2. ¿Qué es?
■ Es el lazo emocional que establecemos con personas significativas para
nosotros.
■ Es fundamental en la infancia, nos ayuda a desarrollar un autoestima sana.
3. Tipos de apego
■ Apego seguro
– Los niños, se sienten ansiosos cuando se separan de los padres, pero se
calman cuando regresan
– Son padres que reaccionan más rápidamente a las necesidades de sus
hijos, mantienen una comunicación positiva y activa, juegan más con
ellos, y son más sensibles y amables.
■ Apego ansioso
– Los niños se mantienen cerca de su figura de apego, lloran cuando no
está presente y no logran calmarse cuando vuelve.
– Son padres que a veces están y otras no.
– En la edad adulta sienten temor constante al abandono.
4. Tipos de apego
■ Apego evitativo
– Los niños, no sienten ansiedad al separarse de sus figuras de apego, hay poco interés
en el reencuentro. Incluso, son amigables con extraños.
– Son padres que no responden a las necesidades de su hij@, incluso tienen poca
empatía.
– En la edad adulta sufren de desconexión emocional como defensa ante los problemas.
Les cuesta confiar en sus parejas y tienden a huir de la intimidad. Muestran poca
capacidad de apoyar a sus parejas.
■ Apego desorganizado
– Son niños que cuando su figura de apego no está, dejan de hacer lo que estaban
haciendo y no llora, tampoco se siente amenazado. Se sienten inseguros y confusos.
– Vienen de padres abusivos o insensibles, que aterrorizan al niño o lo amenazan.
– Son adultos que tienen relaciones demasiado inestables, con muchos altibajos, tienen
miedo al abandono pero tampoco saben como generar vínculos y tener intimidad con
otros.
6. ¿Qué son?
■ Son lesiones en nuestro aparato psíquico que se originan en la niñez.
■ Nos impiden llevar una existencia plena.
■ Surgen de un pasado traumático en la infancia.
7. Tipos de heridas.
■ Herida del abandono
– Es cuando el niño siente falta de amor, cuidados y protección.
– La persona que sufre esta herida, siente que necesitan a otro para
regularse emocionalmente.
– Tienden a adoptar actitudes que puedan atraer la atención de los demás
o tratar de salvar a alguien que aman adoptando un papel de mamá/papá
– Usan la máscara de la dependencia, sienten que no pueden solos,
necesitan de otro, a pesar que nada es suficiente.
8. Tipos de heridas.
■ Herida del rechazo
– Es cuando el niño no se siente aceptado por sus padres o familiares.
– Aumenta el autodesprecio y la sensación de no ser amado.
– Usa la máscara de la retirada
– Creen que no tienen ningún valor como persona, por ello intentan ser
perfectos siempre.
– Se compara con otros, tiene baja autoestima y se autosabotean.
– Mantienen una visión positiva de otras personas, pero negativa de uno
mismo.
9. Tipos de heridas.
■ Herida de la traición
– Es cuando el niño siente que le mintieron o no cumplieron las promesas
referentes a su cuidado.
– Genera sentimientos de aislamiento y desconfianza.
– Pueden sentir rencor y envidia.
– Usan la máscara del controlador.
– No revelan su intimidad, les cuesta delegar y confiar en los demás, tiene
miedo a ser traicionado.
– Tienen miedo al compromiso.
10. Tipos de heridas.
■ Herida de la injusticia
– Es cuando el niño tiene padres fríos, rígidos y muy exigentes.
– Genera que el niño tenga respeto por lo que “debería ser” y olvida sus
propias preferencias o necesidades.
– Tienden a sentir exigencias muy altas.
– No validaron sus opiniones generando sentimientos de inutilidad,
ineficacia y sensación de injusticia.
– Usan la máscara de la rigidez, se disocian de sus sentimientos y esconden
su sensibilidad. Se desconectan de las emociones para no sentir.
– Tienen miedo a cometer errores, se autoexigen mucho y son demasiado
autocríticos. Además, tienen problemas con poner límites.
11. Tipos de heridas.
■ Herida de la humillación
– Es cuando el niño siente que lo ridiculizan o comparan frente a otros.
– Piensan generalmente “no valgo nada”, “no soy suficiente”.
– Afecta el autoestima y sus diálogos internos.
– Usan la máscara del masoquismo: Aprende a humillarse a si mismo para
que otros lo acepten.
– Son hipersensibles, se sienten a menudo culpables de cosas que ni
siquiera ellos hicieron y tratan de remediarlo como sea.
– No se sienten merecedores de amor
– Cuando se regaña se quedan paralizados sin saber que hacer.
13. Foto de la infancia
■ 1. ¿Qué ves en ese niño?, ¿qué emociones ves en él/ella?
■ 3. ¿Qué gestos, palabras, acciones o actitudes le marcaron negativamente
■ de su entorno?, ¿cómo se sintió?, ¿y cómo te sientes ahora al pensarlo?
■ 4. ¿Qué necesidades de ese niño/a no fueron cubiertas en su infancia (p.e:
■ amor, reconocimiento, seguridad, confianza, aceptación, respeto...)?
■ 5. ¿Qué cosas le hubiera gustado recibir y escuchar a ese niño/a (p.e: "eres
■ suficiente", "te queremos tal y como eres", más abrazos...)?
■ 6. ¿Cómo puedes ahora ocuparte de esas necesidades de tu niño/a interior
■ desde tu yo adulto?, ¿qué puedes darte y decirte a ti mismo/a?
14. Analizando mis pensamientos con mi
niño interior.
■ 1. Miedo o pensamiento: "Te van a cambiar por alguien más".
■ 2. ¿Quién lo dice?: Mi niño/a interior herido; yo mismo/a.
■ 3. Herida emocional de la infancia: Herida del abandono.
■ 4. Validación emocional o de pensamiento (¿qué te gustaría que te
dijeran?)
■ 5. ¿Qué dice mi yo adulto?
15. Carta a mi niño interior
■ 1. Imagínate a ti mismo/a de pequeño/a
■ 2. Coge tu papel o cuaderno de escritura terapéutica y escribe cómo se
siente ese/a niño/a, quién es, qué emociones y sentimientos tiene, que
necesita sanar. Redacta los mensajes que un día quiso oír pero que no
pudo.
■ 3. Escribe una carta
■ 4. Dile a tu niño/a interior todo lo que necesite, finaliza contando qué le
faltó a ese niño/a y cómo te vas a comportar con él/ella a partir de ahora.
Recuerda que, aunque hayan sido otras personas las que le han hecho
daño, muchas veces somos nosotros mismos los que le seguimos haciendo
daño actualmente, comprométete con su cuidado y se amable con él/ella.
16. Ejercicio de la Culpa
■ Escribe una lista de cosas con las que te culpes a diario.
■ Identifica que está en tus manos resolver y que no.
■ Ejemplo 1: Es mi culpa que mis padres no me demostraran afecto.
■ NO es mi culpa, es responsabilidad de mis padres, no tendría que luchar
por su amor, su amor por mí debería mostrarse de manera natural y
desinteresada.