El Tratado de Guayaquil de 1829 estableció nuevos límites entre la Gran Colombia y el Perú, terminando las disputas por los territorios de Jaén y Maynas. Adicionalmente, las tropas peruanas debían retirarse de Guayaquil. Este tratado fue posteriormente modificado por el Protocolo Pedemonte-Mosquera de 1830.
Analizar el rol de la ciudad en la administración del territorio del Imperio español, considerando las instituciones que concentraba, la relación con la metrópoli, el monopolio del comercio y la consolidación del poder local de las elites criollas.
Analizar el rol de la ciudad en la administración del territorio del Imperio español, considerando las instituciones que concentraba, la relación con la metrópoli, el monopolio del comercio y la consolidación del poder local de las elites criollas.
Elaborado por: Solange Astudillo - Gissella Atiencia.
Curso: Segundo Año de Bachillerato
Especialidad: Contabilidad y Administración.
Periodo: 2010 - 2011
1. Tratado de Guayaquil
El Tratado de Guayaquil fue firmado 22 de septiembre de 1829 entre la Gran Colombia y
el Perú. Este tratado, también llamado Gual - Larrea Loredo, estableció nuevos límites
entre ambas naciones y terminó con las disputas por los territorios
de Jaén y Maynas proclamándolas como parte del territorio del Distrito del Sur de la Gran
Colombia. Este acuerdo reemplazó al Tratado de Girón, el cual fue firmado después de
la Batalla del Portete de Tarqui el 27 de febrero de ese mismo año.
Adicionalmente las tropas peruanas que habían ocupado la ciudad de Guayaquil debían
retirarse de suelo colombiano. Este tratado fue aprobado por el Congreso de la República
del Perú el 16 de octubre, mientras que Simón Bolívar, presidente de la Gran Colombia, lo
aprobó el 21 de aquel mes. El 27 de octubre se realizó el canje de ratificaciones en la
ciudad de Guayaquil.
Los límites trazados por medio de este convenio fueron redefinidos el 11 de
agosto de 1830 con el Protocolo Pedemonte-Mosquera, mismo año en el cual el Distrito del
Sur se separaría de la Gran Colombia y constituiría la República del Ecuador, y a su vez
mantendría los mismos límites con el Perú.
Antecedentes:
Invasión peruana al Distrito del
Sur
A comienzos de 1828, la República del
Perú reclamó como para si las provincias
de Jaén y Mainas que pertenecían a
la Gran Colombia, argumentando la
posesión de derechos de tipo territorial
en aquella región basandose en la Cédula
Real de 1802.Los peruanos lograron
tomar estos territorios por vía militar y
convocaron a elecciones para diputados
en dos ocasiones. Seguido de
esto, Simón Bolívar envió un comunicado al gobierno peruano en el cual reclamaba por lo
sucedido y dejaba un plazo de 6 meses para que entreguen las provincias al Departamento
de Azuay.
La campaña naval peruana comenzó el 20 de mayo de 1828 con la Batalla Naval de Malpelo y
culminó con la toma del principal puerto que la Gran Colombia poseía en el Oceano
Pacífico, Guayaquil, el 1 de febrero de 1829. El presidente del Perú, general José de La
Mar penetró en territorio grancolombiano y ocupó Loja y prácticamente todo el
departamento de Azuay el 28 de noviembre de 1828. Ante esta situación, Antonio José de
Sucre, tras renunciar a la presidencia boliviana, y Juan José Flores, gobernador
2. delDistritodel Sur, concentraron el ejército del sur de Colombia cerca de Cuenca para
presionar a las tropas peruanas, que el 10 de febrero de 1829 habían ocupado Cuenca.
Batalla del Portete de Tarqui
La mañana del 27 de febrero,
después de una larga marcha que
duró toda la noche anterior, el
mariscal Antonio José de
Sucreconsiguió situar a la
1ra División colombiana de 1600
hombres compuesta por tres
batallones y un escuadrón al
norte de la llanura de Tarqui en
posición ventajosa, mientras
esperaba la llegada de la 2ª
División. Mientras tanto en cumplimiento de las ordenesdeJosé Domingo de La Mar la
vanguardia peruana formada por la División del general Plaza compuesta por 900 infantes
avanzaba sobre el portete.
