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1. EL MUNDO CAPITALISTA: CRISIS POLÍTICA Y GUERRA (1929-1945)
Taller:
1. Explique las consecuencias que sobre las condiciones de
vida y las migraciones, tuvo la caída de la bolsa de valores de
Nueva York (también llamada el “crack del 29”).
2. Explique cómo se desarrolló la crisis económica en Estados
Unidos a partir de 1929 y las políticas gubernamentales
surgidas para afrontarla.
3. Explique cómo afectó la crisis económica de 1929 a las
demás economías.
4. Explique la problemática social surgida a partir de la crisis
económica de 1929.
5. Mencione las consecuencias políticas de la crisis de 1929
en Europa.
6. Explique la situación de España durante los años 30 del
siglo XX.
7. Explique la situación de la Unión Soviética a partir de 1928.
8. Explique cómo se dio la formación de la Alemania Nazi.
9. Explique las causas de la Segunda Guerra Mundial.
10. Explique cómo se dio el proceso de formación de los dos
bloques en conflicto durante la Segunda Guerra Mundial.
11. Explique cada una de las dos etapas del proceso de
hostilidades dado en la Segunda Guerra Mundial.
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DEMOGRAFIA DE LA CRISIS
Disminución del crecimiento demográfico
Las crisis económicas tienen importantes efectos que
trastornan el movimiento poblacional. La caída de la bolsa de
valores de Nueva York se sintió alrededor de todo el mundo,
dejando hambre, miseria y desempleo. Una de las
consecuencias de la nueva situación económica fue el
descenso de los niveles del crecimiento de la población
mundial.
Condiciones de vida
Otra consecuencia directa de la crisis económica fue el
deterioro de las condiciones de vida. Los efectos se sintieron
en toda Europa, pero algunas regiones se vieron más
afectadas porque se sentían las diferencias entre los países
del Norte y del Occidente, más industrializados, y los países
del Oriente y del Sur, más pobres.
Un niño holandés cuando nacía, en la década de los años 30,
tenía una esperanza de vida superior a 25 años con respecto a
uno romano. De cada 1.000 niños holandeses, 51 morían
antes de cumplir el primer año; en tanto que, de cada 1000
niños Romanos, 178 morían antes del primer año. Al cumplir
diez años, casi todos los holandeses sabían leer y escribir,
mientras que en Europa Oriental permanecían analfabetos
cerca de la mitad.
Interrupción de las migraciones
La crisis también generó la interrupción de las migraciones
europeas hacia otros lugares del mundo, fenómeno que se
venía registrando desde mediados del siglo XIX. En algunos
lugares, como en Estados Unidos, la tendencia migratoria se
invirtió: es decir, en vez de haber inmigración europea a este
país, muchos regresaron a sus puntos de origen, en Europa.
Por ejemplo, entre 1932 y 1935, los emigrantes superaron a
los inmigrantes, por otra parte, Canadá, que recibía
anualmente 122.000 personas entre 1920 y 1930, en 1935
sólo recibió 11.000.
La segunda Guerra Mundial (1939 -1945) agravó la situación
poblacional, ya que dejó cerca de 60 millones de muertos en
Europa.
LOS TRASTORNOS DEL CAPITALISMO
La crisis de 1929
Estados Unidos había gozado de holgura desde 1918, cuando
comenzó su carrera de ascenso político y económico en el
panorama mundial. Su actividad fue muy próspera durante los
años veinte. Sin embargo, desde 1926 se veía venir la crisis
especialmente en el sector agrícola, pues Europa se
recuperaba de las consecuencias de la Primera Guerra
Mundial y cada día dependía menos de Estados Unidos.
