Este documento habla sobre el legado que los padres dejan a sus hijos a través de la crianza con amor y respeto. Argumenta que cuando los padres crían a sus hijos guiados por principios de amor, compasión, enseñanza y disciplina positiva, sus hijos se sentirán cuidados, comprendidos, equipados, con autocontrol y valientes. Aunque los hijos puedan tomar caminos distintos, el legado más importante que un padre puede dejar es el ejemplo de seguir a Cristo a través de su propia vida.