.pdf
ssuserd83117
 
Lorenzo milani y_la_escuela_del_siglo_xx[1]
Lorenzo milani y_la_escuela_del_siglo_xx[1]Lorenzo milani y_la_escuela_del_siglo_xx[1]
Lorenzo milani y_la_escuela_del_siglo_xx[1]Lorena López
 
Historia argentina 1955 1970
Historia argentina 1955 1970Historia argentina 1955 1970
Historia argentina 1955 1970
Martin Balderrama
 
5. metodología de investigación en didáctica de las ciencias sociales (compl...
5. metodología de  investigación en didáctica de las ciencias sociales (compl...5. metodología de  investigación en didáctica de las ciencias sociales (compl...
5. metodología de investigación en didáctica de las ciencias sociales (compl...Victor Ceh Fary
 
Formacion De Formadores En Literatura
Formacion De Formadores En LiteraturaFormacion De Formadores En Literatura
Formacion De Formadores En Literaturaensayoai
 
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)ANA HENRIQUEZ ORREGO
 
"El poder y los valores en las aulas. rastreando la perspectiva sociocrítica ...
"El poder y los valores en las aulas. rastreando la perspectiva sociocrítica ..."El poder y los valores en las aulas. rastreando la perspectiva sociocrítica ...
"El poder y los valores en las aulas. rastreando la perspectiva sociocrítica ...
Jurjo Torres Santomé
 
Hacerse mujeres hacerse hombres libro Carlos Ivan García
Hacerse mujeres hacerse hombres libro Carlos Ivan GarcíaHacerse mujeres hacerse hombres libro Carlos Ivan García
Hacerse mujeres hacerse hombres libro Carlos Ivan García
Lorena Rachath Ramírez
 
Trabajo para curso filosofia- cie def " Entre los Muros..."
Trabajo para curso  filosofia-  cie def " Entre los Muros..."Trabajo para curso  filosofia-  cie def " Entre los Muros..."
Trabajo para curso filosofia- cie def " Entre los Muros..."
Gabriel Gerding
 
Xviii jornadas sobre la enseanza de la filosofa 2011 programa
Xviii jornadas sobre la enseanza de la filosofa 2011 programaXviii jornadas sobre la enseanza de la filosofa 2011 programa
Xviii jornadas sobre la enseanza de la filosofa 2011 programaAlejandra Velázquez
 
06 – juan sisinio – por qué enseñamos geografía e historia (37 55)
06 – juan sisinio – por qué enseñamos geografía e historia (37 55)06 – juan sisinio – por qué enseñamos geografía e historia (37 55)
06 – juan sisinio – por qué enseñamos geografía e historia (37 55)ANA HENRIQUEZ ORREGO
 
17 caruso marcelo-dussel-ines-yo-tu-el-quien-es-el-sujeto
17 caruso marcelo-dussel-ines-yo-tu-el-quien-es-el-sujeto17 caruso marcelo-dussel-ines-yo-tu-el-quien-es-el-sujeto
17 caruso marcelo-dussel-ines-yo-tu-el-quien-es-el-sujeto
Neley Albornoz
 
Reflexión de Instituciones -Canclini
Reflexión de Instituciones -CancliniReflexión de Instituciones -Canclini
Reflexión de Instituciones -Canclinialanisgraciela
 
2016 2017-catalogo
2016 2017-catalogo2016 2017-catalogo
2016 2017-catalogo
Isabel García
 

La actualidad más candente (19)

Las fuentes orales en la enseñanza de las Ciencias Sociales
Las fuentes orales en la enseñanza de las Ciencias SocialesLas fuentes orales en la enseñanza de las Ciencias Sociales
Las fuentes orales en la enseñanza de las Ciencias Sociales
 
Fuentes orales
Fuentes oralesFuentes orales
Fuentes orales
 
Documentos de identidad
Documentos de identidad Documentos de identidad
Documentos de identidad
 
Materiales de comunicción
Materiales de comunicciónMateriales de comunicción
Materiales de comunicción
 
Afro descendientes encolombia.pdf
Afro descendientes encolombia.pdfAfro descendientes encolombia.pdf
Afro descendientes encolombia.pdf
 
Lorenzo milani y_la_escuela_del_siglo_xx[1]
Lorenzo milani y_la_escuela_del_siglo_xx[1]Lorenzo milani y_la_escuela_del_siglo_xx[1]
Lorenzo milani y_la_escuela_del_siglo_xx[1]
 
Historia argentina 1955 1970
Historia argentina 1955 1970Historia argentina 1955 1970
Historia argentina 1955 1970
 
5. metodología de investigación en didáctica de las ciencias sociales (compl...
5. metodología de  investigación en didáctica de las ciencias sociales (compl...5. metodología de  investigación en didáctica de las ciencias sociales (compl...
5. metodología de investigación en didáctica de las ciencias sociales (compl...
 
Formacion De Formadores En Literatura
Formacion De Formadores En LiteraturaFormacion De Formadores En Literatura
Formacion De Formadores En Literatura
 
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
 
"El poder y los valores en las aulas. rastreando la perspectiva sociocrítica ...
"El poder y los valores en las aulas. rastreando la perspectiva sociocrítica ..."El poder y los valores en las aulas. rastreando la perspectiva sociocrítica ...
"El poder y los valores en las aulas. rastreando la perspectiva sociocrítica ...
 
Hacerse mujeres hacerse hombres libro Carlos Ivan García
Hacerse mujeres hacerse hombres libro Carlos Ivan GarcíaHacerse mujeres hacerse hombres libro Carlos Ivan García
Hacerse mujeres hacerse hombres libro Carlos Ivan García
 
Trabajo para curso filosofia- cie def " Entre los Muros..."
Trabajo para curso  filosofia-  cie def " Entre los Muros..."Trabajo para curso  filosofia-  cie def " Entre los Muros..."
Trabajo para curso filosofia- cie def " Entre los Muros..."
 
Xviii jornadas sobre la enseanza de la filosofa 2011 programa
Xviii jornadas sobre la enseanza de la filosofa 2011 programaXviii jornadas sobre la enseanza de la filosofa 2011 programa
Xviii jornadas sobre la enseanza de la filosofa 2011 programa
 
06 – juan sisinio – por qué enseñamos geografía e historia (37 55)
06 – juan sisinio – por qué enseñamos geografía e historia (37 55)06 – juan sisinio – por qué enseñamos geografía e historia (37 55)
06 – juan sisinio – por qué enseñamos geografía e historia (37 55)
 
17 caruso marcelo-dussel-ines-yo-tu-el-quien-es-el-sujeto
17 caruso marcelo-dussel-ines-yo-tu-el-quien-es-el-sujeto17 caruso marcelo-dussel-ines-yo-tu-el-quien-es-el-sujeto
17 caruso marcelo-dussel-ines-yo-tu-el-quien-es-el-sujeto
 
Reflexión de Instituciones -Canclini
Reflexión de Instituciones -CancliniReflexión de Instituciones -Canclini
Reflexión de Instituciones -Canclini
 
Uso de la imgen citan a aho
Uso de la imgen citan a ahoUso de la imgen citan a aho
Uso de la imgen citan a aho
 
2016 2017-catalogo
2016 2017-catalogo2016 2017-catalogo
2016 2017-catalogo
 

Similar a 60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01

Historiografía de la educación en méxico
Historiografía de la educación en méxicoHistoriografía de la educación en méxico
Historiografía de la educación en méxico
MCEGeneracionX
 
Historia de la educacion y la pedagogia completo!!!
Historia de la educacion y la pedagogia completo!!!Historia de la educacion y la pedagogia completo!!!
Historia de la educacion y la pedagogia completo!!!xiomy05
 
Ensayo 3 Problemas.docx
Ensayo 3 Problemas.docxEnsayo 3 Problemas.docx
Ensayo 3 Problemas.docx
ProfraMarthadelaFuen
 
Debates, enfoque y paradigmas teóricos
Debates, enfoque y paradigmas teóricosDebates, enfoque y paradigmas teóricos
Debates, enfoque y paradigmas teóricos
Sosa D Gabriel
 
Power historia
Power historiaPower historia
Power historia
laura soliva
 
Aleja sachica
Aleja sachicaAleja sachica
Aleja sachicajulihet06
 
La educacion-emn-mexico
La educacion-emn-mexicoLa educacion-emn-mexico
La educacion-emn-mexico
lisiucla
 
La educación
La educaciónLa educación
La educación
THBECENE
 
Historia universal de la educación unidad 1.3
Historia universal de la educación  unidad 1.3Historia universal de la educación  unidad 1.3
Historia universal de la educación unidad 1.3
Adrian Ortega Ramírez
 
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)ANA HENRIQUEZ ORREGO
 
Supuestos epistemologicos de un enfoque etnografico en educacion
Supuestos epistemologicos de un enfoque etnografico en educacionSupuestos epistemologicos de un enfoque etnografico en educacion
Supuestos epistemologicos de un enfoque etnografico en educacionRossi Potenciano
 
ESTADO DEL ARTE.pdf
ESTADO DEL ARTE.pdfESTADO DEL ARTE.pdf
ESTADO DEL ARTE.pdf
miguelrestrepo20
 
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)ANA HENRIQUEZ ORREGO
 
La querella-de-los-metodos-braslavsky-pdf
La querella-de-los-metodos-braslavsky-pdfLa querella-de-los-metodos-braslavsky-pdf
La querella-de-los-metodos-braslavsky-pdf
susyitxel lovio
 
Clase 7 2008: la invención del aula
Clase 7 2008: la invención del aulaClase 7 2008: la invención del aula
Clase 7 2008: la invención del aula
Rubén Cucuzza
 
Historia.media
Historia.mediaHistoria.media
Historia.mediaroaramos
 
Orientaciones historia humanidad_2°_con_sangrado
Orientaciones historia humanidad_2°_con_sangradoOrientaciones historia humanidad_2°_con_sangrado
Orientaciones historia humanidad_2°_con_sangradoRpazona
 
Webquest
WebquestWebquest
Webquest
María Arias
 

Similar a 60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01 (20)

Historiografía de la educación en méxico
Historiografía de la educación en méxicoHistoriografía de la educación en méxico
Historiografía de la educación en méxico
 
Historia de la educacion y la pedagogia completo!!!
Historia de la educacion y la pedagogia completo!!!Historia de la educacion y la pedagogia completo!!!
Historia de la educacion y la pedagogia completo!!!
 
Ensayo 3 Problemas.docx
Ensayo 3 Problemas.docxEnsayo 3 Problemas.docx
Ensayo 3 Problemas.docx
 
Debates, enfoque y paradigmas teóricos
Debates, enfoque y paradigmas teóricosDebates, enfoque y paradigmas teóricos
Debates, enfoque y paradigmas teóricos
 
Hist.abor.medi
Hist.abor.mediHist.abor.medi
Hist.abor.medi
 
Power historia
Power historiaPower historia
Power historia
 
Aleja sachica
Aleja sachicaAleja sachica
Aleja sachica
 
La educacion-emn-mexico
La educacion-emn-mexicoLa educacion-emn-mexico
La educacion-emn-mexico
 
La educación
La educaciónLa educación
La educación
 
Historia universal de la educación unidad 1.3
Historia universal de la educación  unidad 1.3Historia universal de la educación  unidad 1.3
Historia universal de la educación unidad 1.3
 
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
 
Supuestos epistemologicos de un enfoque etnografico en educacion
Supuestos epistemologicos de un enfoque etnografico en educacionSupuestos epistemologicos de un enfoque etnografico en educacion
Supuestos epistemologicos de un enfoque etnografico en educacion
 
ESTADO DEL ARTE.pdf
ESTADO DEL ARTE.pdfESTADO DEL ARTE.pdf
ESTADO DEL ARTE.pdf
 
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
05 – mario carretero y otros – enseñar historia en tiempos de memoria (11 34)
 
La querella-de-los-metodos-braslavsky-pdf
La querella-de-los-metodos-braslavsky-pdfLa querella-de-los-metodos-braslavsky-pdf
La querella-de-los-metodos-braslavsky-pdf
 
Clase 7 2008: la invención del aula
Clase 7 2008: la invención del aulaClase 7 2008: la invención del aula
Clase 7 2008: la invención del aula
 
Historia.media
Historia.mediaHistoria.media
Historia.media
 
Orientaciones historia humanidad_2°
Orientaciones historia humanidad_2°Orientaciones historia humanidad_2°
Orientaciones historia humanidad_2°
 
Orientaciones historia humanidad_2°_con_sangrado
Orientaciones historia humanidad_2°_con_sangradoOrientaciones historia humanidad_2°_con_sangrado
Orientaciones historia humanidad_2°_con_sangrado
 
