1. REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
UNIVERSIDAD ROMULO GALLEGOS .VALLE DE LA PASCUA. EDO
GUARICO
ANALISIS DE LA UNIVERSIDAD CERCADA
Integrantes:
DRA: OMAIRA DIAZ
AGUILAR VALMORE C.I N° 10.975.926
PANTOJA. ANGEL CI.N°8.565.913
SANCHEZ MARIA C.I N°11.845.492
TAVERA MARLENE C.I N°8.589.290
MÉNDEZ NIGRALIA C.I N° 12.363.040
ZURITA HERMOGENES C.I N°9.913.231
Sección B
Valle de la Pascua Diciembre 2011
2. ANALISIS DE LOS CONTENIDOS TEORICOS
Para iniciar, se puede decir que Rigoberto Lanz, realiza unas
reflexiones sobre cómo debe ser el funcionamiento de las universidades, el
mismo señala que hay que derribar esos muros intelectuales, hay que salir
de esos dogmas, donde solo interesa un titulo, un diploma y no existe una
vinculación con las realidades del momento, no hay una correspondencia
entre las universidades y las necesidades del mercado laboral.
Las universidades tienen que sentir a sus comunidades, ir más allá del
servicio comunitario y en función de ello, se requiere de una
transformación que atienda directamente las perspectivas, necesidades,
visiones de las mismas, ese nuevo profesional debe estar impregnado con
todas esas perspectivas y a la vez estar preparado para darles solución a
ellas.
Por otra parte es bueno acotar que existe un agotamiento del paradigma
universitario, como se dijo anteriormente es necesario romper las cercas
académicas, de las jaulas teóricas, de los encierros conceptuales, de los
claustros escolásticos, la universidad ha venido trabajando con viejos
modelo que no han dado respuestas a estos nuevos paradigmas y por lo
tanto la transformación de la universidades es necesaria, para tener
docentes , estudiantes y comunidades vinculadas a un nuevo procedo
educativo, de manera de tener profesionales holísticos , emprendedores y
en definitiva la universidad que queremos.
Por otra parte este mismo autor refiere que no debemos confundir la
mundialización del conocimiento con “globalización” ya que esto conlleva
a conflictos intelectuales y contradicciones y que hoy en dia se esta
quedando atrás lo que anteriormente era la llamada “ciencia normal” y se
esta dando paso a otra nueva manera de hacer ciencia o del saber, conlleva
una serie de factores dinámicos y que engloban una diversidad de
biológica y de protección al ambiente.
Es necesario según el autor, mantener una cultura solidaria, para poner
alcanzar un verdadero cambio en las comunidades científicas actuales.
3. Dentro de este margen de ideas, Vatttimo Giani, relata en el fin de la
modernidad, que la Verdad no es la Verdad de la Historia, si no que es una
verdad histórica, ya que lo que pudo ser verdad en un contexto y tiempo
determinado ahora no lo puede ser o puede tener variaciones, por lo que es
necesario el empleo de la hermenéutica y propone seguir el nihilismo.
En este sentido resalta que las sociedades modernas son distintas y que el
mundo a cambiado, estamos en una evolución constante y que no en todos
los caso dicha evolución ha sido buena para la humanidad.
El postmodernismo, surge en busca de las respuestas que aun no han sido
develadas con exactitud y por las grandes fallas que se viene arrastrando
desde épocas pasadas.
La transformación del saber es el acontecimiento que maneja Lyotard para
marcar la separación entre Modernidad y Postmodernidad. El saber era
considerado en la modernidad como un instrumento al servicio de la
emancipación del hombre y de la sociedad: servía como formación del
individuo autónomo..La extensión de la idiosincrasia capitalista hasta el
saber y sus medios de difusión van a hacer de este una de las principales
fuerzas de producción, lo importante será el intercambio de informaciones
y no su utilidad para el individuo, la sociedad o el poder político.
De igual manera, el canal de trasmisión condiciona la nueva estructura del
saber: todo saber que no pueda ser cosificado y cuantificado en bits de
información será dejado de lado y por ello dejara de existir. Lyotadr
distingue varios tipos de saber, entre ellos el narrativo y el científico. El
narrativo en la Modernidad era el emancipatorio, que legitimaba el saber en
la medida que contribuía a la emancipación del pueblo, y el hegeliano, en el
que era la creencia en el despliegue del Espíritu lo que justificaba el saber;
en este segundo caso es el saber que se legitima a sí mismo, ya que es él
quien define lo que es la sociedad y el estado.
4. Los grandes relatos han perdido su autoridad como legitimadores del
saber debido, en parte, al auge del capitalismo tras la Segunda Guerra
Mundial, pero también por el germen de la deslegitimación y nihilismo
inherentes al saber, presente ya en el siglo XIX.
La exigencia de verdad del saber científico es, llevada hasta sus
últimas consecuencias, la que provoca el derrumbamiento de la jerarquía de
los saberes. En un principio, es el saber narrativo el que, por medio de un
metarrelato, da cuenta de la realidad y legitima la validez del conocimiento
científico. La ciencia pues, tiene conocimiento verdadero porque se apoya
en un argumento metafísico: la existencia de la verdad y la validez de la
prueba, es decir, en la certeza de que un mismo referente no puede
proporcionar dos pruebas contradictorias. Pero admitir esto requiere admitir
también el metarrelato en el que se incluye esa metafísica. Pero cuando se
exigen pruebas de validez de la propia prueba, es decir, cuando se exige
demostrar que la demostración es verdadera sin acudir a argumentos
metafísicos, que la ciencia no considera válidos, todo el sistema se
desmorona.
La pluralidad de las ciencias, antes cohesionadas por un solo relato, no
pueden ya legitimarse ante la sociedad más que por su efectividad, por la
optimización de sus medios con respecto a sus fines.
Esto provoca, por otra parte, la ascensión del estatus de la técnica, que es la
que garantiza la validez de la prueba, la verdad de la teoría científica. Pero
en tanto que la aplicación de la técnica consume recursos económicos, se
produce una relación nueva entre sistema económico, performatividad y
verdad: quien posee los recursos económicos no solamente tiene un acceso
privilegiado a “la verdad en sí”, sino también a la posibilidad de determinar
5. qué es verdad y qué no lo es (lo que Horkheimer llama la paranoia de la
razón).
El cuadro de la sociedad postmoderna que Lyotard muestra no se aleja
demasiado de la realidad, y tal vez por eso mismo es poco halagüeño. No
puedo ocultar, por otro lado, que las actitudes que propone ante el avance a
toda máquina de la homogeneización, la miseria espiritual, la pobreza, la
pérdida de libertades y la legitimación por el mero poder, resultan poco
consoladoras. La pérdida de sentido, de objetivos trascendentes no es
casual, sino intencionada, humana en parte y, por ello mismo, reversible.
Y al mencionar la trascendencia referida a trascender el mundo sensible,
a algo mucho menos ambicioso: la referencia del individuo a entidades que
no sean él mismo, a entidades colectivas. Y es que, realmente, no se
observan los pequeños relatos por ninguna parte, no estan esas
colectividades con su propio juego de lenguaje que tanto invoca Lyotard
como garantes de la justicia. Se observan individuos abandonados ante el
poder del sistema sin ninguna entidad mediadora (salvo honrosas
excepciones) entre ambos que permita la crítica, la resistencia y,
consiguientemente, el disenso.
Por lo antes expuesto, resulta inconcebible la posibilidad de salvar la
diferencia precisamente fomentándola. La única manera de defenderla es
mediante un consenso provisional, que no sea, desde luego, un fin en sí
mismo.