El documento presenta una historia de ficción sobre una mujer periodista que acepta el compromiso de su novio antes de partir a la India para realizar una tesis sobre una doctora experta en medicina alternativa. A bordo del avión hacia su destino, la protagonista tiene un malentendido con un compañero de viaje hasta que otro pasajero le ayuda a cambiar de asiento.
En este documento, Camille accede a acompañar a su amiga Mónica a una fiesta y hacerse pasar por su pareja, a pesar de sus reservas. En la fiesta, Mónica besa impulsivamente a Camille después de ver a su ex Gloria besando a otra mujer. Más tarde, Gloria le pide hablar a solas con Mónica, dejando a Camille sola en la fiesta. Camille considera la posibilidad de que Mónica y Gloria se reconcilien, lo que la dejaría sin cómo volver a su casa.
Este documento narra la historia de una mujer que toma el tren diariamente para ir a trabajar. Un día, otra mujer sube al tren y llama su atención. A pesar de ser una persona solitaria, la protagonista queda fascinada por la otra mujer y sus sentimientos comienzan a cambiar de forma inesperada, sacudiendo su vida rutinaria.
El capítulo describe cómo Rohán visita a los tres hombres que intentaron violar a Amanda en el hospital y les advierte que no digan nada a la policía sobre ella. Luego, Rohán habla por teléfono con Amanda, quien la invita a almorzar para hablar sobre su confusión respecto a sus sentimientos. Rohán acepta reunirse con Amanda, posponiendo sus otros asuntos, interesada en resolver las cosas con ella.
Este documento presenta una antología de epitafios, poemas y autobiografías escritas por estudiantes de tercer grado de la escuela secundaria #125 "Pablo Casals". Incluye un prólogo que explica la selección de los trabajos y una introducción a cada uno. Presenta 10 epitafios, 5 poemas y 5 autobiografías sobre las vidas y personalidades de los estudiantes. El documento proporciona una visión de la creatividad y experiencias de vida de los adolescentes a través de sus propias palabras y expresiones.
Una fantasía del fútbol. Un diamante gigante. Los modernos Romeo y Julieta están llevando su relación al próximo nivel... Jude y Lucy están felizmente comprometidos, pero eso no significa que la vida sea una cama de rosas.
Una vez más, la ardiente pareja es desgarrada, esta vez por los entrenamientos de fútbol y un trabajo de verano. Ahora es Jude quien tiene los problemas de confianza.
¿Los nuevos cambios en la vida de Lucy los volverá a juntar o será el fin de su relación para siempre? ¿El amor puede triunfar siempre?
Luca y Carina son dos personas totalmente diferentes. Él nunca pensó que podría enamorarse de ella. A ella jamás se le pasó por la cabeza que pudiese fijarse en un chico como él. Mientras ella es una adolescente cabezota, mandona y seguidora de las normas, él es un transgresor de todo lo que le rodea. Sin embargo hay más cosas que les unen que cosas que les separen.
Este documento resume una traducción voluntaria de un libro realizada por el foro My Adicción Perfecta. Ninguno de los colaboradores recibió pago y se prohíbe estrictamente usar las traducciones con fines de lucro. El foro alienta a los lectores a comprar el libro original y cree que esto aumentará el disfrute de los lectores sin reducir las ventas del autor.
Este documento presenta un resumen de un capítulo de una novela. La protagonista, Charlie Wynwood, se despierta sin recuerdos en medio de una clase. No reconoce a nadie ni sabe dónde está. Con la ayuda de una compañera llamada Annika, descubre que está en la escuela y que es novia de un chico llamado Silas, aunque tampoco lo recuerda.
En este documento, Camille accede a acompañar a su amiga Mónica a una fiesta y hacerse pasar por su pareja, a pesar de sus reservas. En la fiesta, Mónica besa impulsivamente a Camille después de ver a su ex Gloria besando a otra mujer. Más tarde, Gloria le pide hablar a solas con Mónica, dejando a Camille sola en la fiesta. Camille considera la posibilidad de que Mónica y Gloria se reconcilien, lo que la dejaría sin cómo volver a su casa.
Este documento narra la historia de una mujer que toma el tren diariamente para ir a trabajar. Un día, otra mujer sube al tren y llama su atención. A pesar de ser una persona solitaria, la protagonista queda fascinada por la otra mujer y sus sentimientos comienzan a cambiar de forma inesperada, sacudiendo su vida rutinaria.
El capítulo describe cómo Rohán visita a los tres hombres que intentaron violar a Amanda en el hospital y les advierte que no digan nada a la policía sobre ella. Luego, Rohán habla por teléfono con Amanda, quien la invita a almorzar para hablar sobre su confusión respecto a sus sentimientos. Rohán acepta reunirse con Amanda, posponiendo sus otros asuntos, interesada en resolver las cosas con ella.
Este documento presenta una antología de epitafios, poemas y autobiografías escritas por estudiantes de tercer grado de la escuela secundaria #125 "Pablo Casals". Incluye un prólogo que explica la selección de los trabajos y una introducción a cada uno. Presenta 10 epitafios, 5 poemas y 5 autobiografías sobre las vidas y personalidades de los estudiantes. El documento proporciona una visión de la creatividad y experiencias de vida de los adolescentes a través de sus propias palabras y expresiones.
Una fantasía del fútbol. Un diamante gigante. Los modernos Romeo y Julieta están llevando su relación al próximo nivel... Jude y Lucy están felizmente comprometidos, pero eso no significa que la vida sea una cama de rosas.
Una vez más, la ardiente pareja es desgarrada, esta vez por los entrenamientos de fútbol y un trabajo de verano. Ahora es Jude quien tiene los problemas de confianza.
¿Los nuevos cambios en la vida de Lucy los volverá a juntar o será el fin de su relación para siempre? ¿El amor puede triunfar siempre?
Luca y Carina son dos personas totalmente diferentes. Él nunca pensó que podría enamorarse de ella. A ella jamás se le pasó por la cabeza que pudiese fijarse en un chico como él. Mientras ella es una adolescente cabezota, mandona y seguidora de las normas, él es un transgresor de todo lo que le rodea. Sin embargo hay más cosas que les unen que cosas que les separen.
