El bullying o acoso escolar se caracteriza por ser un comportamiento agresivo y repetitivo que tiene como objetivo causar daño a otra persona de manera física o psicológica para ganar poder sobre ella. Suele darse de forma sistemática durante un periodo prolongado, haciendo que la víctima se sienta culpable y en desventaja. Las formas de bullying incluyen agresiones físicas, verbales, psicológicas y la exclusión social.