Webquest
WebquestWebquest
Webquest
 

60257323 dictadura-y-educacion-carolina-kaufmann-1-120613232456-phpapp01

  • 1. • M«'iiso • Gonzalo de Amézola • Teresa Artieda • Graciela Garbo lil < oria • Delfma Doval • Raúl Frutos • Paula Guitelman liiüi Kaulmann • Rubén Naranjo • Pablo Pineau • Viviana Postay Prólogo de Gabriela Ossenbach Sauter Dirigir la mirada haei.i I.. i. I n htl sido no sólo un imperan v< > del giro hl i irAlle que ha buscado 11110vas I u. m. pa l. valores, prácticas, contenido mi todo circulan en el espai-io CNI "l.u I. - .1. aquellos manuales con ION qui ->» n I escuela ha sido también c <>n i. ,, revalorización como lugtri °i. nui Ir* ITUl .> donde confluyen gran partí ii> la blografls individual y concieneía enleí M i Sobre esta base le di ipliegltli tudlodi lo métodos y estrategias didáotloi qui i mili escolares proponen, y que contribuyi !•• ¡ conocer el énfasis dado a doii-minu.! >i ION sino sobre todo a desenlianai ouátoi hin i « l . . l i intenciones de esos libros on > n.iuin .1 l.i transmisión de ideas, aclilndos, .ilm. . imaginarios, sin soslayar las van ni. Ittllütuli de uso de los textos por parte del m.n .IM. a de la pro|)ia li.nln i«.n I. l.r. nr.iiii m educativas. De esta manera, los trabajos qui • "inpnnrn ln presente obra dan cuenla tk- la iH-tv..n 1.1 i.n> i <i< reconstrucción de la memoria oolri n1 i individual, y se centran en el esludio de los contenidos (ocultos y manifiestos) <l. ln-. i> (tOI escolares de la última dictadura argcntlni OU < heridas aún abiertas hacen de este libro un. n < más de la dolorosa confrontación del |m.M.. argentino con su propio pasado. Asimismo , i., escritos alumbran la esperan/a de ahí n roiCj para nuevos libros de texto dialoganles t|uo snpeien el discurso exclusivamente prcscriplivo nnpln iiu en la propia naturaleza de los textos escolaie1; Dictadura y Educación Tomo 3 Los textos escolares en la historia argentina reciente Carolina Kaufmann (directora) llnlvnraldad Nacional de Entre Ríos « E D I T O R E
  • 2. DICTADURA Y EDUCACIÓN TOMO 3 Los TEXTOS ESCOLARES EN LA HISTORIA ARGENTINA RECIENTE Carolina Kaufinann (directora) Fabiana Alonso • Gonzalo de Amézola Teresa Artieda • Graciela Carbone Julia Coria • Delfina Doval Raúl Frutos • Paula Guitelman Carolina Kaufrnann • Rubén Naranjo Gabriela Ossenbach Sauter • Pablo Pineau Viviana Postay • E D I T O R E S » Avww.minovdavila.com.ar
  • 3. La maquetación y diseño de la obra y la colección estuvieron a cargo de: Gerardo Miño El armado y composición estuvieron a cargo de: Valeria Pérez Margolis © 2006 - Miño y Dávila srl www.minoydavila.com.ar En Madrid: Miño y Dávila editores Arroyo Fontarrón 113, 2° "A" (28030) tel-fax: (34) 91 751-1466 En Buenos Aires: Miño y Dávila srl Pje. José M. Giuffra 339 (C1064ADC) tel-fax: (54 11) 4361-6743 e-maill: administracion@minoydavila.com.ar e-mail2: produccion@minoydavila.com.ar ISBN-10: 84-96571-10-6 ISBN-13: 978-84-96571-10-5 Primera edición: abril de 2006 IMPRESO EN ARGENTINA Prohibida su reproducción total o parcial, incluyendo fotocopia, sin la autorización expresa de los editores. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. índice Prólogo Gabriela Ossenbach Sauter. Presentación Carolina Kaufmann 15 PRIMERAPARTE: Los textos escolares, política e ideología 23 Capítulo I Políticas pedagógicas de cuidado y espera: los libros de lectura para la escuela primaria en la Dictadura Pablo Pineau 25 Capítulo II Manuales de educación primaria: entre la clausura y la búsqueda de intersticios Graciela M. Carbone 41 Capítulo III Lecturas escolares sobre los indígenas en dictadura y en democracia (1976-2000) Teresa L. Artieda 105 Capítulo IV Los manuales de civismo en la historiareciente: huellas y señales Carolina Kaufmann 149 Capítulo V La enseñanza encubiertade la religión: la "Formación Moral y Cívica" Carolina Kaufmann y Delfina Doval 203
  • 4. SEGUNDA PARTE: Los manuales escolares de Ciencias Sociales. .225 Capítulo VI Cambiar la Historia. Manuales escolares, curriculum y enseñanza de la historia reciente desde la "transformación educativa" Gonzalo deAmézola 227 Capítulo VII La dictadura militar argentina (1976-1983) en los textos de Ciencias Sociales e Historia para el tercer ciclo de la Educación General Básica Fabiana Alonso 273 Capítulo VIII Concepciones acerca de lo social en los manuales de historia. De la Dictadura al temprano siglo XXI Julia Coria 295 Capítulo IX Algunos usos de los textos de Ciencias Sociales en las escuelas secundarias cordobesas durante el último período dictatorial Viviana Postay 333 TERCERA PARTE: Dos propuestas editoriales 355 Capítulo X Educar y entretener. La Revista Billiken en años de Dictadura Paula Guitelman 357 Capítulo XI El genocidio blanco. La Editorial Biblioteca,Vigil, Rosario Rubén Naranjo y Raúl Frutos Sobre los autores. ,391 .429 Prólogo Gabriela Ossenbach Sauter Directora del Centro deInvestigación MANES, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED),Madrid Dirigir la mirada a los textos escolares ha sido una de las múltiples formas de historiar la cultura escolar, de revalo- rizar la etnografía y el estudio de los objetos materiales de la escuela, con el fin de prestar atención a la historia del curricu- lum, de las disciplinas y de los modos de enseñanza. Esta pers- pectiva de análisis ha sido producto de un giro historiográfico que ha primado el conocimiento de los actores y de la vida interna de las escuelas, y ya no solo el de las estructuras y los sistemas escolares, para retornar al sujeto, a la experiencia y a la memoria (Escolano, 2000: 302). En definitiva, la historia de la educación se ha propuesto en la últimas dos décadas "abrir la caja negra" e indagar lo que sucedía al interior de la escuela y de qué forma ésta se constituyó en un ámbito con formas de vida particulares, desde el que se generaron transformaciones, a la vez que, por supuesto, se ejercieron resistencias al cambio a través de un juego dialéctico entre la escuela y su entorno, entre tradiciones y procesos de reforma, entre nuevas aspira- ciones y el prestigio de viejas imágenes. En definitiva, la mi- rada del historiador ha empezado a penetrar en el interior de las instituciones escolares para conocer su funcionamiento y la apropiación que se ha producido en ellas de las más diver- sas corrientes ideológicas, culturales, sociales y pedagógicas, conformando la llamada "cultura escolar".1 Algunas obras que han significado un giro hacia la historia de la vida coti- diana de las escuelas son las de Hammersley, 1990; Cuban, 1993; Depaepe
  • 5. K GABRIELA OSSENBACH SAUTER La historiografía latinoamericana no se ha mantenido al i Margen de esta nueva perspectiva de la historia de la educación, y ha ofrecido ya interesantesy abundantes trabajos que exploran la historia de la cultura escolar a través de los textos escolares2. La conformación de una amplia red de investigadores de Eu- ropa y América Latina dedicados a esta temática, que se han aglutinado alrededor del proyecto de investigación MANES3, con sede en España, y de otras iniciativas similares, ha hecho posible la aparición de un nuevo campo de estudio y de una comunidad científica muy dinámica. Como lo han comproba- do diversos historiadores de las ciencias sociales, las redes de comunicación aseguran a lo largo del tiempo el aumento y la difusión del conocimiento, así como la creación yconsolidación de "campos disciplinares" (Hofstetter & Schneuwly, 2004). Esos vínculos académicos y humanos, de enorme riqueza, han posibilitado la circulación de trabajos, el intercambio de pre- supuestos teóricos y metodológicos para abordar este tipo de fuentes históricas, y la creación de una serie de recursos (bases de datos, bibliotecas virtuales, repertorios bibliográficos, etc.) que facilitan el trabajo del investigador en este campo. Elhecho de prologar este libro, que asumo como un inmerecido honor, es un producto más de todos esos intercambios y relaciones que nos están permitiendo conocer nuestras distintas tradiciones escolares, entendernos y compararnos, no solo entre ambas orillas del Atlántico, sino también muy especialmente entre todos los países de la América Latina. Pero la mirada a los textos escolares no ha sido sólo un im- perativo de este giro historiográfico de la era postmodema, que ha buscado nuevas fuentes para conocer los valores, prácticas, contenidos y métodos que circularon en el espacio escolar. La recuperación de aquellos manuales con los que aprendimos en la escuela, muchas veces relegados a los desvanes y alosaltillos y Simón, 1995; Grosvenor, Lawn, y Rousmaniere, 1999; Depaepe, 2000; Depaepe y Simón, 2005. 2. Sobre el estado de la investigación acerca de la historia de los libros es- colares en América Latina, véanse los estudios introductorios y anexos bibliográficos de Ossenbach y Somoza, 2001, y Guereña, Ossenbach, y del Pozo, 2005. 3. Sobre el Proyecto MANES, véanse Tiana Ferrer, 2000, y Ossenbach, 2000. Puede consultarse también el sitio web www.uned.es/manesvirtual/portalma- I'KÓLOGO 9 de nuestros armarios, que incluso muchas veces no merecieron una especial consideración por parte de los bibliotecarios a la hora de preservarlos y catalogarlos, ha sido también una conse- cuencia de su revalorizacióncomo lugares de nuestra memoria, así como de su enorme potencia para hacernos presente una p;irte importante de nuestra propia biografía individual y de nuestra conciencia colectiva. Los libros de texto, al igual que los espacios arquitectónicosen los que discurriónuestra infancia escolar, fueron lugares "donde se entrenaron nuestras primeras miradas", y por tanto ellos "animan en nuestra memoria los ecos de los recuerdos infantiles o adolescentes" (Fernández Alba, 1997: 516). Por tanto, abordar hoy en día el estudio de los textos esco- lares es también consecuencia de una compleja coyuntura en la que confluyen,probablementeno por casualidad, un giro histo- riográfico y una necesaria tarea de reconstrucción de la memoria colectiva e individual, sobre todo cuando se trata de asimilar procesos traumáticos del pasado reciente, que han afectado a varias generaciones que están intentando vivir auténticamente el presente y construir futuros esperanzadores. La recuperación de la memoria de las dictaduras de la segunda mitad del siglo XX se ha manifestado con insistencia,tanto en la investigación histórica como en la literatura, e incluso en el cine, recurriendo a las imágenes de la escuela y a los viejos libros de texto4. La mirada necesaria hacia los libros escolares de la última dictadura argentina, cuyas heridas están todavía tan abiertas, no constituye en ese sentido una excepción. Esta obra es una mues- tra más de la confrontación, sin duda muy dolorosa, del pueblo argentino con supropiopasado, que me obligaa situarme, desde este modesto prólogo, en una actitud de profundo respeto hacia un sentir colectivo en cuya conformación la escuela y sus libros no han sido ajenos. El estudio de los contenidos (ocultos y manifiestos) de los textos escolares, así como de los métodos y estrategias didác- ticas que ellos proponen, contribuye en gran medida no sólo a 4. Un ejemplo lo constituye el reciente libro de Teistler, 2006, editado por el Instituto Georg Eckert de investigación sobre los textos escolares, con sede en Alemania. Esta obra estudia los libros de lectura durante los regí- menes dictatoriales de las décadas de los años 30 y 40 en Alemania, Italia y España.
  • 6. III GABRIELA OSSENBACH SAUTER l'i rt| ..,,,) 11 conocer el énfasis dado a determinados contenidos, sino sobre todo a desentrañar cuáles han sido las intenciones a las que esos libros han servido en lo concerniente a la transmisión de ideas, actitudes, valoraciones e imaginarios. Pero aunque es verdad que los libros de texto parecen ser una inagotable fuente de conocimiento sobre la práctica pedagógica, hay que tener en cuenta que "detrás de la imagen de la escuela que uno pudiera evocar al examinar los libros escolares, yace una compleja historia de la práctica real en el aula" (Rockwell, 2004: 327). Aunque es legítimo considerar a los textos escolares como un instrumento en algún grado eficaz para la creación de nuevos va- lores y mentalidades, la investigación sobre los textos escolares no debe dejar de tomar en cuenta las variadas modalidades de uso de los textos por parte del maestro y las diversas formas de mediación entre el texto y los sujetos que aprenden, las múltiples maneras en que sus contenidos y estrategias han sido leídos y apropiados (Ruiz Moreno, 1998: 490), y la inercia de la propia tradición de las instituciones educativas, entre otros fenómenos que han condicionado el impacto de los libros escolares sobre la formación de los sujetos y los colectivos. La tarea no es fácil pues, como advierte Dominique Julia, reconstruir la vida en el aula requiere de la descripción de prácticas que rara vez dejan huella (Julia, 1995: 358). La cultura de la escuela, queAntonio Viñao ha definido como un conjunto de formasde hacer y pensar que a lo largo del tiempo se han sedimentado en el seno de las instituciones educativas en forma de tradiciones, regularidades y reglas de juego aceptadas y compartidas por sus actores, ha sido capaz demantener una cierta autonomía que le ha permitido generar productos específicos y sobrevivir frente a reformas e innovaciones de todo tipo (Viñao, 2002:70-81). Esta evidencia, que obliga al investigador a mantener una cautela metodológica a la hora de estudiar el uso e impacto de los textos escolares, nos sirve también para alumbrar alguna esperanza de futuro: la escuela, como las personas, ha generado también formas de resistir a la imposición de discursos autoritarios, así como de generar disidencias en los espacios de uso y circulación de los textos escolares. Por otra parte, confiemosen que, a pesar de la inercia propia de la cultura escolar, se vayan abriendoresquicios para otros libros de texto dialogantes, que superen el discurso exclusivamente prescriptivo implícito en la propia naturaleza de los textos escolares (Castro, 2001). l i-1' lerendas bibliográficas 1 ino VILLARRAGA, O. (2001), "Las cívicas y los textos de i ilin ación para la democracia. Dos modalidades de forma- > i- MI del ciudadano en Colombia durante el siglo XX", en ' ' .1 NIIACH, G. y SOMOZA, M., Los manuales escolares como in, /itf para la Historia de la Educación en América Latina, IINI',1), Madrid, pp. 143-154. ( 'IHIAN, L. (1993), How Teachers Taught: Constancy and Chan- ni American Classrooms, 1880-1990,Nueva York, Colum- l'i.i I Inivursity Teachers College Press. Dttl'ArTí;, M. et al. (2000), Order in Progress. Everyday Edu- l Practice in Primary Schools. Belgium, 1880-1970, a, Leuven University Press. V SIMÓN, F. (1995), "Is there any Place for the History of i 'liu-alion' in the 'History of Education'?A Plea for the His- nl Kvcryday Educational Reality in- and outside Schools", hit ,A/i;f)#/ca Histórica, Vol. 31, N° 1, pp. 9-16. v —(2005), "Fuentes y métodos para la historia del "il.i", en FERRAZ LORENZO, M. (ed.), Repensar la historia de l:i •tlucación. Nuevos desafíos, nuevas propuestas, Madrid, liiMiuirra Nueva. i ANO, A. (2000), "La Historia de la Educación después iti 1.1 postmodernidad", en Ruiz BERRIO, J. (ed.), La cultura • •liu ilc Europa. Tendencias históricas emergentes,Madrid, Mii'hoicca Nueva, pp. 297-323. i • • ' u IDI•/. ALBA, A. (1997), "La expresión arquitectónica en i' • • ililu-ios escolares", Historia de la Educación (Salaman- i" 16, pp.5 15-518. <m, I.; LAWN, M. y ROUSMANIERE, K. (eds.) (1999), r.v (V Imanes. The Social History of the Classroom, < Yoik, Pelcr Lang. l.