Este documento resume una traducción voluntaria de un libro realizada por el foro My Adicción Perfecta. Ninguno de los colaboradores recibió pago y se prohíbe estrictamente usar las traducciones con fines de lucro. El foro alienta a los lectores a comprar el libro original y cree que esto aumentará el disfrute de los lectores sin reducir las ventas del autor.
Este documento presenta un resumen de un capítulo de una novela. La protagonista, Charlie Wynwood, se despierta sin recuerdos en medio de una clase. No reconoce a nadie ni sabe dónde está. Con la ayuda de una compañera llamada Annika, descubre que está en la escuela y que es novia de un chico llamado Silas, aunque tampoco lo recuerda.
ANDANDO POR EL PASILLO DE MI CASA (1974) María del Carmen Ituarte (Poemario)JulioPollinoTamayo
Este documento contiene 43 oraciones o poemas cortos escritos por María del Carmen Ituarte. Los poemas tratan sobre temas como la vida cotidiana, los recuerdos, la familia, la naturaleza, el amor y la poesía. Los poemas expresan sentimientos como la esperanza, la alegría y la tristeza a través de descripciones sencillas y lenguaje figurativo.
Abby se une a la gira de verano de sus hermanos, quienes forman la banda Jacob's Ladder. Al llegar al festival Rock Nation, se pierde y tropieza accidentalmente con el autobús equivocado, donde termina en la cama de Jake Slater, el cantante principal de otra banda. Jake inicialmente la confunde con una groupie, pero Abby lo corrige. Mientras tanto, Abby debe decidir si quiere unirse permanentemente a la banda de sus hermanos como la cantante principal.
1) El viejo lleva a su hijo enfermo en su espalda hacia Tonaya para curarlo. Aunque lo hace por obligación y no por afecto hacia su hijo.
2) El emperador recuerda su infancia educado entre las pinturas de Wang Fo, que contemplaba todas las noches.
3) Un hombre vagaba hambriento por el puerto después de ser dejado por un barco inglés. Sentía la obsesión del mar que torcía las vidas.
Este documento resume el prólogo de la novela "Breathe with Me" de Kristen Proby. Narra la historia de amor entre Mark y Meredith cuando tenían 17 años y estaban a punto de tener su primera vez juntos en el cumpleaños de Meredith. Describe la cena que Mark prepara para ella, la entrega de regalos y flores, y el momento íntimo que comparten en la habitación de Meredith mientras la lluvia cae fuera.
Este documento presenta un prólogo y resumen de un libro de ficción. Explica que el propósito del documento es fomentar la lectura en regiones donde es difícil conseguir publicaciones en español de manera no oficial y sin fines de lucro. Alienta a los lectores a apoyar al escritor comprando el libro si es publicado en su región.
Este documento narra la experiencia nocturna de un hombre que sigue a un gato negro por las calles de una ciudad. El hombre se encontraba bebiendo en un bar cuando vio al gato salir de una casa vacía. Intrigado por el animal, lo siguió durante horas bajo la lluvia, atravesando parques y vecindarios mientras el gato lo guiaba por caminos sin rumbo aparente. Finalmente, el gato lo llevó a un elegante condominio donde se detuvo y lo miró con el entrecejo fruncido.
Este documento presenta un poema dividido en cuatro estrofas. El poema hace un llamado a tender la mano y reconocer la semejanza en el otro cuando alguien sufre, pierde la noción de sí mismo, o se siente abandonado por la felicidad y corroído por la locura. Pide hacer un pequeño esfuerzo para ayudar a quien se encuentre en una situación similar.
Este documento es el prólogo de una novela que narra la historia de una adolescente llamada Amelie. Describe sus sueños recurrentes sobre un ángel guardián y cómo su vida cambia cuando su familia se muda a un nuevo pueblo.
Este documento presenta un resumen de un prólogo de una novela. Cuenta la historia de un chico llamado Daniel que se esconde en un armario de mantenimiento durante su quinto período. Una chica entra llorando y terminan besándose apasionadamente. Ella huye y no regresa por una semana, pero luego vuelve al armario diciendo que hoy no está triste.
El relato narra la historia de una persona que experimenta una crisis nerviosa tras encontrar una escena de horror en su casa. No recuerda lo sucedido. Mientras es trasladada al hospital en estado de shock, tiene alucinaciones y recuerdos confusos que lentamente la llevan a recordar que ella fue la autora del hecho violento. El relato también incluye una breve historia de un judío que experimenta frustración por la insistencia en la celebración de la Navidad aun cuando no es parte de su religión.
Este documento es una traducción al español de un capítulo de una novela. Cuenta la historia de Holder, quien confronta a Grayson, el novio de su hermana Les, después de encontrarlo besando a otra chica en una fiesta. Holder obliga a Grayson a llamar a Les para terminar su relación. Aunque esto lastima a su hermana, Holder cree que se merece algo mejor que Grayson.
Este documento narra la historia de una chica tímida que se enamora de un chico popular llamado Nash en la secundaria. Ella asiste a una fiesta a su invitación, pero él la ignora y besa a otra chica frente a ella, hiriendo profundamente sus sentimientos. Ella se da cuenta que a pesar de la amabilidad que él le mostraba en privado, en realidad él solo se juntaba con la gente hermosa y popular.
Este capítulo describe una experiencia en la que el tiempo parece detenerse para la narradora mientras camina por las calles de Medina. También habla sobre su trabajo como asistente de maquillaje junto a Jennika y sobre un actor llamado Vane con quien tiene una breve conexión en el set de filmación.
El vampiro cuenta la historia de cómo se convirtió en vampiro en 1791. Vivía en Luisiana con su familia y poseían plantaciones. Su hermano menor empezó a tener visiones religiosas y quería que el vampiro vendiera sus propiedades para financiar su misión religiosa, pero el vampiro no le creyó y se burló de él. Esto enfureció a su hermano y marcó el inicio de la transformación del vampiro.