La batalla dio inicio cuando una avanzada peruana de reconocimiento al mando del capitán
Uria tropezó con una grancolombiana al mando del capitán Piedrahita trabandose un
sangriento combate que comprometió al batallón Cedeño, comandado por el general José
María Camacaro y al resto de la División peruana de Plaza. El batallón Rifles avanzó en
apoyo del "Cedeño" y se encontraron con el batallón Quito. El desorden inicial de la batalla
y la falta de visibilidad hizo que estos batallones se enfrentaran entre ellos.
Tratado de Girón
Al finalizar la Batalla del Portete
de Tarqui fue firmado el Tratado
de Girón. Entre los puntos
importantes de este convenio
estaban: la desocupasión de los
territorios grancolombiano por
parte del ejército peruano, la
devolución de la ciudad
de Guayaquil, y el reconocimiento
de los territorios en disputa bajo
el principio del utipossidetis
iure de 1810.
Sin embargo, pese a lo pactado, las tropas peruanas no desocuparon Guayaquil dentro del
plazo establecido y Lamar desconoció el acuerdo, con lo cual Bolívar ordenó al general Juan
José Flores el inicio de una nueva campaña, que empezaría el 16 de
junio de1829 en Samborondón.
3. PROTOCOLO MOSQUERA-
PEDEMONTE
Este es uno de los documentos más
controversiales dentro del Derecho
Territorial Ecuatoriano, y en base a él
nuestro país sostuvo que el límite
entre el Ecuador y el Perú era el río
Amazonas.
De hecho, este no constituye un
acuerdo de límites: Sería simplemente
un “Tratado de Ejecución” bajo el cual
debía concretarse lo acordado por
Colombia y Perú en los artículos 5, 6 y
7 del Tratado de Guayaquil, firmado en
1829, antes de crearse la República del Ecuador, y en el que se establece:
En el Art. 5: “Ambas partes reconocen por límites de sus respectivos territorios
los mismos que tenían antes de su independencia los antiguos Virreinatos de Nueva
Granada y el Perú, con las solas variaciones que juzguen conveniente acordar entre
sí, a cuyo efecto se obligan desde ahora a hacerse recíprocamente aquellas
sesiones de pequeños territorios que contribuyan a formar la línea de una manera
más natural, exacta y capaz de evitar competencias y disgustos entre las
autoridades y habitantes de las fronteras”.
En el Art. 6, las partes convienen en que “...se nombrará y constituirá por ambos
Gobiernos una Comisión compuesta por dos individuos por cada República, que
recorra, rectifique y fije la línea divisoria...”.
En el Art. 7 que: “...la Comisión de Límites dará principio a sus trabajos cuarenta
días después de la ratificación del presente Tratado y los terminará en los seis
meses siguientes...”.
Al parecer este documento fue descubierto por el Dr. Vicente Piedrahita en 1873
-43 años después de creada la República del Ecuador- en la Legación de Colombia
en Lima, cuando como Ministro Plenipotenciario del Ecuador asistió al Congreso
Americano que se reunió en esa ciudad.
Según consta en la “Historia de Límites de la República del Ecuador” publicada por
el Sr. Xavier Molina Jurado con el aval de la Universidad de Guayaquil y del
Instituto de Ciencias Internacionales y Diplomacia Dr. Antonio Parra Velasco, “el
11 de agosto de 1830 se reunieron en el Ministerio de Gobierno y Relaciones
Exteriores de Lima los señores Ministro de Relaciones Exteriores del Perú Dr.
Carlos Pedemonte y el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la
República de Colombia, Gral. Tomás Cipriano de Mosquera, quienes acordaron las
bases que debieran darse a los comisionados para la demarcación de límites entre
las dos Repúblicas”.
De hecho, se trata de un Protocolo para establecer límites, sino de las bases o
instrucciones que deberán seguir “los comisionados para la demarcación de límites
4. entre las dos Repúblicas”; bases o instrucciones que no se cumplieron ya sea
porque para esa fecha el Ecuador ya se había separado de Colombia, o porque ni
Colombia ni Perú tuvieron interés en cumplir lo acordado.
