Este documento presenta el inicio de la historia de Bella Swan, una doctora pediatra española que llega por error al hospital de Forks en lugar del hospital de Seattle donde tenía una plaza como residente. Conoce a la jefa de pediatría Emily Martin y acuerda trabajar en el hospital de Forks por tres meses hasta que haya disponibilidad en Seattle. Emily le ayuda a encontrar alojamiento compartido con una enfermera llamada Ángela. Bella se instala en Forks, un pequeño pueblo verde situado en medio del bosque.
Esta historia cuenta cómo una hija lleva a su padre anciano y depresivo a vivir con ella y su esposo a su granja. El padre es crítico y causa conflictos. La hija adopta un perro abandonado, CHEYENNE, para darle a su padre. El perro forma un vínculo con el padre y lo ayuda a superar su depresión. Tres años después, el padre y el perro mueren pacíficamente en la misma noche. La hija se da cuenta de que Dios le envió al perro como un ángel
La hija lleva a su padre anciano y depresivo a vivir con ella y su esposo, pero la actitud negativa del padre causa conflictos. La hija adopta un perro abandonado para darle a su padre, y aunque él se niega al principio, el perro y el padre forman un vínculo que mejora su estado de ánimo. El perro permanece con el padre hasta sus últimos días, brindándole compañía y paz.
El doctor Moreno se reúne con la Sra. Castillo para discutir el estado mental de su hijo Álvaro. Álvaro ha estado actuando de manera extraña, viendo películas al revés y desconectado de la realidad. El doctor lee una carta escrita por Álvaro donde describe eventos de una vida pasada que no concuerdan con su edad actual. El doctor sospecha que Álvaro tomó LSD y tuvo una mala reacción, pero necesita más información para diagnosticarlo. La Sra. Castillo se altera ante la menc
Este documento narra la historia de Miguel Ángel, un terapeuta que está tratando a una paciente llamada Nana que padece un tumor cerebral benigno terminal. Miguel Ángel se ha enamorado de Nana a pesar de que es su paciente. Después de varias sesiones en las que han establecido una conexión emocional, Miguel Ángel descubre que él también padece cáncer en fase terminal. Debe enfrentar el desafío de contarle la verdad a Nana sobre su propia enfermedad.
Este guión literario describe una escena nocturna entre Efraín y María. María se ha enfermado y Efraín llamó a un doctor para que la visite. El doctor advierte que la vida de María corre peligro. Más tarde, Efraín visita a María mientras ella se trenza el cabello. María le cuenta a Efraín sobre una conversación que escuchó entre su padre y otra mujer, lo que la entristeció y enfermó. Efraín la consuela y le pide que no hable más del asunto. Su conversación es interrumpida cuando
Una adolescente llamada Emma encuentra una nota amenazante y descubre que su mejor amiga Alicia está siendo controlada mentalmente por un brujo malvado llamado Bécquer. Emma conoce a un chico llamado Frank que le revela que pertenece a una antigua familia con poderes mágicos, al igual que Emma. Juntos luchan contra Bécquer, logran salvar a Alicia y desactivar una bomba mágica, aunque Emma se desmaya por el esfuerzo.
Este documento narra la historia de una hija cuya relación con su padre se ve afectada negativamente cuando éste enfrenta problemas de salud y envejecimiento. Al llevar a su padre a vivir con ella, la situación empeora hasta que adopta a un perro abandonado llamado Cheyenne, el cual forma un vínculo especial con el padre y mejora significativamente su estado de ánimo y calidad de vida. Lamentablemente, tanto el padre como el perro fallecen poco después, aunque el perro jugó un papel importante en
Esta historia cuenta cómo una hija lleva a su padre anciano y depresivo a vivir con ella y su esposo a su granja. El padre es crítico y causa conflictos. La hija adopta un perro abandonado, CHEYENNE, para darle a su padre. El perro forma un vínculo con el padre y lo ayuda a superar su depresión. Tres años después, el padre y el perro mueren pacíficamente en la misma noche. La hija se da cuenta de que Dios le envió al perro como un ángel
La hija lleva a su padre anciano y depresivo a vivir con ella y su esposo, pero la actitud negativa del padre causa conflictos. La hija adopta un perro abandonado para darle a su padre, y aunque él se niega al principio, el perro y el padre forman un vínculo que mejora su estado de ánimo. El perro permanece con el padre hasta sus últimos días, brindándole compañía y paz.
El doctor Moreno se reúne con la Sra. Castillo para discutir el estado mental de su hijo Álvaro. Álvaro ha estado actuando de manera extraña, viendo películas al revés y desconectado de la realidad. El doctor lee una carta escrita por Álvaro donde describe eventos de una vida pasada que no concuerdan con su edad actual. El doctor sospecha que Álvaro tomó LSD y tuvo una mala reacción, pero necesita más información para diagnosticarlo. La Sra. Castillo se altera ante la menc
Este documento narra la historia de Miguel Ángel, un terapeuta que está tratando a una paciente llamada Nana que padece un tumor cerebral benigno terminal. Miguel Ángel se ha enamorado de Nana a pesar de que es su paciente. Después de varias sesiones en las que han establecido una conexión emocional, Miguel Ángel descubre que él también padece cáncer en fase terminal. Debe enfrentar el desafío de contarle la verdad a Nana sobre su propia enfermedad.
Este guión literario describe una escena nocturna entre Efraín y María. María se ha enfermado y Efraín llamó a un doctor para que la visite. El doctor advierte que la vida de María corre peligro. Más tarde, Efraín visita a María mientras ella se trenza el cabello. María le cuenta a Efraín sobre una conversación que escuchó entre su padre y otra mujer, lo que la entristeció y enfermó. Efraín la consuela y le pide que no hable más del asunto. Su conversación es interrumpida cuando
Una adolescente llamada Emma encuentra una nota amenazante y descubre que su mejor amiga Alicia está siendo controlada mentalmente por un brujo malvado llamado Bécquer. Emma conoce a un chico llamado Frank que le revela que pertenece a una antigua familia con poderes mágicos, al igual que Emma. Juntos luchan contra Bécquer, logran salvar a Alicia y desactivar una bomba mágica, aunque Emma se desmaya por el esfuerzo.
Este documento narra la historia de una hija cuya relación con su padre se ve afectada negativamente cuando éste enfrenta problemas de salud y envejecimiento. Al llevar a su padre a vivir con ella, la situación empeora hasta que adopta a un perro abandonado llamado Cheyenne, el cual forma un vínculo especial con el padre y mejora significativamente su estado de ánimo y calidad de vida. Lamentablemente, tanto el padre como el perro fallecen poco después, aunque el perro jugó un papel importante en
El resumen describe el primer día de Jason como un cambiaformas pantera. Por la mañana se siente enfermo y dolorido después de su primera transformación bajo la luna llena. Más tarde le dice a su hermana Sookie que aunque fue doloroso, la experiencia de transformarse fue asombrosa. Sookie se siente aliviada de que Jason pueda aceptar su nueva naturaleza y parece estar bien.
Un perro anciano llamado Cheyenne ayudó a mejorar la depresión y el mal humor del padre de la narradora después de que sufriera un ataque al corazón. La amistad entre el padre y Cheyenne los ayudó a ambos a encontrar paz antes de que fallecieran poco después el uno del otro.
1) Un niño llamado Valentino no quería que un dinosaurio llamado Nabú se uniera a su clase. 2) Cuando Nabú y su familia aparecieron en la escuela, los padres de los estudiantes ofrecieron varias formas de ayudar a Nabú a integrarse. 3) Nabú usó sus habilidades para cocinar la comida cuando se fue la luz eléctrica, ganándose el apoyo de los estudiantes.
Marissa mar the lunar chronicles 1.5 the queens armyHilda97
Z, un niño de 12 años, es seleccionado para unirse al ejército de la Reina a pesar de no querer ir. Dos taumaturgos llegan a su casa y usan manipulación mental para convencerlo de que debe ir con ellos. Z se despide tristemente de sus padres y hermano. Es sometido a modificaciones físicas y entrenamiento intensivo para servir a la corona. Al despertar después de la cirugía, se da cuenta de que ha cambiado y ahora posee habilidades mejoradas.
Este documento es una recopilación de 45 entradas escritas por el Padre Fabián Castro sobre sus experiencias pastorales, espirituales y con su automóvil Renault 19. El Padre Castro comparte estas historias para ofrecer una mirada a la vida cotidiana de un sacerdote común, con el objetivo de que los lectores puedan identificarse con él o con su propio párroco.
El sacerdote cita un versículo bíblico sobre dar hospitalidad a forasteros, ya que a veces reciben ángeles sin saberlo. La mujer se da cuenta de que Dios le envió un ángel en la forma de un perro llamado Cheyenne, que ayudó a calmar la mente de su padre y le devolvió la paz antes de que ambos fallecieran.
Este documento narra, a través de entradas de diario, la ruptura sentimental de una mujer con su pareja de nombre A. y su proceso de duelo posterior. Describe sus síntomas de malestar emocional, sus intentos por mejorar su estado de ánimo a través de actividades y el apoyo de amigos y su psiquiatra, y un breve reencuentro con A. que la deja más inquieta. Su psiquiatra le recomienda suspender la medicación anticonceptiva por posibles alteraciones hormonales debido al estrés.
Este resumen describe la trama de una novela escrita por Carlos Cuauhtémoc Sánchez. La novela sigue la historia de Efrén, un estudiante de odontología, y sus relaciones amorosas y sexuales. Efrén aprende lecciones sobre el amor y la responsabilidad a través de sus interacciones con varios personajes como Dhamar, una secretaria, y el Dr. Asaf Marín, un experto en sexualidad.
Cuento breve
Autor: Aníbal Casco
Obtuvo el tercer puesto en el concurso de cuentos “Dr. Jorge Ritter” XIX edición, organizado por el Comité cultural, social y deportivo de la COMECIPAR, el 25 de octubre de 2016. Fueron miembros del jurado: entre otros, Nelson Aguilera, Milia Gayoso Manzur y Lourdes Aquino.
Este documento narra la historia de Nicole, quien muere y se le da la oportunidad de ir al cielo si logra guiar a una "alma arruinada" por el buen camino. Se le presentan varias opciones y ella elige a Iván, un joven problemático. Más tarde, Iván se enfrenta con su vecina luego de que esta mata intencionalmente su mascota. La discusión se vuelve violenta cuando Iván golpea a la vecina.
Este resumen describe un cuento sobre un hombre rico llamado Don Julio que sufre un accidente y es llevado a un hospital público. En el hospital conoce a una niña pobre llamada Mechi con quien entabla una amistad que le enseña sobre la vida y el amor desinteresado. El cuento trata temas como no discriminar a las personas por su estatus socioeconómico y apreciar lo que realmente es importante en la vida.
Este documento presenta varias historias motivadoras cortas. La primera historia trata de un hombre deprimido llamado Pablo a quien su amiga Laura da un billete arrugado y sucio para enseñarle que su valor no depende de las circunstancias externas. Otras historias incluyen historias sobre la actitud positiva, la bondad de un vaso de leche y la importancia de invitar al amor en lugar de la riqueza o el éxito.
Charlaine Harris Dead In The Family CapíTulo Uno En EspañolCatalina Garay
Este es el primer capítulo del décimo libro de Charlaine Harris "Dead In The Family", el cual ha sido traducido por mí. El documento original se puede descargar en inglés, en PDF, desde la página de la autora... Este es el link: http://www.charlaineharris.com/DITFChpt1.pdf
Este documento narra la historia de Rodrigo Bejarano, un hombre que ha padecido asma durante toda su vida. Describe sus primeros ataques de asma cuando era niño y los problemas que esto le causó en la escuela. También detalla sus múltiples visitas a hospitales a lo largo de su vida para recibir tratamiento por ataques de asma, incluida una vez cuando era adolescente y presenció la muerte de otro paciente asmático. El documento proporciona detalles sobre la vida y experiencias médicas de Rodrigo a lo largo
Este documento narra la historia de Nelson, un hombre de 60 años que se entera por su médico Carlos que posiblemente tiene SIDA. Nelson había tenido una aventura con una mujer llamada Ana María hace 4 meses. Carlos le dice que debe hablar con Ana María ya que ella podría haberlo contagiado. Nelson regresa a su casa preocupado y angustiado por su diagnóstico y cómo contarle a su familia. Pasan los días y Nelson recuerda su romance con Ana María y compara su matrimonio con su esposa Sara.
Este documento presenta un proyecto de lectura para incentivar las habilidades de lectura y escritura de los estudiantes de un colegio. El objetivo general es mejorar las competencias en lectura y escritura, mientras que los objetivos específicos incluyen elevar el nivel de lectura, generar hábitos de lectura, desarrollar habilidades comunicativas y de análisis crítico. También se presenta una tabla con la lista de libros que un estudiante leerá durante el año y un formato para los informes de lectura
Este documento presenta la historia de Antonio Segura Cabral, un hombre de 69 años que estaba muriendo de cáncer terminal. A lo largo de dos semanas, un periódico recopiló el testimonio de Antonio mientras estaba en cuidados paliativos. Antonio habló abiertamente sobre su enfermedad y muerte inminente sin miedo, tratando de romper el tabú de hablar sobre la muerte en España. A pesar de su condición, Antonio se mantuvo optimista y disfrutando de la vida hasta el final, falleciendo pacíficamente rodeado
Juan sufre un accidente de tráfico que le provoca una lesión medular. Al despertar en el hospital doce días después, descubre que ha quedado tetrapléjico y no puede mover su cuerpo. El médico le explica que tendrá que adaptarse a vivir en una silla de ruedas. Juan se siente desesperado ante esta nueva situación.
Estas palabras son el resultado de la libertad y de la conciencia libre del pensamiento del hombre. Es el fruto de una concepción realista del mundo, de la perversión y del libertinaje, pasión desbordante que incita, que deleita los sentidos y que nubla la razón. Es más bien un acercamiento a los sentimientos subyugados a la pasión, de la voluptuosidad y lubricidad etéreos, placeres corruptores pero que no se pueden condenar a morir ahogados.
CON PERMISO (2006-2020) Inmaculada Ortiz Lledó (Poemario)JulioPollinoTamayo
Este documento es un relato autobiográfico que describe la enfermedad y muerte de la madre del autor. En sus últimas semanas, la madre sufrió un deterioro físico y mental rápido, pasando de ser capaz de hablar a emitir solo sonidos ininteligibles. Finalmente falleció en el hospital, dejando al autor con sentimientos encontrados de tristeza y paz.
