El documento habla sobre las actitudes correctas hacia el dinero. Menciona que tener una mala actitud hacia el dinero puede distorsionar las prioridades y arruinar relaciones. Aunque el dinero se menciona frecuentemente en la Biblia, no debe ser el objetivo principal de una persona. El dinero es una herramienta que Dios da para satisfacer necesidades, pero no trae felicidad ni es señal de favor divino. Se deben evitar mentiras como que el dinero es la raíz de todos los males o que la pobreza es un privilegio.