Lamentablemente para el Ecuador, la validez de este documento es muy dudosa
debido a que el 13 de mayo de ese mismo año -es decir tres meses antes de su
firma- el Gral. Juan José Flores ya había proclamado la separación del Distrito del
Sur de Colombia y la creación del Ecuador, y pocos días después había convocado a
una Asamblea Constituyente que debía reunirse en la ciudad de Riobamba; es decir
que, cuando supuestamente se llevó a cabo dicha reunión en Lima, el Ministro
Colombiano -Gral. Tomás Cipriano Mosquera- ya no podía firmar ningún acuerdo
limítrofe entre las dos naciones, puesto que -de acuerdo a la teoría ecuatoriana-
estas ya no eran vecinas; y si lo hubiera hecho, este documento no tendría ninguna
validez, porque Colombia ya no limitaba con el Perú; es más, en ninguna parte
consta que este documento haya sido perfeccionado ni aprobado por ninguno de los
dos países.
El Gobierno de Colombia sancionó el Art. 2del Acto Legislativo N° 3, aprobado por
el Congreso, que dice lo siguiente:
"Son límites de la República con las Naciones vecinas, los siguientes: Con la de
Venezuela, los fijados en el Laudo Arbitral del Rey de España; con la de Costa Rica,
los señalados por el Laudo Arbitral del Presidente de la República Francesa; con el
Brasil, los determinados por el Tratado celebrado con esta República, en la parte
delimitada con él; y el resto, lo que tenía el Virreynato de Nueva Granada con las
posesiones portuguesas en 1810; con la República del Ecuador, provisionalmente,
los fijados en la ley colombiana de 25 de Junio de 1824; y con el Perú, los
adoptados en el Protocolo Mosquera-Pedemonte, en desarrollo del Tratado de 22
deSetiembre de 1829''
Este documento demuestra que el Ecuador no heredó los límites que Colombia tenía
con el Perú al momento de su separación, en 1830, ya que señala claramente que
sus límites con el Perú son los "adoptados en el Protocolo Mosquera-Pedemonte'',
confirmando de esta manera que la región oriental le pertenecía a ella y no al
Ecuador, con quien señala límites “provisionales”. En consecuencia, el Ecuador nunca
tuvo derecho de utilizar el Protocolo Mosquera-Pedemonte en su litigio fronterizo
con el Perú.
5. La invasión peruana de 1941
El 5 de julio de 1941, hace 62 años, la vecina nación peruana inició una penetración al suelo
ecuatoriano que en enero de 1942 se selló con el Tratado de Río de Janeiro, que despojó al
país de una vasta y rica extensión de su territorio.
Poblaciones indefensas y apenas cuidadas por débiles guarniciones que únicamente tenían
coraje y el compromiso de no ver a su país ultrajado, sufrieron los embates de una
incursión premeditada e injusta.
Las poblaciones de Chacras, Balsalito, Guabillo, Carcabón y Quebrada Seca fueron presas
del ataque sureño.
Habitantes de otras ciudades orenses y también lojanas fueron víctimas de similares actos
de hostilidad.
El mes de julio de 1941 fue uno de los más aciagos de aquella época para nuestra nación.
Pero, hubo acciones como las del cañonero Calderón, el 25 de julio de 1941, y las de
Porotillo y Panupali el 11 y 18 de septiembre del mismo año, con las que los soldados
ecuatorianos mostraron su bizarría en defensa de la soberanía nacional, pese a estar en
desventaja con sus recursos bélicos.
Sin necesidad de rencores ni exaltaciones ayer se recordaron estos hechos escritos en las
páginas de la historia patria.
Figuras destacadas
Hoy evocamos a dos importantes exponentes de la cultura nacional: la poeta guayaquileña
María Piedad Castillo de Leví, que nació el 6 de julio de 1888, y el compositor Pedro Pablo
Traversari Salazar, fallecido en igual fecha de 1956.