-l,.; OSSKNBACH, G. y DEL Pozo, M. M. (dirs.) (2005), ••niiili: en España, Portugaly América Latina (si- | / .VA), Madrid, UNED (Serie "Proyecto MANES"). ...... 1 1 Y, M. (1990), Classroom Etnography. Empírica! and 'ii,;l,i/<i^ical Essays, Philadelfia / Milton Keynes, Open iv l'rcss.
  • 7. 12 GABRIELA OSSENBACH SAUTER HOFSTETTER, R. y ScHNEUWLY, B. (eds.) (2004), "Introduction. Educational Sciences in Dynamic and Hybrid Institutionaliza- tion", en Paedagogica Histórica. Special Issue: The Role of Congresses and Institutes in the Emergence ofthe Educa- tional Sciences, Vol. XL, N° V y VI. JULIA, D. (1995), "La culture scolaire comme objet historique", en Paedagogica Histórica. Supplementary Seríes, Vol.I. OSSENBACH, G. (2000), "La investigación sobre los manuales escolares en América Latina: la contribución del Proyecto MA- NES", Historia de la Educación (Salamanca), N° 19, pp. 195- 203. y SOMOZA, M. (2001), Los manuales escolarescomofuen- te para la Historia de la Educación en América Latina, Ma- drid, UNED, Serie "Proyecto MANES". ROCKWELL, E. (2004), "Entre la vida y los libros: prácticas de lectura en las escuelas de la Malintzi a principios del siglo XX", en: CASTAÑEDA, C. et al. (coords.), Lecturas y lectores en la Historia de México, México, CIESAS / Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Ruiz MORENO, L. (1998), "Lectura de textos visuales y espa- ciales", en: PÉREZ SILLER, J. y RADKAU GARCÍA, V. (coords.), Identidad en el imaginarionacional.Reescrituray enseñanza de la historia,México, Instituto de Ciencias Sociales y Huma- nidades de Puebla / El Colegio de San Luis / Instituto Georg Eckert, pp. 487-498. TEISTLER, G. (2006), Lesen lernen in Diktaturender 1930er und 1940er Jahre. Fibeln in Deutschland, Italien und Spanien, Hannover, Verlag Hahnsche Buchhandlung, 2006 (Studien zur Internationalen Schulbuchforschung. Schriftenreihe des Georg-Eckert Instituís, Band 116). TIANA FERRER, A. (2000), "El Proyecto Manes y la investi- gación histórica sobre los manuales escolares (siglos XIX y XX)", Historia de la Educación (Salamanca), N° 19, pp. 179-194 VIÑAO, A. (2002), Sistemas educativos, culturas escolares y reformas, Madrid, Ed. Morata. DICTADURA Y EDUCACIÓN TOMO 3 Los TEXTOSESCOLARES EN LA HISTORIAARGENTINA RECIENTE
  • 8. En memoria de Gigi Godoy Presentación Carolina Kaufmann Este tercer tomo de Dictadura y Educación: "Textos Es- colares en la Historia Argentina Reciente" volumen que integra la Serie de Historia de la Educación Latinoamerica- na editada por Miño y Dávila y dirigida por Claudio Lozano .'¡fijas, de la Universidad de Barcelona, culmina un proyecto >diiorial impulsado desde nuestra investigación acerca de las it'ndencias ideológico-pedagógicas en la historia reciente de lii educación argentina, desarrollada en la Universidad Nacio- iiiil de Entre Ríos, Argentina. Proyecto quejunto a los dos tomos anteriores "Universidad v < Irupos Académicos Argentinos (1976-1983) y "Depuracio- nes y vigilanciaen las Universidades Nacionales Argentinas", 11instituyen el esfuerzo intelectual de múltiples colegas de universidades del país que han investigado y puesto a conside- i .u ion del colectivo académico, sus preocupaciones por indagar v <l;ir a conocer las huellas, los hallazgos y los caminos que .uní liiltan recorrer y que deja abierto el estudio de la historia ' ' luí-ncional reciente enArgentina. Docentes e investigadores/as • l' las Universidades Nacionales de BuenosAires, Córdoba, La l'l.iiii, Litoral, Lujan, Nordeste, Entre Ríos, Rosario, son los protagonistas de este tomo. Por otra parte, ha sido un honor muy particular y un halago • i"* .o largo de estos volúmenes nos hayan acompañado con NIIN palabras iniciales a modo de prólogo, los doctores Claudio i - .MIÓ Seijas, Agustín Escolano Benito y Gabriela Ossenbach liutci
  • 9. 16 CAROLINA KAUFMANN Deseo destacar mi particular agradecimiento a esta última, quien tanto ha hecho y hace por la reactivación, la difusión y el impulso constante al estudio de los textos escolares en Latinoamérica. Este tomo, focalizadoen el estudio de los textos escolares en Argentina; lo hace desde distintas miradas y ópticas interpretati- vas que aspiran a iluminar zonas no suficientementeexploradas en nuestro medio. Estas permitirán verificar posturas y recursos ideológicos, ausencias y presencias conceptuales, discursos normativos, voces de protagonistas, literatura pedagógica y políticas educativas. Diferentes géneros textuales recorren las páginas deeste tomo; siendo el denominador común: laDictadu- ra, el antes y el después histórico y su impacto en los textos. En suma, los textos escolares como aspectos de la cultura escolar ya anticipados por Agustín Escolano Benito y como privilegiados espacios de memoria según términos de Rafael Valls Montes, textos siempre dispuestos a recordarnos los diferentes ámbitos de representación de un pasado azaroso. La organización temática del tomo se presenta en tres apar- tados, ellos son: Textos escolares, política e ideología; Los manuales de ciencias sociales y Dos proyectos editoriales. En el primero se incluyen los siguientes capítulos: Pablo Pineau, de las Universidad Nacional de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de Lujan, es el autor del capítuloI titulado "Políticas pedagógicas de cuidadoy espera: los libros de lectura para la escuela primaria en la Dictadura ". Pineau despliega dos hipótesisbásicas vinculadas a ciertos aspectos de las políticas educativas instrumentadas durante la Dictadura. Dichas hipótesis se interrogan sobre las políticas de censura y sobre la política metodológica de la enseñanza inicial de la lectoescritura en la ciudad de Buenos Aires. El capítulo II escrito por Graciela M. Carbone, de la Uni- versidad Nacional de Lujan sobre "Manuales de educación primaria: entre la clausura y la búsqueda de intersticios " se aboca al estudio de los manuales de enseñanza primaria vi- gentes en el período de la dictadura 1976/1983, centrado en la jurisdicción de la Municipalidadde Buenos Aires. La autora se ciñe a esos años, apelando a una mirada que profundiza en la comprensión de ciertas peculiaridades y evoluciones operadas V i M'NIACIÓN 17 < n los textos y que tienen como coordenadas temporales las ni ii nías curriculares que precedieron a la Dictadura, así como laminen a los cambios que seprodujeron a partir de laAsamblea I rderal de Educación. En estas páginas, los textos escolares i unvertidos en fuentes documentales y objeto de investigación i" imiten constatar la articulación currricular, política e ideo- enjuego. l;.l capítulo III de Teresa Laura Artieda de la Universidad Nacional del Nordeste titulado "Lecturas escolares sobre los iinli^enas en dictaduray en democracia (1976-2000) trata sobre 11 >:. libros de lectura de educación básica en Argentina editados . 11 clos etapas históricas, la correspondiente a la última dictadura militar de 1976 a 1983 y la posterior del régimen democrático uní- se inicia el 10 de diciembre de 1983. La autora identifica . < aiacteriza las versiones discursivas sobre los pueblos indí- reiias en los libros de ambos períodos. También profundiza en < I primero de ellos y presenta el segundo de manera sintética, "i cni el fin de comprender continuidades y posibles quiebres en i dación con dos escenarios disímiles en los órdenes (políticos, i uliiirales, educativos) de la historia nacional, así como por i <!eiencia a dos fases también diferentes en lo que atañe a la valorización de la homogeneidad y la diversidad sociocultural ni oí contexto nacional e internacional". En el capítulo IV de mi autoría, "Los manuales de civismo i'ii la historia reciente: huellas y señales ", se exponen las mar- i as tic identidad de aquellos manuales de civismo producidos v publicados durante la Dictadura, así como también examino alj'.unos libros editados en décadas anteriores, reimpresos y i neniantes en aquellos años. Manuales con alcance nacional y que fueron utilizados en escuelas de la ciudad de Rosario, piovincia de Santa Fe. El siguiente interrogante direcciona el capitulo: ¿cuáles serían las correspondencias entre las políticas educativas y los contenidos de los manuales de civismo entonces publicados? I:Ae capítulo V "La enseñanza de la religión católica fiit'itbierta: la Formación Moral y Cívica" escrito conjunta- mente con Delfina Doval, ambas docentes de la Universidad Nacional de Entre Ríos; y en mi caso, también docente de la I imversidad Nacional de Rosario; nos centramos en algunos
  • 10. 18 CAROLINA KAUFMANN textos escolares de Formación Cívica que tuvieron amplia difusión en las escuelas secundarias argentinas durante el úl- timo régimen militar. El análisis de las propuestas editoriales se realiza sobre aquellos textos aprobados y recomendados y cuya efectiva utilización escolar ha sido constatada. Esto nos posibilitó reafirmar la hipótesis que hemos desarrollado con anterioridad: la resacralización de la enseñanza en el ámbito de las escuelas no confesionales que pretendió cohesionar a los sujetos en torno a valores universales y perennes propios de sociedades occidentales y cristianas. El segundo apartado corresponde a los capítulos dedicados a resaltar diferentes miradas de lo histórico en los textos esco- lares, titulado Los manuales de ciencias sociales. El capítulo VI "Cambiar la Historia. Manuales escolares, curriculum y enseñanza de la historia reciente desde la "transformación educativa " cuya autoría le pertenece a Gonzalo de Amézola, de la Universidad Nacional de La Plata y la de General Sar- miento, inicia este grupo compuesto de tres trabajos. Destaca el autor su intencionalidad en ahondar en las relaciones entre la Historia enseñada, la Historia académica y los textos escolares argentinos en un arco amplio y complejo que abarca desde fines del siglo XIX y todo el XX centrándose a posteriori en los cambios introducidos en la forma de estudiar el pasado en la década de 1990. Fabiana Alonso, de la Universidad Nacional del Litoral, titula su capítulo VII "La dictadura militar argentina (1976- 1983) en los libros de Ciencias Sociales e Historia para el tercer ciclo de la Educación General Básica. Este capítulo tiene como propósito auscultar el tratamiento que se realiza de la última dictadura argentina en los textos escolares de historia. A tales efectos se investiga sobre diversas editoriales para el tercer ciclo de la Educación General Básica. Alonso analiza la representación del pasado recientey de qué manera el abordaje de este oscuro período se vincula con la recuperación de la democracia. El capítulo VIII "Concepciones acerca de lo social en los manuales de Historia. De la Dictadura al temprano siglo XXI", escrito por la socióloga Julia Coria de la Universidad Nacional de Buenos Aires, describe las transformaciones operadas con I 1 ' i l N I ACIÓN 19 i' l.uión a las tesis explicativas de lo social que se observan • ii lus libros de texto para la enseñanza de la Historia. Dicho ni ilisis nos remitirá, a su vez, al abordaje del vínculo entre co- i miento científico y conocimiento escolar. Coria se pregunta u Mué medida la escuela -observada a la luz de los libros con i" < 11u: enseña Historia-hace suyas las tesis acerca de lo social I u' 'puestas por la ciencia en el transcurso que va desde el golpe di I .lado de 1976 hasta la década del '90. líl capítulo IX escrito por la historiadora Viviana Postay, unos usos de los textos de ciencias sociales en las escuelas "nidrias cordobesas durante la Dictadura", reconstruye a i' i •i -s de testimonios orales algunos modos y usos de lectura de 111« h< >s manuales,recuperando las maneras en las que se vincu- luniii los diferentes actores educativos con los textos escolares. , < "mínelas de resistencia, reproducción de los vaivenes del • un inilo prescripto? ¿qué nos dicen los testimonios? Ese es el . l• 11 ii> que asume la autora. I I lercer y último apartado corresponde a. Dos propuestas • •iiiiiriules que plasman diferentes proyectos y producciones . 'lii'H míos. Componen este grupo dos capítulos. 1i K-orporamos el capítulo X escrito por Paula Guitelman de 1 1 1 'DiversidadNacional de BuenosAires, autora de "Entretener La Revista Billiken durante la última dictadura" |Mii(|in- consideramos que una clasificación amplia de textos .l.ires excede el marco de la educación formal y abarca i-l conjunto de material impreso o reproducido apto para i ii'iaulizaje escolar. En ese sentido, esta revista cumple con requisitos. Por otra parte, Billiken, más allá de ser una i > L ni' legítima de análisishistórico, adquiere valor documental i i .u lo ;i su alcance y difusión editorial que le permitió tocar i nevadísimos de tirada, históricamente llegando a ocupar 11111uf.iir central en la cultura argentina. En Paren las rotativas, < u L is I llanosky destaca como este medio gráfico se extendió i i|'i>l.miente al mercado hispanoamericano, llegando a enviar 11111.--; de ejemplares a España, México, Venezuela,Colombia y !'• MI, y con picos de tirada de 500.000 ejemplares (1996: 34). interesa la difusión de Billiken, no sólo en cuanto a las 11 icas que difundió, a los discursos explícitos e implícitos •i". i< uno y adhirió.
