1. AMÉRICA LATINA: 1930-1945
TALLER:
1. Explique cuál fue la situación económica de América Latina
durante los años treinta del siglo XX.
2. Explique cuáles fueron las principales posiciones de los
países latinoamericanos frente a la crisis económica.
3. Explique cómo se desarrolló el gobierno populista de Getulio
Vargas en Brasil.
3. Explique cómo se desarrolló el gobierno populista de Perón
en Argentina.
4. Explique cómo se desarrollaron los gobiernos populistas en
Bolivia.
5. Explique cómo se desarrollaron los gobiernos reformistas en
Colombia durante los años treinta.
6. Explique cómo se desarrollaron los gobiernos reformistas en
Venezuela durante los años treinta.
7. Explique cómo se desarrolló el gobierno reformista de
Velasco Ibarra en Ecuador durante los años treinta.
8. Explique cómo se desarrollaron las dictaduras en
Centroamérica.
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AMERICA LATINA EN LOS AÑOS TREINTA
La Situación Económica
La primera Guerra Mundial había interrumpido el proceso de
intercambios comerciales que sostenía Europa con América
Latina. Dejaron de llegar productos elaborados, lo que obligó a
que los países latinoamericanos comenzaran a desarrollar una
incipiente industria, la cual, más tarde, se convertiría en la
fuerza industrial de la región.
Estas circunstancias colocaron a la naciente industria
latinoamericana frente a una dura crisis. Sin embargo, las
exportaciones de bienes primarios aumentaron, lo que produjo
un relativo bienestar en sus economías. Pero a finales de los
años veinte las exportaciones fueron disminuyendo, como
preámbulo a la gran crisis económica de 1929, en la que los
países latinoamericanos vieron caer dramáticamente el
volumen de sus importaciones. En consecuencia, los recursos
financieros se redujeron notoriamente y los inversionistas
extranjeros se vieron obligados a retirar sus capitales y a
cobrar las deudas.
Con la reducción de las exportaciones, los ingresos de los
países latinoamericanos se redujeron; los precios internos de
muchos productos bajaron y el número de desempleados se
multiplicó. Además, frente a la escasez de recursos
financieros, los estados perdieron la capacidad de importar.
Los gobiernos decidieron entonces asumir el control de las
exportaciones, subsidiar a los productores, supervisar
directamente las entidades financieras, tomar bajo su control
las obras públicas y apoyar a aquellas industrias que
pretendían reemplazar los productos que dejaron de llegar
debido a las dificultades de importación.
El intervencionismo del Estado y la manera como se pretendió
impulsar la economía se vieron favorecidos más tarde por el
inicio de la Segunda Guerra Mundial, pues Europa y
Norteamérica aumentaron significativamente la importación de
alimentos. De igual manera se incentivó fuertemente la
industrialización debido a la nueva suspensión de las
importaciones. También fue notoria la migración de europeos
que huían de la guerra, quienes se incorporaron a las
actividades productivas en América Latina.
En la medida en que sucedían estos procesos, la clase obrera
fue incrementándose y asumiendo un papel más protagónico
en el desarrollo histórico de América Latina. Los nuevos
proletarios venían del campo, huyendo de la expansión de los
terratenientes y del desempleo.
El incremento de la clase obrera provocó la aparición del
sindicalismo y de las corrientes socialistas y revolucionarias.
Estas nuevas ideologías tuvieron una rápida difusión, gracias
también a la migración de obreros europeos especializados,
que ya habían militado en partidos y sindicatos europeos. El
sindicalismo se convirtió, a la postre, en un baluarte político
de los gobiernos populistas y reformistas de América Latina.
Las Posiciones Frente a la Crisis
La crisis económica de 1929 se hizo patente en todos los
países de América Lantina, y de manera especial en aquellos
que habían logrado un mayor desarrollo económico, tales
como Brasil, Argentina, Chile y Uruguay. Las graves
circunstancias económicas, el surgimiento de nuevas clases
sociales y las apremiantes necesidades de organización
política, exigían un manejo diferente de la dirección del
Estado.
De acuerdo con las condiciones de cada país, se buscaron
respuestas a esta coyuntura: en algunos pauses la coyuntura
se enfrentó a través de reformas moderadas, generalmente
propuestas por la clase dirigente, tal fue el caso de Colombia
con Alfonso López Pumarejo, el de Chile con el Frente
Popular, el del Perú con el Frente Democrático Nacional y el
de José María Velasco Ibarra de Ecuador.
