Poema de José Antonio Casasola en homenaje a Carlos Arrobo Carrión

1. AÑORANZAS A la presencia de Carlos Arrobo José Antonio Casasola Guerrero Malacatos – Loja – Ecuador, 3 de agosto de 2002

2. Un atardecer perpetuo, rosicler y anacarado, es la presencia del papi tras marcharse hacia lo alto.

3. Se quedó en la casa toda - sombra, luz, penumbra y ámbito - se quedó en los corazones, recuerdo y vivo legado.

4. Quedóse en la vida misma trabajando en nuestras manos, hecho historia que no muere, pues él vive en nuestros actos.

5. Y en la música quedóse hecho armonía en el piano, colmando de melodías nuestro convivir diario.

6. Se quedó en su campo Armenia y también en Malacatos: en cada piedra del río y en la brisa de cada árbol.

7. Su memoria no es recuerdo, es presencia, luz y halo; todo es papi, esposo, abuelo: es presente su pasado.

8. En nosotros sigue vivo, porque en todo lo palpamos; el viento, el calor y el fuego nos acercan a sus ámbitos.

9. Su presencia es oración y su memoria un sufragio, pues lo sentimos en todo y en él nosotros estamos.

10. Carlos era mi suegro … Abogado, músico, poeta, amante de la naturaleza, político, ciudadano ejemplar, esposo y padre de 11 hijos. Para todos era el papi. Un hombre bien arraigado a la tierra; con firmes raíces en su entorno. Todo lo llenaba su presencia. Cuando llegamos, tras su muerte, de España a Loja, lo sentía vivo por todos lados.

11. FIN Música: Minuet (Vivaldi – Albrechtsberger)