La historia cuenta la conversación entre un cantinero y un escritor llamado "La Madre Soltera". La Madre Soltera revela que nació como mujer pero que los médicos descubrieron después de un parto que tenía órganos sexuales masculinos y femeninos. Fue sometido a una cirugía para eliminar los órganos femeninos y criarlo como hombre. Aunque al principio le costó aceptarlo, terminó aceptando su identidad masculina y dedicándose a la escritura.
El resumen describe el primer día de Jason como un cambiaformas pantera. Por la mañana se siente enfermo y dolorido después de su primera transformación bajo la luna llena. Más tarde le dice a su hermana Sookie que aunque fue doloroso, la experiencia de transformarse fue asombrosa. Sookie se siente aliviada de que Jason pueda aceptar su nueva naturaleza y parece estar bien.
Un perro anciano llamado Cheyenne ayudó a mejorar la depresión y el mal humor del padre de la narradora después de que sufriera un ataque al corazón. La amistad entre el padre y Cheyenne los ayudó a ambos a encontrar paz antes de que fallecieran poco después el uno del otro.
1) Un niño llamado Valentino no quería que un dinosaurio llamado Nabú se uniera a su clase. 2) Cuando Nabú y su familia aparecieron en la escuela, los padres de los estudiantes ofrecieron varias formas de ayudar a Nabú a integrarse. 3) Nabú usó sus habilidades para cocinar la comida cuando se fue la luz eléctrica, ganándose el apoyo de los estudiantes.
Marissa mar the lunar chronicles 1.5 the queens armyHilda97
Z, un niño de 12 años, es seleccionado para unirse al ejército de la Reina a pesar de no querer ir. Dos taumaturgos llegan a su casa y usan manipulación mental para convencerlo de que debe ir con ellos. Z se despide tristemente de sus padres y hermano. Es sometido a modificaciones físicas y entrenamiento intensivo para servir a la corona. Al despertar después de la cirugía, se da cuenta de que ha cambiado y ahora posee habilidades mejoradas.
Este documento es una recopilación de 45 entradas escritas por el Padre Fabián Castro sobre sus experiencias pastorales, espirituales y con su automóvil Renault 19. El Padre Castro comparte estas historias para ofrecer una mirada a la vida cotidiana de un sacerdote común, con el objetivo de que los lectores puedan identificarse con él o con su propio párroco.
El sacerdote cita un versículo bíblico sobre dar hospitalidad a forasteros, ya que a veces reciben ángeles sin saberlo. La mujer se da cuenta de que Dios le envió un ángel en la forma de un perro llamado Cheyenne, que ayudó a calmar la mente de su padre y le devolvió la paz antes de que ambos fallecieran.
Este documento narra, a través de entradas de diario, la ruptura sentimental de una mujer con su pareja de nombre A. y su proceso de duelo posterior. Describe sus síntomas de malestar emocional, sus intentos por mejorar su estado de ánimo a través de actividades y el apoyo de amigos y su psiquiatra, y un breve reencuentro con A. que la deja más inquieta. Su psiquiatra le recomienda suspender la medicación anticonceptiva por posibles alteraciones hormonales debido al estrés.
Este resumen describe la trama de una novela escrita por Carlos Cuauhtémoc Sánchez. La novela sigue la historia de Efrén, un estudiante de odontología, y sus relaciones amorosas y sexuales. Efrén aprende lecciones sobre el amor y la responsabilidad a través de sus interacciones con varios personajes como Dhamar, una secretaria, y el Dr. Asaf Marín, un experto en sexualidad.
Cuento breve
Autor: Aníbal Casco
Obtuvo el tercer puesto en el concurso de cuentos “Dr. Jorge Ritter” XIX edición, organizado por el Comité cultural, social y deportivo de la COMECIPAR, el 25 de octubre de 2016. Fueron miembros del jurado: entre otros, Nelson Aguilera, Milia Gayoso Manzur y Lourdes Aquino.
Este documento narra la historia de Nicole, quien muere y se le da la oportunidad de ir al cielo si logra guiar a una "alma arruinada" por el buen camino. Se le presentan varias opciones y ella elige a Iván, un joven problemático. Más tarde, Iván se enfrenta con su vecina luego de que esta mata intencionalmente su mascota. La discusión se vuelve violenta cuando Iván golpea a la vecina.
Este resumen describe un cuento sobre un hombre rico llamado Don Julio que sufre un accidente y es llevado a un hospital público. En el hospital conoce a una niña pobre llamada Mechi con quien entabla una amistad que le enseña sobre la vida y el amor desinteresado. El cuento trata temas como no discriminar a las personas por su estatus socioeconómico y apreciar lo que realmente es importante en la vida.
Este documento presenta varias historias motivadoras cortas. La primera historia trata de un hombre deprimido llamado Pablo a quien su amiga Laura da un billete arrugado y sucio para enseñarle que su valor no depende de las circunstancias externas. Otras historias incluyen historias sobre la actitud positiva, la bondad de un vaso de leche y la importancia de invitar al amor en lugar de la riqueza o el éxito.
Charlaine Harris Dead In The Family CapíTulo Uno En EspañolCatalina Garay
Este es el primer capítulo del décimo libro de Charlaine Harris "Dead In The Family", el cual ha sido traducido por mí. El documento original se puede descargar en inglés, en PDF, desde la página de la autora... Este es el link: http://www.charlaineharris.com/DITFChpt1.pdf
Este documento narra la historia de Rodrigo Bejarano, un hombre que ha padecido asma durante toda su vida. Describe sus primeros ataques de asma cuando era niño y los problemas que esto le causó en la escuela. También detalla sus múltiples visitas a hospitales a lo largo de su vida para recibir tratamiento por ataques de asma, incluida una vez cuando era adolescente y presenció la muerte de otro paciente asmático. El documento proporciona detalles sobre la vida y experiencias médicas de Rodrigo a lo largo
Este documento narra la historia de Nelson, un hombre de 60 años que se entera por su médico Carlos que posiblemente tiene SIDA. Nelson había tenido una aventura con una mujer llamada Ana María hace 4 meses. Carlos le dice que debe hablar con Ana María ya que ella podría haberlo contagiado. Nelson regresa a su casa preocupado y angustiado por su diagnóstico y cómo contarle a su familia. Pasan los días y Nelson recuerda su romance con Ana María y compara su matrimonio con su esposa Sara.
Este documento presenta un proyecto de lectura para incentivar las habilidades de lectura y escritura de los estudiantes de un colegio. El objetivo general es mejorar las competencias en lectura y escritura, mientras que los objetivos específicos incluyen elevar el nivel de lectura, generar hábitos de lectura, desarrollar habilidades comunicativas y de análisis crítico. También se presenta una tabla con la lista de libros que un estudiante leerá durante el año y un formato para los informes de lectura
Este documento presenta la historia de Antonio Segura Cabral, un hombre de 69 años que estaba muriendo de cáncer terminal. A lo largo de dos semanas, un periódico recopiló el testimonio de Antonio mientras estaba en cuidados paliativos. Antonio habló abiertamente sobre su enfermedad y muerte inminente sin miedo, tratando de romper el tabú de hablar sobre la muerte en España. A pesar de su condición, Antonio se mantuvo optimista y disfrutando de la vida hasta el final, falleciendo pacíficamente rodeado
Juan sufre un accidente de tráfico que le provoca una lesión medular. Al despertar en el hospital doce días después, descubre que ha quedado tetrapléjico y no puede mover su cuerpo. El médico le explica que tendrá que adaptarse a vivir en una silla de ruedas. Juan se siente desesperado ante esta nueva situación.
Estas palabras son el resultado de la libertad y de la conciencia libre del pensamiento del hombre. Es el fruto de una concepción realista del mundo, de la perversión y del libertinaje, pasión desbordante que incita, que deleita los sentidos y que nubla la razón. Es más bien un acercamiento a los sentimientos subyugados a la pasión, de la voluptuosidad y lubricidad etéreos, placeres corruptores pero que no se pueden condenar a morir ahogados.
CON PERMISO (2006-2020) Inmaculada Ortiz Lledó (Poemario)JulioPollinoTamayo
Este documento es un relato autobiográfico que describe la enfermedad y muerte de la madre del autor. En sus últimas semanas, la madre sufrió un deterioro físico y mental rápido, pasando de ser capaz de hablar a emitir solo sonidos ininteligibles. Finalmente falleció en el hospital, dejando al autor con sentimientos encontrados de tristeza y paz.
La historia cuenta la conversación entre un cantinero y un escritor llamado "La Madre Soltera". La Madre Soltera revela que nació como mujer pero que los médicos descubrieron después de un parto que tenía órganos sexuales masculinos y femeninos. Fue sometido a una cirugía para eliminar los órganos femeninos y criarlo como hombre. Aunque al principio le costó aceptarlo, terminó aceptando su identidad masculina y dedicándose a la escritura.
Papelucho se hace amigo de un niño llamado Casimiro en la clínica y juegan a intercambiar identidades, lo que lleva a que Papelucho sea operado por error del apéndice de Casimiro. Mientras se recupera de la operación, Papelucho se escapa de su habitación debido al hambre y explora los pasillos vacíos de la clínica, donde encuentra comida y un baño.
Esta historia cuenta cómo una hija lleva a su padre anciano y depresivo a vivir con ella y su esposo a su granja. Sin embargo, la actitud negativa del padre empeora las cosas. En un intento desesperado por ayudarlo, la hija adopta un perro abandonado de edad avanzada llamado Cheyenne. Cheyenne y el padre forman un fuerte vínculo que mejora enormemente el estado de ánimo del padre. Cheyenne provee compañía y consuelo al padre hasta el final de sus v
Esta historia cuenta cómo una hija lleva a su padre anciano y depresivo a vivir con ella y su esposo a su granja. Sin embargo, la actitud negativa del padre empeora las cosas. En un intento desesperado por ayudarlo, la hija adopta un perro abandonado de edad avanzada llamado Cheyenne. Cheyenne y el padre forman un fuerte vínculo que mejora enormemente el estado de ánimo del padre. Los tres años siguientes son felices hasta que el padre y Cheyenne mueren pací
ESA PALABRA Carmen Camacho Ilarraza.docxDamaris Vega
Una sola palabra cambió el destino de la autora. Escuchó a un joven usar esa palabra para saludar a un amigo, lo que hizo que recordara cómo su esposo fue asesinado después de que alguien lo llamara de esa manera durante una discusión. Aunque ha asistido a terapia para recuperarse emocionalmente, esa palabra sigue afectándola y recordándole el trágico incidente que acabó con la vida de su esposo.
Este documento resume los eventos que ocurrieron después de que la esposa del narrador fuera atacada por un alumno en su escuela y perdiera a su bebé. Describe cómo el narrador se enteró del accidente, corrió al hospital y pasó horas esperando noticias. Cuando su esposa fue dada de alta, regresaron a su casa en silencio, devastados por la pérdida. El narrador se siente furioso por lo sucedido y considera formas de vengarse.
Este documento narra la historia de una madre cuyo hijo está enfermo de cáncer. El niño ha empezado el tratamiento de quimioterapia y está perdiendo el cabello. La madre está pasando por un momento muy difícil emocionalmente ya que se siente sola desde su divorcio. El médico le ha dado una mala noticia, informándole que es posible que el niño no se recupere o que su recuperación sea muy larga. A pesar de su tristeza, la madre asistirá a una reunión de apoyo para madres
Este documento presenta un relato narrativo en primera persona sobre un encuentro embarazoso entre un investigador y su compañera extranjera durante un simposio. Deciden desnudarse el uno al otro para acostumbrarse a la nudidad, lo que lleva a varias situaciones eróticas y de vergüenza para el narrador antes de regresar a casa al final del evento.
Este documento presenta la historia de Augusto Fernández Calleja, un niño de 11 años abandonado por sus padres. Fue encontrado solo en su casa, rodeado de comida basura y escribiendo una nota detallando su estancia en un psiquiátrico, donde alegaba que no estaba loco. La nota describe su interacción con otros pacientes y personal, incluyendo a una enfermera de pelo blanco y un hombre alto con gafas. Los servicios sociales investigaron y descubrieron que Augusto había sido abandonado y llevado a un orfanato y luego a una
El documento describe varias experiencias con servicios médicos y dentales deficientes en la República Democrática del Congo debido a la falta de infraestructura y capacitación adecuada. También detalla un encuentro corrupto con un oficial de tráfico que exigió un soborno para completar un informe de accidente.
Este documento resume la experiencia del autor con el Espíritu Santo durante una reunión de Kathryn Kuhlman en Pittsburgh. El autor describe cómo experimentó temblores y vibraciones antes y durante el servicio. También sintió una "ola" de viento que lo lavaba. Esto lo llevó a una profunda adoración y sensación de gloria. Se sintió indigno ante la presencia de Dios.
En 3 oraciones o menos:
Este documento relata la historia de 50 años del Centro de Minusválidos desde su fundación por el autor. Comenzó ayudando a un niño discapacitado en su parroquia y eventualmente abrió el Centro con fondos de un obispo, reuniendo a varios niños discapacitados para enseñarles. Ahora, los antiguos alumnos celebraron el 50 aniversario del Centro con un monumento en su honor al fundador.
El documento presenta ejemplos de diferentes tipos de textos, incluyendo un cuento, una novela y partes de una novela más larga. Describe las características de un proyecto de investigación científica y pregunta sobre los elementos que lo componen. También incluye preguntas sobre los tipos de textos y sus características distintivas.
La autora sufrió un accidente automovilístico en el que fallecieron su esposo y su hija menor. Ella y su otra hija resultaron gravemente heridas. Después de varias cirugías y un largo proceso de recuperación, logró volver a caminar aunque con una cojera permanente. A pesar del doloroso suceso, se siente agradecida por estar viva y poder criar a su hija sobreviviente y conocer a su nieto, lo que le da fuerzas para seguir adelante.
