El siglo XVII en España estuvo marcado por la decadencia política y social, con una crisis del Imperio Español y una política centralista. La sociedad sufrió también, con la burguesía perdiendo importancia y los campesinos enfrentando dificultades económicas. En las artes, la pintura cobró importancia mientras la literatura exploraba el pesimismo y desengaño de la época a través del uso de metáforas y alegorías. La arquitectura se caracterizó por el estilo rococó.