En otros lugares, por su parte, la situación se enfrentó por
medio de gobiernos que se definieron como populares,
nacionalistas y antioligárquicos, a los que se les denominó
populistas. Entre estos mencionaremos el de Getulio Vargas y
Joao Goulart en Brasil, Juan Domingo Perón en la Argentina,
Lázaro Cárdenas en México, Víctor Paz Estenssoro y Hernán
Siles Suazo en Bolivia.
El método que emplearon los gobiernos populistas para
ascender al poder, fue el de ganarse el apoyo de la clase
obrera, los marginados, los desempleados, quienes no temían
enfrentar al poder político dominante del momento, que
representaba entonces a la oligarquía. Este apoyo fue
premiado por los gobiernos populistas con diversas medidas
sociales que les sirvieron para afianzar el apoyo de las
grandes masas populares.
Pero, como era de esperarse, así como contaron con el apoyo
de las grandes masas, estos gobiernos debieron enfrentar a
los grupos oligárquicos que se vieron desplazados del poder y,
por consiguiente, privados de sus privilegios y lesionados en
sus intereses. De igual manera, debieron reprimir aquellos
grupos sociales que protestaban por no haber sido tomados en
cuenta.
Los gobiernos populistas orientaron su actividad hacia el
desarrollo de la industria nacional. Para lograrlo, buscaron
modernizar el Estado fortaleciendo el poder ejecutivo, creando
nuevos ministerios, nacionalizando algunos sectores y
estableciendo férreos controles a las diferentes actividades
2. económicas. Así, el Estado quedó capacitado para intervenir y
señalar el camino que debía seguir la economía, favoreciendo
de paso a la burguesía, en oposición a los grupos oligárquicos.
De otra parte, los gobiernos populistas fortalecieron su
influencia sobre los grupos populares, organizándolos en
asociaciones y sindicatos, que fueron a su vez puestos al
servicio de los partidos políticos populistas y del Estado
populista. Este Estado, en últimas, aparecía para las grandes
masas, como la personificación y único camino para alcanzar
la justicia social.
LOS GOBIERNOS POPULISTAS
Brasil
Entre 1930 y 1945, Brasil estuvo gobernado por Getulio
Vargas. Ocupó la presidencia de su país en una segunda
ocasión, de 1951 a 1954.
Desde un comienzo, Vargas buscó fortalecer la burguesía, la
clase media, el ejército y los sectores populares. Durante el
periodo correspondiente a la Segunda Guerra Mundial,
controló y favoreció las exportaciones, ,sentó las bases de la
futura industria pesada brasileña, protegió las manufacturas
nacionales, impulsó las obras públicas y combatió eficazmente
el desempleo. Al mismo tiempo, buscó trasformar el aparato
estatal para que se adecuara al sistema populista, excluyendo
a las oligarquías. Sin embargo, con el paso del tiempo, su
gobierno se fue transformando cada vez más en una
dictadura, ya que prohibió los partidos políticos y disolvió las
asambleas en los diferentes Estados.
A pesar de todo, fue reelegido gracias a los votos de las
masas que nunca lo abandonaron, pero al no contar con el
apoyo de la burguesía y del ejército, claudicó del poder y de la
vida mediante el suicidio.
Argentina
En Junio de 1943, un grupo de militares argentinos se tomó el
poder que hasta ese momento había sido ostentado por
hacendados, banqueros, comerciantes y el alto clero. El
acontecimiento significó el comienzo de una nueva etapa en la
historia argentina, y cuyo principal protagonista fue el coronel
Juan Domingo Perón, elegido presidente de la república en
1946 y reelegido en 1951.
Desde su primera elección, Perón implantó el justicialismo,
sistema social, político y económico, que pretendía ser una
tercera vía entre el capitalismo y el comunismo. En esta nueva
etapa estuvo secundado por Eva María Duarte, su esposa
desde 1945, quien con su personalidad carismática, se ganó la
simpatía del pueblo argentino, sobre todo de los sectores
marginados.
