La Batalla de Los Arapiles o de Salamanca en 1812 fue un episodio clave de la Guerra de la Independencia Española donde las tropas anglo-españolas al mando de Wellington derrotaron al ejército francés liderado por Marmont. Como resultado de la batalla y para fortificarse, el ejército francés destruyó gran parte del suroeste de la ciudad de Salamanca, incluyendo calles, colegios, iglesias y mansiones.