Este documento presenta el currículum y experiencia laboral de Hernan Aliste Badilla, un publicista y director de arte chileno. Actualmente trabaja como Director de Arte en el Departamento de Comunicaciones de la Municipalidad de San Joaquín. Su experiencia incluye campañas para diversos clientes como Viña Casanueva, Banco BICE, y las municipalidades de San Joaquín y Lo Prado utilizando software como Illustrator, InDesign y Photoshop.
2. b io
Un gran año el de mi nacimiento: el 76, desde entonces ha llovido
mucho y en mi caso, han llovido píxeles, vectores, retículas,
tipografías y colores. Me formé en: el colegio particular El Grecco,
en el Instituto Nacional, CFT Itesa, en la Universidad Diego Portales
y en la Universidad del Pacífico, sin olvidar la Escuela de Creativos
Brother. Desde que terminé publicidad no he hecho otra cosa que
enredar y dar guerra en este increíble mundo.
En la actualidad estoy como Director de Arte en el
Departamento de Comunicaciones de la Municipalidad de San
Joaquín y en mis ratos libres que no son muchos, si tu me lo
puedes explicar, yo te lo puedo diseñar.
_tlf: 02 2 459 13 06
_cel: +569 7 959 29 07
_mail: hernan.aliste(arroba)gmail.com
_blog (personal): https://alistepublicista.allyou.net
_blog (colectivo): http://www.sanjoaquin.cl
_twitter: http://twitter.com/alistebadilla
6. work
_cliente: Ediciones Osip
_campaña: “Diagramación Libro Poesía Misterioso Vientre y Mediodía”
_software: In Design - Illustrator y Photoshop
Javier Cornejo Jorquera, nacido en
Santiago en 1960. Licenciado en Teoría
e Historia del Arte. (Universidad de
Chile) Egresado y candidato a la
Maestría en Ciencias Sociales.
(Universidad París XII) Estudios de
postgrado en Teoría e Historia del Arte.
(Universidad de Chile)
La motivación por sistematizar su
trabajo poético la recibe del escritor
Aldolfo Couve. Junto a él, inicia este
compromiso con la poesía.
Los trabajos presentados corresponden a
una selección de la producción de los
últimos cuatro años. Según el autor la
actividad de escribir le resulta tortuosa,
sin embargo imperativa para lograr su
equilibrio emocional. La visión que
sostiene respecto del género poético
como lenguaje la resume como sigue:
“Cuando la poesía pretendió interrumpir
los discursos reproductivos entró
inevitablemente en la competencia
respecto de sus capacidades comunicati-
vas. Ahora, yo espero, que su importan-
cia radique en las obediencias sagradas
más que en emplazamientos históricos
más en la invasión sensorial que en la
autoridad racional -hablo del mensaje-
Ya que su agente vivificador siempre ha
sido la industria de las escencias.”
Su poesía ha sido traducida al italiano
como parte de un catálogo editado por el
Instituto de Cultura Italiano.
La poesía de Javier Cornejo es la reunión de
un conjunto de saberes emanados de un
viaje, un descenso realizado en el reverso de
una subjetividad organizada por los códigos
sociales.
Su lectura requiere entonces de ese
desmontaje, no otro que el de un náufrago y
el temor - la duda- de su reparación. La duda
frente al relato extendido que oculta la
precisión del instante. El temor de la fuga y
la grágil certeza de lo visto.
El signo que viaja extiende una huella. y esta
huella elabora una red que recorre, unidos
caminos y abismo. Ese hilo secreto aúna esas
islas flotantes en la precisión del microcos-
mos, que en la fractura de una épica lineal,
se abre paso en el fragmento y en el silencio
de saberes parciales, secretos, circulares.
Poesía desconfiada de la posible superiori-
dad que una vieja pero no menos vigente
retórica, ha dado a la voz, en la historia de la
literatura chilena. Poesía de riesgo y abertura
que sustrae a conciencia su escritura de los
artilugios de un yo. Es sobre todo, poesía de
un tiempo que se esfuma y retorna, dejando
al pensamiento el trabajo de esculpir lo
naufraga y errante en la materialidad de los
paragramas literarios. Pues el núcleo de
sentidos que aompañan al viajero es
justamente la huella de su propia andanza.
Esa es su reparación inscrita en la mirada
precaria y sabia.
Lo que resta es pues un escándalo: el ruido
de las ruinas, la gloria de sobrepasarlas, el
mapa abierto aún en la mano.
Eugenia Brito