  • 11. 20 CAROLINA KAUFMANN Finalmente, este último capítulo XI escrito por Rubén Na- ranjo y Raúl Frutos, "Elgenocidio blanco. La Editorial Biblio- teca Vigil, Rosario "responde a la reconstrucción de un proyecto editorial de vanguardia a partir de la creación del Departamento Editorial, con la correspondiente historia de la Editorial Bi- blioteca Vigil. Esta Editorial se entronca con el Proyecto de la Biblioteca "Constancio C. Vigil", experiencia cultural ajena al Estado y generada por un heterogéneo grupo de vecinalistas, ciudadanos e intelectuales provenientes de diferentes sectores ideológicos y sectoresde la ciudad de Rosario, Argentina. Esta institución ejemplo de organización culturaly popular solidaria fue intervenida por la Dictadura en 1976. Desde 1966a 1976,1a Editorial Biblioteca publicaría más de cien títulos con cerca de dos millones de ejemplares, destinados a donaciones a escuelas, bibliotecas y al público en general, vendiéndose a bajísimo costo para posibilitar masivamente el acceso a la lectura. Su Servicio Bibliotecario modelo y pionero en el lugar, registró cifras no alcanzadas por institución alguna en la ciudad. Quiero, en estos párrafos finales rendir mi cálido recuerdo y reconocimiento a un luchador que recientemente nos ha dejado físicamente. El 4 de octubre de 2005, falleció Rubén Naranjo, uno de los autores de este capítulo, quien pese a su delicado estado de salud en los últimos años, accedió generosamente a colaborar en este tomojunto a su amigo y compañero de luchas, Raúl Frutos, el Bibliotecario Mayor de la entonces Biblioteca Constancio C. Vigil. Rubén Naranjo ocupó cargos docentes durante tres lustros de la Facultad deArquitectura de la Univer- sidad Nacional de Rosario, artista plástico, destacado militante de las organizaciones en defensa de los Derechos Humanos, de la educación pública, y de la protección y amparo de chicos de la calle. Director de la Escuela deArtes Visuales Vigil y Director de la Editorial Biblioteca, ciudadano Ilustre por el Consejo Municipal de la ciudad de Rosario a partir del 30 de setiembre de 2004; sólo contabilizan algunas de las múltiples facetas de este gran hombre. "Murió Naranjo, elhombre de la cultura y los Derechos Humanos", "El ejemplo de un luchador", son algunos de los titulares de los periódicos locales en el día de su partida. Para nosotros, adquiere una significatividad superlativa, que éste trabajo, integre y corone este tomo. I'KKSENTACIÓN 21 El Tomo 3 "Textos Escolares" será parido al cumplirse los U) ;iños del golpe de Estado que dio comienzo a la Dictadura ini'is atroz que vivimos los argentinos y de cuyas marcas, los libros escolares no han sido ajenos. Sirvan estas investigaciones v u-flexiones no sólo para conocer el pasado que palpitó en los libios de texto, sino también para pensar y reforzar los valores democráticos que los textos son capaces de vehiculizar. A todos los autores, compañeros de ruta y a todos los colegas i|iic nos han acompañado, en estos años, mi reconocimiento, Igradecimiento y afecto. Carolina Kaufmann Rosario, diciembre del 2005
  • 12. PRIMERA PARTE I ,OS TEXTOS ESCOLARES, POLÍTICA E IDEOLOGÍA
  • 13. ('¡ipítulo I Políticas pedagógicas de cuidado y espera: los libros de lectura I >.11 a la escuela primaria en la Dictadura Pablo Pineau introducción L;i vinculación entre prácticas de la lectura y cultura po- lílica ha sido destacada ya por varios autores. Diversas obras de Roger Chartier (1995), y el monumental trabajo de Aime-Marie Chartier y Jean Hebrard (1994), al demostrar • i"' en los países centrales la constitución de determinados |Mil,|icos lectores no estuvo exenta de la construcción de su- i los políticos, abrieron al análisis las distintas posibilidades i|iu- sobre dicho tema se fueron dando a lo largo del avance ili l,i modernidad. V;irios de los trabajos incluidos en la compilación de Ga- Imrhi Ossenbach y Miguel Somoza (2001), y en la de Rubén ' u. ii/,/a y Pablo Pineau (2002) para el caso argentino, señalan '|M'- lincas semejantes se han verificado en diversos países de i iiiiuuiinérica. Como en otros casos, en nuestro país el eje (iniH-ipal que estructuró la discusión pedagógica fue la articu- l,K mu entre cultura política y sistema educativo, una de cuyas iinn iones principales fue la construcción de públicos letrados. i >• ..Ir sus orígenes en el sigo XIX, la escuela buscó integrar • ii ii 11lunadamente a los sectores populares así como formar i upos gobernantes en una lógica moderna heredada de la llir.dación y el Liberalismo. A lo largo del siglo XX esta relación tuvo una serie de ' Mullios que acompañaron el devenir de la nación y forjaron su 1-1 ini i;i política y educativa. Una alternancia entre dictaduras •I Hemos electos -síntoma de profundos debates y oposicio-
  • 14. !6 PABLO PINEAU nes- se sucedieron entre 1930 y 1983.A partir del 24 de marzo de 1976 y hasta el fin de ese período se instauró un gobierno militar que llevó a cabo un proyecto represivo de alcances in- usitados y macabros, a la vez que sentó las bases para el triunfo del neoliberalismo en las décadas siguientes. La sociedad argentina sufrió uno de sus períodos más traumáticos a partir de que el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional asumió el control de la república. En ese entonces, los grupos en el poder sostenían que la crisis que atravesaba el país era producto de una sociedad que se había desbordado. Los instrumentos para corregir y disciplinar a la sociedad formaron parte de un proyecto político represivo basado en la violación a los derechos humanos mediante el estado de sitio, la sumisión del poder judicial y el terrorismo de Estado1. Ese reordenamiento político acompañó un reordenamiento económico. Se adscribió a las teorías monetaristas de la escuela de Chicago en privilegio del sector financiero. La apertura de los mercados, el fomentode las importaciones, laprogresiva elimina- ción de los mecanismos clásicos de protección de la producción local y una pauta cambiaría desfavorable se combinaronpara dar como resultado un proceso de desindustrialización y concentra- ción económica (Aspiazu, Khavisse y Basualdo, 1986). Por supuesto, el terreno educativo no estuvo exento de esta situación. La renovación cultural y pedagógica de los años 60 y 70 había puesto en cuestión los modelos educativos previos provenientes del siglo XIX. Esos años habían visto la aparición de fenómenos como la adscripción por parte de docentes y pe- dagogos a las llamadas teorías "críticas" -que iban desde Iván Illich al reproductivismo-, la expansión del psicoanálisis, la presencia de la psicología social, la dinámica grupal, la peda- gogía de la recreación y las nuevas concepciones de infancia, y la publicación de textos escolares más modernos que propi- ciaban la lectura comprensiva solipsista. En los 70, se derivó a una mayor radicalización política mediante la sindicalización docente, las campañas de alfabetización inspiradas en Paulo Freiré, la extensión universitaria y la difusión de la pedagogía 1. Véase al respecto Novarro y Palermo (2003), O'Donnell (1997), Duhalde (1999) y Pucciarelli (2004). I'IÍDAGÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 27 i ilinación2. Esta situación fue un importanteabono para ii i.iílma, sobre todo para quienes añoraban cierto pasado , ,i de un orden perdido por efecto de dichas moderai- >ii<",, entendidas siempre como desviaciones, excesos y hi" i linajes producidas o utilizadas por la subversión. Diversos autores han señalado ciertos elementos consti- Hios de las políticas educativas de la época: su carácter iiv<>", la militarización del sistema, la burocratización y i i n ,i I i/ación de su estructura administrativa, la violación a IIIN derechos humanos más elementales y la pérdida de la es- iieidad pedagógica del sistema3. Es nuestra hipótesis que 1 1 Iheladura instrumentó una política educativa basada en dos . n .Mej'ias. Porunlado, la que podemos denominar la estrategia >*•/»/•<',v/'«, coto de los sectores más tradicionalistas, que buscaba Imcci desaparecer -con el peso que este término tuvo en esos a los elementos de renovación previos presentados en el pAunlb anterior; y por otro la estrategia discriminadora, coto .!> los sectores más tecnocráticos, que buscaba desarticular los • li positivos tendientes a la democratización social (cuyo lema l» .iliía haber sido "una escuela única para todos sin importar 1 1 c 11lerendas"), y proponer un sistema educativo fuertemente > l i .i-riminado en circuitos diferenciados de acuerdo al origen Oí lal de los alumnos. I )entro de este marco, en este trabajo nos proponemos ana- li/ar el impacto de estas concepciones en dos problemáticas vinculadas los libros de lectura para la escuela primaria: en IHiiiier lugar, las políticas de censura -donde actuaron más Inertemente las tendencias represivas y oscurantistas-, y en Ncgundo lugar la política metodológica sobre la enseñanza ini- ( i.il de la lectoescritura en la Ciudad de Buenos Aires -donde M iuaron más fuertemente las tendencias discriminadoras y leenocráticas-, para concluir presentando algunas inferencias sobre su articulación con la conformación de la culturapolítica en dicho período. .'. Véase un desarrollo de estos temas en Puiggrós, (1995). a caracterización ha sido hecha especialmente de acuerdo a los siguien- tes trabajos: Tedesco, Braslavsky y Carciofi (1983), Tiramonti (1985) y KaufmannyDoval(1997).
  • 15. 28 PABLO PINEAU 1. La estrategia represiva: las políticas de cuidado Para la Dictadura, todo hecho educativo podía implicar un acto de represión por su intrínseca "capacidad subversiva", por lo que el impacto del terrorismo de Estado dentro del sistema escolar fue enorme.La desaparición forzada de personascastigó muy duramente a docentes, investigadores, estudiantes -sobre todo por su condición dejóvenes-y alresto de supersonal.Aeso deben sumarse exilios, encarcelación, cesantías y despidos por motivos ideológicos, cierre de instituciones y carreras, quema de libros, prohibición de manifestaciones culturales y unifor- mización de la cotidianeidad escolar4. De acuerdo a Masiello, (1987), "la esfera pública había sido vaciada de su polifonía de voces (porque) la norma autoritaria expulsa a los individuos de una esfera pública y se niega a permitirles el diálogo con el poder o cualquier crítica del Estado". De acuerdo a esto, podemos sostener que cada material escrito debía demostrar su inocencia para ingresar a la escuela, cuya aduana se volvió mucho más dura que en otras épocas Todo texto era considerado peligroso, y diversos y poderosos mecanismos de control se pusieron en acción para evitar sus efectos de "subversión y penetración ideológica". Godoy y Broda (2003) sostienen que el control de lalectura en las bibliotecas del ámbito universitario circuló por un cir- cuito de censura (mediante la prohibición de ciertos textos, la negación u omisión de acceso a ciertos materiales conservados y el disciplinamiento del acceso a la consulta) en articulación con un circuito de violencia (desaparición de libros incluidos en los catálogosprevios por "baja" o "transferencia", quemade textos y otras formas de destrucción de ejemplares). Creemos que esto también es aplicable al nivel medio, donde hubo una buena cantidad de libros prohibidos y escondidos -como los textos de la derogada materia Estudio de la Realidad Social Argentina (ERSA), elmanual Las edades moderna y contempo- ránea de Juan Bustinza y Gabriel Rivas, de editorialKapelusz, 4. Véase al respecto Dussel, Finocchio y Gojman, (1996), y Garaño y Pertot (2002) para el caso específico del Colegio Nacional de Buenos Aires. II AS 1'liDAGÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 29 trancáis et la vie de Gastón Mauger y Maurice Brezeure, ullimo editado en el extranjero5. I :.u> también se manifestó en la formación docente. Por •Icinplo, el expediente 52887/78 del 17 de octubre de 1978. (Inundo por Albano Harguindeguy como Ministro interino de ( iilima y Educación,prohibe el uso de la obra de Paulo Freiré ' u l<>:; institutos de formación docente de nivel nacional. Respecto a los libros de lectura para la escuela primaria, . i (improbable que la opción represiva fue privilegiar los • ii MUIOS de control como la continuación y profundización de 1 1 políticas tradicionales sobre el tema. No hemosencontrado casos de censura de libros de lectura6, l n cambio, la Dictadura revitalizó un viejo mecanismo que ii ii 'i,i ido perdiendo poder paulatinamente en los años previos: i 1 necesidad de la aprobación de los textos por parte del Esta- llo pura poder ser usados en las escuelas7. Así, más que libros prohibidos", llegaban a las escuelas primarias listas de libros .i|¡lobados" o "recomendados", de donde se deducía que los i|iic allí no se encontraban estaban censurados8. I ,a transferencia de las escuelas primarias a las jurisdic- i iones en las que se hallaban habilitó un nuevo mosaico de i|uohaciones por parte de los distintos poderes locales, que Vónsc al respecto los detallados análisis de cada caso en Invernizzi, H. y (¡ociol (2002). ir l .1 única excepción que encontramos en libros para este nivel -que no inicilc ser considerado un "libro de lectura"— es "Dios es Fiel", libro para i alequesis de sexto grado escrito por la hermana Beatriz Casiello y editado |ioi Editorial Guadalupe. Véase al respecto el detallado análisis en Inver- ni/y.i y Gociol (2002). Sobre el origen de este dispositivo, véase el trabajo de Paula Spregelburd (2002) Hasta la década de 1960, era común que los libros de texto acla- man en su portada en forma destacada que habían sido aprobados por el lisiado. Luego esto comenzó a ser puesto en un lugar menos importante y hasta quitado de los créditos, lo que señala el debilitamientodel dispositi- vo. H Por ejemplo, la Circular General N° 24 de la Dirección de Educación Pri- maria del Ministeriode Educación y Cultura de la Provincia de Buenos Aires de 1980, presenta una lista de aproximadamente cincuenta libros de U'cUira aprobados para su uso por la Comisión Técnica ad hoc de acuerdo a los siguientes aspectos: "contenidos, metodología, presentación gráfica, nspcctos formativos, morales, cívicos, sociales y estéticos, preservando con rsla acción los principios fundamentalesque informan (sic) la educación primaria bonaerense, sus fines y objetivos".