Este documento presenta el concepto de "captura" extraído de la obra de Deleuze y Guattari, y lo aplica al caso clínico de un paciente llamado Oscar. Oscar experimentó una "captura doble" cuando descubrió que su esposa y su mejor amigo/socio tenían una aventura, lo que provocó una profunda depresión que requirió varias internaciones. El terapeuta usa el concepto de "captura" para analizar la situación de Oscar y ayudarlo a encontrar una "línea de fuga" que le permita
Este documento presenta cinco historias cortas que enseñan lecciones de vida importantes. La primera historia enseña la importancia de conocer el nombre de todas las personas, incluso aquellas que trabajan de manera menos visible. La segunda historia destaca la importancia de ayudar a otros sin importar quiénes sean. La tercera historia enfatiza la importancia de tratar a todos con respeto. La cuarta historia enseña que los obstáculos pueden ser superados por quienes están dispuestos a esforzarse. Y la quinta historia muestra el
1. Cambio De Destino
DraBSwan
Página | 1
La doctora Bella Swan llega al hospital de Forks por error. Sus ambiciones no
incluyen quedarse. No esperaba conocer en aquel lugar a alguien que le hará
replantearse toda su vida. Él es Edward Cullen. Es cirujano. Y vampiro
2. Cambio De Destino
DraBSwan
Capítulo 1
Página | 2
BPOV
Era de madrugada cuando aterrizamos en el aeropuerto de Seattle. Lo que veía
por la ventanilla del avión confirmaba mis recuerdos de esa ciudad: estaba
lloviendo. Seattle era conocida en USA como la "Rain City" y yo llegaba en
enero, uno de los meses con mayor precipitación. Suspiré. Sabía perfectamente
dónde iba, y aún así me deprimí un poco. Con esfuerzo, alejé aquellos
pensamientos de mi mente; no iba a permitirme un bajón de moral por cuatro
gotas de agua. Estaba emocionada por las novedades que me esperaban pero al
mismo tiempo sentía miedo. Me había acomodado demasiado a la rutina, y
sólo tenía 26 años.
Siempre había querido pasar una temporada en mi país natal pero nunca me
decidía. Por lo menos durante un año iba a echar de menos el clima
mediterráneo y a Barcelona, la ciudad que me adoptó cuando mis padres
decidieron cambiar de vida y venir a vivir a España. Ellos, ambos cirujanos
cardiovasculares, eran de Seattle, pero nunca les acabó de convencer esa
lluviosa ciudad y ansiaban mudarse. Cuando yo tenía seis años acudieron a un
congreso internacional de su especialidad en Barcelona, y conocieron el lugar y
su clima. En aquel congreso contactaron con el cirujano jefe de un hospital
privado que les ofreció trabajo. Decir que lo pensaron unos días sería
exagerado. Yo me adapté rápidamente al cambio. ¿Y quién no? Adoro el sol.
Cuando estaba en el tercer año de los cuatro que constaba la especialización
para pediatra mis padres me aconsejaron hacer una estancia fuera del país.
Había mucha competencia para conseguir un puesto de adjunto en cualquiera
de los hospitales de la ciudad, que era lo que yo ambicionaba, y eso podría
ayudarme. No habría problema administrativo, había aprobado hacía años el
examen de medicina para ejercer en los USA y además tenía la doble
nacionalidad. Estaba acomodada a mi rutina y era bastante feliz con ella, pero
quería algo más de mi vida, así que cuando mi jefe me dijo que había
conseguido una plaza para residente de cuarto año en el Seattle Children´s
Hospital apenas podía creérmelo. Era ahora o quizá nunca.
3. Cambio De Destino
DraBSwan
Y por fin aquí estaba, a miles de kilómetros de mi hogar. Pero acababa de
llegar y ya me estaba dando un brutal ataque agudo de añoranza.
El taxi me dejó en la puerta del hotel. No había querido alquilar un
apartamento sin verlo e inspeccionar la zona donde estaba, así que había
Página | 3
reservado una habitación por unos días. Quizá alguna compañera del hospital
quisiera compartir piso.
Una vez en la habitación noté que me vencía el agotamiento. Me tumbé en la
cama y de inmediato caí en un profundo sueño. Desperté sin ser consciente de
dónde estaba, me sentía confusa y desorientada hasta que recordé. Al mirar la
hora mi corazón dio un vuelco: ¡joder, las doce! Tenía una cita con el jefe de
pediatría para presentarme a las 12.30, y por un maldito descuido iba a llegar
tarde. ¡Menuda presentación! Corrí al lavabo, me lavé los dientes, me cepillé el
cabello y me alisé la ropa como pude, alegrándome de llevar unos vaqueros y
un grueso jersey. No tenía tiempo de cambiarme.
Tomé un taxi que me dejó en la puerta del hospital cinco minutos antes de la
hora de la cita. Maldiciendo mi descuido entré a toda prisa y pregunté en
información, donde me indicaron el camino hasta el despacho del doctor
Watson, el jefe de pediatría. Casi sin resuello llamé a su puerta apenas un
minuto después de la hora acordada.
-Pase - dijo una amable voz.
Abrí la puerta. El despacho era grande, bien iluminado. Tenía una biblioteca
llena de libros de pediatría y archivadores. Nada original, como todos los
despachos de jefes. James Watson estaba sentado tras una mesa enfrente de la
cual había dos sillas. Tenía un portátil y un montón de papeles sobre la mesa.
Era un hombre de mediana edad, cabellos rubios y ojos de un azul muy claro.
En conjunto, tenía un aspecto agradable.
-Buenos días, soy Bella Swan. Ya sabe, la doctora española…bueno, de hecho
tengo la doble nacionalidad - dije al entrar, mientras sonreía nerviosamente.
Qué tonterías se me ocurren, como si él no lo supiera ya.
-Claro, Isabella, pasa y siéntate- se levantó y me indicó una silla frente a él.
-Bella si no le importa, doctor Watson- repuse mientras me sentaba. Sonreí de
nuevo para restar brusquedad a mis palabras.
4. Cambio De Destino
DraBSwan
-De acuerdo. Y tú llámame James, por favor. Siempre que oigo doctor Watson
me imagino que estamos investigando algún crimen, o el genoma humano –
bromeó. Me relajé un poco. Tenía ganas de hacer esto, pero mi timidez no del
todo superada y los nervios estaban pudiendo conmigo.
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Estuvimos conversando un poco sobre mi viaje, mi residencia en España, etc…
y al final me animé a centrar la conversación en lo que me interesaba.
-James, ¿me podrías explicar un poco por encima cómo va a ser mi trabajo por
este centro? Ya sabes, cómo se va a organizar mi estancia en este centro.
-¿Este centro?- me miró desconcertado. Ay. Algo me decía que se avecinaban
problemas. Lo miré fijamente.
-Sí, no... ¿No era eso lo que había estipulado con mi jefe?- tartamudeé.
-No, creo que ha habido un malentendido -dijo lentamente.- En este momento
este hospital no puede admitir más residentes. Creí que lo sabías- se disculpó-.
Pero sólo durante unos pocos meses. Mientras tanto trabajarás en otro hospital
de la zona en estrecho contacto con nosotros, la jefa de pediatría de allá estará
encantada de recibirte. Además nos reuniremos para sesiones clínicas, cursos…
-¿Malentendido? ¿Cómo puede ser?- alcé la voz más de lo que pretendía - ¿He
volado desde España para esto? No comprendo ¿Por qué?- con gusto habría
empezado a soltar palabrotas en español pero me contuve, aunque estaba casi a
punto de mandar al carajo la idea que pudiera tener ese hombre de mi.
-Escucha -dijo con voz tranquilizadora, - antes de alterarte más déjame hablar.
Mi secretaria fue la que lo organizó todo, conjuntamente con la de tu jefe. Al
principio no había problema porque uno de nuestros médicos iba a hacer una
estancia de un año en la Clínica Mayo, pero al final no se marchará hasta abril.
Delegué en mi secretaria para que os informara por si había algún problema.
Yo estaba muy ocupado y he confiado en ella porque suele ser competente.
Entonces llamaron a la puerta.
-¿Se puede?- Una pelirroja despampanante asomaba por la puerta. Vestía una
bata blanca encima de un top ceñido, falda de cuero y unos tacones de aguja de
por lo menos 8 centímetros de alto. Lo ideal para circular por un hospital.
5. Cambio De Destino
DraBSwan
-Ah, Irina, pasa. Esta es Bella Swan, la residente que viene de España. Bella,
Irina es mi secretaria - Así que esta era la culpable del desaguisado. Ahora veía
dónde estaban sus "competencias".
-Encantada de conocerte, Isabella- ignoré su saludo y que me llamara por mi
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nombre completo.
-Irina, al parecer cometiste un error en la admisión de la doctora Swan como
residente. ¿Qué tienes que decir al respecto? Te comenté que informaras a su
jefe del cambio de planes - dijo James muy serio.
-Eh… creo que se lo dejé claro a la secretaria de su jefe, no entiendo qué puede
haber pasado. Habrá malinterpretado el último correo que le mandé- dijo toda
compungida.- Yo sólo he venido a traerle estos informes de alta para revisar- La
fulminé con la mirada, aunque lo que de veras deseaba era partirle su perfecta
nariz. Ni siquiera se había disculpado.
-Bien, ya aclararemos esto más tarde y espero que me des una buena
explicación- el tono de James seguía serio.- Deja los informes ahí. Tengo cosas
que hablar con la doctora Swan.
-Adiós, Isabella, encantada de haberte conocido- Irina se despidió de mí con
una sonrisita. Así se le rompa un tacón, se parta sus perfectos dientes y de paso
algunas uñas.
-Está bien, Bella, concretemos, a menos que te hayas arrepentido ya de haber
cruzado el Atlántico - suspiró James.- Ahora trabajarías como residente de
pediatría en el Hospital Comunitario de Forks, por tres meses. Allá ya tienen
sólo un residente nuevo por año y siempre andan cortos de personal,
agradecerán una ayuda. Pasado ese tiempo vendrás aquí y podrás rotar por los
servicios que más te interesen, ya hablaremos de eso cuando quieras.
-De acuerdo, James- sonreí levemente y chocamos las manos.
-Te pondré en contacto con la responsable de pediatría del Hospital de Forks,
allá estarás muy bien- dijo, tranquilizador.
James me dio el teléfono de la doctora Emily Martin, la jefa de pediatría de
Forks. Me dijo que se pondría en contacto con ella para que me llamara. Se le
notaba un poco incómodo, pero me despidió con palabras amables. Al cerrar
la puerta de su despacho aguanté las ganas de llorar. No había para tanto.
Aunque si lo hubiera sabido habría venido en abril. Deshice mi camino hacia la
6. Cambio De Destino
DraBSwan
salida del hospital, ahora ya sin prisas. Afuera seguía lloviendo, el día era gris y
eso no ayudaba mucho a mi maltrecho ánimo. Tomé un taxi y me dirigí de
nuevo al hotel. Intenté respirar lenta, profundamente y ser positiva, mientras
observaba por la ventanilla. Sólo sería un pequeño paréntesis, nada más eso.
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Una vez en la habitación me duché con agua bien caliente, notaba como mi
cuerpo se relajaba. Mientras me secaba el cabello sonó el móvil.
-¿Bella Swan?-preguntó una voz femenina.
-Soy yo.
-Hola, soy Emily Martin, James Watson me ha dado tu teléfono - un punto
para la jefa, me había llamado Bella sin tener que corregirla.
-Hola, doctora Martin.
-Emily, por favor.- Caray, qué campechanos que son aquí los jefes. –Siento el
malentendido, pero eso ahora no importa, lo que importa es que te sientas bien
con nosotros durante los siguientes meses.
-Ah, gracias, Emily,- sonreí al teléfono - eres muy amable.
-Bueno, ¿cuándo nos conoceremos? Comprendo que no quieras venir en
seguida, estarás un poco descolocada después de lo que ha sucedido, y con el
viaje y todo lo demás…
-A ver… no he deshecho las maletas, así que entre que pago la habitación,
alquilo un coche para ir a Forks y llego… ¿cuánta distancia hay desde aquí?
-Son unas tres horas… si respetas los límites de velocidad, cosa que te aconsejo.
En este país hay un policía de tráfico detrás de cada valla publicitaria, ya sabes –
bromeó. Aquella mujer me caía bien. James era atento, pero mucho menos
cálido.
-Vale, pues nos podemos conocer hoy mismo por la tarde. - Notaba mi corazón
aligerarse. Quizá eso del paréntesis no fuera mala cosa, al fin y al cabo. – Eh…
Emily – tanteé - ¿en Forks hay algún alojamiento que me aconsejes, o sabes de
alguien del hospital que quiera compartir piso con una desconocida?
-A ver, déjame pensar… -hizo una breve pausa- El otro día estuve hablando con
Ángela, una enfermera de Urgencias, y me comentó que le iría bien compartir
7. Cambio De Destino
DraBSwan
casa, ya que la que era su compañera hasta ahora se ha trasladado a trabajar a
otro centro. Es una persona encantadora, estoy segura de que congeniaríais. Si
te parece bien voy a comentarle ya algo.
-Está bien –repliqué, insegura… no me gustaba comprometerme ya, podría ser
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que la tal Ángela fuera una rarita, aunque no sabía por qué pero me fiaba de
Emily.
-De acuerdo- repuso Emily, y me dio instrucciones para encontrar el centro
hospitalario. Mi sentido de la orientación era casi nulo, pero por lo que me
explicaba no parecía difícil llegar hasta allá.
Forks era un pueblo pequeño, con poco más de 3000 habitantes, pero a su
hospital acudían muchas personas de los alrededores ya que era el único centro
sanitario medianamente dotado en muchos kilómetros a la redonda. Se hallaba
situado a las afueras del pueblo, sobre una pequeña colina que los humanos
habían robado al bosque. Robado era la palabra. Si me obligaran a emplear un
solo adjetivo para definir el pueblo diría "verde". Todo alrededor era verde en
diferentes tonalidades. Hasta el aire parecía verdoso.
Cuando me presenté ante el hospital con mi coche alquilado, la maleta y un
mapa parecía una turista cualquiera. Había visto varios por la zona; al parecer
era gente a la que le gustaba la humedad, el frío, y el asfixiante color verde. Me
sentía nerviosa, de nuevo.
Habíamos quedado en la cafetería, que estaba situada en la planta baja del
edificio. Tenía una pared exterior acristalada para aprovechar al máximo la
escasa intensidad de la luz diurna. Forks debía ser incluso menos soleado que
Seattle, pensé luchando de nuevo contra la sensación de agobio que amenazaba
con invadirme.
En cuanto entré las reconocí, más que nada porque las dos estaban sentadas de
cara a la entrada del local, observando fijamente: eran una chica de más o
menos mi edad, morena y delgada, con gafas, y una mujer de unos 40 y pocos
años, con el cabello y los ojos negros y la tez morena. Ambas sonreían
ampliamente mirándome. Se debía notar a la legua que yo no era de allá. Me
acerqué a ellas y se levantaron. Hicimos las presentaciones e inmediatamente
me relajé: no me había equivocado en mi primera impresión de Emily, y
Ángela parecía una chica sincera, abierta. Me pareció que nos llevaríamos bien.
8. Cambio De Destino
DraBSwan
Después de hablar un rato de naderías Emily pasó a explicarme cuáles serían
mis funciones.
