El documento compara los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil. Lula da Silva sacó a 28 millones de brasileños de la pobreza a través de políticas sociales. Rousseff asumió en 2011 con el reto de mantener estos logros. Sin embargo, Brasil ahora enfrenta protestas debido a la corrupción, los malos servicios públicos, la inflación creciente y la falta de seguridad. El gobierno responde que la inversión en proyectos de la Copa incluye dinero para la
2. Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva
Periodo de mandato: 1 de enero del 2003 – 31 de diciembre del 2010 (2 periodos)
A Luiz Inácio Lula da Silva no se le olvida que lo que hizo el primer día de su gestión
como presidente de Brasil fue reunir a todos sus ministros, subirlos a un avión y
llevarlos a los lugares más pobres del país. Quería que el presidente del Banco Central o
su ministro de Hacienda “vieran a ese país que no se queja, que no hace
manifestaciones, pero que está ahí, que es real y verdadero. Eso quizá haya ayudado a
cambiar las cosas”.
Da Silva conocía muy bien esos sectores. Salió de una de esas zonas donde es común que
los niños vayan a la cama sin comer o pasen un domingo sin almuerzo. “Conocí el pan
por primera vez a los 7 años –recordó el exmandatario–. Hasta esa edad, el café que me
tomaba por la mañana era con harina de yuca. Sé que es la desesperación de una madre
que está delante de un fogón sin gas y sin lo más elemental para hacer una comida para
sus hijos”.
Durante su visita al país, el expresidente de Brasil compartió no sólo su historia de
vida, sino los resultados de su política social que sacó a 28’000.000 de brasileros de la
pobreza y que redujo drásticamente los niveles de desnutrición y desescolarización de
los niños y jóvenes de su país.
Brasil es una de las diez economías más importantes del mundo, pero para Lula esto de
poco ayuda si no hay democracia ni políticas de distribución del crecimiento para evitar
que el dinero siga en manos de pocos “y el pueblo siga pobre y desnutrido”.
4. Gobierno de Dilma Rousseff
Periodo de gobierno: 1 de enero del 2011 - actualidad
Tras los dos mandatos de Gobierno de Lula da Silva, Dilma Rousseff asumió
en 2011 la Presidencia de Brasil como heredera del carismático líder del PT.
La nueva jefa de Estado adquirió los retos de mantener los logros hacia un
desarrollo más inclusivo, profundizar las transformaciones económicas y
asumir las responsabilidades del creciente liderazgo brasileño en un contexto
de crisis económica internacional. Este número monográfico hace un balance
del primer año de Gobierno en cuatro dimensiones: en primer lugar, se
abordan los desafíos económicos y sociales internos para la gobernabilidad de
Brasil, especialmente las perspectivas de crecimiento y la lucha contra la
pobreza; en segundo lugar, se analiza el liderazgo en la cooperación regional y
las relaciones hemisféricas; seguidamente, en tercer lugar, se trata la
ampliación de la proyección de Brasil en el ámbito global y, finalmente, en
último lugar, cómo todo ello se proyecta en la relación con la Unión Europea y
España.
6. Conflictos políticos y económicos en
Brasil
La crisis brasileña es tanto política como económica (crisis orgánica); y hay
que distinguir en ella los aspectos cíclicos de los estructurales. Lo cíclico se
refiere a la caída de la producción agrícola (-3,5%), después de la cosecha
récord del segundo trimestre (187,9 millones de toneladas de granos), que
transformó a Brasil en el primer productor y exportador mundial de soja, por
encima de EE.UU.
Lo que importa es la tendencia de fondo, y ésta indica que la tasa de ahorro
interno es asombrosamente baja (15% del PBI), con un nivel correlativo de
inversión que sólo alcanza a 18% del producto, con carácter declinante.
De ahí que Brasil experimente al mismo tiempo un estancamiento de largo
plazo y niveles record de inflación (6,6% anual), lo que obliga a elevar la Selic
(10% anual), y acentuar por esa vía la contracción, mientras disminuye la
tasa de inversión al elevar el costo de capital. La tasa potencial de Brasil es
similar al nivel de expansión que tuvo en los 22 años posteriores a la crisis de
1980; y en ese período el auge del ingreso real per cápita fue igual a cero. El
período 2002-2008 fue la excepción a esa situación de estancamiento secular,
con una tasa de crecimiento de 4,5% por año.