  • 16. 30 PABLO PINEAU limitó el imperio de las previas otorgadas a nivel nacional. Por eso algunos librostuvieron que esperar su aprobación por largo tiempo9, otros vieron limitada de hecho su circulación dentro de las escuelas, o debieron ser modificados para poder continuar siendo editados El ejemplo paradigmático de esta última situación fue "Dulce de Leche", libro de lectura para cuarto grado escrito por Beatriz Tornadú y Carlos Joaquín Duran para Editorial Estrada, aprobado por el Consejo Nacional de Educación en 1973 y pu- blicado por primera vez el año siguiente. Si bien tuvieron que atravesar una dura aprobación estatal -a la que la autora tilda de "retrógrada" y "preconciliar"- que llevó a realizar algunos cambios menores, la obra condensa muchas de las nuevas for- mas del texto que se venían gestando desde fines de la década del 50: los cambios de diagramación y uso de la imagen, la desaparición de la importancia puesta en el disciplanamiento vocal y corporal del "buen lector", el tratamiento de nuevos temas en las lecturas, la sustitución de losproblemas morales por problemas sociales como nudo de sus argumentos, la inclusión de textos sin moraleja y con final abierto y la pérdida del tono moralizador explicito (Linares, 2004). Tal vez éstos cambios fueron los motivos que lo volvieron un éxito inmediato. Pero en 1976, ya empezada la Dictadura, la editorial solicitó a los autores que modificaran parte de los textos para su cuarta edición por una objeción de las autoridades educativas y ecle- siásticas sanjuaninas. Así lo recuerda la autora: "[En la editorial] Empezaron a hacer una lecturacrítica del libro. [Se ocuparon] en encontrarprincipios de subversión en cosas como las siguientes: había una lectura donde no- sotros contábamos la historia de unafamilia migrante por las cosechas, porque eran cosecherosy entonces, termina- ba diciendo que el niño no había tenido la oportunidad de aprender a leery escribir. (...) El planteo tenía que ver con valorar la situación de alfabetización, y darle valor a la posibilidad de alfabetizarse. (...) [Pero] los conflictos eran los que no aguantaban, no aguantaban que no hubiera un 9. "Páginas para mi", de Beatriz Tornadú, Zulema Cukier y Rosa María Rey, representante también de la línea renovadora y editado por Aique en 1976 antes del inicio de la Dictadura, fue aprobado por Entre Ríos en 1979, y por Córdoba recién en 1983. l ' l i l l l U AS I'ÜDAGÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 31 liiiiii /<'//z. Porque decían que asi a los chicos se los cargaba ¡le iiny.Kxtia, y que la angustia era subversiva"10 lista nueva versión, publicada a comienzos de 1977, fue i|""kida por los Consejos de Educación de varias provincias i < .iilnnicia de la edición de 1974 autorizada sólo por la ins- i ni. 1.1 nacional, y por tal limitada a muy pocas escuelas después • I' I'»/K). De esta forma, durante esos años circularon por las t-in nclas dos versiones del texto con autorizaciones distintas. • <• H siguiente ejemplo de los cambios entre ellos: / ii l'aíria que no se ve (1974) líos dicen que lapatria está en los monumentos, en los lihin.i de historia, en los desfiles del 9 dejulio, en los cua- i ll i ».V... I'1 1ligo que la patria no se ve. Está bajo la tierra, en tantos ./i/c murierontrabajando, estudiandoy luchando. i -.iii en las regiones que se secan o se inundan. Está en los ie/ii<>s que se sientan en la estaciónde tren. Está en la mesa i/íim/c almuerzo cada día. A li /mlria está en la bandera descolorida de una escuelita de < iitn/iaña. En aquel grupo de coyas que van a cortar caña. i i<i en una capilla en medio de la montaña, donde con pa- liihnis muy simples se pide la lluvia, lapaz, el trabajo. Mi ¡inlria madruga para entrar a lasfábricas, para ir a la ucla, para curar enfermos. I ¡¡i ¡latría es mía cuando me siento hermano de todos. Por- ,/i/c ¡¡atría es una palabra que proviene de padre. Hunde está la patria (1977) Muflios dicen que la patria está en los monumentos, en los ile/iles del 9 dejulio, en los cuadros... )n <ligo que la patria no está solamente allí. La patria está i n v// historia. Está en el corazón de tantos que trabajan, . ••ludíany luchan cada día. I iii en las cosechas y las sequías.Está en los viejitos que se venían en la estacióndelferrocarril. Está en la mesadonde iilniiicrzo cada día. i" l nlicvista realizada a Beatriz Tornadú por Cristina Linares y Pablo Pineau, ilu icmbre de 2004 (Archivo HISTELEA).
  • 17. 32 PABLO PINEAU Mi patria está en la bandera de una escuelita de campaña. En aquel grupo de coyas que van a cortar caña. Esta en la capilla en medio de la montaña, donde con palabras muy simples se pide la lluvia, la paz, el trabajo. Mi patria madruga para entrar a lasfábricas, para ir a la escuela, para curar enfermos. Y lapatria es mía cuando me siento hermanode todos. Por- que patria es una palabra que proviene de padre. En la nueva versión han desaparecido los términos que podrían resultar "incorrectos" para la infancia -"bandera descolorida", "inundaciones", "muertes"-, se sustituyeron otros -ferrocarril por tren-, se presenta una visión de sociedad armónica y no conflictiva, y se cambia la argumentación en la que el autor mostraba su diferencia de opinión con un otro para pasar a su complementariedad. Pero si bien la censura no actuó sobre los libros de lectura, sí lo hizo sobre otros textos que circulaban por las escuelas prima- rias de entonces como una forma de la politica deliberada de re- presión cultural. El detallado trabajode JudithGociol y Hernán Invernizzi (2002) demuestra cómo diversas oficinas públicas tenían dicha función a su cargo, en las que el control sobre este tipo de librosno fue menor. En 1976 se creó en el Ministerio de Educación y Cultura el Área de Recursos Humanos y luego la Asesoría de Comunicación Social,nombres de cobertura dados a los organismos de control y censura. A partir de 1978, bajo el mando del coronel Agustín C. Valladares, se llevó a cabo el denominado Operativo Claridad para lavigilancia ideológica del sistema. En dicho marco, en agosto de 1979 se creó la Comisión Orientadora de Medios Educativos, entre cuyas funciones se encontraba la detección de textos "subversivos". Junto a esto, los sectores más duros del gobierno dicta- torial tildaban a las políticas desarrolladas por el Ministerio de Educación como "blandas" a partir de la caracterización como espacio de subversión real y potencial que le asignaban al sistema escolar. El Informe Especial n.10 del Estado Mayor General de Recto (EMGE), fechado en octubre de 1977 sobre "La subversión en los medios culturales" sostiene, respecto al Ministerio de Cultura y Educación", que: "En el Consejo de Educación se desempeña una comisión de fiscalización del libro de lectura escolar. Hay algunas i i HACil'xilCAS DE CUIDADO Y ESPERA... /<' vif/n data, que hacen al tema,pero que no se cum- ihin l-'.n este momento y con las nuevas autoridades i¡ ¡'acarando seriamente el problema, en procura de iiliicion"". I I IHI . 1 1 ID los organismos de seguridad buscaban controlarlo •i ios espaciospúblicos y privados, a la vez que cumplir I. i. mes que consideraban que el Ministerio de Educación >l M ni forma incompleta. Así, del Ministerio del Interior i l;i Dirección General de Publicaciones, cuya función iiolai los escritos. Esta dependencia determinó laprohi- I' una buena cantidad de libros destinados a la infancia man bastante circulación en el sistema educativo, entre -.<• encuentran "Un elefante ocupa mucho espacio", de i u-mann, "Niños de hoy", "Nuestros muchachos" y "El ni; siendo niño"deAlvaro Yunque,"La Torre de cubos" u.i Dcvetach, "Mi amigo el Pespir" y "Cinco patas", de uí i lio, "Cuentos para chicos", de Jacques Prevert, "El u, MUÍ, los niñosy el amor" de Agnes Rosenthal,y "Cinco " del Colectivo libros para niños de Berlín. I ,i estrategiadiscriminadora: lus políticas de la espera i ' i u i . > n la estrategia represiva, identificamos dentro de la Illli i .•(lucativa de la Dictadura a la estrategia discriminadora, i-,.. "i'ieiivo fue romper la unidad del sistema de educación felli i para dar lugar al fortalecimiento de circuitos diferen- Illn .I. .leucrdo a los distintos sectores sociales. l un e oirás medidas ubicables en esta estrategia, se en- H un.ni las transferencias a las jurisdicciones provinciales de . . líelas nacionales de nivel inicial y primario en 1978, el I I • stado de su rol principal como agente educador el iiiMiilu ,il funcionamiento de las cooperadoras y la existencia luicncs de ingreso para los institutos públicos medios y l>> rimes. Kn su conjunto, sus consecuencias fueron un au- Illlo en lastendenciasde segmentación del sistema, mediante IHVCI BANADE, incluido en el Archivo General de la CONADEP u .mu Nacional sobre la Desaparición de Personas).
  • 18. 34 PABLO PINEAU la distribución desigual del bien educación entre los distintos sectores sociales (Braslavsky, 1985). Como ya había sucedido en otros gobiernos militares12, la política educativa de aquellos años tuvo también un compo- nente tecnocrático que buscaba generar una homogeneización disciplinada de las prácticas pedagógicas mediante una pro- puesta modernizadora en cuestiones didácticas. En una forma ya ensayada anteriormente, volvieron a articularse enunciados filosóficos de corte trascendentalista y tradicionalista con po- siciones didácticas acríticas e instrumentalistas. Kaufmann y Doval (1997) ya han señalado la preeminencia del binomio perennialismo y educación personalizada en los casos nacional y entrerriano, cuya presencia puede ser ubicada también en otros ejemplos. En este trabajo queremos analizar las políticas desarrolladas en la Ciudad de Buenos Aires sobre enseñanza de la lectoescritura inicial. La transferencia de las escuelas primarias y preprimarias implicó el montaje deun nuevo sistema educativo en la ciudad, que comenzó a desarrollar secretarias, recursos, direcciones y proyectos. En 1979 se puso en marcha el Programa de Capa- citación y Apoyo al Docente (PROCAD), una propuesta de actualización docente a distancia mediante módulos de distri- bución periódica que duró hasta 1982, y en 1981 se sancionó el primer Diseño Curricular de nivelprimariopara la jurisdicción, en cuyas elaboraciones participaron conocidos pedagogos supuestamente vinculados con posiciones progresistas. Con ellos, la Dictadura se proponía generar una homogeneización de las prácticas pedagógicas mediante una propuesta de cambio tanto en cuestiones ideológicas como didácticas. Los nuevos documentos sustituyeron los términos "programas" o "planes" por "curriculum", presentaban abordajes de Robert Gagné, Jerome Bruner y Jean Piaget en su versión estructuralista que respondían al tecnocratismo autoritario del período. Braslavsky y Krawczyk (1988), sostienen que lasposiciones didáctico-pedagógicas de la Dictadura eran las siguientes: 12. Véase al respecto Southwell (1997) para comprender esta situación en la denominada "Revolución Argentina"(1966-1973). i'H>A<¡ÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 35 11 1,1 iluncnsión más importante del hecho educativo es el i 'M> ilc aprendizaje, y no de enseñanza; 2) el aprendi- • : un hecho individual y no social;y 3) ese proceso de '•// njc esta determinado por la maduraciónpsicológica r<v;<i de los educandos". I »i .iriierdo con estos principios se desarrolló una propues- l.i i-iiscñanza de la lectoescritura altamente limitadora, li.i|o el manto de un cierto discurso democratizador de II i" i" .il ;ilumno" -a su tiempo, a sus acciones, a su nivel lilulivo, a sus ritmos de aprendizaje-, tiraba por la borda las •i' • u .mués que sobre el tema se habían llevado a cabo en los 1 11 ir. veinte años. Estas concepciones producían un retorno a mués clecodificadoras, instrumentalistas e individualistas " •!• i Mmentó de las posiciones presentes en la renovación de 1 • !• r.i<las anteriores que se basaban en la comprensión y la i luí i ion como prácticas sociales y colectivas. Serrín losnuevos preceptos curriculares, el aprendizaje ini- l'lrtl ilc l.i lectoescriturabásica debía prolongarse por tres años. 1 " • l |nmicr grado de la escolaridad, el primer cuatrimestre 1 ! <i.i rsiar dedicado a tareas de "aprestamiento" -orientación ' hoja, repetición de formas y figuras, uso del lápiz—, y en •nudo cuatrimestre, se esperaba que el alumno reconociera .uindios once grafemas que respondieran a un solo fone- 110 presentaranproblemas ortográficos para su uso en la u.i española (las cinco vocales y las consonantes "d", "1", ni "n", "p" y "t"). A estas se sumaban la "y" en función de -luíante y en su posición inicial en yo, y la "s" sólo para ""MI plurales. Un total de trece letras. Su objetivo era que el '! "i uno "aplique el código gráfico en la producción de palabras " u messencillas". Se aclara además que "sólo a fin de año el • i' 11 um >podrá leer textos muy simplesen los aparezcan los gra- i . ipie ya maneja", y que "El maestro trabajará básicamente i"1, i'.iafemas indicados; sin embargo, si el alumno maneja 111iene curiosidad o interés por avanzar en la práctica de • ' . i-.rafemas, no se lo limitará; antes bien, se lo estimulará idnalmente". En segundo grado debía reconocer algunas l.ules fundamentales del código gráfico. Su objetivo era •Jtir "aplique el código gráfico en la elaboración de oraciones illas". Finalmente, en tercero debía reconocerlas a todas.