- Como ya habrás observado es un centro pequeño, pero tenemos bastante
trabajo, y no mucho personal - sonrió y continuó. – En las guardias el residente
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de pediatría suele dedicarse a urgencias. Cuando por la noche el flujo de visitas
se reduce se parte el trabajo de planta y urgencias entre adjunto y resi, así que a
menos que uno de los dos se vea desbordado se puede descansar un poco.
También me explicaron que en ese pequeño hospital el espacio estaba
aprovechado a más no poder, tanto que a la hora de planificarlo alguien se
había olvidado de que los médicos hacíamos turnos de más de 24 horas y
necesitábamos un lugar donde estirarnos un rato. Cuando se dieron cuenta del
fallo la solución fue poner armarios con cama abatible en varias de las consultas
externas. Los adjuntos descansaban en un sofá- cama en sus respectivos
despachos.
Hablamos un rato más, comentando temas prácticos sobre el trabajo. Ángela
me dio las llaves de su casa, indicándome su situación en el pueblo. Mi nueva
jefa me aseguró que le entregaría mi nuevo uniforme a Angela para que no
tuviera que ir a buscarlo mañana por la mañana. Me despedí de ellas, ya que
tenían que volver al trabajo. Yo empezaría al día siguiente. Ahora que había
reconocido un poco mi nuevo "terreno" me sentía algo más tranquila. Salí de la
cafetería y el olor a vegetación húmeda golpeó mis fosas nasales. No había
parado de caer una fina lluvia desde mi llegada. Me iban a crecer setas en la
piel, estaba segura.
Localicé sin problemas la casa de Ángela. Era una bonita casa de dos pisos, con
un pequeño jardín, situada a las afueras del pueblo en el lado contrario a donde
estaba el hospital. Era alquilada, pero el alquiler mensual era baratísimo,
ventaja de trabajar en un zona rural. Abrí e inspeccioné el interior. Era
luminosa, olía a limpio, y estaba bastante ordenada. La decoración era juvenil y
alegre. Me gustaba. No hacía mucho frío porque Ángela había dejado la
calefacción puesta pero subí el termostato hasta una temperatura normal.
Inspeccioné la cocina y la nevera, observando que ella y yo teníamos gustos
cercanos en cuanto a alimentación, sin manías. Allá había un poco de todo.
Poco. Necesitábamos compra urgente, ahora éramos dos, y ella estaba de turno
de tarde, así que salí "de caza". Había visto un pequeño supermercado cerca,
aunque más bien era una de esas tiendas de pueblo donde igual compras una
navaja suiza que un paquete de arroz. Después de sortear con evasivas la
natural curiosidad de la tendera (ya tendría tiempo de enterarse de mi vida
9. Cambio De Destino
DraBSwan
privada, no me cabía la menor duda) y comprar unas cuantas provisiones volví
a mi nueva casa. Me entretuve deshaciendo las maletas y preparé la cena, lo
cual alegró mucho a mi nueva compañera. Pusimos la mesa en el comedor.
Mientras cenábamos nos explicamos un poco la vida, para empezar a
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conocernos.
- Este pueblo no está mal para vivir en él, ya lo verás, aunque tiene el defecto
del clima tan frío y húmedo- dijo Angela mientras cenábamos la pasta con
verduras. - Llevo aquí cinco años y no sé si alguna vez me acostumbraré ¡Algún
día emigraré al sur del país! -afirmó- Y eso que soy de Seattle, pero ¡es que aquí
aún llueve más! No recuerdo cuándo fue el último día soleado- comentó,
pensativa.
Le conté que yo también era nacida en Seattle, explicándole mi vida muy por
encima. Estuvimos comentando diversos temas personales y sobre el trabajo.
Me explicó algunas cosas de mis nuevos compañeros.
- Emily, la jefa, es tan legal como parece, ya la conocerás, es una gran persona y
mejor profesional. En pediatría hay buena gente en general, aunque Jessica, en
fin… se escaquea un poco. Tendrás que ir con cuidado, porque a la que te
descuides tendrás que hacer tu trabajo y el suyo. No quiero que tengas
prejuicios pero tampoco me parece bien no darte esta información, llevo años
aquí y ya me conozco al personal- al decir esto último miró hacia el techo
soñadoramente.
-Eh, Angela- le dije pasándole la mano por delante para que reaccionara.- ¿En
qué piensas?- ella me miró como si acabara de despertar.
-¡Ah! Nada, nada, estaba pensando en los monumentos locales – dijo muy
seria, pero un brillo pícaro le bailaba en los ojos.
-¡Si aquí no hay otra cosa que verde y cuando se acaba el verde aún hay más
verde! ¿Me tomas el pelo? Sí, me lo tomas- dije mientras ella se carcajeaba.-
¿De quién me hablas?
-Bueno, vamos a dejarlo para mañana, de momento ya tienes suficiente
información- se levantó y empezó a recoger la mesa.
-¡Pero… no me dejes así hasta mañana! ¡No te dejaré dormir si no me cuentas
algo más!- la amenacé.
10. Cambio De Destino
DraBSwan
-Con la cara de muerta que pones eso no te lo crees ni tú, vas a caer KO en tu
camita, Bella Swan. Recuerda que hoy has volado desde otro continente-
repuso sonriendo petulante, mientras yo escondía un bostezo monumental.
-Vale, pero de esta me acuerdo. Mañana me lo explicas.- Me levanté de la silla
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y también recogí.
-Bella, mañana vuelvo a tener turno de mañana, así que por la tarde te lo
cuento. Buenas noches, nueva compañera - dijo, feliz.
- Buenas noches - le contesté con una sonrisa. Realmente era fácil hacerse
amiga suya.
...
-¡Bella!- escuché el grito desde las profundidades de mi inconsciencia, al mismo
tiempo que sentía mi cuerpo zarandeándose. ¿Sería un terremoto? Abrí los
ojos como platos y me senté bruscamente en la cama. Una figura se apartó para
que no chocáramos. Parpadeé varias veces y me froté la cara. Entonces miré
alrededor mío, y fue como si un relámpago me iluminara.
-¡Dios! ¿Qué hora es?- busqué mi móvil sobre la mesita de noche. Se me cayó
al suelo y gruñí de frustración.
-Tranquila, son sólo las siete de la mañana. Niña, tienes suerte de que hoy
entremos a la misma hora. Creo que tu móvil lo han escuchado hasta en
Luisiana, pero tú ni te has enterado- Angela estaba ya vestida y sentada en mi
cama, con una taza de café en la mano.- Por cierto, ¿qué música era esa?-
preguntó, tendiéndome el humeante líquido.
-Supermassive Black Hole, de Muse - acepté la taza.- Gracias.
-Me suena- dijo pensativa.- ¿Está bueno el café? Lo he hecho más cargado de
lo que acostumbro.
-Mmm- cerré los ojos al sentir el vivificante calor del café en mi cuerpo.- Me
has salvado la vida por segunda vez hoy, gracias.
-Ah, es mi especialidad, trabajo en Urgencias, ya sabes- me guiñó un ojo.- Será
mejor que te pongas en marcha o llegarás tarde, Bella- me cogió la taza de las
manos y se incorporó, dejándome sola.
11. Cambio De Destino
DraBSwan
Miré por la ventana. Llovía. Vaya mierda, pensé, nuevamente deprimida.
Inspiré profundamente y me dirigí a la ducha.
Me presenté en la planta de pediatría puntualmente y vestida de uniforme
(pijama blanco, zuecos y fonendocopio colgando al cuello). Aprovechando la
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sesión matinal de ingresos, donde estaban todos reunidos, Emily me presentó a
mis nuevos compañeros, primero a los adjuntos, y luego vino el turno de los
residentes que eran, por orden de mayor a menor año, Jessica, Peter, Monica y
Ben. La última en las presentaciones oficiales fue Jessica. Recordaba lo que
Angela me había dicho de ella.
-Hola, Bella – me dio dos besos - Se te ve muy pálida. Yo pensaba que los
españoles estabais todos morenos.- Soltó una risita.
-Sí, por eso me echaron de allá- puse cara de sentirme apenada.
Me miró como si no supiera qué contestar, mientras los demás compañeros
sonreían. Pero en seguida reaccionó.
-Hoy nos toca pasar visita en la planta -dijo, cortante. - Hay pocos niños, así que
acabaremos pronto y te podré explicar temas de papeleo y cosas prácticas para
poderte manejar por el hospital- dijo con aire de suficiencia.
-Gracias- repuse. No podía olvidar las palabras de Ángela e hice bien, porque
una vez fui presentada a las enfermeras del turno de mañana y habiéndome
explicado el papeleo de forma somera, Jessica desapareció. Tuve que pasar
visita yo sola en mi primer día. Casualmente, cuando ya había terminado
apareció ella.
-Vaya, Bella, ¡qué rápida has pasado visita! Me ha llamado el compañero de
urgencias y he tenido que marchar a ayudarle, perdona por no haberte avisado.
Julia, una enfermera de la planta, soltó un suave bufido. La miré y puso los ojos
en blanco, meneando la cabeza. Jessica no advirtió el gesto.
-No pasa nada – repuse con cara seria, mirándola- pero la próxima vez me
gustaría que me avisaras para saber dónde encontrarte, como mínimo-. Julia me
miró con aprobación. Jessica me observó fijamente, como estudiándome, y se
limitó a asentir.
-Venga, te voy a enseñar el área de urgencias- dijo, conciliadora.
12. Cambio De Destino
DraBSwan
Nos dirigimos por el pasillo hacia las escaleras.
Entonces fue cuando lo vi.
Se abrió la puerta del ascensor y salió un joven de unos veintitantos. Al verlo,
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me detuve sin darme cuenta. Porque no era consciente de nada que no fuera
él. La voz de Jessica hablando a mi lado parecía un zumbido lejano. Aquel
hombre tenía una belleza que no era de este mundo. Era muy alto, cercano al
metro noventa. Sus cabellos, de un curioso color bronce, estaban
elegantemente despeinados, y su cara, de tez muy pálida, parecía cincelada por
un escultor de la Grecia clásica. Los labios eran carnosos y perfectamente
dibujados. El cuerpo no le iba a la zaga al rostro: era delgado pero musculoso
tal y como podía apreciarse en los brazos, que llevaba descubiertos. Vestía
camisa azul de cirujano, y pantalón vaquero. Su andar era felino, elegante.
Estaba concentrado mirando un historial del montón que llevaba entre sus
brazos, mientras se desplazaba hacia nosotras. De pronto alzó la hermosa cara y
me clavó una penetrante mirada. Mi corazón paró de latir en ese momento, y
cuando reanudó su contracción noté una punzada en el pecho. Me sonrojé. El
tiempo parecía pasar más lentamente alrededor nuestro y entonces sus ojos
cambiaron ligeramente. Avergonzada, aparté la vista, aunque fui consciente de
que él no lo hacía. Su intensa mirada me quemaba la piel y no sólo por el
sofoco que ya sentía. Jessica seguía con su cháchara cuando el joven se acercó a
nuestra altura y nos habló.
-Buenos días, Jessica y…- la voz, aterciopelada y melódica, no desmerecía en
absoluto al aspecto de su propietario. Se nos quedó mirado a las dos,
esperando. Mi cara era un puro rubor, y el ser consciente de ello y del estudio
al que estaba siendo sometida no me ayudaba en nada a cambiar de color.
Estaba a punto de la hiperventilación. Mi reacción era ridícula, pero no podía
evitar esa catarata de respuestas que mi rebelde organismo ofrecía a pesar de
mis esfuerzos en contra. No me atrevía ni a mirarle. Jessica sí lo hizo, lo
observó como si él acabara de descender de una nave espacial.
-Ho…hola Edward, esta es Bella Swan, la nueva residente, estará unos meses
con nosotros- farfulló boquiabierta. Edward me miró, sonriente. Era lo que me
faltaba para parecer un semáforo en rojo. Al mismo tiempo me sorprendía la
reacción de mi compañera hacia quien se suponía que era un compañero de
trabajo.
13. Cambio De Destino
DraBSwan
-Hola, Bella, encantado de conocerte… había oído que venía una nueva
pediatra pero no sabía cuándo. Mi nombre es Edward, Edward Cullen. Soy resi
de cirugía, quinto año – explicó, pero no me tendió la mano ni se me acercó.
Miraba esos ojos color miel que seguían clavados en los míos, al tiempo que
Página | 13 persistía en la inútil tarea de palidecer mi piel a voluntad. Habría seguido allá,
fascinada, si Jess no hubiera interrumpido mi trance tirándome del codo.
-Hemos de irnos a urgencias, Bella. Hasta luego, Edward- se despidió mientras
prácticamente me arrastraba con ella hacia las escaleras.
-Adiós, Edward.- Me giré para despedirme, caminando mientras seguía
mirándole. Esperaba que Jessica evitara que me cayese por las escaleras.
Mientras bajábamos, Jessica me miró de arriba abajo.
-¿Conocías a Edward de algo?- me miró interrogante. Negué con la cabeza y
ella puso cara de extrañeza - Es raro.
-¿El qué es raro?
-Digamos que es bastante… arisco. Me ha extrañado que parara a presentarse.
Pero –continuó mientras hacía un mohín - no te hagas ilusiones, para él las
mujeres de este hospital somos poca cosa, no ha tenido nada que ver con
ninguna, y eso que algunas lo han intentado. Creo que es gay.- No dudé ni por
un momento de que ella entraba en el grupo de las "frustradas". Por supuesto
para mí estaba claro que su reacción reflejaba simple interés por la novedad
que yo representaba en ese pequeño lugar. Me obligué a centrarme de nuevo
en lo que me decía Jessica. ¿Es que a esta mujer nunca se le acababa la batería
de la lengua?
En el área de Urgencias nos encontramos con Ángela. Me saludó con un
movimiento de cabeza, sonriendo, mientras extraía sangre de un paciente en
uno de los boxes. Jessica me presentó a tantas personas que al final de la
mañana ya no recordaba el nombre de ninguna. Todos me miraban con
curiosidad. Pero nadie me miraba como lo había hecho Edward Cullen.
14. Cambio De Destino
DraBSwan
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.
Capítulo 2
EPOV
Esta mañana tenía una cosa clara: iba a pasearme mucho. Me tocaba pasar
visita solo y tenía muchos pacientes repartidos por todo el hospital. Por suerte
el cansancio no hacía mella en mí, aunque tenía que simular que era así y por
eso mismo me paré ante el ascensor y le di al botón de llamada. Me abstraje en
mis propios pensamientos, intentando aislarme de los de los demás.