Hannah es una adolescente de 17 años que fue adoptada por los Whitman tres años atrás después de pasar su infancia en hogares de acogida. Vive en Atlanta pero tiene visiones y pesadillas oscuras. Es enviada a vivir a una casa para "chicos como ella" en Carolina del Norte, donde descubre que sus compañeros son descendientes de dioses y diosas del mar, al igual que ella. Cuando Finn, el fantasma de sus sueños, aparece en persona, sus pesadillas se vuelven realidad y debe decidir si aceptar la antigua leyenda
1) El documento es una colección de poemas que expresan sentimientos de soledad, pérdida y recuerdos dolorosos de amores pasados. 2) Un poema habla sobre extrañar a una "Niña Dulce" de la infancia y los momentos felices que compartieron. 3) Otro poema describe la tristeza de haber perdido a un amor representado por "estrellas brillantes" que ya no pueden reflejar sus ojos.
Layla se muda a la universidad y deja a su padre solo en casa después del divorcio de sus padres. Layla se siente culpable por dejar a su padre, pero sabe que esta es una oportunidad importante para su futuro. En el viaje a la universidad, Layla recuerda su infancia junto a su padre y su mejor amiga Mel desde la niñez.
La narradora es una testigo clave en un caso criminal contra un traficante de drogas peligroso. Se le ordena abandonar su ciudad natal de Filadelfia y mudarse a un lugar desconocido, Thunder Basin, Nebraska, para mantenerla a salvo antes del juicio. Se le dice que no podrá volver a su hogar nunca más y que debe cambiar su identidad para protegerse. De mala gana se despide de su novio Reed y se prepara para comenzar una nueva vida en un lugar desconocido, sintiendo que está renunciando a todo
La guerra de los Reinos de la Llanura de IggyCruella Devil
El documento narra la historia de Gwyn, una guerrera soltera de las Tierras Altas que ha entrenado a varias
generaciones de guerreras jóvenes. La Tawanna, líder del clan, convoca a las guerreras y les informa que deben
partir hacia el reino de Athiria para pagar una deuda de honor contraída años atrás. Gwyn discute con la Tawanna
sobre su soltería y su futuro liderazgo, antes de prepararse para la misión.
Los pergaminos de Gabrielle de El KenderCruella Devil
Este pergamino narra el encuentro de Gabrielle con su antiguo amor Perdicas y cómo éste le declara su amor. Aunque al
principio Gabrielle rechaza a Perdicas por sus sentimientos hacia Xena, finalmente acaba aceptando casarse con él con la
bendición de Xena. El pergamino se detiene antes de contar los detalles de la noche de bodas.
Este documento presenta un encuentro entre Sarabaras, Xena y Gabrielle en el bosque. Sarabaras encuentra a Xena y Gabrielle atadas a un árbol y las libera. Aunque Xena desconfía de Sarabaras inicialmente, Gabrielle la convence de que la dejen acompañarlas. Sarabaras se une a su viaje.
Este documento presenta un resumen de una historia de fanficción sobre las protagonistas de la serie Xena: la princesa guerrera, Xena y Gabrielle. Se menciona que la historia fue traducida al español con permiso de la autora original y clasificada como contenido para adultos debido a escenas explícitas. El resumen concluye con un breve adelanto de la trama de la historia.
ANDANDO POR EL PASILLO DE MI CASA (1974) María del Carmen Ituarte (Poemario)JulioPollinoTamayo
Este documento contiene 43 oraciones o poemas cortos escritos por María del Carmen Ituarte. Los poemas tratan sobre temas como la vida cotidiana, los recuerdos, la familia, la naturaleza, el amor y la poesía. Los poemas expresan sentimientos como la esperanza, la alegría y la tristeza a través de descripciones sencillas y lenguaje figurativo.
Abby se une a la gira de verano de sus hermanos, quienes forman la banda Jacob's Ladder. Al llegar al festival Rock Nation, se pierde y tropieza accidentalmente con el autobús equivocado, donde termina en la cama de Jake Slater, el cantante principal de otra banda. Jake inicialmente la confunde con una groupie, pero Abby lo corrige. Mientras tanto, Abby debe decidir si quiere unirse permanentemente a la banda de sus hermanos como la cantante principal.
1) El viejo lleva a su hijo enfermo en su espalda hacia Tonaya para curarlo. Aunque lo hace por obligación y no por afecto hacia su hijo.
2) El emperador recuerda su infancia educado entre las pinturas de Wang Fo, que contemplaba todas las noches.
3) Un hombre vagaba hambriento por el puerto después de ser dejado por un barco inglés. Sentía la obsesión del mar que torcía las vidas.
Este documento resume el prólogo de la novela "Breathe with Me" de Kristen Proby. Narra la historia de amor entre Mark y Meredith cuando tenían 17 años y estaban a punto de tener su primera vez juntos en el cumpleaños de Meredith. Describe la cena que Mark prepara para ella, la entrega de regalos y flores, y el momento íntimo que comparten en la habitación de Meredith mientras la lluvia cae fuera.
Este documento presenta un prólogo y resumen de un libro de ficción. Explica que el propósito del documento es fomentar la lectura en regiones donde es difícil conseguir publicaciones en español de manera no oficial y sin fines de lucro. Alienta a los lectores a apoyar al escritor comprando el libro si es publicado en su región.
Este documento narra la experiencia nocturna de un hombre que sigue a un gato negro por las calles de una ciudad. El hombre se encontraba bebiendo en un bar cuando vio al gato salir de una casa vacía. Intrigado por el animal, lo siguió durante horas bajo la lluvia, atravesando parques y vecindarios mientras el gato lo guiaba por caminos sin rumbo aparente. Finalmente, el gato lo llevó a un elegante condominio donde se detuvo y lo miró con el entrecejo fruncido.
Este documento presenta un poema dividido en cuatro estrofas. El poema hace un llamado a tender la mano y reconocer la semejanza en el otro cuando alguien sufre, pierde la noción de sí mismo, o se siente abandonado por la felicidad y corroído por la locura. Pide hacer un pequeño esfuerzo para ayudar a quien se encuentre en una situación similar.