  • 19. 36 PABLO PINEAU Su objetivo era que "el alumno aplique el código gráfico en la elaboración de oraciones y discursos sencillos"13. De esta forma, aquellos alumnos que provenían de fami- lias con un capital cultural letrado importante, en las que las prácticas de lecturay escritura eran cotidianas, realizaba en ese ámbito las operaciones psicológicas y los saltosepistemológicos para alcanzar la "maduración" que la escuela esperaba pero no producía. Por el contrario, aquellos alumnos que provenían de hogares en los que la presencia de libros y materiales escritos era escasa, no contaban con la posibilidad de llegar a dicho "nivel evolutivo", ya que la escuela consideraba que no era su función ayudarlo a alcanzarlo. De acuerdo a estas directivas didácticas, se produjo una j nueva carnada de libros para la enseñanza de la lectoescritura. Entre ellos se destaca "Pupi y yo", de Marta Segú de Cao, Lucía Ayerdi de Hughes y otros, editado por Kapelusz por primera vez en 1982. En él se suceden una cantidad de lecturas queparecen ser más juegos de palabras que textos significativos. Véase por ejemplo el "poema" con el que concluye el libro: Papá y Mamá A mamá Pinté alelíes Mamita mía y un montón de mimos en tu día A papá Iluminan el patio las amapolas y en la mano de mi papito las uno a todas 13. Todos los encodilladosresponden al Diseño Currícular de la Secretaría de Educación de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (pp. 231 y ss.). 1 ' • n 11A( LÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 37 de la mano ,i /'ií/»(/<; luna, liniiniíi <•! manantial. 11>is de la mano... I >n idilio ideal! ||' Miriulcmos alúltimo escrito deunlibro graduado como "mío máximo de aprendizaje al que, al menos en la pres- » Ion, deben llegar los alumnos, se evidencia en este caso la u se sus alcances y expectativas. El texto es monótono, < inivo, cstcriotipado y carente de sentido. No parece ser la Mii .ilucrta al mundo de la cultura escrita, como se proponía k|«u'¡is anteriores, sino un artificio escolar más. La Dictadura i ' i.-.í a cumplir sus objetivos de discriminación social y .il>.i ,i las nuevas generaciones del derecho a la cultura. •'iiclusiones i ¡i I)ictadura sostenía que la "infiltración subversiva" en las "•liis era producto de los excesos -de saberes, de opiniones, i lilndes, de prácticas- que habían orientado la política iiliva de las décadas previas. Educar, entonces, fue cuidar nuevas generaciones de los males del pasado producidos ¡¡m "generaciones perdidas" que las habían precedido. n política educativa, en especial en lo que compete a los •• de lectura para la escuela primaria, señala cómo esta opción buscó aplicarse a todos los niños, y por extensión IM la sociedad. De acuerdo a esta posición, los alumnos • ni ser ante todo cuidados. No había que hablarle de temas >i rectos" ni usar con ellos términos "ofensivos y reñidos Ni moral".Había que preservarlos inclusive de la "fantasía i,ida" y de los "términos impropios", y protegerlos de que i u elidieran lo que no podían por su condición de infantes de trece letras a los siete años- por los riesgos que esto i producir. La política sobre el acceso a la cultura letrada de .HUÍS marca una continua necesidad de espera y detención no permitir la llegada de lo extraño que la palabra escrita • i desatar. Se optaba por no enseñar, por no permitir que icvos se apropiaran de la cultura,por no ponerles a su dis- lón lo recientemente transitado para que lo reescribieran.
  • 20. 18 PABLO PINEAU Se buscaba romper la cadena de la herencia inmediata y en su lugar imponer la espera de la maduración. "Urnas bien guardadas" y la existencia de "objetivos y no plazos construían una sociedad disciplinada por infantilización -"País Jardín de Infantes", lo llamó María Elena Walsh- que debía ser cuidada y demorada, que no alcanzaba su condición ciudadana y no podía regir sus destinos, que aún no estaba "madura" para gobernarse. Se estaba fraguando una cultura política que negaba la aparición de algo inesperado, para sólo permitir la repetición o el cumplimiento de leyes inexorables donde los nuevos sujetos no tuvieran lugar de acción. Señala Hanna Arendt (1993) que la necesidad del terror de los totalitarismos nace del miedo a que, con el nacimiento de cada ser humano, un nuevo comienzo se eleve y haga oír su voz en el mundo. La matanza producida por Herodes al enterarse del nacimiento del "ungido" es su paradigma. Por eso las dictaduras rechazan lo nuevo y lo incierto, lo que no pueden controlar. Las propuestas totalitarias pretenden fabricar el futuro, controlar y planificar cada paso para garantizar la continuidad de su mundo. Imponen el terror a partir de su propio terror a los Otros. Si bien, como sostienen Novaro y Palermo (2003), hablar de totalitarismo en sentido estricto es un poco forzado para el caso argentino, probablemente este miedo fue el que guió las políticas educativas de la última Dictadura. Si la palabra escrita es una puerta a la invención, cuidar lo que se lee, demorar el acceso, negarse a enseñar, eran formas de impedirlos usos inesperados que las nuevas generaciones pudieran hacer con ella. Por eso, quienes concurrimos a la escuela en esa época te- nemos la obligación de demostrar que su miedo era verdadero. Debemos hacer uso de la palabra escrita de las formas má creativas posibles en papeles, pantallas y paredes. Puede qu ese sea el mejor legado que podemos dejar a las que aún está por venir. ITDAGÓGICAS DE CUIDADO Y ESPERA... 39 ii nrias bibliográficas i i , I I (1993) La condición humana, Alianza, Madrid. PIA/u, D., KHAVISSE, M. y BASUALDO, E. (1986) El nuevo it-onómico en la Argentina de los años 80, Legasa, nos Aires. ll.AVSKY, C. y KRAWCZYK, N. (1988). La escuela pública, i' i nos FLACSO. Miño y Dávila, Buenos Aires. ( I'JXS) La discriminación educativa en Argentina, Miño l>in ila, Buenos Aires. ..... i, R. (1995) El mundo como representación, Gedisa, ..... <; A.-M. y HEBRARD, J. (1994) Discursos sobre ¡a lec- < ícdisa, Barcelona. lH'11/./.A, H. (dir.) y PINEAU, P. (codir.) (2002) Para una hisio- líi enseñanza de la lectura y la escritura en la Argen- '< •/ Catecismo Colonial a La Razón de mi Vida, Miño y iMvihi, Buenos Aires. i ni, L. E. (1999) El Estado Terrorista Argentino. Quince itiin-, ¡Ifspués, una mirada crítica , EUDEBA, Buenos Aires. 1 1 . I., FINOCCHIO, S. y GOJMAN, S. (1997) Haciendo memo- tlti i'ii el país del Nunca Más, EUDEBA, Buenos Aires. • i , S. y PETROT, W. (2002) La otra Juvenilia. Militancia i «i j'ií'sión en el Colegio Nacional de Buenos Aires (1971- 'ViSYi), Biblos, Buenos Aires. •"y, C. y BRODA, V. (2003) "El poder de la palabra bajo Vl|ii!nncia en la universidad pública de la dictadura", en KAU- N, C. (dir.) Dictadura y Educación. Tomo 2. Depuracio- r vigilancia en las Universidades Nacionales Argentinas, Muí» y Dávila, Buenos Aires. 1 i i'Ni/./.i, H. y GOCIOL, J. (2002) Un golpe a los libros. Re- i»n a la cultura durante la última dictadura militar, EU- i 'i HA, Buenos Aires. i MANN, C. y DOVAL, D. (1997) Una pedagogía de la re- •!• iii El prerennialismo en la Argentina (1976-1982). Serie i" • ilaciones, Facultad de Ciencias de la Educación de la
  • 21. 40 PABLO PINEAU Universidad de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Pa- raná. LINARES, M. C. (2004) Una nueva generación de libros de lec- tura. Ponencia presentada en el Congreso Internacional "Polí- ticas culturales e Integración Regional". Facultad de filosofía y Letras, Universidadnacional de BuenosAires. MASIELLO, F. (1987) "La Argentina durante el Proceso; las múl- tiples resistenciasde la cultura", en AAW Ficción y Política. La Narrativa argentina durante el proceso militar, Alianza, Buenos Aires. Novaro, M. y Palermo; V. (2003,) La Dictadura Militar (1976- 1983), Piados, Buenos Aires. O'DONELL, G. (1997) Contrapuntos. Ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización, Piados, Buenos Aires. OSSENBACH, G. y SOMOZA, M. (eds.) (2001) Los manuales esco- lares comofuente para la historia de la educación en Améri- ca Latina, UNED, Madrid. PUCCIARELLI, A. (coord.) (2004) Empresarios, tecnócratas y militares. La trama corporativa de la última dictadura, Siglo XXI, Buenos Aires. PUIGGROS, A. (dir.) (1997) Dictaduras y Utopías en la historia reciente de la educación argentina (1955-1983),Galerna, Bue- nos Aires. SOUTHWELL, M. (1997) "Algunas características de la forma- ción docente en la historia educativa reciente. El legado del espiritualismo y el tecnocratismo (1955-1976)" en PUIGGROS, A. (dir.) Dictaduras y Utopías en la historiarecientede la edu- cación argentina (1955-1983),Galerna, Buenos Aires. SPREGELBURD, R. (2002) "¿Qué se puede leer en la escuela? El control estatal del texto escolar (1880-1916)", en CUCUZZA, H. (dir.) y PINEAU, P. (codir.) Para una historia de la enseñanza de la lectura y la escrituraen la Argentina.Del CatecismoCo- lonial a La Razón de mi Vida, Miño y Dávila, Buenos Aires. TEDESCO, J. C., BRASLAVSKY, C. y CARCIOFI, R. El proyecto edu- cativo autoritario (1976-1982) GEL, Buenos Aires. TIRAMONTI, G. (1985) ¿Hacia dónde van las burocracias educa- tivas?, Cuadernos FLACSO, Miño y Dávila, Buenos Aires. .ipilulo II M.11niales de educación primaria: • i uro la clausura y la búsqueda • l- intersticios Graciela M. Carbone A la memoria de mi abueloLuis, librepensador, docente, inspirador de utopías llilrociucción I tis investigadores que se han ocupado de los manuales oírsele perspectivas históricas, ideológicas o didácticas, l'niíifidcn en señalar su relación estrecha con las normas cu- li (ciliares. En los análisis que se abocan a obras vigentes en n;i historia reciente prevalece la idea de que los manuales .1Muyen interpretaciones expandidas de las normas curri- > ul.iíes. A partir de allí, las divergencias son frecuentes, tanto pin los marcos interpretativos que sustentan los juicios como |IIH los focos elegidos desde cada perspectiva disciplinar. Las |«i .u iones ideológicas desempeñan un papel importante en es- • TIientes de interpretación y juicio, aunque no son exclu- nirs. A título de ejemplo, podemos contrastar a Richaudeau 11 ''SI) destacado autor de manuales que expuso sus criterios lie elaboración pedagógica en referencia a las prescripciones > iniiculares, con los representantes de la teoría crítica de la lianza, como Gimeno Sacristán (1988), que en una de sus nlii.is clásicas sostiene sostiene que los manuales son moldea- de la práctica curricular en las escuelas. Si continuamos con la evocación de las perspectivas de ;i igación, nos encontramos con otra mirada que modula la mi. nor: considerando la perspectiva histórica, los manuales IIIIM efectuado importantes contribuciones a la construcción mi,mu de la norma curricular. Esta valoración subraya una m>i.i distintiva de los manuales, puesto que evoca su originario