Cuando decidí seguir los pasos de mi padre no imaginé que sería tan
complicado todo: simular que era un ser humano había sido casi tan difícil
15. Cambio De Destino
DraBSwan
como controlar la sed de su sangre, pero más o menos me estaba saliendo con
la mía. Más o menos, porque al final me había ganado a pulso la reputación de
tipo raro y sin mucha vida social. Rarito Cullen, así me llamaban algunos,
aunque esto no era algo que me preocupara. Era lo que era, un vampiro que
Página | 15 renegaba de sus instintos, un tipo peculiar tanto para los de mi especie como
para los humanos, pero un vampiro al fin y al cabo. No me interesaba
relacionarme a fondo con la humanidad. Me bastaba con seguir con mi
vocación, la que tuve siempre, y que no había cambiado a pesar de los años que
habían pasado desde mi transformación.
Subiendo en el ascensor percibí la chillona voz de Jessica Stanley. Incluso su
mente era estridente. Suspiré y me armé de paciencia ante el inevitable
encuentro. Cuando estaba cerca de ella intentaba bloquear sus pensamientos,
que me hacían sentir incómodo. Desde aquella época en que no había parado
de insinuárseme intentaba evitarla, pero era más complicado intentar no oírla.
El ascensor paró en el primer piso y se abrieron las puertas. Jessica estaba al
fondo del pasillo, caminando al lado de otra chica. Decidí ignorarlas y continué
avanzando, con la mirada fija en el historial que llevaba en la mano.
De repente una idea me sacudió la mente: no podía oír los pensamientos de la
chica que estaba con Jessica. Al mismo tiempo me estremeció un aroma en el
ambiente completamente desconocido para mí. Era el olor de aquella chica.
Me sentí confuso. Jamás me había enfrentado a nadie que se resistiera a mi
don, y ese seductor aroma... era nuevo para mí, me atraía hacia ella,
nublándome la voluntad.
Fui acercándome lentamente, aspirando esa fragancia, saboreándola. Intenté
serenarme. Estaba alarmado ante mis propias reacciones, pero también sentía
una enorme curiosidad. Decidí intentar abatir las barreras de la joven, y clavé
mis ojos en los suyos, aún a riesgo de inquietarla… sólo para descubrir que ella
me estaba observando fijamente. Escuché su arrítmico latido al enlazarse
nuestras miradas. ¿La habría asustado? Vi que era preciosa; poseía unos
expresivos y grandes ojos oscuros y una boca sensual de labios llenos. Su
cabello era de un brillante tono castaño y lo llevaba recogido hacia atrás. No
podía apreciar sus formas femeninas con la poco estimulante ropa del hospital,
pero lo poco que se adivinaba me dejaba con ganas de descubrir más. Estudié
su sonrojado rostro mientras me aproximaba, refrenando mis ganas de avanzar
más rápidamente.
16. Cambio De Destino
DraBSwan
Ya cerca de la joven aquel perfume tentador comenzó a ofuscarme, me
impulsaba hacia ella como un potente imán. Sentía la necesidad de respirarla
de cerca, de tocarla, como si tuviera que comprobar que era real. Paré de
inhalar o no podría controlarme. En aquel instante apartó sus pupilas de mí, y
Página | 16 luché contra el impulso de pedirle que no lo hiciera. Recuperé cierto
autocontrol y pedí a Jessica que me la presentara.
Bella. Qué nombre tan apropiado. Bella. ¿Qué era eso que me hacía sentir?
Quería saberlo, y sólo ella tenía la clave. Jamás ningún ser había despertado en
mí tanto interés. Tras cruzar unas pocas palabras de cortesía conmigo ambas se
alejaron por el pasillo. La seguí con la mirada hasta que la perdí de vista cuando
giró hacia las escaleras. Antes de eso se volteó y nuestras miradas se volvieron a
cruzar. Su mente en blanco me provocó una oleada de frustración, como si
fuera un niño malcriado al que niegan el juguete más deseado.
BPOV
Ángela y yo nos habíamos pasado la tarde hablando de nuestras vidas,
comentando también anécdotas del trabajo y de los compañeros. Le di las
gracias por sus consejos. Ya en la noche nos dedicamos a ver una película en
DVD y comer palomitas, tumbadas en el sofá del comedor.
-Qué… ¿Ya lo has visto? - me dijo ella como de pasada, cogiendo un montón
de palomitas.
-No sé de qué me hablas- repuse indiferente, aunque sabía perfectamente a
quién se refería. Me extrañaba que el tema no hubiera surgido durante la tarde.
Desde luego, yo no lo saqué a relucir.
-¡Venga ya!- me dio un manotazo ligero en el brazo- No te habrá pasado
desapercibido. Además, sé que había un niño operado ingresado en pediatría y
que él pasaba visita.- Reí para mis adentros, tenía que andar con ojo, Ángela
parecía el Gran Hermano.
-Por dios, Ángela, ¿para quién trabajas, para la CIA? - miré al cielo con
resignación fingida. Me sentía tan cómoda con ella que era como si nos
conociéramos desde hacía mucho tiempo. Y sólo era nuestro segundo día.
-Venga, confiesa, ¿qué te ha parecido?- siguió pinchando, observándome.
-Supongo que hablas del cirujano… es mono - reconocí con fingida indiferencia,
sin apartar la mirada de la televisión.
17. Cambio De Destino
DraBSwan
-¿Mono? ¡Pero si es un dios! – rió.
-¿Te gusta Edward Cullen?- la miré intentando disimular cierta preocupación,
aunque pensaba ignorar al "dios". Mi estancia en este país tenía un objetivo, y
ese no era liarme con un compañero de trabajo. Además ese hombre estaba
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fuera de mi alcance.
-Me gusta mirarlo, pero no me atrae.- Me miró, pensativa.- No te sabría decir
qué es. Quizá tanta perfección física me asusta un poco. Pero es educado y muy
buen cirujano. Y deberías ver lo amable que es con los pacientes. Las abuelitas
que ingresan en cirugía lo adoran. Y…
-Vale, vale, no me vengas ahora con querer emparejarme, no tengo ganas de
problemas. Además sólo voy a estar tres meses aquí, y tú ya me quieres enredar
- Ángela rió.
-No te quiero emparejar, mujer. Sólo tenía ganas de un rato de sano cotilleo
con mi nueva compañera. ¿Tienes algo en contra de ligar con un compañero
de trabajo que está como un dios?
-Sí. Ángela, no quiero sonar aburrida, pero estoy en Forks para pasar una
temporada corta, y el resto de año lo pasaré en Seattle. He venido a este país a
aprender y a trabajar- ella bostezó de forma fingida.
-Pues sí que suena aburrido. Y un año da para muchos polv… ¡Ay!- le pegué
una suave colleja antes de que acabara la frase, aunque me estaba riendo. Ella
alzó una mano conciliadora.
-Vale, vale, si he de soportar agresiones fin del tema. Venga, sigamos viendo la
película, que mañana no habrá quien nos levante de la cama.
-De acuerdo, pero otro día toca hablar de tus posibles relaciones, Webber. No
te creas que aquí sólo yo voy a ser yo la interrogada.
Ángela rió y diría que se había sonrojado un poquito, aunque la luz era
demasiado escasa para asegurarlo.
...
Me incliné para recoger el cambio y mi café de la máquina. Lo probé y arrugué
la nariz. El sabor era espantoso, pero todavía arrastraba el jet lag y necesitaba un
nuevo chute de cafeína.
18. Cambio De Destino
DraBSwan
-Buenos días - sonó una voz amistosa a mi espalda.
Me giré y vi la sonriente cara de Mónica, mi compañera de especialidad. Era
una chica delgada, con ojos azules y el pelo negro cortado en media melena.
Ayer se había marchado a la consulta externa a primera hora y apenas tuve
Página | 18
tiempo de intercambiar unas palabras con ella, pero me había parecido
agradable. Y solía fiarme de las primeras impresiones.
-¡Hola! – le sonreí- Este café hace que me sienta como en casa.
-Ese café tiene muchas propiedades pero la de aminorar la nostalgia no la
conocía- alzó ambas cejas componiendo una divertida cara de sorpresa.
-Ah, lo decía porque sabe igual de asqueroso que el de la máquina de mi
hospital. ¿Qué más propiedades tiene?
-Bueno, te digamos que a partir de ahora no vas a necesitar laxantes, si es que
los tomas- me guiñó un ojo mientras introducía una moneda en la máquina.
-Vale, es el mismo café, ahora estoy segura- asentí, convencida, observando el
poso que quedaba en el vasito de plástico. Ambas nos miramos y reímos.
-¿Te vas adaptando? Espero ser la primera en hacerte esta pregunta, creo que
la vas a escuchar mucho durante unos días y acabarás odiando a quien te la
haga.
-Sí, eres la primera- sonreí-, y me voy adaptando- miré la hora en móvil.- ¿No
deberíamos subir ya?
La morena asintió y terminó su café en tres sorbos. Apretó el botón del
ascensor.
-Hoy me tocan paritorios, y Emily sugirió que vinieras conmigo. Oye... Sé que
vienes de un hospital grande, así que no creo que tengas problemas para
manejar a los pacientes cuando estés de guardia tú sola. Algunos adjuntos no
colaboran mucho, pero si necesitaras ayuda cosa siempre puedes llamar a
Emily, no vive lejos de aquí.
Eso confirmaba la opinión que tenía de mi nueva jefa, y me tranquilizaba.
Tras la sesión de presentación de ingresos Peter le dio a Monica el "busca" del
paritorio. Estuvimos muy ocupadas toda la mañana; nos llamaban de la
19. Cambio De Destino
DraBSwan
maternidad, para una cesárea, o cualquier parto que se anticipara como
complicado. Me tranquilicé viendo que la manera de hacer las cosas no distaba
mucho de mi hospital de origen. Al final de la mañana mi compañera y yo nos
encaminamos a la cafetería del hospital.
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-¿Ya has probado la comida de aquí?- Monica me dirigió una escrutadora
mirada mientras ocupábamos una mesa libre con nuestras bandejas.- No, creo
que no, tienes buen aspecto.- Sonreí, negando. Respecto a la "deliciosa" comida
del hospital parecía que también iba a sentirme en casa.
-Ayer no tenía mucha hambre y comí un yogur arriba en la planta- nos
sentamos y me descubrí mirando alrededor, buscando una cabeza de cabellos
cobrizos. Pero no estaba aquí.
-Ojalá pudiéramos sobrevivir sólo con eso. Esta sopa parecen los restos de una
clase de Pociones.- dijo Mónica, haciéndome reír y atragantarme.
-Yo también soy fan de Harry Potter- sonreí.
Una chica de pelo negro azabache recogido en una coleta y ojos verdes
penetrantes se acercó a nosotras con su bandeja, sentándose al lado de mi
compañera.
-Tú debes ser la nueva pediatra- me tendió la mano por encima de la mesa.-
Soy Anne, "resi" de ginecología.
-Encantada- le di la mano.- Soy Bella.
-Por supuesto que eres Bella, no podían haberte puesto mejor nombre-
sentenció un chico rubio vestido de cirujano al tiempo que se sentaba a mi
lado. Anne rodó los ojos y bufó.
-Mike, esta es la mesa de las chicas. Vete para que podamos criticarte sin que te
sientas herido- gruñó la ginecóloga.
-Anne, me sorprendes ¿Desde cuándo eres tan compasiva? Mike Newton,
cirugía, cuarto año- me tendió la mano clavándome sus ojos azules de una
forma que me hizo sonrojar, aunque correspondí a su saludo. Tras retener mi
mano unos segundos más de lo correcto miró a la ginecóloga- Anne, no me da
la gana de comer solo. Ya sabes que Rarito Cullen nunca baja al comedor, y los
demás están en quirófano.
20. Cambio De Destino
DraBSwan
-No llames así a Edward- recriminó Mónica, molesta.- Es un poco especial pero
es un buen compañero.- Anne asintió, y ambas ganaron muchos puntos de mi
aprecio por este gesto.
-¿Es cierto lo que he oído? ¿Que Leonard y él se atrevieron a suturar una
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rotura cardiaca?-preguntó Anne.
-Sí, hicieron cirugía cardiaca en un hospital comunitario. Esos dos están locos-
negó Mike con la cabeza.- Tuvieron suerte de que la cosa fuera bien, de haber
sido de otra manera tendrían un pleito sobre sus cabezas.
-Un pleito que no habría ido a ningún sitio. Si no lo hubieran hecho la paciente
no habría soportado el traslado al Northwest. Le salvaron la vida- zanjó Anne.
Mi jornada laboral finalizó y me dirigí a Urgencias para despedirme de Angela,
pues ella tenía turno de tarde. Intercambié unas palabras con ella y me dirigí a
la salida. Repentinamente la puerta de doble hoja se abrió y entró a toda pastilla
una camilla empujada por dos paramédicos. Era un anciano inconsciente. Sentí
un brazo en mi cintura y una mano en mi propio brazo que me apartaron del
camino, evitando que la camilla me atropellara antes siquiera de que yo hubiera
reaccionado, . Algo tembló en mi interior al sentir ese contacto.
-Bella- Edward Cullen me soltó y se colocó ante mí.- Has de tener cuidado. Es
mejor que no salgas por esta puerta, es la de las camillas y es peligrosa. La del
personal es aquélla- señaló.
Su hipnótica mirada se clavó en la mía. Sentí mi corazón latir con más fuerza, y
mi rostro se sofocó.
-Gracias por la ayuda- pronuncié con dificultad.- Además de nueva soy un poco
torpe- sonreí.
-Edward, te necesitamos aquí- una enfermera salió de uno de los boxes.
-Hasta otra- sonrió Edward. Giró sobre sus talones y se dirigió al box donde le
reclamaban, mientras yo intentaba recuperar la compostura.
...
Los días pasaban rápidamente. Angela demostró ser una buena amiga, y con su
ayuda, la de la jefa y de algunas de mis compañeras me adapté en poco tiempo
a la rutina de ese pequeño hospital. Ya había superado la prueba de mi primera
21. Cambio De Destino
DraBSwan
guardia. Ya (casi) me había acostumbrado a la constante nebulosidad de Forks.
Sólo había algo que alteraba esa rutina, y era Edward Cullen. Lo veía poco,
pero cuando nos encontrábamos por los pasillos del edificio me alteraba de
una forma incontrolable, siempre de igual manera, y por ello me enfadaba
Página | 21 conmigo misma. Lo peor era que hubiera jurado que él se daba cuenta de ello.
Sin embargo, tan sólo pasaba por mi lado, me dirigía un educado "hola, Bella"
acompañado de una sonrisa que me acababa de rematar y seguía su camino. Yo
entonces resistía el tremendo impulso de girarme y observarlo por detrás.