Este documento es el prólogo de una novela que narra la historia de una adolescente llamada Amelie. Describe sus sueños recurrentes sobre un ángel guardián y cómo su vida cambia cuando su familia se muda a un nuevo pueblo.
Este documento presenta un resumen de un prólogo de una novela. Cuenta la historia de un chico llamado Daniel que se esconde en un armario de mantenimiento durante su quinto período. Una chica entra llorando y terminan besándose apasionadamente. Ella huye y no regresa por una semana, pero luego vuelve al armario diciendo que hoy no está triste.
El relato narra la historia de una persona que experimenta una crisis nerviosa tras encontrar una escena de horror en su casa. No recuerda lo sucedido. Mientras es trasladada al hospital en estado de shock, tiene alucinaciones y recuerdos confusos que lentamente la llevan a recordar que ella fue la autora del hecho violento. El relato también incluye una breve historia de un judío que experimenta frustración por la insistencia en la celebración de la Navidad aun cuando no es parte de su religión.
Este documento es una traducción al español de un capítulo de una novela. Cuenta la historia de Holder, quien confronta a Grayson, el novio de su hermana Les, después de encontrarlo besando a otra chica en una fiesta. Holder obliga a Grayson a llamar a Les para terminar su relación. Aunque esto lastima a su hermana, Holder cree que se merece algo mejor que Grayson.
Este documento narra la historia de una chica tímida que se enamora de un chico popular llamado Nash en la secundaria. Ella asiste a una fiesta a su invitación, pero él la ignora y besa a otra chica frente a ella, hiriendo profundamente sus sentimientos. Ella se da cuenta que a pesar de la amabilidad que él le mostraba en privado, en realidad él solo se juntaba con la gente hermosa y popular.
Este capítulo describe una experiencia en la que el tiempo parece detenerse para la narradora mientras camina por las calles de Medina. También habla sobre su trabajo como asistente de maquillaje junto a Jennika y sobre un actor llamado Vane con quien tiene una breve conexión en el set de filmación.
El vampiro cuenta la historia de cómo se convirtió en vampiro en 1791. Vivía en Luisiana con su familia y poseían plantaciones. Su hermano menor empezó a tener visiones religiosas y quería que el vampiro vendiera sus propiedades para financiar su misión religiosa, pero el vampiro no le creyó y se burló de él. Esto enfureció a su hermano y marcó el inicio de la transformación del vampiro.
Hannah es una adolescente de 17 años que fue adoptada por los Whitman tres años atrás después de pasar su infancia en hogares de acogida. Vive en Atlanta pero tiene visiones y pesadillas oscuras. Es enviada a vivir a una casa para "chicos como ella" en Carolina del Norte, donde descubre que sus compañeros son descendientes de dioses y diosas del mar, al igual que ella. Cuando Finn, el fantasma de sus sueños, aparece en persona, sus pesadillas se vuelven realidad y debe decidir si aceptar la antigua leyenda
1) El documento es una colección de poemas que expresan sentimientos de soledad, pérdida y recuerdos dolorosos de amores pasados. 2) Un poema habla sobre extrañar a una "Niña Dulce" de la infancia y los momentos felices que compartieron. 3) Otro poema describe la tristeza de haber perdido a un amor representado por "estrellas brillantes" que ya no pueden reflejar sus ojos.
Layla se muda a la universidad y deja a su padre solo en casa después del divorcio de sus padres. Layla se siente culpable por dejar a su padre, pero sabe que esta es una oportunidad importante para su futuro. En el viaje a la universidad, Layla recuerda su infancia junto a su padre y su mejor amiga Mel desde la niñez.
La narradora es una testigo clave en un caso criminal contra un traficante de drogas peligroso. Se le ordena abandonar su ciudad natal de Filadelfia y mudarse a un lugar desconocido, Thunder Basin, Nebraska, para mantenerla a salvo antes del juicio. Se le dice que no podrá volver a su hogar nunca más y que debe cambiar su identidad para protegerse. De mala gana se despide de su novio Reed y se prepara para comenzar una nueva vida en un lugar desconocido, sintiendo que está renunciando a todo
La guerra de los Reinos de la Llanura de IggyCruella Devil
El documento narra la historia de Gwyn, una guerrera soltera de las Tierras Altas que ha entrenado a varias
generaciones de guerreras jóvenes. La Tawanna, líder del clan, convoca a las guerreras y les informa que deben
partir hacia el reino de Athiria para pagar una deuda de honor contraída años atrás. Gwyn discute con la Tawanna
sobre su soltería y su futuro liderazgo, antes de prepararse para la misión.
Los pergaminos de Gabrielle de El KenderCruella Devil
Este pergamino narra el encuentro de Gabrielle con su antiguo amor Perdicas y cómo éste le declara su amor. Aunque al
principio Gabrielle rechaza a Perdicas por sus sentimientos hacia Xena, finalmente acaba aceptando casarse con él con la
bendición de Xena. El pergamino se detiene antes de contar los detalles de la noche de bodas.
Este documento presenta un encuentro entre Sarabaras, Xena y Gabrielle en el bosque. Sarabaras encuentra a Xena y Gabrielle atadas a un árbol y las libera. Aunque Xena desconfía de Sarabaras inicialmente, Gabrielle la convence de que la dejen acompañarlas. Sarabaras se une a su viaje.
Este documento presenta un resumen de una historia de fanficción sobre las protagonistas de la serie Xena: la princesa guerrera, Xena y Gabrielle. Se menciona que la historia fue traducida al español con permiso de la autora original y clasificada como contenido para adultos debido a escenas explícitas. El resumen concluye con un breve adelanto de la trama de la historia.
En 3 oraciones:
El documento narra un incidente en el que Gabrielle casi cae por un acantilado después de un corrimiento de tierras, pero Xena logra rescatarla descendiendo por la ladera atada a una cuerda amarrada a su caballo Argo. Xena noquea brevemente a Gabrielle para poder desatarla de la raíz a la que se aferraba y luego la sujeta a su cuerpo con la cuerda para que Argo pueda jalarlas de regreso a un lugar seguro en la cima.
