El documento habla sobre si los hijos deben ser vistos como una misión u posesión. Verlos como una posesión lleva a ser padres condescendientes y a tener hijos pasivos y dependientes. Verlos como una misión requiere ser un buen padre demostrando amor, manteniendo buen clima familiar, educando en la confianza y el diálogo, predicando con el ejemplo y compartiendo tiempo de calidad con los hijos.