...
-Bella, qué pena que sólo te vayas a quedar unos meses, es una maravilla cómo
te has adaptado a todo en tan poco tiempo-dijo Emily.
-Gracias, jefa- repuse para pincharla, sabía que no le gustaba que la llamara así-
lo cierto es que me siento muy bien aquí, y en gran parte es gracias a Ángela y a
ti. Hicisteis que comenzara con buen pie, a pesar del palo del primer día.
Hoy me tocaba guardia, pero una guardia un poco especial. Era la primera vez
que coincidía con Edward. Notaba mariposas en mi estómago, e intentaba
convencerme a mí misma de que estar de turno con él no tenía nada que ver
con ello. Pensé en otras cosas. Ángela tenía turno de noche en Urgencias.
Siempre me alegraba coincidir con mi amiga.
La tarde fue pasando bastante ajetreada, había visitado muchos casos de gripes
y bronquitis, pero ninguno tan grave como para requerir su ingreso. A la hora
de la cena no pude dejar de observar que Edward no estaba. Tan sólo lo había
visto fugazmente un par de veces entrando y saliendo de los boxes de cirugía.
Reprimí una oleada de decepción. Cené rápido porque tenía algunos pacientes
esperando en urgencias, y cuando volví para allá Ángela ya había comenzado el
turno. Fui a saludarla a la salita de personal, donde estaba tomando café.
-¡Hola, "compa"! ¡Qué bien, una noche más conseguiste sobrevivir al menú
hospitalario!- bromeó.
-Sí, pero no cantes victoria, aún no ha pasado el período de seguridad para
descartar una intoxicación aguda - compuse una mueca de desagrado
tocándome la barriga.- Creí que no se podía comer peor que donde trabajaba
antes pero estaba muy equivocada. Los pacientes tienen un buen acicate para
curarse pronto, o eso o morir de inanición.
22. Cambio De Destino
DraBSwan
-Eso es cierto -rió Ang.- No me extraña que Edward nunca coma aquí, ese sí
que sabe cuidarse. Bueno, él dice que tiene unas cuantas intolerancias
alimentarias y que debe seguir una dieta especial, por eso siempre se trae su
propia comida…- comentó, con expresión un tanto suspicaz.
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-Ah… por eso nunca viene a comer.
-Ja, eso sí que lo habías observado, señorita "yonomefijoenedwardcullen"-me
dijo con cara de sorna. Le saqué la lengua.
-A ver, niña, no somos tantos, es fácil darse cuenta cuando falta alguien-
repliqué un tanto picada.
-Sí, claro, claro – repuso incrédula. Yo bufé y puse los ojos en blanco, al tiempo
que me despedía para continuar mi trabajo.
Eran las dos de la mañana cuando mi adjunto y yo hablamos de partirnos la
noche. Yo haría el primer turno, así que trabajaría hasta las cinco. Estaba
realmente cansada, y para aguantar acepté un café al que me invitaron las
enfermeras. Gracias a ello fui tirando hasta que se hizo la hora. Ángela se había
ofrecido a ir a buscar las llaves de las consultas donde descansaríamos si
podíamos, y las repartimos. Al terminar mi turno fui a buscar mi llave, que
estaba encima de la mesa, en la salita de descanso de urgencias. Era raro.
Habría jurado que tenía la llave de la consulta de pediatría, y esta era la de
nefrología. Aunque daba igual, estaban una al lado de la otra y yo estaba
demasiado hecha polvo como para más conjeturas.
Sin más me despedí del personal de urgencias y me retiré. El ahora silencioso
pasillo de las consultas estaba iluminado muy tenuemente por las luces de
emergencia. Abrí la puerta y me fui directa al armario de la cama. No quería
despejarme, por lo que ni tan siquiera abrí la luz. La consulta estaba a oscuras
pero la ventana estaba parcialmente abierta y la iluminación exterior permitía
intuir la silueta de la cama, situada en un extremo. Esta ya estaba bajada; debía
ser un descuido de la señora de la limpieza. Estaba sentándome a punto de
tocar el camastro cuando escuché una voz conocida.
-Bella.
Tuve tal sobresalto que habría caído al suelo, pero eso no llegó a pasar. Un
segundo estaba a punto de tocar el piso con mi trasero y al siguiente estaba
tumbada al lado de Edward. Al ser una cama estrecha él me sujetaba por la
23. Cambio De Destino
DraBSwan
cintura con brazo de hierro impidiendo que me cayese, mientras se inclinaba
ligeramente sobre mí. Su hermosa cara estaba totalmente en la oscuridad, veía
la silueta recortada contra la ventana, pero la sentía muy cerca de mí, y su
aliento me llegaba dulce, turbador, y… mi cara ya estaba ardiendo. Yo estaba
Página | 23 ardiendo. Tan sólo notar su duro cuerpo pegado al mío hizo que el cansancio
pasara a un ultimísimo plano.
-Lo siento, no quería asustarte- podía adivinar la sonrisa en su suave voz.- Diría
que te has confundido de habitación…-seguía sujetándome y yo estaba al borde
del colapso, ya no tan avergonzada como excitada.
Fui consciente del intenso deseo que sentía por él, saliendo a la superficie con
la misma fuerza con la que yo lo había intentado reprimir. Mis constantes
vitales respondieron a su presencia como siempre hacían, descontrolándose.
-No... no... oh, lo siento, no sé qué puede haber pasado, discúlpame.- me
esforcé para pronunciar estas palabras con tono normal, pero no reconocí ni mi
propia voz.
Intenté levantarme pero él seguía aferrándome, reteniéndome a su lado. Inhalé
su aroma, jamás lo había tenido tan cerca como para percibirlo pero me estaba
trastornando. Lo miré e imaginé su hermosa cara, y no pude evitar morderme
el labio inferior. Su rostro se aproximó al mío con lentitud y justo en el
momento en que lo tuve tan cerca que creí que iba a besarme me puse muy
nerviosa y mi cuerpo se tensó. Repentinamente se sentó en el camastro,
soltando su agarre sobre mí.
-No te preocupes, Bella.- me explicó en un susurro, mientras se pasaba la mano
por el pelo.- Es una broma que suelen gastar Ángela y las demás enfermeras de
urgencias a las residentes nuevas, pero esta no es la habitual, es raro.
-¡Qué broma! Mataré a esa…¡ traidora! ¿El qué es raro? -conseguí farfullar
furiosa mientras me sentaba en la cama a su lado, intentando parecer algo
digna.
-El cambiazo de la llave. Suelen hacerlo con la consulta donde duerme el jefe
de la guardia, no el residente de cirugía- rió entre dientes y yo pensé en Joseph,
el sexagenario jefe de cirugía que hoy estaba también de jefe de guardia. Mataré
a Ang. Con mis propias manos. Y cualquier jurado me perdonará cuando sepa
los motivos.
24. Cambio De Destino
DraBSwan
-Bella – continuó Edward - si no te incomoda que yo haya estado aquí tumbado
quédate, en serio, apenas he estado un rato y he de marcharme. Tengo que
controlar un postoperatorio. Ya sabes, Joseph está un poco mayor y el peso de
la guardia lo he de llevar yo. Al fin y al cabo es mi último año de residencia.
Página | 24
Se levantó y se me quedó mirando en la oscuridad, o eso parecía. Estaba tan
quieto que su silueta parecía la de una estatua.
-Estoy tan cansada que diré que sí - suspiré para disimular, en absoluto me
importaba que él hubiera estado acostado en esa cama - no tengo ganas de ir a
buscar otras llaves. Pero haz el favor de no advertir a esa… a esa… de la que le
va a caer encima.
-Intuyo que ya lo sabe –ladeó la cabeza y volví a imaginar su sonrisa- Descansa,
Bella - me dio la espalda y salió de la consulta.
Me tumbé pero la somnolencia se había esfumado. Verdaderamente Edward
debía llevar poco tiempo tumbado, las sábanas estaban frías, y aún a pesar de
eso impregnadas de su aroma personal. Mala idea el acostarme aquí. Inspiré
profundamente las sábanas, llenándome de él, dejándome llevar. A la mierda el
autocontrol. Mis latidos aún iban acelerados. "Descansa, Bella", había dicho, y
me ponía la piel de gallina recordar su suave voz. ¿Pero qué estaba haciendo
yo? ¿Me estaba volviendo tonta? Y con este absurdo diálogo interno,
contrariamente a lo que pensaba conseguí dormirme.
25. Cambio De Destino
DraBSwan
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Capítulo 3
EPOV
Me tumbé en el camastro, con la luz apagada, y esperé. Hasta hacía dos
semanas todas las guardias habían sido igual: trabajaba hasta muy tarde, y
durante mi turno de descanso me tumbaba en el camastro simplemente
dejando pasar el tiempo, pensando en el trabajo y los sucesos del día, o en
nada. Cuando eres vampiro o aprendes a pensar en nada o lo más probable es
que acabes deseando la muerte definitiva. Ahora pensaba en Bella.
El mismo día de conocerla había llamado a mi padre y le había explicado que
había encontrado a una humana capaz de bloquear mi don. No le expliqué mi
reacción al sentir su olor porque quería pensar que me había pillado en un
momento de descuido, y que lo que necesitaba era ir a cazar. A Carlisle
también le llamó la atención que hubiera alguien que se resistiera a mi
capacidad telépata. Aunque yo no lo pretendía, esto excitó su curiosidad
científica y me prometió estudiar el tema. Me explicó que Alice tampoco le
había comentado ninguna visión donde ella apareciera. Había la posibilidad de
que Bella fuera inmune a las capacidades de Alice, lo cual abría muchos
interrogantes.
Pasaron los días y pude comprobar que me había equivocado pensando que la
reacción que Bella había causado en mí era pasajera. Oh, sí, muy, muy
equivocado. Tras dos semanas de conocernos mi interés por ella no hacía sino
aumentar. Ya no era sólo su inigualable aroma personal ni la curiosidad que yo
sentía ante su silencio mental lo que me llamaba hacia ella. La veía caminar,
gesticular, sonreír, discutir, enfadarse, bromear… y me parecía como si nadie lo
supiera hacer mejor que ella. Era irracional, lo sabía, pero había decidido que
no importaba, quería explorar hasta dónde me llevaba este interés. Iinterés,
26. Cambio De Destino
DraBSwan
curiosidad, y cierta atracción física. Bella era una mujer bonita y yo me sentía
feliz cuando escuchaba su cuerpo alterarse en mi presencia. De alguna manera
yo también le interesaba, de eso estaba seguro. Pero quería conocer hasta qué
punto.
Página | 26
De pronto escuché unos pasos que se dirigían hacia la puerta. Ahora.
Últimamente me había acostumbrado a sintonizar con los pensamientos de
Ángela, y sabía lo que venía. Se abrió la puerta y me quedé quieto. Bella no
encendió la luz. Tenía claro que si hacía amago de quitarse la ropa la iba a
detener, no porque no tuviera ganas de ver lo que escondía ese feo uniforme
blanco, sino porque me habían aleccionado a comportarme como un caballero,
y no podía evitarlo.
Se dirigió directamente al camastro y al deshacerse la coleta el movimiento
desencadenó una leve corriente de aire que me transportó su fragancia, lo que
fue bastante para hacerme estremecer. Control, Edward. La tenía delante, y
debía estar agotada pues aún no se había percatado de mi presencia. Se acercó
a la cama y fue a tumbarse. En aquel momento pensé que debía avisarla ya, de
lo contrario sería peor.
Pronuncié su nombre en voz baja, lo que le ocasionó un enorme sobresalto.
Estuvo a punto de golpearse contra el suelo pero la cogí al vuelo y la deposité
sobre la cama. A pesar de la oscuridad mis ojos me permitieron observarla a
placer. Estaba hermosa con el cabello suelto, completamente sonrojada, los
ojos y la boca abiertos en expresión de sorpresa. Su respiración era un jadeo
irregular y el corazón estaba desbocado, todo lo cual me parecía de lo más
excitante, y mi cuerpo así lo estaba manifestando. El tenerla así, tan vulnerable,
tan cerca de mí, me despertaba poderosas sensaciones que nunca antes había
sentido. Todo el autocontrol que había conseguido con los años estaba a punto
de hacerse añicos.
-Lo siento, no quería asustarte - sonreí e intenté calmarla. Y calmarme. Debía
haberla asustado mucho porque sus constantes vitales seguían disparadas hasta
llegar a preocuparme. - Diría que te has confundido de habitación - bromeé.
Su expresión iba cambiando por segundos. Estaba pasando del sobresalto a…
¿qué hacía? Se estaba mordiendo el labio, y su mirada se hizo más brillante, las
pupilas midriáticas, la boca entreabierta. Un impulso me forzó a probar su
sabor. Envidiaba a sus dientes por poder morder esos labios, yo también quería
hacerlo y la tenía tan cerca…
27. Cambio De Destino
DraBSwan
Entonces la noté tensarse y me aparté de ella rápidamente. ¿La había
interpretado mal? La había estado sujetando, quizá con demasiada fuerza.
Aproveché el retorno de mi autocontrol para separarme de ella y sentarme.
Dejé de respirar unos segundos para serenarme más rápido, hasta que tuve que
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tomar aire para poder hablar.
Charlamos brevemente. Me resultó tan agradable que decidí que podía intentar
tener su amistad. Pero ahora no debía tentar a la suerte. La miraba atentamente
mientras me excusaba para retirarme, y vi que su expresión era dulce. No
estaba asustada. Me marché, cerrando la puerta de la consulta con cuidado.
BPOV
A la mañana siguiente la culpable de la vergüenza que había tenido que pasar
estaba tan tranquila tomando un café en la acristalada cafetería del hospital.
Entré en el local como una tromba.
-¡Ángela!
A esa hora aún había poca gente en la cafetería. Me miró con cara de total
inocencia.
-Buenos días, doctora Swan- sonrió con cara de angelito.
Me senté frente a ella y la miré con la boca apretada y el ceño fruncido. Estaba
realmente enfadada.
-Dime una sola razón por la que no deba estar tan cabreada contigo como para
pensar en cambiar de piso- gruñí. Ella abrió mucho los ojos.
-Qué…qué… no pensaba que te lo tomarías tan mal, Bella. ¿Tan mala fue la
experiencia?- su arrepentimiento era sincero.
Mi cara me traicionó y empecé a sonrojarme intensamente al recordar aquel
momento. Mierda. Ang empezó a soplarme a la cara mientras se carcajeaba.