Este documento presenta un diálogo profundo entre Xena y Gabrielle después de que Gabrielle presenciara la masacre de su familia. Gabrielle confiesa su amor por Xena y su deseo de alejarse para escapar del dolor. Xena le ruega que no se vaya, diciendo que ella misma habría hecho lo mismo en su situación. El destino de su relación permanece incierto al final del documento.
El documento presenta las disculpas del autor por utilizar personajes pertenecientes a otros y advierte sobre posibles spoilers del final de la serie. Luego, narra una breve historia sobre Xena y Gabrielle después del final de la serie, donde Xena se niega a volver a la vida para poder vengar las almas de personas muertas, aunque Gabrielle finalmente la devuelve ignorando sus deseos.
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1. Cecilia decide romper las reglas por una vez e ir en contra del estricto régimen que controla todos los aspectos de la vida
humana. El régimen divide la vida en tres fases y asigna roles de acuerdo a la edad y productividad. Cecilia trabaja en casos
legales para el régimen.
2. Alberto, un niño de nueve años, ayuda a Cecilia con sus casos.
Este documento narra la historia de una joven mujer que es brutalmente torturada y dejada para morir atada a unos troncos en un bosque. Trebor y Helen, una pareja que pasaba por el bosque, la encuentran y la llevan a la cabaña de Merón, un curandero, para que la atienda. A pesar de sus graves heridas, la mujer se recupera. Más tarde se revela que su nombre es Moraví y que podría ser la esposa de un poderoso líder llamado Girlock. Diez años después, Moraví vive
Este documento cuenta la historia de Gabrielle, una bardo que ha perdido la pasión por su oficio. Recuerda el amor que sintió por Xena, una guerrera que la salvó, pero que ahora la ha abandonado para protegerla. A pesar del dolor, Gabrielle mantiene la esperanza de reencontrarse con Xena y continuar juntas su camino.
Este documento narra un encuentro entre dos monjas asesinas que huyen de la policía y un control de alcoholemia. Tras chocar contra el control, una de las monjas mata a uno de los policías con su espada y la otra mata al otro policía con un subfusil. Luego tienen un encuentro íntimo antes de enfrentarse a más policías que llegan.
El documento presenta la historia de Sara, una mujer que vive en una plantación en Carolina del Sur después de la guerra civil estadounidense. Cada noche, Sara sale al campo y contempla las estrellas, recordando su pasado y buscando respuestas. Vive con su hermana pequeña Sammy y con Aminata, una esclava a la que el padre de Sara liberó. El documento también describe la historia de Aminata y su relación con la familia de Sara. Al día siguiente, Sara propone ir de picnic con Sammy y Aminata para relajarse del trabajo en la
Este documento presenta el primer episodio de una historia ficticia sobre Xena y Gabrielle. Relata cómo Xena se encuentra sirviendo como teniente en el ejército ruso durante la Primera Guerra Mundial, recordando eventos de su pasado. También describe a Gabrielle sufriendo por la aparente muerte de Xena y a Ephiny buscando la ayuda de Ares, quien revela que Xena sigue viva debido a su inmortalidad por ser hija de un dios.
El documento describe la ciudad de Nuremberg como destruida tras la guerra. Sarah, una periodista británica, visita la ciudad para cubrir el juicio contra los jerarcas nazis. Durante la primera sesión, observa a los acusados y a los observadores militares. Una oficial soviética, la teniente Nadia Ivánovich Von Kahlenberg, llama su atención por su intensa mirada. Sarah descubre que Nadia podría ser una agente de inteligencia y decide acercarse a ella durante el receso para iniciar una conversación.
Corazon contaminado de Elora Dana XenagabCruella Devil
Este documento presenta el primer capítulo de la novela "Corazón Contaminado" de Elora Xenagab. Narra la historia de Talti, una princesa cuya familia es asesinada por el malvado conde Valkin II cuando toma el control del reino. Talti jura vengarse y sobrevive gracias a la compasión de algunos. Ahora, años después, espera ansiosamente el regreso de Valkin mientras cultiva sus habilidades y su deseo de venganza. El reino, gobernado en ausencia de V
El documento presenta una advertencia y renuncia de derechos sobre el contenido de la historia, que contiene escenas de sexo no del todo consensual entre mujeres adultas. También incluye una clasificación y dedicatoria de la autora.
La guerrera Gabrielle lucha con gran habilidad y ferocidad, matando a varios oponentes en combate. Tras la batalla, se retira satisfecha a su tienda, donde cura las heridas de su lugarteniente Dosha con quien tiene una relación íntima. Mientras tanto, en otro lugar Corice cuida de la herida guerrera Xena, quien yace inconsciente tras una batalla, debatiéndose entre la vida y la muerte.
Janice Covington se ve involucrada en una pelea callejera contra varios agresores. A pesar de estar en desventaja numérica y física, logra derrotar a todos sus oponentes con sus habilidades de combate. Más tarde continúa relatando los detalles de la pelea a su amiga Melinda Pappas, quien escucha atentamente y hace algunos comentarios jocosos.
Este documento narra la historia de la Hermana Bernadette, una monja que ha pasado 46 años limpiando la espada de un santo en una capilla. Un día, oye una voz que pronuncia el nombre "Xena" y comienza a experimentar sensaciones desconocidas. Más tarde, al tomar la espada, recupera recuerdos de una vida pasada como guerrera. Esto la lleva a matar violentamente a todas las monjas del convento, excepto a una novicia a la que reconoce.
Este documento es un extracto de una novela que presenta a la protagonista Tate Collins llegando al apartamento de su hermano Corbin en San Francisco. Al llegar se encuentra con un anciano llamado Cap que trabaja como encargado del ascensor, y con un hombre borracho bloqueando la puerta del apartamento de Corbin. Tate contacta a Corbin por teléfono para obtener ayuda para entrar al departamento.