La prosperidad creó una mentalidad de enriquecimiento rápido
con poco trabajo, lo cual favoreció el auge de la bolsa de
valores de Nueva York, lugar donde se compraban y vendían
las acciones de las empresas. Los financistas y la gente
comerciaban con estos valores y debido a las ganancias que
se obtenían de las transacciones, pronto se comenzó a
especular y el acaparamiento se hizo realidad. Los negocios
con estos documentos fueron tan grandes, que ninguno de los
bancos importantes se hizo responsable de su valor real.
El alza permanente de los precios en la bolsa de valores no
estaba en relación con el aumento de la actividad económica
real que los títulos representaban. Esto llevó a que la
producción económica bajara y en consecuencia, la bolsa
entró en crisis en Octubre de 1929.
Todo el sistema financiero entró en crisis. Los bancos
suspendieron los préstamos. Al no haber dinero, la producción
decreció, lo que a su vez generó los despidos masivos de
trabajadores pues no había cómo pagarles los sueldos;
aumentaron el desempleo y las huelgas; los negocios
quebraron y disminuyó el consumo de artículos. La producción
industrial bajó en un 50% entre 1929 y 1932.
Esta situación creo la necesidad de un nuevo impulso a la
política norteamericana. Las esperanzas se centraron en
Franklin Delano Roosevelt, quien asumió la presidencia en
1932. Su política para superar la crisis tomó el nombre de
“New Deal” que significa “nuevo pacto”. Esta política consistió
en un complejo sistema de disposiciones, entre las cuales se
destacaron:
El National Industry Recovery Act (NIRA), que trató de
promover el control de los bancos e industrias para
organizar la producción y definir reglas de competencia
entre las empresas.
El Agricultural Adjustment Act (A.A.A.), que trató de
fomentar la agricultura mediante préstamos hipotecarios a
bajos precios, para reducir las deudas de los campesinos.
En la política internacional, Roosevelt, estableció
relaciones con la Unión Soviética y rectificó el
aislacionismo político que Estados Unidos había asumido
unos años atrás. Frente a América Latina, asumió una
posición diferente a la “doctrina del garrote”, que se llamo
“del buen vecino”.
2. CONSECUENCIAS INMEDIATAS
La expansión de la crisis
El problema de la caída de la bolsa de valores en 1929, no
sólo se quedó en la crisis de la economía norteamericana, sino
que inmediatamente afectó todo el sistema capitalista. Buena
parte de la política norteamericana durante los años veinte
estuvo enfocada sobre dos aspectos:
La exportación de capitales hacia Europa, que estaba en
vías de recuperación después de la ruina de posguerra, y
Las inversiones y empréstitos en América Latina
Estados Unidos fue la primera potencia exportadora y eran
muchos los países que dependían del comercio con ellos: “al
quebrarse el gigante, se quebraban los pequeños”.
Ante la crisis, Estados unidos optó por tomar dos actitudes:
aumentar las tarifas aduaneras, lo cual colocaba en situación
difícil a los otros países del mundo y, retirar los capitales que
se tenían invertidos para atender la crisis interna, por lo que
dejaba sin dinero a muy buena parte de los países que
dependían de ellos.
De esta manera, la caída de la bolsa de valores de Nueva
York, implicó la crisis económica, política y social,
especialmente en Australia, Alemania e Inglaterra y en menor
escala en Francia. Las dificultades en las que se hallaban las
grandes empresas que ofrecían trabajo a una buena cantidad
de personas, la falta de dinero en los bancos y los otros
aspectos que caracterizaron este momento crítico, condujeron
a los países a tomar medidas intervencionistas; es decir, el
Estado asumía la dirección de la economía mediante la
adopción de diversas medidas que buscaban principalmente la
reducción de la influencia de los grandes monopolios
económicos.
El problema Social
Una de las consecuencias más importantes de la expansión de
la crisis económica, fue el aumento del desempleo y de la
miseria. Las condiciones de vida se deterioraron: los salarios
bajaron excesivamente, las horas de trabajo disminuyeron y el
desempleo fue alarmante. Por ejemplo, en Estados Unidos el
25% de los trabajadores quedó cesante, en Inglaterra, el 22%
y en Alemania el 44%. Esta situación empeoró porque los
intentos por superar el momento crítico estuvieron dirigidos
hacia los empresarios, descuidando las medidas dirigidas a
atender directamente a la clase media, los obreros y los
campesinos.
