La arquitectura renacentista se basó en la imitación de los espacios arquitectónicos de los palacios italianos del siglo XV, adoptando elementos clásicos como columnas y frontones. Se caracterizó por el uso de muros, bóvedas, cúpulas y casetones decorados, así como de órdenes clásicos, guirnaldas y motivos grotescos. Entre sus obras más importantes se encuentran la Basílica de San Lorenzo de Filarete, la Basílica de San Pedro diseñada por Bramante y el