1. García Pérez Carlos Osvaldo ( expositor)
García Soriano Anette Selena (investigación)
Hernández Jiménez Ervin Fabián (redacción)
Santiago Espinoza Nancy Guadalupe (edición)
Tovar Flores Tisbe Carolina (investigación)
2. Neoclasicismo
El neoclasicismo surgió en el siglo XVIII. Este periodo
retomo los valores clásicos griegos y romanos, en busca
de un equilibrio y serenidad. Se le dio este nombre
para marcar los inicios de la Ilustración (movimiento
intelectual) que posteriormente este periodo fuera
conocido como el “Siglo de las Luces”.
4. Rosana en los fuegos
Del sol llevaba la lumbre, lleva tras sí la mañana, cuando sus verdes
y la alegría del alba, y donde se vuelve rinde pimpollos
en sus celestiales ojos la libertad de mil almas. hasta las nubes levanta,
la hermosísima Rosana, El céfiro la acaricia o cual vid de fruto llena
una noche que a los y mansamente la halaga, que con el olmo se abraza
fuegos los Amores la rodean y sus vástagos extiende
salió, la fiesta de Pascua, y las Gracias la al arbitrio de las ramas;
para abrasar todo el valle acompañan. así entre sus compañeras
en mil amorosas ansias. Y ella, así como en el valle el nevado cuello alza,
Por doquiera que camina descuella la altiva palma sobresaliendo entre todas
cual fresca rosa entre
zarzas.
Juan Meléndez Valdés
5. Poemas
Alegría El pastor
"No poseo nombre: ¡Qué dulce es la dulce fortuna del Pastor!
pero nací hace dos días." Deambula desde el alba hasta el
¿Cómo te llamaré? atardecer;
"Soy feliz. debe seguir a su rebaño el día entero,
Me llamo alegría." y su lengua se embeberá con alabanzas.
¡Que el dulce júbilo sea contigo!
Pues oye el inocente llamado del
¡Bonita alegría! borrego,
Dulce alegría, de apenas dos días, y escucha la tierna respuesta de l a oveja;
te llamo dulce alegría: vigila mientras permanecen en calma
así tú sonríes, pues saben cuándo está próximo su
mientras yo canto. Pastor.
¡Que el dulce júbilo sea contigo!
Versión de Antonio Restrepo
Versión de Antonio Restrepo
6. poemas
La rosa enferma
estás enferma, ¡oh rosa!
El gusano invisible,
que vuela, por la noche,
en el aullar del viento,
tu lecho descubrió
de alegría escarlata,
y su amor sombrío y secreto
consume tu vida.
Versión de Màrie Montand