Así mismo, se reforzaron los antagonismos en las clases
sociales, dando paso a un fuerte movimiento de crítica y
cuestionamiento a las bases del capitalismo. Esto ocasionó la
formación de nuevos partidos comunistas, el fortalecimiento de
los ya existentes y la consolidación de los movimientos
obreros y sindicalistas. La crisis del capitalismo y el auge
económico de la Unión Soviética impulsaron el ascenso del
socialismo.
CONSECUENCIAS POLITICAS
La crisis norteamericana se sintió inmediatamente en Europa.
En todos los países la depresión hizo tambalear a los
gobiernos, especialmente a los regímenes parlamentarios. En
Inglaterra y en Francia el régimen parlamentario y los partidos
tradicionales entraron en crisis y tomaron impulso los partidos
de izquierda. Con excepción de estos países y de
Checoeslovaquia, Bélgica, Holanda, Suiza y los países
escandinavos, en el resto de Europa se instalaron gobiernos
fascistas o dictaduras siguiendo el ejemplo de Italia y de
Alemania.
La Guerra Civil Española
Uno de los casos más importantes de conflicto interno y
dictadura militar fue el de España. La dictadura del general
Primo de Rivera se prolongó hasta 1930, momento en el cual
se regresó al régimen constitucional. Este aspecto determinó
la caída, en 1931, de la monarquía de Alfonso XIII,
constituyéndose así la Segunda República. A continuación se
dio paso a dos “bienios”: el primero de corte izquierdista, entre
1931 y 1933 y, el segundo de tendencias conservadoras, entre
1933 y 1935.
La diversidad de opiniones y los constantes enfrentamientos
dividieron a la sociedad española. El proceso desembocó en
una guerra civil que duró desde 1936 hasta 1939, año en el
cual, el general Francisco Franco anunció su victoria.
La Unión Soviética
Después de la revolución bolchevique, la economía soviética
se caracterizó por la pequeña economía de la propiedad rural,
que poco incrementaba la producción. En 1928, Stalin decidió
organizar los “planes quinquenales”; es decir, la planificación
de la producción económica, la industrialización y la
colectivización de cinco en cinco años.
El primer plan se llevó a cabo entre 1928 y 1933, buscando el
desarrollo de la industria pesada y el aumento de las zonas
sembradas. Los dos siguientes planes quinquenales (1933–
1937 y 1938–1942, este último frenado por el comienzo de la
Segunda Guerra Mundial) cubrieron todos los campos de la
producción económica, y para 1941, la Unión Soviética se
ubicada como la tercera potencia industrializada.
De esta manera logró superar las etapas de la Revolución
Industrial en un tiempo Record, importantes para consolidar su
proyecto político de colectivización. Hasta ese entonces los
países agrícolas se industrializaban lentamente y dependían
de las potencias.
La Unión Soviética lo logró en un proceso acelerado y sin
comprometer su independencia. Además estos planes la
libraron de la crisis que afectó al mundo capitalista.
La Formación de la Alemania Nazi
Uno de los principales actores en este periodo fue Alemania
por la consolidación del estado totalitario nazi. Entre las
circunstancias que consolidaron su ascenso, se destacan:
Alemania al perder la Primera Guerra Mundial, debió
ceder parte de sus territorios, renunciar a sus posesiones
coloniales y entregar un sector de su ejército y de su flota
a las potencias victoriosas. Estos aspectos afectaron su
situación social, política y económica durante los años
veinte dando por resultado la creación de un fuerte
nacionalismo que buscaba la recuperación de su antigua
economía.
