El discurso conmemora el bicentenario de la masacre del 2 de agosto de 1810 en Quito, cuando las tropas coloniales españolas ejecutaron a más de 300 patriotas ecuatorianos que luchaban por la independencia. El presidente rinde homenaje a los mártires que dieron sus vidas para liberar al Ecuador del colonialismo español y destaca la importancia de continuar su lucha para lograr la justicia, equidad e inclusión a través de la revolución ciudadana. Finalmente, convoca al pueblo ecuatoriano a traba