Baruch de Spinoza era un filósofo monista que no creía en el dualismo cuerpo-alma. Para Spinoza, el cuerpo y la mente son parte de una sustancia universal con infinitos modos e infinitos atributos. También era determinista y no creía en el libre albedrío, afirmando que el hombre está determinado por leyes universales que lo condicionan a través de la ley de la preservación de la vida.