El abuelo intenta contarle a su nieto/a la historia de Caperucita Roja, pero constantemente se equivoca en los detalles como los nombres de los personajes y los eventos. El nieto/a continúa corrigiéndolo, frustrándose con la forma en que el abuelo enreda la historia. Al final, el abuelo le da una moneda al nieto/a para comprar un chicle.