Este documento resume el primer capítulo de la novela "Espejismos" de Alyson Noël. Ever y Damen tienen una lección sobre manifestación psíquica que termina en una discusión sobre el pasado de Damen. Ever aún siente celos e inseguridad sobre las relaciones anteriores de Damen. Damen intenta calmarla y hacerle entender que solo necesita tiempo para acostumbrarse a su nueva vida inmortal.
Este documento presenta el capítulo 1 de una novela. Cuenta la historia de Olivia, quien acaba de terminar una relación de 6 años con su novio Blade después de que él la dejara plantada en un restaurante por tercera vez. Ella recoge las pertenencias de él y las deja fuera de su apartamento. Cuando Blade llega, tienen una discusión en la que él la insulta y le dice que no la necesita. Olivia decide cortar todo contacto con él y fortalecerse a sí misma.
Este documento es la autobiografía de Roberto en la que narra su niñez y vida estudiantil. Creció separado de su madre en Panamá y Nicaragua. Asistió a escuelas católicas donde se destacó académicamente. Más adelante conoció a su esposa Aurora y se mudó a la Ciudad de México para estudiar medicina. Incluye poemas y recuerdos a lo largo de su vida.
El documento presenta un resumen de tres oraciones o menos de la siguiente manera:
La autora describe haber recibido recientemente una biblioteca que siempre había soñado, lo que le trae alegría aunque también le hace extrañar a su amiga Sara que vive lejos. Reflexiona sobre la soledad y los sueños cumplidos y frustrados, y comparte recuerdos de su infancia.
Gracias por compartir tu creación literaria. Propongo enfocarnos en temas que unan e inspiren a construir una sociedad de mayor comprensión y respeto mutuo.
El resumen describe un encuentro entre un hombre y una mujer que habían sido novios en el instituto. Se encuentran por casualidad en un café y deciden ir al apartamento del hombre para hablar de lo ocurrido entre ellos en el pasado y reavivar su química. La mujer tiene un sueño en el que vuelve con su exnovio y se despierta confundida junto a su marido.
Este documento presenta sinopsis y contenido de varias historias. La primera historia titulada "Almost Freedom" es escrita por Elena Verlac y corregida por Alaska Young. Trata sobre una cantante country llamada Fa que escapa de su ex novio psicópata y conoce a Kitty y Adrián en Kansas. Cuando Fa queda sin alojamiento, termina quedándose con los hermanos Kitty y Adrián.
Este documento contiene extractos del diario íntimo de una adolescente llamada Melissa. En él, describe sus reflexiones sobre su cuerpo, su sexualidad y sus deseos de experimentar el amor. También narra su asistencia a una fiesta donde conoce a un chico llamado Daniele, del cual queda prendada a pesar de la vergüenza que siente por su inexperiencia.
Este documento resume el primer capítulo de la novela romántica "Lo que la vida nos da" de Richard Belduma. Narra la historia de amor entre los adolescentes Richard e Ingrid y cómo se enamoraron a primera vista. A pesar de que los padres de Ingrid se oponían a la relación debido a las diferencias sociales, ellos decidieron continuar su romance basado en sentimientos puros y sinceros.
Este documento presenta un extracto de la novela "Matate, amor" de Ariana Harwicz. Narra en primera persona la historia de una mujer que vive en una casa de campo con su marido y su hijo recién nacido. La protagonista se siente atraída por lo salvaje de la naturaleza que los rodea y tiene pensamientos oscuros sobre matar a su familia. Se describe su deseo reprimido y su temor a perder el control.
Este documento es un texto descriptivo escrito por Cruz Badillo Diocelina en el que narra recuerdos de su pasado al revisar objetos guardados en un cajón. Describe fotografías de sus padres, un recuerdo de cuando su padre falleció, una foto con una antigua pareja, y un dibujo hecho por una amiga. Al revisar estos objetos, la autora evoca memorias dolorosas pero también alegres que la llevan a reflexionar sobre cómo ha llegado a su situación actual de estar acostada en
El documento presenta una introducción a la vida de Claudia, una chica de 20 años que vive sirviendo en la casa de los hermanos Hidalgo. Ella siente la presión de las expectativas de otros sobre su vida, aunque su realidad es de mucho trabajo y poco tiempo libre. Específicamente, se avecina una fiesta para celebrar el regreso del hermano mayor Artemis después de 5 años, lo que pone nerviosa a Claudia debido a una experiencia pasada no especificada entre ellos.
El autor recibe la noticia de que su mejor amigo falleció en un accidente automovilístico. Esto lo lleva a reflexionar sobre su amistad y cómo no valoró adecuadamente el tiempo que pasaba con su amigo, ya que estaba demasiado ocupado con su trabajo. Ahora se da cuenta de que debería haber estado más presente para su amigo y que es importante aprovechar el tiempo con los seres queridos.
Este documento es la reflexión de una persona sobre la pérdida de su mejor amigo en un accidente. Recuerda los buenos momentos que compartieron y se da cuenta de que estuvo demasiado ocupado para prestarle atención cuando su amigo probablemente lo necesitaba. Ahora se arrepiente de no haber valorado más su amistad cuando tuvo la oportunidad.
Este documento es un relato en primera persona sobre la pérdida del mejor amigo del narrador debido a un accidente automovilístico. El narrador reflexiona sobre su egoísmo y falta de tiempo para su amigo, y cómo esto pudo haber contribuido a su muerte. Ahora, el narrador valora más a sus seres queridos y asegura pasar tiempo de calidad con ellos.
Este documento narra la historia de Maya, una bailarina que sufrió una lesión y está esperando una cita con el traumatólogo para saber si podrá volver a bailar. Al principio se describe su relación con su novio Antoine y las discusiones que tienen. Luego, Maya recuerda su accidente y la larga recuperación, así como las constantes críticas de su abuela. Finalmente, Maya se dirige a su cita médica con nerviosismo y se encuentra a su abuela esperando fuera de la consulta.
La primera navidad de Jusplinete de El KenderCruella Devil
fanficción "La primera navidad de Jusplinete" de El Kender, un fanfic escrito con el inconfundible y único estilo de el Kender que se empeña en mostrarnos a los personajes de la serie Xena, la princesa guerrera, como si se trataran de los famosos dibujos de little Xena y little Gabby, de Lucia.
