El arte neolítico se desarrolló entre el 7.000 a.C. y el 2.000 a.C. y se caracterizó por tener al hombre como figura central y por representar temas asociados a la fertilidad y la "diosa madre" vinculada a la agricultura, usando símbolos en lugar de imágenes fieles para fijar ideas abstractas. Se conservan monumentos megalíticos como menhires, dólmenes y crómlechs, y sus técnicas incluyeron la pintura rupreste, la talla de piedra