Los lentes de alto índice ofrecen una opción funcional para aquellos que necesitan recetas más fuertes, ya que permiten lentes más delgados y ligeros manteniendo la misma calidad óptica. Aunque cuestan más, evitan que los anteojos dominen la cara del usuario. Los lentes de alto índice son normalmente del 20 al 65% más delgados que los de plástico convencional y tienen bordes más finos, haciéndolos más cómodos de usar.