Los años finales de la Segunda Guerra Mundial habían dejado
a la Argentina en una óptima situación financiera por el
enorme incremento de su comercio exterior. Estas
circunstancias le permitieron a Perón iniciar exitosamente sus
medidas de gobierno. Así, adelantó la nacionalización de las
compañías de teléfonos, ferrocarriles y electricidad, talas como
diques, gasoductos, siderúrgicas; estableció monopolios y
controles estatales, impulso la industria manufacturera, a la
vez que implantó numerosas medidas en favor de las clases
trabajadoras.
A partir de 1952 las cosas no marcharon tan bien, puesto que
se inició una grave crisis económica; además la muerte de Eva
Perón significó un duro golpe para el sistema; la oposición se
hizo cada vez más fuerte. A Perón sólo le quedaron como
respaldo, el ejército y los trabajadores.
México
Una revolución de tipo agrario que se produjo en México hacia
1910, dio inicio a una serie de reformas en el campo político y
económico que, con algunas interrupciones se reanudó en los
años treinta con renovado ímpetu, especialmente durante el
gobierno de Lázaro Cárdenas, el cual se inició en 1934, bajo la
protección de Plutarco Elías Calle, quien hasta el momento de
su arribo al poder, manejaba los hilos en el gobierno
mexicano.
Cárdenas recogió de una manera decidida los ideales de la
revolución agrícola de 1910 y, en un breve lapso, distribuyó
entre los campesinos más tierras (20 millones de hectáreas
entre unas 750.000 familias) que las que habían repartido
todos sus predecesores desde el comienzo de la revolución de
1910 (entre 1917 y 1934, se habían repartido 10 millones de
hectáreas).
En 1937 nacionalizó las compañías ferroviarias. En 1938,
después de una serie de huelgas de los trabajadores del
petróleo, decretó la expropiación de todas las compañías
petroleras. La reforma agraria adelantada por Cárdenas,
afectó las relaciones de México con las potencias,
especialmente con Estados Unidos, con quien tenía la mayor
parte del intercambio comercial. Sin embargo, más que la
reforma agraria, fue la expropiación de las compañías
petroleras, las que hicieron más tirantes las relaciones,
especialmente con Inglaterra, quien a raíz de estos
acontecimientos, rompió relaciones con México.
Bolivia
La evolución de los gobiernos bolivianos en busca de una
respuesta a la crisis de los años treinta, fue más compleja aún
que la de otros países, debido a su deteriorada situación
económica y al papel asumido por el ejército, quien
repetidamente trató de imponer sus criterios por medio de los
goldes de Estado.
Solo en 1952 asumió el poder un líder que quiso adelantar a
toda costa una verdadera revolución nacional: Víctor Paz
Estenssoro. Y efectivamente, adelantó la nacionalización de
las minas, principal fuente de ingresos del país y la reforma
agraria, a la vez que intentó mejorar el nivel de la vida de la
población obrera y campesina. Sin embargo, estas reformas
no lograron producir los resultados deseados, ya que para
nacionalizar las minas, por ejemplo, fue necesario pagar
fuertes indemnizaciones, y de otra parte, el bien cotizado
cobre, durante la Segunda Guerra Mundial bajó su precio.
Como consecuencia, la situación de la población se vio
seriamente deteriorada.
Así, el gobierno de Paz Estenssoro debió alinear firmemente al
lado de Estados Unidos, a cambio de créditos que le
permitieran cubrir medianamente los déficits de su balanza
comercial. Más adelante debió someterse también al
liberalismo económico. En 1956 Hernán Siles Suazo, continuó
en la línea política de paz Estenssoro, pero también
determinado por la dependencia económica de los prestamos
estadunidenses.
3. LOS GOBIERNOS REFORMISTAS
Colombia
En Colombia las reformas económicas y sociales sólo se
iniciaron en el gobierno de Alfonso López Pumarejo (1934 –
1938). Estas se concentraron básicamente en la educación,
en la implantación de algunos beneficios para las clases
trabajadoras y algunos intentos de reforma agraria. Colombia
continuó siendo una república oligárquica, repartida entre los
dos partidos tradicionales, cuya clase política veía sin
entusiasmo los intentos de reforma social adelantados por
Alfonso López.
A este le sucedió el moderado Eduardo Santos, en cuyo
gobierno se acabaron de enfriar los intentos reformistas. Entre
tanto surgió la figura de un caudillo liberal, Jorge Eliécer
Gaitán, en el cual la clase trabajadora creyó encontrar al
portador de sus intereses, pero fue asesinado.
