Los tres pilares fundamentales de la programación orientada a objetos son la abstracción, la herencia y la encapsulación de información. La abstracción permite enfocarse en las características y comportamientos clave de un objeto sin considerar detalles irrelevantes. La herencia posibilita que un objeto herede atributos y métodos de otro objeto superior. La encapsulación implica ocultar datos y funciones dentro de una clase para proteger la información.