Adán y Eva desobedecen a Dios al comer del árbol prohibido y son desterrados del paraíso, condenados a sufrir y trabajar para sobrevivir. Prometeo roba el fuego de los dioses para mejorar la vida humana y es encadenado por Hefestos en el Cáucaso para ser devorado diariamente por un ave y regenerado noches, sufriendo eternamente. Ambos desafían a la divinidad y son castigados severamente.