El documento describe el arte románico en la Edad Media, caracterizado por su fuerte énfasis en la religión. La iglesia controlaba todos los aspectos de la vida y el arte durante este período. El arte románico incluía iglesias, monasterios y catedrales decoradas con esculturas y pinturas que ilustraban temas religiosos de forma esquemática para propósitos educativos. Las esculturas más comunes eran la Virgen y el Niño y Cristo crucificado.