Conocerse a uno mismo es la mayor sabiduría que existe. Para lograrlo, debemos reconocer nuestras cualidades y dificultades, mejorar la forma de actuar, y entablar relaciones interpersonales de forma madura. La introspección, que significa mirar hacia dentro, nos ayuda a reflexionar sobre nuestras experiencias y a organizarnos mediante la concentración, el autoanálisis y el pensamiento crítico.