Para ejercer como técnico en prevención de riesgos laborales (PRL) se requiere una titulación universitaria, un máster o un curso superior en técnico superior de PRL. Para el nivel intermedio se requiere haber completado un curso autorizado de técnico en PRL. Las empresas subcontratadas deben tener su propio plan de PRL y la empresa principal debe vigilar que se cumplan los requisitos de seguridad y salud laboral.

1. 1. Formación requerida para ejercer como técnico en PRL:
a. Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales:
Para el desempeño de las funciones denominadas de nivel superior es
preciso contar con titulación universitaria (licenciado, ingeniero o
arquitecto, diplomado universitario) y/o el título de máster o curso
superior en Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales que
incluya la formación mínima prevista en el Anexo VI del Real Decreto
39/1997.
b. Técnico Intermedio en Prevención de Riesgos Laborales o Técnico
Superior en Riesgos Profesionales:
Para el desempeño de las funciones denominadas de nivel intermedio
es preciso contar con la formación recibida en un curso autorizado de
técnico en prevención de riesgos laborales que incluya la formación
mínima prevista en el Anexo V del Real Decreto 39/1997.
Esta formación dejó de autorizarse a partir de la aprobación del Ciclo de
Grado Superior de Técnico Superior en Riesgos Profesionales, ciclo
que, desde su aprobación, es necesario que se curse para poder
desempeñar estas funciones.
2. Si soy una empresa subcontratada ¿necesito un plan de PRL o me
basta con unirme al plan de seguridad de la empresa principal?
Cuando las empresas que contraten o subcontraten con otras la realización
de obras o servicios, correspondientes a la propia actividad de aquélla y que
se desarrollen en sus propios centros de trabajo, tienen no sólo el deber de
coordinarse, sino también una obligación de vigilancia por parte de la
empresa principal respecto de contratistas y subcontratistas. Debe vigilar que
estos cumplan la normativa de prevención de riesgos laborales, una tarea
que va mucho más allá que la de coordinarse. Así:
> El empresario principal tiene un deber de vigilancia amplio, de
manera que evite los incumplimientos de la normativa de
seguridad y salud laboral del contratista.
> El deber consiste en comprobar que las empresas que ha
contratado cumplen las respectivas obligaciones en materia
de prevención de riesgos laborales, más que en vigilar
directamente a los trabajadores en la ejecución de la
prestación laboral.
> Antes del inicio de la actividad en su centro de trabajo, el
empresario principal exigirá a las empresas contratistas y
subcontratistas que le acrediten por escrito que han realizado
la evaluación de riesgos y la planificación de la actividad
preventiva de las obras y servicios contratados; el empresario
también comprobará que han cumplido sus obligaciones en
materia de información y formación respecto de los
trabajadores. Estas obligaciones se trasladan a la contratista
en caso de subcontratas. Su alcance se recoge en el artículo
10 del Real Decreto 171/2004