Venezuela
Excepcionalmente, durante la gran crisis económica de 1929,
este país se vio poco afectado gracias a la bonanza petrolera
que transformó en poco tiempo el modo de vida de los
venezolanos. Esta época de bonanza, permitió formar un
Estado opulento, que construyó escuelas, centros de salud,
carreteras, barrios para las clases obreras. Ante la masiva
importación, el Estado subvencionó los productos agrícolas
locales para hacer posible la competencia.
A finales de 1945, el representante del partido acción
democrática Rómulo Betancourt, fue instaurado en el poder
mediante un golpe militar, que buscaba incluir en la vida
política del país algunos sectores importantes de la vida
venezolana, hasta entonces marginados.
A este le siguió otro civil, Rómulo Gallegos, quien fue
derribado del poder por el ejército para que de él tomara
posesión Marcos Pérez Jiménez (1952-1958). Este implantó
una estricta dictadura al abrigo de una extraordinaria
prosperidad petrolera, descuidando, al contrario de sus
sucesores, la diversificación de la economía.
Ecuador
Los intentos de renovación de este país estuvieron, hasta
1930 en manos del partido liberal. A partir de entonces surgió
un personaje que representaría la única posibilidad de cambio
para el pueblo ecuatoriano a lo largo de casi medio siglo: José
María Velasco Ibarra. Este gobernante trató de imponer una
dictadura, dado su carácter autoritario, rompiendo siempre con
las extremas derechas e izquierdas, y ejerciendo un
conservadurismo político.
Una y otra vez fue elegido por el pueblo y derrocado por el
ejército. Sus reformas poco sirvieron para cambiar la fisonomía
política del país, pues aún continúa dominado por
terratenientes y la economía productiva sigue estando en
pocas manos.
LAS DICTADURAS CENTROAMERICANAS
Perfil de los Dictadores
Generalmente los dictadores surgieron de los ejércitos
constituidos por Estados Unidos para defender sus intereses
políticos y económicos en el Caribe. Estos personajes, de
origen oscuro, asumieron el poder por largos periodos y
además de sus propios intereses, garantizaron la estabilidad
de los intereses norteamericanos de la zona.
Los dictadores ostentaron un poder absoluto. Sin embargo,
cuando abandonaron su línea de conducta colaboracionista, o
llegaron a representar un peligro para los intereses foráneos o
de la clase oligárquica, fueron depuestos.
Contexto en el cual Surgieron
La crisis mundial de 1929 y la Segunda Guerra Mundial,
afectaron notablemente las exportaciones de productos
agrícolas, principal fuente de ingresos de los países caribeños.
En consecuencia, se redujeron dramáticamente las
importaciones, y por consiguiente, los salarios y las
condiciones de vida de la población. De otra parte las pobres
economías de estos países, no habían aprovechado el periodo
de los años veinte, para impulsar el desarrollo de actividades
industriales, como si se dio en casi todos los países del
continente suramericano.
Al contrario, la dependencia del monocultivo se intensificó, lo
que los ató más a las fluctuaciones de los mercados
internaciones. De otra parte, es necesario tener en cuenta que
quienes se beneficiaron de la alta o baja tasa de las
importaciones, eran las pequeñas oligarquías latifundistas,
quienes a su vez se fortalecieron, en detrimento de los demás
sectores económicos.
En consecuencia, los grupos dominantes, interesados casi
exclusivamente en fortalecer sus intereses particulares, no se
preocuparon por echar las bases de una economía que
favoreciera a la sociedad en general, y más bien respondieron
a las solicitudes de cambio social con la represión, “encierro,
destierro o entierro”, según las palabras de un dictador
hondureño. Se reprimía por tanto, desde aquellos que
carecían de empleo hasta los que solicitaban un incremento de
salario.
Estos regímenes, también llamados de fuerza, fueron
apoyados incondicionalmente por las oligarquías favorecidas y
por Estados Unidos, que veía preservados sus intereses en el
área.
El Apoyo a los Dictadores
Una característica importante del régimen dictatorial fue el
hecho de no estar centrado en un partido político o en una
clase social determinada, sino en un individuo, el dictador. Los
poderes legislativo y judicial solamente tenían por finalidad
darle una apariencia de democracia al régimen. Además, el
dictador solía conceder favores y privilegios, a fin de asegurar
un respaldo político y mantener vigente la lealtad de sus
admiradores, quienes a su vez eran vigilados.