La tierra se formó hace millones de años por la condensación de polvo y gases en la atmósfera primitiva. El calor, las descargas eléctricas y la radiación ultravioleta propiciaron la unión de compuestos inorgánicos en el agua, formando nuevas estructuras orgánicas. Estas dieron origen a las primeras células procariotas y luego eucariotas, las cuales se asociaron para formar plantas, animales y finalmente al ser humano.