Este hecho se agravó por la crisis económica de 1929,
que hizo entrar en retroceso la producción industrial a tal
punto que el desempleo ascendía a 6 millones de
trabajadores en 1931.
3. Se distinguieron dos protagonistas políticos: la alianza
entre los socialdemócratas y el partido demócrata alemán,
que buscaban una república federal, democrática y
parlamentaria, por una parte, y la derecha, conformada
por la burguesía nacionalista y los industriales, a quienes
no les convenían las concesiones dadas a la clase
trabajadora, por otra parte. La derecha estaba respaldada
pos los “cuerpos francos”, organización de carácter militar
que ejercía represión y terrorismo contra los socialistas y
los miembros de la izquierda comunista.
Estas tres circunstancias fueron condiciones propicias para el
nacimiento y el crecimiento del partido obrero alemán, que
mas adelante pasó a llamarse partido obrero nacionalsocialista
alemán, de donde se forjó el movimiento nazi, liderado por
Hitler.
Este movimiento se hizo fuerte en el parlamento y llevó a Hitler
al poder en 1933, con el apoyo de la burguesía, que se hallaba
descontenta por la crisis económica y de los industriales, que
temían el ascenso del comunismo.
Alemania comenzó rápidamente el proceso de transformación
a un Estado totalitario. Lo primero que hizo Hitler fue
deshacerse de sus más cercanos opositores, los comunistas:
los persiguió y prohibió su actividad política.
A continuación, disolvió los otros grupos políticos hasta dejar
al nazi como un partido único; aumentó la centralización del
poder; creó una peligrosa policía estatal, la Gestapo; suprimió
los sindicatos y puso a funcionar los primeros campos de
concentración.
La situación económica, que era delicada por la deuda
contraída con las potencias después de la Primera Guerra
Mundial y ahora estaba agravada por la crisis del 29, impulsó a
que el Estado tomara las riendas de la economía y la colocara
en función de la producción interna.
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Las causas
Así como la Primera Guerra Mundial fue la consecuencia de la
acumulación de tensiones, como resultado del desarrollo de la
Revolución Industrial del siglo XIX, la segunda fue el producto
de los factores acumulados desde los tratados de paz de la
anterior contienda. Alemania, desfavorecida con la pérdida de
territorios e indemnizaciones, había acrecentado su
nacionalismo y buscaba resarcirse de alguna manera.
El ascenso del fascismo y la crisis económica generalizada,
favorecieron un crecimiento económico interno y autónomo,
que fortaleció a países como Alemania, Italia y Japón: se
podían lanzar a un nuevo reparto del mundo. Además, el
creciente nacionalismo. Las apetencias imperialistas y las
nuevas alianzas, tuvieron su parte en el origen de la Segunda
Guerra.
Los dos Bloques del Conflicto
Fueron dos los grandes actores: las potencias llamadas del
Eje y las potencias Aliadas. El proceso de formación de los
dos bloques se dio de esta manera:
El Eje prácticamente estaba conformado desde 1936, y lo
componían acciones con condiciones similares: Alemania,
Italia y Japón. Las tres naciones habían salido
perjudicadas por el Tratado de Versalles, pues perdieron
territorios o no habían logrado lo que deseaban; los tres
tenían sistemas de gobiernos totalitarios, fascistas los dos
primeros y militarista el tercero. Con el paso de los
acontecimientos, llegaron a acuerdos sobre la forma como
se repartirían el mundo después de la victoria: Alemania
tomaría casi toda Europa, Italia el Mediterráneo y Japón
dominaría sobre China, Indochina y el Pacifico.
El Eje venía preparando la guerra desde unos años atrás, con
diversas intervenciones: Italia, con la invasión a Etiopía;
Alemania, con las anexiones de Austria y Checoeslovaquia;
Italia y Alemania unidas, con su participación en la guerra civil
española; y Japón con la invasión a China en 1937. Junto a
esta preparación militar, se crearon grandes directrices
ideológicas que motivaron el comienzo de la guerra. Entre las
más importantes se encuentran el exterminio de judíos; la
reorganización de la economía europea en beneficio de Reich;
y, el fortalecimiento del papel privilegiado del pueblo alemán.