-Bella, me vas a contar qué pasó sin dejar ni una coma, porque la cara que
pones es un poema, te lo aseguro -dijo riendo y moviendo la cabeza de un lado
a otro.
La mataría, seguro. Aunque ahora que la recordaba, la situación fue algo
graciosa. En mi interior admiré los reflejos que tenía el cirujano, y no digamos
28. Cambio De Destino
DraBSwan
la fuerza de sus brazos para cogerme al vuelo como lo hizo. Esos brazos…su
cuerpo contra el mío, su aroma, su aliento cerca de mí… mi respiración volvía a
agitarse. Para, Bella, stop, cambio, fuera. Mi amiga leía en mi cara el cambio de
expresiones como en un libro y aguantaba la risa, con una ceja levantada. Me
Página | 28 levanté para serenarme un poco y aproveché para pedir un café doble (no me
acostumbraba al aguado café americano) y un donut. Volví a la mesa más
tranquila.
-Como castigo por lo que hiciste te vas a quedar sin información de primera,
nena. Pero seguiré compartiendo tu casa, estás perdonada- la miré con
petulancia, mientras bebía a sorbos mi café. Angela apuró el suyo mientras
contemplaba el verde paisaje por la ventana. Entonces me miró.
-Da igual, algo ha pasado y me lo vas a explicar tarde o temprano porque no
podrás aguantar más. Pero no lo hagas ahora –miró por detrás de mi hombro-
porque Edward Cullen está entrando en la "cafe" con su jefe.
-¡Ja! Ya me has tomado bastante el pelo en las últimas horas, guapa. Desde que
estoy aquí no ha venido ning…
-Buenos días, chicas - solté un jadeo y mi vello se erizó al oír la acariciante voz.
Me di la vuelta y alcé la mirada, que chocó con aquellos ojos ámbar y quedó
atrapada en ellos, como una mariposa en una tela de araña, sin esperanzas de
resistirse. Se situó a mi lado, mientras Joseph estaba pidiendo el desayuno en la
barra. Su boca perfecta lucía una media sonrisa y volví a enrojecer. Estaba
evidentemente turbada. Deslumbrada a mi pesar.
-Hola, Edward, ¿te sientas con nosotras?- dijo Ángela.
La iba a fulminar con la mirada, pero entonces constaté que ella tampoco era
inmune a la sonrisa del seductor cirujano. Lo miraba completamente
embobada. La piel de Edward estaba tan pálida como siempre, pero era un
hermoso pálido satinado. Los ojos y el cabello le brillaban como si hubiera
descansado ocho horas seguidas… sí, estaba perfecto, como siempre. No pude
evitar pensar qué diferente era su aspecto comparado con el de Ángela o el mío
propio. Ambas teníamos ojeras y estábamos pálidas, con esa palidez enfermiza
de no haber descansado.
29. Cambio De Destino
DraBSwan
-Buenos días, señoritas -saludó Joseph en nuestra dirección, mientras se
desplazaba con una café en una mano y un sándwich en la otra hacia una mesa
separada de la nuestra.
Nosotras correspondimos al saludo. Agradecí que ese día Joseph no tuviera
Página | 29
ganas de charlar, porque a veces estaba de lo más comunicativo y no le
importaba sentarse a nuestro lado. Entonces contaba viejas anécdotas que te
hacían reír mucho.
-No, gracias, –sonrió Edward, volviendo a iluminar la gris mañana- me sentaré
con Joseph, -señaló hacia él con un gesto de la cabeza- me sabe mal dejarlo
solo.- Mientras decía esto mantenía sus ojos dorados aprisionando los míos, sin
piedad.
Cuando Edward hubo desaparecido de mi vista desperté del trance y pude
volver a respirar con normalidad. Miré a mi amiga, quien me estudiaba la cara
con una sonrisa cómplice, pero no continuó con el tema de antes. Otra de sus
virtudes era que sabía no hacerse pesada. Charlamos un rato mientras
acabábamos el desayuno y nos despedimos, ella en dirección al vestuario para
cambiarse y marchar a casa y yo hacia la planta de pediatría.
La mañana me pasó rápida. La planta estaba a rebosar, y como era normal para
la época del año la mayoría de ingresos eran por infecciones respiratorias. El
pase de visita lo hice conjuntamente con Peter, el "resi" de tercer año, y
Maurice, un adjunto. Ambos parecían más niños aún que los propios pacientes.
Uno de los pequeños ingresados tenía neumonía pero se iba recuperando
rápidamente de tal forma que, como pasa con todos los niños que se
encuentran bien, su madre apenas podía retenerlo en la cama. Cuando
entramos los tres en la habitación se escondió tras su almohada y nos disparó
con una pistola de Buzz Lightyear. Ante nuestra sorpresa Peter se desplomó
sobre una silla agarrándose el pecho, con los ojos cerrados y la lengua fuera. El
niño reía a más no poder.
Una vez hube terminado mi trabajo me despedí y me dirigí al vestuario, situado
en el sótano del hospital.
-Bella, buenos días, o más bien tardes ¿Sales de guardia?- Bufé. Mike Newton
me atacó vilmente cuando estaba esperando el ascensor. Sólo tenía que bajar
dos pisos, pero a esa hora estaba francamente fatigada y ahorraba toda la
energía posible.
30. Cambio De Destino
DraBSwan
Aunque ya estaba arrepentida de no haber ido por las escaleras.
Desde que nos conocimos Mike quería ligar conmigo de forma ostensible y yo
no quería que tuviera ningún resquicio de duda sobre mi total falta de interés
por él. Aunque tampoco quería herirlo, ese no era mi estilo. Sin embargo Mike
Página | 30
pertenecía a esa insistente clase de chico que no atiende a las indirectas.
-Mike- lo miré medio dormida- hola. Sí, salgo de guardia, y me iba a casa ya-
respondí resaltando el "ya".
El ascensor se abrió y entró conmigo. Mierda. Estaba claro que la conversación
no había terminado, pero hubo un minuto de incómodo silencio mientras el
ascensor nos dejaba en la planta de los vestuarios.
-Bella, el próximo sábado vamos a ir a Port Angeles. ¿Te apetecería salir con
nosotros?
¿Quedaría muy mal si le preguntaba quiénes eran "nosotros"? Dudé. La falta de
sueño me enturbiaba las ideas y no se me ocurría qué excusa dar para negarme.
Y sin pensar di una. Una nada original.
-No, puedo, ya he quedado.
-Ah- se sorprendió -¿Puedo saber con quién?
"No es de tu incumbencia" hubiera sido una buena réplica para un tío normal.
Pero no fue esa la que le di. Porque Mike era insistente. Pensé cuál era la
mejor respuesta para que me dejara tranquila.
-Con Edward Cullen- abrió los ojos como platos y la mandíbula hasta el
esternón por lo que rápidamente expliqué, ampliando la mentira- vamos a
hacer un trabajo para un congreso.
Fue lo mejor que se me ocurrió. O eso pensaba, porque no hizo amago de
despedirse y ya habíamos llegado a la puerta del vestuario femenino. Lo miré
con fastidio. ¿Es que me iba a acompañar adentro?
-¿Sobre qué es el trabajo? – inquirió con curiosidad. Piensa, Bella, piensa.
-Sobre el manejo y las complicaciones de las apendicitis agudas infantiles
comparando los resultados de este centro con los del hospital infantil de
Seattle- Oí que decía una voz detrás nuestro.
31. Cambio De Destino
DraBSwan
Ahora deseaba estar muerta. O por lo menos a 5.000 kilómetros de allí.
Edward estaba justo detrás de nosotros. Ninguno de los dos lo había oído
llegar. Su aspecto era tan inmejorable como a primera hora de la mañana y me
contemplaba con la cabeza un poco ladeada, la mirada brillante y "esa" sonrisa.
Página | 31
Mike estaba tan sorprendido como yo y apenas llegó a reaccionar.
-El tema parece interesante. Si necesitáis otro colaborador me lo decís –
respondió en un tono que dejaba intuir algo de ¿celos?- Hasta luego- se
despidió y se dirigió rápidamente al ascensor. Lo seguí con la mirada hasta que
desapareció.
Ahora me había librado de un lío, pero ante mí tenía otro mayor. Desde luego,
no podía decir que me aburriera en ese pequeño hospital. Me notaba cada vez
más cansada y con la capacidad de reacción muy baja. Tomé una gran
bocanada de aire y hablé.
-Edward, yo… no quería…- empecé a farfullar nerviosa. Él me interrumpió,
levantando una pálida mano de largos dedos. Hasta sus manos eran perfectas.
-Tranquila, Bella. Sé que querías librarte de Mike. A veces es muy...
persistente, por decirlo de alguna forma. Ya nos inventaremos cualquier cosa,
como que hemos dejado el trabajo de investigación porque no daba buenos
resultados – decía la melodía de su voz.
En aquel momento era incapaz de pensar nada coherente, no podía hacer otra
cosa que contemplarle embobada. De pronto me di cuenta de que estaba
apoyada contra la pared. Él se había ido acercando a mí con un movimiento
imperceptible y de forma inconsciente yo había ido retrocediendo. Se hallaba
tan cerca de mí que, a pesar de que era bastante más alto que yo, notaba otra
vez el perfume de su aliento. Alzó su mano como para tocarme la cara pero se
detuvo antes de llegar a rozarme. Noté un cosquilleo en la zona de la cara que
estuvo cerca de su piel.
- Debes estar agotada, lo mejor será que vuelvas a casa, a descansar- dijo de
forma inesperada, apartándose ligeramente de mí. Reaccioné.
-Sí, eso haré. Gracias por la ayuda, Edward.- le sonreí tímidamente. Acababa de
suceder algo, aunque él actuara como si nada.
32. Cambio De Destino
DraBSwan
-¿Quieres que te lleve a casa? Yo también he acabado mi turno. Imagino que
has venido en tu coche, pero quizá estás demasiado cansada como para
conducir segura- me observó con algo de preocupación.
-Gracias, Edward, pero puedo conducir, no vivo lejos - me apresuré a
Página | 32
responder.
-Bien, pues hasta mañana, doctora Swan.- sonrió y asintió con la cabeza,
después de lo cual se dirigió al vestuario de hombres.
Resistí la tentación de seguirle con la vista, no fuera a girarse. Bastante
vergüenza había pasado ya en las últimas 24 horas.
Capítulo 4
BPOV
Salí del vestuario y me encaminé hacia las escaleras para subir el piso que me
separaba de la salida. Me sentía extrañamente descansada para salir de guardia,
y a mi alrededor la luz de los fluorescentes del techo se había atenuado,
proporcionando una penumbra que extrañamente no me resultaba
atemorizadora. Puse un pie en el primer escalón y de pronto mi cuerpo se
33. Cambio De Destino
DraBSwan
desplazó hacia atrás cuando una fuerza me arrastró al hueco bajo las escaleras.
No quise gritar. No tenía miedo. Entonces olí su aliento, su aroma dulce y
atrayente, y vi la silueta de Edward en la penumbra. Mi cuerpo se llenó de un
deseo ardiente.
Página | 33
-Había olvidado decirte algo- susurró en mi oído.
Sus brazos se cerraron entorno a mi cintura y sentí sus sedosos labios
recorriendo lentamente el camino desde el lóbulo de mi oreja hasta la base de
mi cuello. Mi piel se estremeció y rodeé su cuello con mis brazos, pegándome
a su cuerpo, pidiendo más. Su lengua me torturó deshaciendo el camino que
había seguido y acercándose a mis labios.
-Pídeme que te bese.
-Bésame, Edward.
Un sonido infernal penetró en mi conciencia, y las dulces imágenes
desaparecieron por completo. Estiré la mano para apagar la alarma de mi
móvil. Eran las seis de la tarde.
Me incorporé en la cama, sintiéndome mareada. Siempre que salía de guardia
el cambio de ritmo horario me hacía sentirme atontada. Y mañana no estaría
mucho mejor. Para colmo sentía una enorme sensación de frustración, como si
alguien hubiera interrumpido el que iba a ser el mejor beso de mi vida. Agité la
cabeza. Sabía lo que era la intimidad con un hombre, pero mi cuerpo jamás
había reaccionado con tanta intensidad a alguien como lo hacía con el cirujano.
-Buenas tardes, Bells. ¿Has descansado algo? – me preguntó Angela al oírme
bajar las escaleras. Estaba sentada en el sofá, leyendo "Orgullo y Prejuicio".
-Sí, más o menos.- gruñí.
Bostecé y me froté los ojos, mirándome en el espejo del comedor. Dios,
menudas pintas. Llevaba puesto el pijama, mi pelo estaba despeinado, y lucía
unas ojeras donde se podrían cultivar champiñones. Me senté a su lado.
-Pues nadie lo diría viéndote. Aunque no me extraña que no descanses si
sueñas según qué cosas- dijo como si nada, sin apartar la vista del libro.
No podía ser… al parecer había vuelto a hablar en sueños.
34. Cambio De Destino
DraBSwan
-Bells, no te espío, pero tenías la puerta de la habitación abierta, y he pasado
por delante justo cuando hablabas - se disculpó mi amiga, mirándome por
encima del libro.
-Tranquila, Ang- suspiré.- Lo cierto es que ese hombre me atrae, y mucho.
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Pero no es una buena idea pensar en él, me parece todo demasiado
complicado. Y ni siquiera sé si le intereso - me sinceré.
-Amiga, conozco a Edward hace cuatro años. Créeme si te digo que jamás había
visto una mirada en sus ojos como la que te dirigía esta mañana en la cafetería…
fue alucinante - rodó los ojos- ¡Estuve a punto de lanzarme encima suyo!-
añadió carcajeándose.
Me quedé pensativa. Entonces por qué esta mañana se había apartado cuando
parecía que… pero Bella, ¿tú crees que el pasillo de los vestuarios es sitio para
ir intimando con alguien?
-No sé… no sé qué pensar- estaba demasiado agotada para eso.
-Es que tú piensas demasiado, ese es el problema, doctora Swan. ¿Sabes qué
voy a hacer? Me voy al videoclub y alquilo alguna película tonta, de reírse
mucho y pensar poco. ¿Te apetece?
-Me parece un plan estupendo - sonreí a mi amiga.
-En ese caso hasta ahora.
Se marchó y yo quedé pensativa, apoltronada en el sofá. Era feliz, de hecho me
sentía mejor que en mucho tiempo. Y no podía obviar que Edward era una
parte importante de este "mejor". Pero me entristecía el pensamiento de que no
podía ser que un ángel así se fijara en una chica como yo. ¿Y si era una especie
de broma, apuesta, o algo así? No parecía de ésos, por lo poco que sabía de él.
