El documento discute la nueva obligación de las empresas mexicanas de realizar contabilidad electrónica a partir de 2015. Más de 200,000 empresas deberán cumplir con esta nueva norma fiscal. Algunos critican esta reforma por ser inconstitucional y por imponer nuevos retos a los contadores. Sin embargo, otros argumentan que esta medida solo servirá para ganar tiempo y no evadir el cambio tecnológico inevitable.