  • 22. -I' GRACIELA CARBONE emplazamiento en aquellas clases en las cuales se llevaron a cabo los primeros pasos de la universalización de la enseñanza, con algunas claves de interpretación de su poder educativo: los manuales fueron instrumentos de graduación de los co- nocimientos impartidos en la enseñanza simultánea, que se proponía regular esa marcha homogeneizando su progresión (Choppin, 1992,2000). En virtud de estas consideraciones abordaré el estudio de los manuales de enseñanza primaria vigentes en el período de la dictadura 1976/1983. Me circunscribiré a esos años, con la aclaración de que la comprensión de ciertas evoluciones que se operan en los textos tienen como coordenadas temporales las normas curriculares que precedieron a la dictadura citada y los cambios que se produjeron a partir de la Asamblea Federal de Educación que completó la transferencia de las escuelas primarias a lasjurisdicciones provinciales y a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Para circunscribir los problemas que abordaré, elijo ciertas aproximaciones conceptuales al términomanual o libro de texto, que en este trabajo serán considerados equivalentes: "Un texto escolar es: Un determinado discurso o praxis so- cial enunciativa, destinado al uso sistemático del escolar y del docente". "Se trata, pues, de un instrumento de lapraxis educativa sis- temática, y su discurso es, así,parte del discurso educativo global. Se trata de unfragmento de laformación discursivo- ideológica que llamamoseducación. En estesentido,el con- texto amplio en que se inscribe el texto escolares el espacio educativo y su discurso" (Bertoni y col, 1986:20). Esta aproximación propone el eje ideológico como orde- nador del análisis, a la vez que sitúa al manual en el espacio colectivo de la escuela. El empleo deliberado y organizado que lo caracteriza orienta a los ejes de trabajo elegidos. A la vez, el hecho de explicitar que se trata de praxis social enunciativa contribuye a explicitar el carácter de su autonomía en la cir- culación de discursos de la escuela. Esto ayuda a especificar que haré prevalecer el análisis documental de los libros, aun a sabiendas de que su lugar de circulación creó condiciones > i i . ] > l EDUCACIÓN PRIMARIA... 43 i i » . iiu as de reconocimiento entre los sujetos pedagógicos: lluí rules v alumnos. I '.u ,1profundizar en la especificidad didáctico-comunicativa id I libio de texto, propongo otras precisiones resultantes de la i ir.u ion comprometida con la restitución de la memoria ' ucla: <•/ nitiiniiil didáctico o cualquiera de sus partes constitu- i. muí unidad lingüística comunicativa en la que el autor <i,l,'/'iii formas pragmáticas de transmisión de un mensaje • ii /unción de las expectativas del interlocutor-alumno. To- i/,/v produccionespedagógicas son por definición textos nnnicativos". "un /(-.Y/O didáctico es un constructo redactado conforme a ' minadas reglas, no sólo las del sistema de la lengua, iiii> Ins propias del modelo específico que cada tipo de ma- iiii.i/ utiliza. Este sistema es finito, obedece a un orden y iniii Miccsión y se cierra como estructura que se formaliza nln-ilcdor de sus significaciones" (Escolano, 2000:446). I .1 perspectiva didáctico-comunicativa, involucrada en la u '.iiiueión de la memoria de la escuela acrecienta el caudal de 1 1 investigaciones ideológicas, aquellas que adjudicaron a su •i1 1' luí cr el sentido de sentar precedentes para la recuperación •le l.i democraciaa partir de la segunda posguerra mundial: i / manual escolar ha sido siempre... un producto cultural niici venido, sometidoa regímenesjurídicos deautorización, i i'ii.iira o examencon diferentes registros de rigor, según el it-nor de las coyunturaspolíticas" (Escolano, 1998:17). I'oí las condiciones de producción, los manuales escolares Illn uhiii criterios del mercado con otros de carácter pedagógico, i|iir ¡i su vez entablan relaciones con las normas curriculares vil videncia, cuyas notas distintivas -fluidez y compatibilidad, ii os, marchas rezagadas, tensiones, censuras, prohibicio- invi , son expresiones de la complejidad de la historia1. l'nlrc las condiciones de producciónde la muestra elegida cabe destacar que una importante cantidad de ediciones y de reimpresiones omite los il.iins de autoría de los manuales.Esta característicase acentúa en los tom- ín anos años ochenta.Asimismo, se puede destacar como otracaracterística
  • 23. 44 GRACIELA CARDONE Este esbozo de relaciones justifica que vincule el estudio de los manuales de educación primaria con las normas curri- culares. La producción editorial de la dictadura transita entre dos decisiones de políticacurricular, originadas en sendos gobiernos de facto: los Lincamientos curriculares de 1972; los Contenidos Mínimos elaborados en laAsamblea Federal de 1976, de la que resultó la nueva normativa aprobada el año siguiente2. 1. Las normas curriculares como coordenadas temporales a) La norma curricular de 1972 entró en vigencia a partir de procesos novedosos de construcción que incluyeron la con- vocatoria institucional, el trabajo colectivo de comisiones de especialistas y la aplicación de diagnósticos mediante el empleo de técnicas de investigación y consultas a docentes de distintas jerarquías. Fue presentado como "elemento renovador" de la enseñanza, rasgo que involucraba los puntos de vista didáctico y científico. Lineamientos Curriculares, 1972, 5. Entre las características metodológicas de la elaboración se destaca el reconocimiento de la autonomía de las escuelas y la convocatoria a la participación institucional para la redacción y evaluación de los Lineamientos, rasgos contrastantes con la índole del régimen político que cobijaba la iniciativa y con las normas que le siguieron. Lineamientos Curriculares, 1972, 9. El texto que comento constituye un precedente de formula- ción de normas curriculares, dentro de la teoría del curriculum que se difundía en forma incipiente a comienzos de la década. Los rasgos de modernidad que lo caracterizan constituyen aspectos de contraste con los libros en vigencia. A semejanza de otras producciones de época, en el texto curricular se puede observar la coexistencia de enunciadosadscriptos al tecnicismo que cobraba vigor con otros de índole espiritualista en los que la afinidad con la "educación personalizada" era clara. A esas saliente la gran cantidad de reediciones sin modificaciones de la editorial Estrada, a partir de 1965. 2. Resolución Ministerial 284/77. i AI I S DE EDUCACIÓN PRIMARIA... 45 iiMi.r. se agregaba la incorporación de conceptos piagetianos, ijiir •,(• unían sincréticamente en la formulación de objetivos de |M riliu-ación, en las propuestas de contenidos y en las orienta- iii nos docentes. i >li/i'tivos: I ,i t-sniela debe favorecer el desarrollo integral y armónico iA• /i i personalidad del alumno para lograr un hombre libre i .ipii: de: Elegir su propio destino como persona. ( tiranizar su conducta según principios éticos " (Linea- mientos Curriculares, 1972:19). "A. Operar en el nivel de pensamiento formal. llamee el dominio de las operaciones concretas y se inicie i-ii el pensamiento operatorio formal" (Lineamientos Curri- . uhircs, 1972:20). "III. Integrarse enforma consciente y creadora en la comu- iinlíid argentina, latinoamericana y universal" (Lincamien- to-, Curriculares, 1972:19). 1 ,a corriente espiritualista se consolida con la formulación lie i il>jctivos de creciente especificidad, que a su vez encuentran 1 1' 1 1,imientas de verificación de sus logros en los instrumentos di -valuación. Estos puntos de confluencia -como han anali- /mlo algunosinvestigadores críticos de nuestra historia recien- i . evidencian que los propósitos de control podían conseguirse mediante la adopción creciente de las ideas y técnicas del i Diuluctismo.Al desbrozar esas complejas amalgamas de espi- i iiniilismo y operacionalismo, que se consolidan en el período <l'-l gobierno de facto 1976-1983, los investigadores argumentan v prueban la funcionalidad de la segunda corriente al enfoque V los propósitos de la educación personalizada, gestada en el • no de la dictadura franquista.y adoptada durante los gobiernos •Ir Tacto de la década en Argentina (Kaufmann, 1997 y 1999; val, 2003 en Kaufmann, tomo2). b) La Asamblea Extraordinaria del Consejo Federal de I •ilucación en diciembre de 1976 sancionó una nueva normativa • unicular para los niveles primario y medio, que debía regir ni todas lasjurisdicciones a partir de la Resolución Ministerial 284/77. Entre los considerandos sejerarquizaba la conveniencia
  • 24. •ir, GRACIELA CARIK INI de contar con objetivos y contenidos minimos comunes a todo el país, susceptibles de adecuaciones, para homogeneizar la validez de los certificados de estudios. Firmaba la resolución el ministro Ricardo Pedro Bruera (Res 284, 1977:5). En la introducción se lee: "el educando constituirá el eje de organización de la Escuela Argentina" y los doce años que comprenden los niveles citados se estructurarán "en función de las tareas que correspondan a las etapas vitales que abarcan". Un argumento central para justificar la reforma era la pro- gresiva "extensión de la escolaridad general "y la "descentrali- zación total de los servicios educativos" (Res 284, 1977:7). Este documento también enunciaba que la"intencionalidad pedagógica "se basaba en la atención a las necesidades evolu- tivas de los educandos. El marco referencial era el "Fin y los Objetivos Generales de la Educación Argentina". Laredacción orientaba hacia el enfoque: "Esas necesidades básicas del niño se refieren al desenvolvimiento de la afectividad, al desarrollo de su dimensión social y religiosa, al desarrollo motriz y al I pensamiento operacional y concreto". Como otros investiga- dores de la historia de la educación han probado, esta versión de la incorporación de Piaget se caracterizaba por constituir el desarrollo operatorio en un fin formal. Un punto a destacar de la fimdamentación nos permite tender puentes con el abordaje de los manuales: "La escuela, para que el alumno logre el desarrollo de la dimensión religiosa, apoyará actividades y formas de expre- sión de las vivencias religiosas que el niño experimenta y aprende en la comunidad adulta con la que está encontacto, todo eso de acuerdo con el Fin y los Objetivos Generalesde la Educación Argentina" (Res 284, 1977:8 y 9). "En el desarrollo de la dimensión social del educando se habrán de estimular los sentimientos de valoración de la unidad y estabilidad de lafamilia como núcleo básico de la sociedad, y será necesario desarrollar hábitos y aptitudes para el cumplimiento responsable de los deberes y de los derechos que le son propios como miembro de la sociedad que integra" (Res 284, 1977:8 y 9). Teniendo en cuenta el alcance de las normas, es oportuno observar el intento de compatibilización entre la afirmación excluyente de una pertenencia religiosa y de una concepción • II Di: HDUCACIÓN PRIMARIA... 47 || i imili.i con ciertos rasgos de fundamentación psicológica t|ii> iliiki el tono de actualización de la época. En este sentido, |MH mi niilablc empobrecimiento teórico, la normativa retoma i ir. ii leas que ponen en contacto este documento normativo I-IIM i I .niierior. i i descentralización autoritaria constituye en el orden i i.il, una primera amenaza a la producción masiva y ho- IIC.I. i i pioducciones de los manuales testimonian, con pru- < i i-icrta fragmentación entre el orden nacional y el de las 11' nones. Tendré oportunidad de demostrarlo en algunos •'. de comparación entre manuales que tenían vigencia en -1 ilorio nacional y los especialmente escritos para la ciudad neiios Aires. 11u.i norma curricular que tiene particular interés por su peión y elaboración y por la influencia que tuvo en las i ieas docentes es el Diseño Curricular 1981 de la Municipa- i de la Ciudad de Buenos Aires. Analizaré algunos tópicos •ti i ¡.le documento en virtud de su incidencia en las ediciones il> m.imiales inmediatamente posteriores a la vigencia de dicha ii.i I u los "instrumentos legales" del documento, las autoridades (tiNliliean la resolución en la sanción de los contenidos mínimos ii el argumento siguiente: "la organización curricular debe leí a la formación integral de los niños, para posibilitarles • l desarrollo futuro de su personalidad" (S Ed MCBA, Res i'" 10, 1980, s/n). I n la presentación del Intendente de la época, el documento u- ni nativo aparece respaldado por ser representativo de las ten- >!. neiíis transformadoras que se manifestaban en lo científico • uluiral y por afirmar la identidad nacional y los principios . i i .nanos (S Ed MCBA, Res 3000, 1980:1). Aparecen, así, una articulación normativa expresa -los contenidos nacionales-; una coincidencia ideológica -la afir- nmción política y religiosa- y una connotación impuesta a los 1111« • i1ibros del sistema educativo para consolidar la vigencia del di» nmento: la respuesta al dinamismo de la época.
  • 25. 48 GRACIELA CARBONR 2. Los tópicos. Pertenencias excluyentes: religión y patria antes de y a partir de 1981 2.1. La mirada crítica de la educación intercultural En este punto,es necesario incluir los análisis de laideología de los manuales en las preocupaciones teóricas por los enfo- ques de la diversidad cultural que en la actualidad caracterizan numerosos estudios del curriculum escolar en sus distintos circuitos. Los enfoques de la diversidad cultural, desde su surgimiento en el espacio de la investigación educativa y de otras cien- cias sociales, han coincidido en la denuncia de la imposición realizada por los representantes de los sectores hegemónicos, manifestada en la satanización o la execración del distinto, su exclusión del espacio sociocultural, la coacción, el exterminio. También se han ocupado de otras versiones aparentemente más inocentes, como la descalificación social o la invisibilización. En un estudio detenido de los manuales, es preciso abarcar aquellos contenidos en los que el distinto está representado por los habitantes de países limítrofes, por los aborígenes, los pueblos regionales dentro de estados autoritarios, los pueblos trasplantados, vencidos y esclavizados, por los creyentes de distintas religiones, por pensamientos y militancias políticas distintas u opuestas, entre otros. También es preciso detenerse en las disciplinas que se ocupan de la teorización sobre lanatura- leza del hombre.En asuntos como los destacados las estrategias sectarias penetran en los textos, en sus contenidos manifiestos u ocultos, presentando los exponentes de la verdad y el bien sin fracturas ni disidencias, o simplemente en aspectos menos identificables, como las propuestas didácticas, los cánones de aprendizajes disciplinarios que se deslizan a lo largo de los años conformandotradiciones cuyos efectos no son fácilmente observables. Siguiendo estas preocupaciones, una reflexión sobre la en- señanza de la Historia puede preceder el estudio que sigue: los cánones que han prevalecido en su enseñanza han contribuido a que tuviera éxito una afirmación de sentido común según la cual la historia es el dominio de la memoria sin sentido. Tal vez esa imagen negativa obstruya la reflexión opuesta: la que MANUALES DE EDUCACIÓN PRIMARIA... 49 •stimule a desconfiar de las generalizaciones acerca de los ifci ios de las asociaciones irreflexivas entre memoria e historia . K nlar (Laville, 2002:6). I ,ospropósitos educativos en los que coinciden las posturas ijiic su proponen la consistencia entre la conciencia crítica, la n|imximación científica y el fortalecimiento de la memoria histórica, en la perspectiva de la educación general parecen luí ulularse en torno a algunos ejes, entre los que elijo los |igu¡entes: • I,os alumnos deben acceder a la información sobre las di- ferencias culturales. Sus abordajes deben permitir estable- cer nexos con el pasado, con las variables de los contextos históricos que generaron las condiciones de desigualdad y marginación o exclusión de las minorías. También deben ser explícitas en la consideración de los conflictos sociales del presente en torno a este eje, y es su responsabilidad alertar sobre las consecuencias posibles de su proyección lutura, de no articularse los esfuerzos de la sociedad y del I stado en su defensa. • 1,11 consonancia con esos enfoques integradores, el de la educación intercultural debe ser consistente con la educa- ción del ciudadano como miembro pleno comprometido con el bien común. • I,os criterios pedagógicos de esta educación han de enca- minar a las prácticas que desafíen la reflexividad en el sen- lido de cuestionar estereotipos y actitudes discriminatorias. También deben favorecer actitudes de respeto, justicia y solidaridad hacia los otros en todas las dimensiones de la diversidad y sensibilizar positivamente hacia las relaciones inlerpersonales y culturales interétnicas. 1 a educación intercultural debe formar competencias co- municativas que faciliten la interacción entre niños, jóvenes y adultos distintos, así como la profundización en el cono- cimiento y la valoración de sus patrimonios culturales.
