En un país lejano vivía la bella princesa Blancanieves. La malvada madrastra envió a un cazador para matarla después de que su espejo mágico dijo que Blancanieves era la más bella, pero el cazador no pudo hacerlo. Más tarde, la madrastra engañó a Blancanieves ofreciéndole una manzana envenenada que la hizo caer en un sueño profundo, del cual sólo pudo despertarla un beso de amor de un príncipe.