El arte gótico se desarrolló entre los siglos XII y XV, principalmente en las catedrales de Francia, como expresión de la nueva religiosidad y el poder de las ciudades. Se caracteriza por el uso del arco apuntado, la bóveda de crucería y elementos verticales como los arbotantes y pináculos. La escultura gótica se hizo más narrativa y naturalista, mientras la pintura incluyó maestros como Giotto, los Lorenzetti y los primitivos flamencos como Van Eyck.