7. Desencadenación de la demanda
china
Al haberse desacelerado la demanda china, el estancamiento secular ha
retornado.
El capitalismo tiene una tendencia al estancamiento secular porque la tasa de
retorno disminuye a medida que aumenta la formación de capital. Por eso, las
etapas de desaceleración tienen un carácter endógeno, mientras que las fases
de expansión responden a un factor exógeno de carácter político, cuyo impulso
desata nuevas revoluciones tecnológicas y revierte la tendencia a la
disminución de la tasa de ganancia.
El crecimiento capitalista en los países emergentes es un proceso acotado por
saltos y oscilaciones de naturaleza cualitativa.
10. • Los escombros en esta pequeña ciudad en el oeste de Brasil son parte de la
enorme montaña de promesas incumplidas de un gobierno que anunció
megaproyectos de infraestructura para antes del Mundial de Fútbol. Se
suponía que los proyectos generarían un renacimiento de la ciudad, con
carreteras modernas y un sistema de rieles capaz de transportar gente
rápidamente del aeropuerto al centro de la ciudad.
• Pero todo hace pensar que los proyectos no serán concluidos en Cuiaba ni en
las otras 11 ciudades que servirán de sede del evento y en que muchos de los
proyectos han sido postergados o cancelados.
• "Estas obras aquí al lado del estadio sí creo que las van a terminar", declaró
Atilio Martinelli, propietario de una cerrajería cerca de las instalaciones. "Lo
harán tarde y mal, pero por lo menos lo van a terminar. Pero no hay manera
que puedan terminar la mayoría del resto de los proyectos, será una gran
humillación para nosotros".
11. Aumento en la tarifa del transporte
Bajo intensa lluvia, miles de manifestantes tomaron las calles para protestar por
el incremento en las tarifas del transporte público en Sao Paulo. Las protestas
estuvieron guiadas por un grupo conocido como Free Fare, que aboga por un
transporte público gratuito o accesible.
Policías antimotines arrojaron gases lacrimógenos en los enfrentamientos con los
manifestantes, según imágenes de la cadena Band News, filial de CNN.
Algunos manifestantes respondieron violentamente, dañando una estación de
metro e incendiando varios autobuses públicos en una de las calles más ocupadas
de Sao Paulo, según Band News.
Se trata de la tercera ocasión que el grupo, compuesto por jóvenes manifestantes,
ha tomado las calles, pero esta manifestación es la más violenta hasta ahora.
12. la corrupción, los malos servicios
públicos, la inflación creciente
la falta de seguridad y la ahora no tan querida Copa del
Mundo.
En momentos en que Brasil debería estar celebrando, las
calles están llenas de enojo, cánticos, enfrentamientos con
la policía y destrucción generada por una minoría de
manifestantes radicales. Un número significativo de
brasileños está muy molesto con la situación del país
13. El gobierno responde
La inversión del país en esos proyectos incluye dinero para la salud y el transporte
público, dijo el viceministro de Deportes, Luis Fernandes.
"No hay absolutamente nada contradictorio entre la organización de una Copa del
Mundo y la inversión en salud y educación", mencionó.
Una fuerza nacional de élite, conformada por bomberos y policías con un
entrenamiento especial, se desplegará en los estados que albergan los Juegos,
según el Ministerio de Justicia
El gobierno ha insistido en que el despliegue de elementos es para mediar y no
para reprimir. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha mencionado que
escucha el mensaje de los manifestantes pacíficos.
Los elogió como participantes activos en la democracia, y dijo que su gobierno está
comprometido con "la transformación social".
Durante casi dos semanas, miles de brasileños se han manifestado en las calles,
reclamando por la injusticia social.
Las protestas ocurren mientras está en desarrollo en el país el torneo de futbol de
la Copa Confederaciones, que sirve como un ensayo para el Mundial. La mayoría
de los manifestantes son jóvenes y bien educados.