6. Protocolo del rio de Janeiro
El 29 de enero de 1942 se firmó un Protocolo, que por sarcasmo se llama de Paz y Amistad,
con cuya demarcación de límites, se desmembró al Ecuador de doscientos mil kilómetros
cuadrados. Un tratado infame, que cubre de vergüenza e ignominia impuesto por la fuerza
de las armas, con el cual se violaron las normas del Derecho Internacional, en la fatídica
Reunión de Consulta de Cancilleres de América, efectuada en la ciudad de Río de Janeiro.
Argentina, Brasil y Estados Unidos, ofrecen sus amistosos servicios. De inmediato el
Ecuador los acepta, pero el Perú lo hace tardíamente y solapadamente porque el plan de
invasión ya lo tenía preparado. El Perú por sí y ante si declara terminada la mediación y
moviliza a sus tropas hacia la frontera con Ecuador. Todas las tropas que estaban en
Túmbez desocuparon la ciudad, marcharon hacia delante, con dirección al río Zarumilla
sobre las líneas avanzadas de la frontera; el mismo día ataca el Perú con sus enormes
fuerzas de guerra en Zarumilla-Cazadores.
Nuestras tropas inferiores en número, e incomparables en material bélico, resistieron
heroicamente la embestida del enemigo; mil soldados ecuatorianos, se batían
denodadamente contra 10 mil soldados peruanos. Pues la bravura de esos valores encendió
la chispa de rebeldía y coraje de nuestros corazones, hasta hoy está latente ese vejamen
del cual fuimos objeto injustamente por parte de los peruanos, y, con sobrada razón
rechazamos este írrito Protocolo de Río de Janeiro.
Desde la sucesión de la Gran Colombia, el Ecuador ha tenido que soportar el asedio de las
pretensiones que en materia de límites mantenía una activa campaña el Perú dando
actualidad a los resabios del viejo poderío del Imperio Incásico; así vemos como fue
derrotada su ambición cobarde en la batalla de Tarqui; no obstante esta prueba de
rechazo, fuimos víctimas de una nueva invasión, aprovechando una aguda crisis de la política
interna del país. Nuestra cancillería hizo desesperados esfuerzos por prevenir el golpe, y
logró el retiro del ejército peruano de las posesiones del Zamora. Muchas fueron las
medidas llevadas a cabo por el gobierno peruano para lograr su propósito; pues, a principios
7. del año 1941, el Congreso peruano dio autorización para crear una nueva División del
Ejército, la cual fue añadida a las tropas en talara y Túmbez , formó la llamada Agrupación
del Norte, luego el ejército peruano
se dedicó a reparar caminos
existentes, abrir otros nuevos muy
estratégicos en la frontera con
nuestro país.
La prensa peruana hizo una campaña
hostil a los intereses del Ecuador,
puntualizando que Ecuador tenía
ambición en el territorio peruano...
Con todos los hechos narrados
brevemente, queda en claro la
NULIDAD DEL TRATADO DE RIO DE
JANEIRO, ya que en el Derecho
Internacional se encuentra un literal
que dice: "Un ataque armado por parte
de cualquier Estado Americano, será
considerado como ataque contra los
Estados Americanos". "Los Estados Americanos condenan la guerra de agresión ". "El
territorio de un Estado es inviolable: no puede ser objeto de ocupación militar, ni de otras
medidas de fuerza, que tomadas por otro Estado directa o indirectamente, cualquiera que
fuera el motivo, aún de manera temporal, no se reconocerán las adquisiciones territoriales
o las ventajas especiales que se le otorgan por la fuerza o por otros cualquier medio de
coacción".
Si el Derecho Internacional Americano, nos ampara a los ecuatorianos con estas leyes y
razones suficientes, luego es incuestionable la No aceptación de este Protocolo, y así
proclamamos los motivos que determinan la absoluta nulidad del mismo.
PROTOCOLO DE RIO DE JANEIRO
Artículo Primero
Los Gobiernos del Ecuador y del Perú, afirman solemnemente su decidido propósito de
mantener entre los dos pueblos relaciones de paz y amistad, de comprensión y de buena
voluntad, y de abstenerse, el uno respecto del otro de cualquier acto capaz de perturbar
esas relaciones.
Artículo Segundo
El Gobierno del Perú, retirará, dentro del plazo de 15 días, a contar de esta fecha, sus
fuerzas militares a la línea que se halla descrita en el Artículo VIII de este Protocolo.
