2. La babesiosis canina es una
enfermedad parasitaria
producida por un protozoo
que parasita a los glóbulos
rojos sanguíneos. El
parásito recibe el nombre
de Babesia canis si bien,
hasta hace poco, también
se consideraba a la Babesia
gibsoni un pariente
próximo, pero en la
actualidad se ha cambiado
el nombre por el de
Theileria annae gracias a
varios estudios de ADN
3. La forma de
transmisión más
común, a través de la
saliva, tiene lugar
mientras la garrapata
se alimenta de la
sangre del animal. Sin
embargo, este parásito
necesita alimentarse
como mínimo dos días
antes de que se
produzca la auténtica
transmisión.
4. Los parásitos infectan al perro mediante la
intervención de un vector, la garrapata. Hay
varias especies de garrapatas que pueden ser
transmisoras. Otra forma de infección es la
transfusión con sangre de un animal
infectado.
5. Etapas en el roedor .
Los esporozoitos se introducen
en el flujo sanguíneo del
roedor mediante una picadura
de la garrapata . Los
esporozoitos entran en
los eritrocitos, convirtiéndose
en trofozoitos. Comienza una
etapa de reproducción asexual
(gemación) que libera en la
sangre merozoitos, la mayoría
de los cuales infectan nuevos
eritrocitos (2). En la sangre,
algunos merozoitos se
diferencian
en gametos masculinos y
femeninos, aunque estos no
pueden diferenciarse al
microscopio óptico
6. Los síntomas de la babesiosis se deben al
daño que produce el parásito en sí a nivel
celular y/o a la respuesta inmunitaria que
genera.
Los individuos más susceptibles a la infección
son los cachorros.
Hay tres cuadros clínicos de presentación de
la enfermedad:
7. - Cuadro hiperagudo que se caracteriza por
cursar con un shock hipotensivo en el que se
produce hipotermia, hipoxia tisular y otras
lesiones en tejidos y vasos. Este es el cuadro
más grave y pocos animales se recuperan.
Suelen ser cachorros o perros con una
infestación severa con garrapatas.
8. Cuadro agudo, el más frecuente, que se
caracteriza por presentar anemia hemolítica.
Los síntomas son anorexia, letargia, fiebre,
linfadenopatía y esplenomegalia. En el caso
de parasitación por Babesia canis es bastante
frecuente encontrar ictericia y
hemoglobinuria debido a la hemólisis.
9. - Cuadro crónico que se caracteriza por
fiebre intermitente, anorexia y pérdida de
peso. Este cuadro ha sido descrito sólo para
Babesia canis y es poco habitual.
También se han descrito una serie de
síntomas que se presentan con mucha menor
frecuencia, normalmente asociados al cuadro
agudo. Entre ellos destacan: alteraciones
gastrointestinales (vómitos, diarreas), ascitis,
problemas oculares o signos neurológicos
(convulsiones o descoordinación al andar).
10.
11. El diagnóstico se centra en la observación del
parásito en un frotis sanguíneo (extensión de
una muestra de sangre bajo el
microscopio), si bien es recomendable
realizar una analítica completa para valorar el
grado de anemia, ya que en casos graves
puede ser precisa una transfusión sanguínea.
12. El tratamiento consiste en una inyección de
dipropionato de imidocarb junto con atropina
para evitar los efectos secundarios
(salivación), la cual se debe repetir a los 15
días. La mejoría es evidente en uno o dos
días, debiendo valorar si existe algún otro
órgano afectado por la enfermedad,
fundamentalmente los riñones. Es importante
comentar que la inyección del producto causa
mucha irritación, lo cual es normal y
desaparece en unos minutos.
13. Los animales pueden
sufrir recaídas después
del tratamiento y los
perros afectados suelen
pasar a ser portadores.
En cualquier caso el
mejor tratamiento es
la prevención, para lo
cual existen en el
mercado productos en
presentaciones diversas:
collares, pipetas, sprays,
etc; siendo de utilidad en
el control de pulgas y
garrapatas.
14. La anaplasmosis , tripanomiasis , la
letopirosis , hemoglobinuria bacilar y
hemobartonelosis .
Son enfermedades que se deben considerar
con su parecido con la babesiosis.