Pero… ¿para qué darle más vueltas? Ang tenía razón. Tenía que vivir el
presente, no complicármelo más con agobios mentales. Y ya veríamos qué
pasaba en el futuro.
...
El boletín meteorológico avisaba de un soleado fin de semana con alta
posibilidad de nevada hacia principios de la semana siguiente, así que
aprovechamos para hacer un poco de turismo durante el fin de semana.
35. Cambio De Destino
DraBSwan
Afortunadamente el sábado salió soleado. El senderismo nunca me había
atraído mucho pero el tiempo invitaba a salir de casa y absorber los escasos
rayos de sol que nos brindaba el clima de Forks, así que acepté la proposición
de Angela de salir a conocer el entorno natural. Me alegré mucho de haber
Página | 35 aceptado. El parque natural de Olympic poseía parajes preciosos, y el estar
disfrutando del sol por primera vez desde mi llegada me hacía sentir pletórica y
cargada de energía. Ángela era una guía perfecta, conocía el terreno al dedillo y
fue gracias a ella que no nos extraviamos. Hicimos un pic-nic en un claro del
bosque, a pleno sol.
-No habrá osos por aquí, ¿verdad?- dije con algo de aprensión mientras
terminaba mi bocadillo. Al fin y al cabo yo era una chica de ciudad y no
conocía la fauna local.
-Sí, sí los hay- me atraganté y empecé a toser cuando escuché la respuesta de
Ang, quien me dio varios golpes en la espalda- pero no tan cerca del pueblo,
tranquila. Están más lejos, por las montañas. No les gustan los humanos, y
hacen bien de mantenerse alejados. Por aquí vienen turistas que a veces no son
nada respetuosos con la naturaleza -puso mala cara- ya sabes, depredadores de
dos patas. Si te quedaras hasta la temporada de caza, en primavera, conocerías
algunos.
-No creo que tenga ese placer, Angela- repuse, mirándola.
-Es cierto, te irás antes- suspiró - bien, pero antes de eso te voy a enseñar la
región - se levantó.- ¡Andando, chica de ciudad! ¡Te voy a convertir en toda una
exploradora!- Rió al ver mi cara de susto y extendió la mano para ayudar a
levantarme.
Anduvimos un rato en silencio. Los sonidos del bosque eran relajantes. El
camino estaba bien señalado y era cómodo andar por él. También era cómodo
ir con Angela en silencio. Mi mente se puso a divagar. Hacía sólo tres semanas
que la conocía y era de las pocas personas con las que me encontraba tan bien
hablando como callada. Encontrar a una amiga tan increíble como ella había
hecho que mi adaptación fuera más rápida. La idea de marchar a Seattle no me
animaba tanto como escasas semanas atrás. Tenía la rara sensación de estar en
mi hogar, aún sabiendo que lo que yo llamaba así estaba a miles de kilómetros
cruzando un océano.
El día siguiente también amaneció soleado para nuestra enorme sorpresa, sobre
todo la mía. Parecía que la naturaleza quería enseñarnos su mejor aspecto antes
36. Cambio De Destino
DraBSwan
de ponernos mala cara. Había pensado ir a Port Angeles pero mi compañera
tenía otros planes.
-Bella, ¿qué te parece si, ya que ha salido este día, seguimos con las
excursiones?- comentó mientras servía el café del desayuno.
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-No sé…- dudé. La verdad es que el día anterior había disfrutado, pero…
-Podíamos ir a la playa, y conocerías la reserva india de La Push, venga, seguro
que lo pasamos bien- me miró con un brillo especial en la mirada que me hizo
sospechar algo.
-Angela, me ocultas algo,- la miré suspicaz y vi que tenía razón, porque empezó
a enrojecer ante mi escrutinio- algo… ¿o alguien?
-Vale. Hay una cosa que no te he explicado. Lo haré ahora y te podrás vengar
de todas las veces que me he metido contigo por lo de Edward- me miró algo
cortada.- Hay un chico, un médico que vivía antes en la reserva de La Push.
Hizo la especialidad de urgencias y hace unos meses está en Seattle, trabajando
en el Northwest Hospital. Se llama Jacob Black. Me ha avisado de que este fin
de semana está visitando a su padre y me gustaría verlo.
Me disgustó un poco que mi amiga no hubiera confiado en mí lo suficiente
como para abrirme su corazón hasta ahora, y así se lo hice saber. Me explicó
que no me había comentado nada porque pensaba que no era importante, que
sólo era un amigo, pero que cuanto más tiempo pasaba sin ver a Jake más se
daba cuenta de que lo que sentía no era sólo amistad.
La Push estaba a unos veinte minutos de Forks yendo en coche. Nunca había
visto una reserva india. En realidad era un pueblo con un pequeño núcleo
urbanístico y alrededor varias casas desperdigadas. Estaba claro que el turismo
era una fuente de ingresos importante, ya que las típicas (y horribles) tiendas de
recuerdos para turistas hacían acto de presencia por doquier.
Billy Black, el padre de Jacob, vivía en una de las casas de las afueras. Era una
cabaña humilde pero bonita. No había escalones por ningún sitio ya que, según
me explicó mi amiga, Billy iba en silla de ruedas. Nos acercamos y fuimos a
llamar a la puerta cuando de repente esta se abrió.
-¡Angela!
37. Cambio De Destino
DraBSwan
Un hombre alto, moreno y de piel cobriza, de veintitantos años, salió como una
estampida y se abalanzó sobre mi amiga, la levantó y empezó a girar con ella en
el aire como si fuera una muñeca. Sólo se oían las risas de los dos. De repente
sentí que sobraba. ¿Cómo podía Ángela estar tan ciega? Era evidente que había
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algo intenso entre ellos dos.
Cuando Ángela amenazó con vomitar sobre Jacob este la depositó con cuidado
en el suelo. Ambos seguían riendo. Entonces parecieron recordar mi presencia.
Ella nos presentó y Jacob me estampó un par de besos en la cara. Para mi
sorpresa me habló en perfecto español.
-Encantado de conocerte, Bella- dijo sonriente. Era muy atractivo y tenía los
ojos de un profundo color negro, cálidos y brillantes.
-¡Vaya! ¡Hablas español, y tienes un acento estupendo! – repuse sorprendida.
-Sí, siempre me han gustado los idiomas, particularmente el tuyo. El español,
demás, me resulta muy útil en Urgencias.- Mientras hablaba Ángela lo miraba
con una sonrisa embobada.
Jake me presentó a su padre, quien nos invitó a comer con tal alegría que
hubiera sido una descortesía negarse. Era un poco pronto, pero así
aprovecharíamos bien el resto del día. Más tarde Jake nos enseñó la reserva y
sus alrededores hasta la playa. Aquel día no había oleaje y el sol hacía que el
azul del mar fuera intenso y deslumbrante. No era un sitio que invitara a darse
un chapuzón (ni siquiera en pleno verano, pensé comparándolo con mi
Mediterráneo) pero sí a sentarse, relajarse y respirar la fresca brisa marina.
Mientras charlábamos pude notar cómo Jake miraba a Ángela con un brillo
especial cuando ella no lo observaba. Me pareció que harían una pareja
estupenda, y me encontré de nuevo pensando en Edward.
Ya de vuelta a casa ambas nos sentíamos cansadas pero felices. La dosis extra
de sol, oxígeno y amistad me había ido fenomenal. Le comenté a Ángela lo que
había observado en Jacob y, simulando estar enfadada, me lanzó un cojín del
sofá al tiempo que me decía que necesitaba gafas. Pero cuando se fue a acostar
iba canturreando para sí.
EPOV
El jefe me llamó la tarde del domingo para pedirme si podía hacer la guardia
del lunes y con eso me dio una más que agradable sorpresa. Sabía que a Bella
38. Cambio De Destino
DraBSwan
le tocaba estar de guardia, así que no dudé en decirle que sí. Colgué el teléfono
con una sonrisa de oreja a oreja. Me disponía a seguir tocando el piano cuando
el teléfono volvió a sonar. Esperaba que no fuera el jefe para decirme que Mike
ya se encontraba bien.
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-Hola, Edward.
-¡Carlisle! Qué alegría oírte. Hacía días que no hablábamos. ¿Cómo van las
cosas por Vancouver?
Mis padres estaban viviendo en esa ciudad canadiense desde que a Carlisle le
surgiera un puesto de cirujano torácico en el Hospital General de dicha ciudad.
Su clima nuboso era apropiado para los de nuestra especie, y no se lo pensó
mucho. Podría estar trabajando unos cuantos años sin levantar sospechas.
-Bien, bien hijo. El próximo fin de semana ni Esme ni yo trabajamos. ¿Te iría
bien que fuéramos a visitarte?- Otra buena noticia.
-Claro. Tengo guardia el domingo pero creo que podré cambiarla. Tengo
muchas ganas de veros.
-De acuerdo. También tenemos ganas de verte, hijo...- se interrumpió.
-¿Pasa alguna cosa, Carlisle?- era evidente que algo le preocupaba.
-¿Cómo van las cosas con la humana de la que me hablas… con Bella?- dijo con
voz cautelosa. Claro, tenía que haberlo imaginado. La primera vez que le hablé
de ella ya noté que no le gustaba mucho que me llamara la atención una
humana.
-¿Qué es lo que te preocupa, Carlisle? –fui directo. No necesitaba ser vidente
para saber que me iba a caer un sermón.
-No lo sé, Edward. Que yo sepa jamás te había atraído mucho ninguna mujer,
vampira o humana. Esto de ahora es tan poco habitual que me preocupa.
Mi padre tenía razón. En mi familia todos estaban emparejados, excepto yo. Y
aunque mis 120 años me habían dado tiempo para disfrutar de unas cuantas
relaciones ninguna de ellas había durado mucho, significando nada más que un
desahogo temporal. A veces envidiaba la vida sentimental de mis hermanos y
mis padres, y entonces me sentía el viejo solterón amargado de la familia. Pero
la mayor parte del tiempo no pensaba en ello.
39. Cambio De Destino
DraBSwan
-Carlisle. Bella me atrae, es cierto. Pero no hay nada más por ahora, así que
preocuparte por eso es prematuro.
Atracción. Seguramente se podría llamar así, aunque si era sincero conmigo
mismo, cosa que culpablemente no lo era con mi padre, pensaba que era algo
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más que eso. Con frecuencia me sorprendía a mi mismo pensando en ella más
de lo que debiera, la echaba de menos los fines de semana, y cuando estaba en
el hospital me hacía el encontradizo para poder oler su incomparable aroma y
ver ruborizarse su cara de ángel. En ocasiones me permitía imaginar qué sabor
tendría su piel, su boca…
-¿Y ella? ¿Te parece que se interesa por ti? – la voz de Carlisle me obligó a
centrarme de nuevo en nuestra conversación. Recordé con placer cómo se
alteraba el cuerpo de Bella cuando nos veíamos.
-No lo sé. Apenas la conozco, y no puedo conocer sus pensamientos. Pero creo
que sí, de alguna forma le intereso. No obstante no sé hasta qué punto -
suspiré.
Estaba acostumbrado a ciertas reacciones que podía provocar en el organismo
de las mujeres, reacciones que no me habían importado demasiado hasta este
momento. Todo sería más fácil si pudiera leer su mente.
-Edward… he sabido de algunos casos de relaciones entre humanos y los de
nuestra especie, y ninguna de ellas ha acabado bien- la última parte de la frase
sonó ominosa.
-¿Qué quieres decir con eso?- repuse realmente ofendido- ¿Piensas que ella
corre peligro conmigo? Creo que he demostrado hace tiempo que tengo
suficiente autocontrol, ¿si no qué coño hago oliendo sangre continuamente en
el trabajo?
-No quería decir eso, y a mí no me hables así Edward- repuso él, serio.- Me
refiero a que ¿hasta dónde pretendes llegar con ella? ¿Te has planteado el
futuro? Tarde o temprano sospechará algo, si llegáis a estar… juntos - bufé.
Como si no me hubiera planteado eso.
-Discúlpame por hablarte así. Y por favor, no le des más importancia a algo que
de momento no la tiene. Si alguna vez pensara que la pongo en peligro, me
alejaría de ella, y lo sabes. Pero no lo creo así. No le des más vueltas, no hay
nada más.
40. Cambio De Destino
DraBSwan
-Nada más pero, y cito tus propias palabras, notaste su aroma con una
intensidad que jamás habías sentido antes con cualquier humano. No deseaste
morderla, pero está claro que ella supone para ti un estímulo al que no estás
acostumbrado. No sabes cómo reaccionarías ante una mayor… digamos…
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proximidad.
Ahora me sentía como se debe sentir un hormonado adolescente aconsejado
por su padre sobre sexo seguro. Si pudiera sonrojarme, lo estaría haciendo.
-De acuerdo, vamos a dejarlo ya, ¿vale? Tú estudia más sobre el caso, sobre las
historias entre vampiros y humanos, y qué significado puede tener que yo no le
pueda oír el pensamiento. Y cuando sepas algo más hablaremos. Prometo
escucharte serenamente.
- Como si no te conociera –noté que sonreía.- Bien. Te paso a Esme, hijo.
-Hola, cariño…- escuché la dulce voz de mi madre adoptiva.
Llevaba horas dándole vueltas a lo que había hablado con Carlisle. Me sentía
internamente dividido. Una parte de mí me decía que lo mejor que podía hacer
era olvidarme de Bella, que estaba siendo egoísta, que mi padre tenía razón en
sus temores y acabaría haciéndole daño. Pero otra parte me decía que no había
nada malo. Sólo quería acercarme a ella, nada más. Era perfectamente capaz de
controlarme.
BPOV
A la mañana siguiente, el clima había dado un giro de 180 grados. Cuando salí
para ir hacia el trabajo (sola, pues Ángela libraba) caían los primeros copos de
nieve.
Era lunes, y volvía a tener guardia. Las guardias nunca me hacían ilusión pero
según con qué compañeros coincidía eran más o menos pasables. A veces hasta
divertidas. Pero esta no me hacía nada de gracia, por varios motivos. El adjunto
pediatra con el que estaba de guardia, William Kane, no pertenecía a la
plantilla del hospital, hacía sólo una guardia al mes y el resto del tiempo se
dedicaba a su consulta privada. Por tanto iría más perdido que yo. Emily me
había dicho que no me preocupara, que si había problemas la podía llamar. El
adjunto de cirugía era uno de esos cirujanos estúpidos que se creen tocados por
la mano divina. Vale, era buen cirujano, pero eso no le daba permiso para
maltratar a las personas. Y el residente… era Mike Newton. Eso era lo que peor