La estructura más común del blues es una progresión de 12 compases formada por los acordes I, IV y V de la tonalidad, como A, D y E en la tonalidad de A mayor. La progresión se divide en tres frases de cuatro compases y los últimos dos compases sirven para cerrar el ciclo y preparar para volver a empezar, aunque a veces el acorde IV aparece en el segundo compás en lugar del primero.