Una tabla en una base de datos almacena datos recogidos por un programa en columnas llamadas campos, que pueden ser de texto, numéricos, fechas u otros tipos. Una clave principal identifica de forma única cada registro, e índices mejoran la velocidad de búsquedas. Las tablas se relacionan entre sí formando estructuras relacionales de uno a uno, uno a varios, varios a varios o indeterminadas para seleccionar y procesar datos de forma rápida.