Este documento narra la historia de una mujer que recibe una llamada telefónica que le trae recuerdos de su pasado. En particular, le recuerda a Lola, una chica que conoció en su juventud y que descubrió su propia sexualidad. Aunque intentó negar sus sentimientos por Lola en un principio, desarrolló una fuerte conexión con ella. Lola tuvo una influencia importante en su vida y la marcó de manera permanente, aunque su relación fue complicada debido a que Lola rehuía comprometerse.
El documento presenta un resumen de tres oraciones de un texto sobre las razones del amor. Explica que el amor no se basa solo en la atracción física o estética, sino también en el conocimiento y admiración del alma de la otra persona, lo que lleva a un lazo irrompible.
Este documento presenta una breve historia sobre Xena y Joxer en la Navidad. Joxer, disfrazado como Papá Noel, lleva a Xena al pasado para mostrarle sus Navidades anteriores y hacerla recordar la importancia de pasar estas fechas con la familia.
El documento narra la historia de John, un trabajador borracho de una fábrica de salchichas. Al llegar borracho al trabajo, el capataz le permite seguir trabajando para evitar problemas con la visita inminente del dueño de la empresa y un importante cliente. Sin embargo, durante la visita hay un accidente en el que John cae en la trituradora de carne.
Este resumen consta de 3 oraciones:
Las protagonistas Xena y Gabrielle están unidas físicamente tras el deseo de esta última de "que nadie las separe nunca". Buscan al gnomo que concedió el deseo para que las separe, mientras discuten sobre los eventos que las llevaron a esa situación y se culpaban mutuamente.
El documento presenta una historia romántica entre Xena y Gabrielle. Xena no puede dormir pensando en la inminente boda de su hermano con Gabrielle. Gabrielle va a ver a Xena porque tampoco puede dormir, y termina besándola, aunque luego se arrepiente por miedo a la reacción de Lyceus. Xena la calma diciendo que guardará el secreto.
Este documento presenta un resumen de 3 oraciones de un fanfic sobre las protagonistas de la serie Xena: la princesa guerrera. Tras un cambio en el destino orquestado por el dios Ares, Xena se encuentra con Callisto en lugar de Gabrielle y termina convirtiéndose en su esclava. Ahora sigue las órdenes de Callisto para expiar sus crímenes pasados, aunque Ares no está satisfecho con cómo se han desarrollado los acontecimientos.
Este documento contiene una obra de teatro escrita por el autor en la que Xena y Gabrielle defienden la ciudad de Tebas contra el ejército de Argos. Aunque basada en una leyenda griega, la obra se toma licencias creativas como añadir roles más importantes para los personajes y finales dramáticos como suicidios que no ocurrieron en realidad. Tras la actuación de Gabrielle representando la obra, Xena elogia su interpretación aunque señala algunas inexactitudes con humor.
El documento presenta la historia de vida de Xena, la guerrera, desde sus inicios como señora de la guerra hasta su muerte. Comienza describiendo su pasado violento y cómo conoció a Gabrielle, quien le enseñó a amar y perdonarse. A lo largo de los años, Xena intenta redimirse de sus pecados ayudando a los demás. Finalmente, Gabrielle muere en un accidente, lo que causa un gran dolor en Xena. Al final, Xena muere defendiendo a otros y con la esperanza de reunirse
Este documento presenta una sinopsis de una historia de amor entre dos mujeres universitarias a finales del siglo XIX en Boston, Massachusetts. Inez Willard y Evelia Livermore se enamoran mientras luchan por la causa sufragista. Sin embargo, con el paso de los años, Evelia parece no envejecer y permanece cada vez más joven, lo que preocupa a Inez.
El resumen describe a Paulina, una mujer que intenta emular a Xena la Princesa Guerrera. Se viste como Xena y busca una ayudante como Gabrielle. Viaja a la aldea de Potidea para reclutar a Lila, la hermana de Gabrielle, pero Lila se niega a acompañarla. Paulina se siente frustrada por no poder replicar completamente la vida de Xena.
El documento presenta una renuncia de responsabilidad al inicio, indicando que los personajes son ficticios y que cualquier parecido con la realidad es coincidencia. Luego, la autora agradece a su familia y a otras personas por su apoyo. Finalmente, se presenta una clasificación de la obra y los datos de la autora.
Este documento presenta un resumen de 3 oraciones de una historia de ficción. Tara se viste como una guerrera para cumplir las fantasías de Willow y ayudarla a liberar el estrés de los exámenes. Aunque Willow está sorprendida por el atuendo de Tara, pronto se dejan llevar por la pasión. La historia describe escenas íntimas entre las dos mujeres.
Este resumen describe en 3 oraciones o menos el contenido del documento:
Xena y Gabrielle se enfrentan a dos asaltantes mientras acampan, luego desayunan. Más tarde, son absorbidas por una perturbación misteriosa cerca de unas rocas y aparecen en un nuevo lugar desconocido bajo un cielo con dos lunas.
Sexo, mentiras e historias de dioses de PilarCruella Devil
El documento presenta una renuncia de responsabilidad por el uso de personajes de la serie Xena: la princesa guerrera en una historia de ficción. También advierte sobre escenas de amor entre mujeres y anuncia que la autora es Pilar y la corrección es de Cruella.
Este documento narra la historia de Halloween en la aldea de Potedaia. Gabrielle prepara una fiesta sorpresa para los niños del pueblo, incluyendo ponche y dulces. Les cuenta una historia de miedo mientras disfrutan de la celebración nocturna esperando el regreso de Xena.
Este documento narra un resumen de 3 oraciones de un relato de ficción que cuenta la historia de Gabrielle y sus siete compañeros guerreros que luchan contra una horda de saqueadores. Mientras acampan son atacados por los últimos sobrevivientes de la horda, pero son salvados por la repentina aparición de Xena, a quien todos creían muerta, lo que deja sorprendidos a todos, especialmente a Gabrielle.