Los Aliados estaban conformados por Inglaterra, Francia,
Estados Unidos y la Unión Soviética. No existía la misma
solidez que en el Eje en sus intereses políticos y militares.
Inglaterra y Francia, creían que la guerra con Alemania
podía frenar el peligro comunista que representaba la
Unión Soviética. Este país creía que sería una guerra
entre naciones capitalistas e imperialistas y terminaría
generando la revolución social. Estados Unidos se
mantenía al margen. Lo único que los ataba era el temor a
la expansión Alemania.
El Proceso de las Hostilidades
La guerra se inició en septiembre de 1939. Alemania
declaraba tener razones para invadir Polonia, a lo que se
oponían Francia e Inglaterra. Por su parte, la Unión Soviética,
temía que la invasión de Polonia fuera un primer paso para
que ellos fueran invadidos. Por prevención, firmaron un pacto
de no agresión con Alemania. Cuando Hitler consiguió así la
neutralidad soviética, invadió Polonia: dos días después,
Inglaterra y Francia entraron en el conflicto e Italia se mantuvo
al margen.
La guerra se prolongo hasta 1945 y tuvo dos grandes etapas:
De 1939 a 1941 fue una guerra propiamente europea. El
conflicto se desarrolló entre Alemania contra Inglaterra y
Francia. Alemania, aseguró las materias primas
estrechando los lazos con la Unión Soviética y con los
países escandinavos, que se mantenían neutrales. Pero
en 1940, el rumbo cambió cuando los alemanes
invadieron a Dinamarca y Noruega y derrotaron a los
franceses. Esto trajo dos importantes consecuencias: en
primer lugar, aunque casi toda Francia fue ocupada por
los alemanes, un sector permaneció libre, dirigido por el
general Charles De Gaulle; en segundo lugar, Italia
ingresó a la guerra para tener parte en la repartición de
Europa. Inglaterra quedó sola en la guerra.
De 1941 a 1945 la guerra se vuelve mundial, cuando
entran a la lucha Estados Unidos, la Unión Soviética y
Japón. En 1941, ante la creciente influencia soviética en
Europa Oriental, Hitler decide invadir la Unión Soviética.
Por su parte, el Japón, bajo una política expansionista,
atacó el puerto norteamericano de Pearl Harbor y
desembarcó en Indochina, hecho que marcó la decisión
de Estados Unidos de entrar en el conflicto.
4. A finales de 1942 buena parte de Europa estaba dominada por
los alemanes quienes necesitaban de estos territorios para el
éxito de sus intenciones. Los mecanismos utilizados por el
nazismo para dominar las zonas ocupadas tuvieron base en el
terror: deportaciones en masa, asesinatos y campos de
concentración.
A partir de 1944, el panorama comenzó a cambiar para
Alemania. Por el frente occidental, el desembarco que
realizaron los aliados en Normandía les abrió las puertas para
la recuperación de Francia y el inicio de la conquista de
Alemania. Por el frente este, los rusos avanzaron hacia Berlín.
En Febrero de 1945 se reunieron en Yalta (Rusia), Winston
Churchill, José Stalin y Franklin D. Roosevelt, en
representación de Inglaterra, la Unión Soviética y Estados
Unidos, respectivamente. La Unión Soviética y Estados
Unidos. Entre los tres acordaron la futura repartición de
Alemania y de los sectores ocupados. Así mismo, se acordó la
entrada de la Unión Soviética al escenario del Pacifico.
Alemania se rindió en mayo de 1945. La guerra continúo hasta
Agosto del mismo año contra el Japón, que se rindió después
de ser lanzadas las bombas atómicas sobre Hiroshima y
Nagasaki.