  • 26. 50 GRACIELA CARB. >NI 3. Algunos temas curriculares de los manuales 3.1. Territorio. "Límites y fronteras" Aun cuando parece evidente que se trata de una relación política, expresada en una configuraciónespacial, este tema el encarado como un rasgo de la Geografía física del propio país. En los libros pueden reconocerse dos tendencias en laconccp- tualización de las fronteras del estado. La primera imagina las fronteras como instrumentos de clausura del territorio estatal;la segunda como zonas críticas, de choque, conflicto o tensión. En elprimer caso, "límite"y "frontera" se utilizan casi como sinónimos, y se tiende a ver en ellos una línea demarcatoriaantes que una región o área; una línea que permite separar y distinguir dos estados y dos sociedades, y administrar adecuadamente sus intercambios. Para representarlos se recurre a metáforas como "barreras" y "muros". Las fronteras son áreas vacías de socia- bilidad, zonas de tránsito regulado -por lotanto militarizadas-, que permiten comunicar lugares de ambos países que están emplazados fuera de las regiones fronterizas" (Romero,102). Las zonas de tensión: "Bajo el rótulo de "conflictos limítrofes " suelen incluirse reivindicaciones territoriales de muy diversa índole. Por un lado, áreas que han dado lugar a diferendos... Junto a ellos, territoriossobre los cualesse reivindica unasobera- nía originariadudosa y anteriora la constitución del estado argentino, como el caso de las islas Malvinas " (Romero, 2004:104-105). Las dos miradas complementarias de la visión autoritaria de la sociedad y la cultura expresadas en las posturas sobre territorio y fronteras tiene claros exponentes en los manuales de la dictadura. Algunos de esos ejemplos, por su abordaje, permiten inferir el entramado ideológico de los enfoques, que podremos identificar en el carácter "transversal" de los conte- nidos y formas de comunicación. En relación con el contexto político que abonan las cohortes de manuales de la dictadura, elijo el caso de lajustificación de la defensa del ser nacional: u M I . I I I IMPLICACIÓN PRIMARIA... 51 ' i ¡ii'iir de los años transcurridos desde entoncesnuestros ••iMidos... en algunos casos lucharon contra grupos mjei'os y en otros, las luchasfueron internas... de las i'. mantenidas para organizarel país y del nivel de cul- .ili-tinzado, y cuando parecía haberse logrado 'asegurar <nc/icios de la libertad para nosotros y para nuestra l',",i, ni/iu!', como estableceel preámbulo de laConstitución Mu iii/nil, fuerzas extrañas a nuestra nacionalidad pusieron 11i',r/> la seguridad de todos los argentinos,pretendiendo iiiniliiar aquellasnormasy valores morales de que hablába- Hinf i>or otrasforáneas, ajenas a nuestrosentir nacionaly a ¡itis firmes tradiciones. I ,••,!• panorama, conjurado a tiempo, puede repetirse en . ii,ili¡iiÍL'r momento. Para evitarlo es necesario estar pre- I', u iltl»S. l'.ini hacerfrente al ataquede esasfuerzas que atenían con- n,i l,i seguridad nacional, existen lasfuerzas de seguridad ." -.niizadas y las Fuerzas Armadas en cuyas filas prestan , i MI YO obligatoriotodos los ciudadanos, según lo establece . / .ir/iculo 21 de la ConstituciónNacional, que dice: 'Todo , iiit/iiilano está obligado a armarse en defensa de la Patria i il>'i'xta Constitución'... l''.ln acción, para ser más eficaz y permanente, debe es- i,u ¡¡poyadapor la de todos los habitantes" (Kapelusz, 6° J978:116). I través de las fronteras y debido a la poca atención que merecieron durante muchos años, se fue realizando una penetración humana procedente de países vecinos. Esto I'indujo a veces un poblamiento de la zona con elementos t'lranjeros. l'iird evitar las posibles consecuencias desintegradoras de i",in situación, que pudieran afectar a la seguridad nacional, ¡•1 ¡''.stado ha dictado diversas normas, leyes y decretos, que w refieren a la defensa integral del territorio y que compren- den enparticular todo lo referente a las fronteras. I huí de esas medidas establece las zonas de seguridad en c/ área defronteras. Las zonas de seguridad son fajas del lerriloriofronterizo que alcanzan diversa extensión.Esta es /i/iida por la ComisiónNacional de Zonas de Seguridad en- eiirgada de este importanteaspecto de la defensa nacional. < tiros aspectos que vigila esta comisión son la radicación ile personas en dichas zonas, controlando la presencia de
  • 27. 52 GRACIELA CARBONE extranjeros, como asimismo la actividad de los medios de comunicación y la explotación de los recursos naturales de /a zona "(Kapelusz, 6°1978:118). Estos párrafos muestran continuidades y acentuaciones de tendencias discursivas e ideológicas respecto a los manuales tradicionales que prevalecieron en la década de los sesenta. Continuidades, porque el grado de formalismo con que se alude a lastradiciones nacionales y a las fuerzas adversas vincula los textos de Civismo con las formas convencionales prevalecientes en la asignatura y en el conjunto de las Ciencias Sociales. Pero la afirmación de tendencias es fácilmente observable, porque la imagen de la patria amenazada desplaza el sentimiento de orgullo reconocido en la mayor parte de las obras y permite anticipar la justificación de la defensa armada. La figura del extranjero como amenaza y de las fronteras como zonas de potencial desintegración debida a la penetración de elementos extranjeros, son elecciones discursivas que hablan por si mismas de la adaptación del manual que analizo a la ideología oficial. Destaco también la dominancia de la función apelativa y la ausencia de la argumentación, que tienen la misma importancia que la elección del léxico para afirmar la función apelativa. 3.2. Los países limítrofes Otra estrategia discursiva sereitera en temas menos tratados en años anteriores a los de la dictadura 1976/1983 para producir efectos en la conducta del lector. Se trata de la guerra con Brasil. La mención de los agentes, la homogeneización de los actores, el involucrar al lector en el "nosotros",la adjetivación dedicada al responsable del combate y a las condiciones de los bandos locales, concurren a la valoración sesgada de la actuación en combate y evita la consideración de la guerra en sí misma, sus procedimientos, larelación entremediosy fines y las consecuen- cias como problema eje de educación de la conciencia cívica. Los ejemplos que siguen ilustran esos propósitos: "En esa época, la Banda Oriental estaba en poder deBrasil. Un patriota llamado Juan AntonioLlavalleja, alfrente de un grupo de oficiales y soldados, conocidoen la historia con el nombre de 'los treintay tres orientales', desembarcó en el territorio oriental y encabezóla lucha contra losbrasileños. MANUALES DE EDUCACIÓNPRIMARIA... 53 //// congreso reunido en elpueblo de La Florida proclamó la unión de la Banda Oriental con las demás provincias argen- tinas. A raíz de esta unión el Brasil nos declaró la guerra " (Kapelusz, 5° 1981:106). "A'/ Brasil estaba gobernadopor un emperador; poseía una ¡toderosa escuadra y unfuerte ejército. A ellos solo podían Aponérseles algunos barcos de guerra improvisados y las milicias, casi todas porteños. Felizmente,se contaba con el vitltir y la pericia de Browny de losjefes y oficiales forma- dos junto a San Martín, que acababan de regresar de las nmipañas de Chile y Perú" (Kapelusz, 5° 1981:107-108). Al analizar el "discurso belicoso" de las fronteras, Romero ilcslíica que el involucramiento de autor y lector apela a la es- linlcgia del empleo del "nosotros" (Romero, 2004 107). iJJ. El territorio como sustento de reivindicaciones bélicas lintre las selecciones literarias, la poesía "Soledad" de i1 ' -lioni aparece en los manuales de la década en ediciones clllcrentes, que preceden y están incluidas en manuales del go- i'n MIÓ defacto que analizo (Peuser, 1971, 5°, 49; Kapelusz, 6°, I'' /X:304 y 5°, 1981:317). Es preciso detenerse en el texto y en IHN operaciones discursivas y didácticas de su abordaje. "Soledad l'n'iie las alas salpicadas de islotes. I v nuestra bella del mar. I ii patria la contempla desde la costa madre i ini un dolor que no se va. i > lii-ne el pecho de ave sobre la onda helada. i- caída en su igual. I1 titila se levanta entre sus alas. c >in<-rey no puede volar. •in<> a mujer robada le quitaronel nombre: !,<> arrojaron al mar; !,<• dieron otro,para que olvidara (¡uf ella no sabe pronunciar, h'l viento es suyo: el horizontees suyo
  • 28. 54 GRACIELA CARBONE Sola, no quiere más. Sabe que un día volverá su hombre Con la bandera y el cantar... " (José Pedroni. Kapelusz, 6°, 1978:304). La poesía elegida extiende los propósitos educativos en dos áreas: Lengua e Historia. Es importante detenerse en ellos, porque la compartimentación disciplinar que es clásica de los manuales no debe identificarse con los rasgos de enfoque o de estilo que confieren coherencia al manual. a) El tratamiento poético 'Soledad', de José Pedroni. Cuestionario. 1. ¿Cuál es el tema de la poesía? 2. Explica el por qué del título. 3. ¿Con quién compara elpoeta a la isla Soledad? 4. Pega aquí o dibuja la parte del mapa de la República Argentina donde se encuentra la isla. Justifica la com- paración establecida. 5. Transcribe todas las expresiones referidas a la patria y a su actitud doliente por el despojo sufrido. 6. Extrae del texto tres imágenes que personifiquen a la isla. 7. Cita alguno de los verbos que den mayor impresión de tristeza y soledad. 8. Lee con atenciónnuevamentelapoesía. ¿Encierra o no un mensaje de esperanza? Explícalo. 9. Describe brevemente la fauna insular" (Kapelusz, 1978:316). La poesía afirma la función apelativa, notoriamente más saliente que la estética. La animización del territorio refuerza las formas cerradas de enseñanza del contenido al que se alude. La educación del gusto estético, a su vez, está presente en el cuestionario e incluye el tratamiento de imágenes, que era una de las novedades de la iniciación estética de la época, en la enseñanza de la apreciación literaria y de la composición. La interpretación que puede inferirse de los criterios deeducación estética tiene antecedentes reconocidos en la producción de manuales. Es posible anticipar, de la lectura de las preguntas, resultados atomizados que disolvían todo acercamiento a las MANUALES DE EDUCACIÓN PRIMARIA... 55 futilidades del lenguaje poético. En cuanto a las actividades de (Iroflrafia incluidas, no contribuían a la elaboración personal de tilín postura, sino que reforzaban la que inducía el manual. i'i 11 tratamiento histórico ('orno precedente, es importante conocer que las islas Mal- vinas iniciaban el tratamiento del programa de Geografía en ese «IV> liso significaba un cambio de relevancia en la secuencia funicular de la asignatura, puesto que tradicionalmente los • nifi ios de progresión eran el la secuencia que partía del trata- Hiii'iiU) de las características naturales y derivaba a la geografía liniiiiina. Consecuentes con este marco teórico, la progresión ilrl i-sludio de la Argentina y de los continentes se ordenaba de |n uniera! a lo regional. I ;i poesía que he transcripto es consistente, pues, con la (iM-M-iitación jerarquizada del territorio en conflicto y con la JIM ni quización de sus tópicos en Historia, lo que en perspectiva . esboza como la profundización de propósitos encaminados i 1 1 creación de una agenda bélica. En el relato histórico, las 11.11egias se pueden reconocer como las clásicas de los manua- |t<* entendidos como portadores del conocimiento legitimado, i'ini|iic en esta oportunidad podemos dar testimonio de la tnpccificidad del tema: l.i denominación genérica de los agentes de la ocupación los franceses, los ingleses-, o del derecho: "la verdadera dueña, España" 1 empleo de los términos que al calificar los actos abre- VKIII las explicaciones: "atropello-despojo"... "la Argenti- M,I ha protestado repetidas veces"..."el capitán se apoderó violentamente" (Kapelusz, 5° 1978:7-8). I Ilema y el texto persisten con el mismo enfoque a lo largo ili i periodo. En los últimos manuales, a través de las preguntas, ION mitores guían el análisis de causas de lo que se expresa. Y • u • i.i oportunidad remiten al alumnoa vincular la poesía con 'iñudos de Historia y Geografía (Kapelusz 5° 1981:317).