Artículo Tercero
8. Estados Unidos de América, Argentina, Brasil y Chile, cooperarán por medio de
observadores militares a fin de ajustar a las circunstancias la desocupación y el retiro de
tropas en los términos del Artículo anterior.
Artículo Cuarto
Las fuerzas militares de los dos países , quedarán en sus nuevas posiciones hasta la
demarcación definitiva de la línea fronteriza. Hasta entonces, el Ecuador, tendrá
solamente jurisdicción civil en las zonas que desocupara el Perú, que quedan en las mismas
condiciones en que ha estado la zona desmilitarizada del Acta de Talara.
Artículo Quinto
La gestión de Estados Unidos,
Argentina, Brasil y Chile continuara
hasta la demarcación definitiva de
las fronteras entre el Perú y el
Ecuador, quedando este Protocolo y
su ejecución bajo la garantía de los
cuatro países mencionados al
comenzar este artículo.
Artículo Sexto
El Ecuador gozará para la
navegación en el Amazonas, y sus
afluentes septentrionales de las
mismas concesiones de que gozan el
Brasil y Colombia, más aquellas que fueran convenidas en un Tratado de Comercio y
Navegación destinado a facilitar la navegación libre y gratuita en los referidos ríos.
Artículo Séptimo
Cualquier duda o desacuerdo que surgiere sobre la ejecución de este Protocolo será
resuelto por las Partes con el concurso de los Representantes de Estados Unidos, la
Argentina, Brasil y Chile, dentro del plazo más breve que sea posible.
Artículo Octavo
La línea de frontera será referida a los siguientes puntos:
A) En el Occidente.-
1.- Boca de Capones, en el Océano;
2.- Río Zarumilla y Quebrada Balsamal o Lajas;
3.- Río Puyango o Tumbes, hasta la Quebrada de Cazadores;
4.- Cazaderos;
5.- Quebrada de Pilares y del Alamor hasta el Río Chira;
6.- Río Chira, aguas arriba;
7.- Ríos Macará, Calvas y Espíndola, aguas arriba, hasta los orígenes de este último en el
9. Nudo de Sabanillas;
8.- Del Nudo de Sabanillas, hasta el Río Canchis;
9.- Río Canchis, en todo su curso, aguas abajo;
10.- Río Chinchipe, aguas abajo, hasta el punto en que recibe el Río San Francisco;
B) En el Oriente.-
1.- De la Quebrada de San Francisco, el "divortiumaquarum" entre el Río Zamora y el Río
Santiago, hasta la confluencia del Río Santiago con el Yaupi;
2.- Una línea hasta la boca del Bobonaza en el Pastaza. Confluencia del Río Cunambo con el
Pintoyacu en el Río Tigre;
3.- Boca del Cononaco en el Curaray, aguas abajo hasta Bellavista;
4.- Una línea hasta la boca del Yasuní en el Río Napo. Por el Napo, aguas abajo, hasta la
boca de Aguarico;
5.- Por este, aguas arriba, hasta la confluencia del Río Lagartococha, o Zancudo con el
Aguarico;
6.- El Río Lagartococha o Zancudo, aguas arriba, hasta sus orígenes, y de allí una recta que
vaya a encontrar el Río Güepi, y por este hasta su desembocadura en el Putumayo, y por el
Putumayo arriba hasta los límites del Ecuador y Colombia.
Artículo Noveno
Queda entendido que la línea anteriormente descrita, será aceptada por el Perú y el
Ecuador para la fijación, por los técnicos, en el terreno, de la frontera entre los dos países.
Las partes podrán sin embargo, al procederse a su trazado sobre el terreno, otorgarse las
concesiones recíprocas que consideren convenientes a fin de ajustar la referida línea a la
realidad geográfica. Dichas rectificaciones se efectuarán con la colaboración de
Representantes de los Estados Unidos de América, República Argentina, Brasil y Chile.
Firmado:
Alfredo Solf y Muro.
E. Ruiz Guiñazú.
J. Tobar Donoso.
Oswaldo Aranha.
Juan B. Rossetti.
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