Janice Covington y el pueblo de los malditos de EquisCruella Devil
Este documento resume la historia de Melinda y Janice en un tren que viaja de Budapest a la India. Janice convenció a Melinda de acompañarla en su viaje a la India para investigar unos pergaminos antiguos. Durante el viaje, se encuentran con soldados alemanes que suben al tren y Janice, para evitar ser descubierta sin pasaporte, separa su vagón del resto del tren.
Este documento presenta un resumen de 3 oraciones o menos:
Dos hombres atacan a las protagonistas Janice Covington y Melinda Pappas en su habitación de hotel. Janice logra derrotar a los atacantes. Posteriormente, interroga a un hombre de negocios local para averiguar quién envió a los agresores, despertando la curiosidad de Mel por conocer las razones del ataque.
José Luis Jiménez Rodríguez
Junio 2024.
“La pedagogía es la metodología de la educación. Constituye una problemática de medios y fines, y en esa problemática estudia las situaciones educativas, las selecciona y luego organiza y asegura su explotación situacional”. Louis Not. 1993.
Ofrecemos herramientas y metodologías para que las personas con ideas de negocio desarrollen un prototipo que pueda ser probado en un entorno real.
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Soluciones Examen de Selectividad. Geografía junio 2024 (Convocatoria Ordinar...Juan Martín Martín
Criterios de corrección y soluciones al examen de Geografía de Selectividad (EvAU) Junio de 2024 en Castilla La Mancha.
Soluciones al examen.
Convocatoria Ordinaria.
Examen resuelto de Geografía
conocer el examen de geografía de julio 2024 en:
https://blogdegeografiadejuan.blogspot.com/2024/06/soluciones-examen-de-selectividad.html
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SEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptxOsiris Urbano
Evaluación de principales hallazgos de la Historia Clínica utiles en la orientación diagnóstica de Hemorragia Digestiva en el abordaje inicial del paciente.
El curso de Texto Integrado de 8vo grado es un programa académico interdisciplinario que combina los contenidos y habilidades de varias asignaturas clave. A través de este enfoque integrado, los estudiantes tendrán la oportunidad de desarrollar una comprensión más holística y conexa de los temas abordados.
En el área de Estudios Sociales, los estudiantes profundizarán en el estudio de la historia, geografía, organización política y social, y economía de América Latina. Analizarán los procesos de descubrimiento, colonización e independencia, las características regionales, los sistemas de gobierno, los movimientos sociales y los modelos de desarrollo económico.
En Lengua y Literatura, se enfatizará el desarrollo de habilidades comunicativas, tanto en la expresión oral como escrita. Los estudiantes trabajarán en la comprensión y producción de diversos tipos de textos, incluyendo narrativos, expositivos y argumentativos. Además, se estudiarán obras literarias representativas de la región latinoamericana.
El componente de Ciencias Naturales abordará temas relacionados con la biología, la física y la química, con un enfoque en la comprensión de los fenómenos naturales y los desafíos ambientales de América Latina. Se explorarán conceptos como la biodiversidad, los recursos naturales, la contaminación y el desarrollo sostenible.
En el área de Matemática, los estudiantes desarrollarán habilidades en áreas como la aritmética, el álgebra, la geometría y la estadística. Estos conocimientos matemáticos se aplicarán a la resolución de problemas y al análisis de datos, en el contexto de las temáticas abordadas en las otras asignaturas.
A lo largo del curso, se fomentará la integración de los contenidos, de manera que los estudiantes puedan establecer conexiones significativas entre los diferentes campos del conocimiento. Además, se promoverá el desarrollo de habilidades transversales, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la investigación y la colaboración.
Mediante este enfoque de Texto Integrado, los estudiantes de 8vo grado tendrán una experiencia de aprendizaje enriquecedora y relevante, que les permitirá adquirir una visión más amplia y comprensiva de los temas estudiados.
RETROALIMENTACIÓN PARA EL EXAMEN ÚNICO AUXILIAR DE ENFERMERIA.docx
Destino de Génix
1. – LOS PERSONAJES DE XENA Y GABRIELLE SON PROPIEDAD DE
MCA/UNIVERSAL. ESTA HISTORIA NO PRETENDE INFRINGIR LOS
DERECHOS DE AUTOR. LO ÚNICO QUE SE BUSCA ES ENTRETENER Y
DIVERTIR.
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– TODOS LOS DEMÁS PERSONAJES, ECEPTO LUCY LAWLESS Y
RENNE O`CONNOR SON PRODUCTOS DE MI IMAGINACIÓN AL IGUAL
DE TODOS LOS REMEDIOS, CEREMONIAS Y DEMÁS, así QUE NO
INTENTES LLEVAR NADA A CABO.
– ESTA HISTORIA ESTA CARGADA DE SUBTEXTO así QUE sí EL
AMOR TE ESCANDALIZA Y NO CABE EN TI LA POSIBILIDAD DE QUE
PUDIERA DARSE EN CUALQUIER CORAZÓN, AUNQUE ESTOS
PERTENEZCAN A DOS MUJERES NO SIGAS LEYENDO.
Si deseas darme una opinión sincera y”seria”de este relato, puedes
enviarlos a Genix.
“DESTINO”
La noche había sido más que maravillosa, era difícil de suponer que
mis esfuerzos por agradar a la familia de Don habían surtido efecto. De algún
modo quería que fuese así, al fin y al cabo de ello dependía, en parte, el
futuro de nuestra relación. El me había comentado durante días que o no
convendría hacer para ser aceptada en su clan. Por su actitud optimista de
regreso a casa sabia que todo estaba bien.
Al aparcar el coche ante mi puerta vi como Don con su cara aún
risueña y sin mirarme siquiera rebusca algo entre sus ropas, y es en el
pequeño bolsillo interior de su chaqueta donde parece encontrarlo. De entre
sus dedos saca una pequeña cajita que, sin ninguna ceremonia ofrece a mis
ojos mientras la abre.
Su sonrisa, segura de sí misma aún en su cara, y en la mía, una
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2. tremenda sorpresa.
– Don, ¿qué significa esto?
– Sólo lo que supones. -respondió aún sonriente.
– Pero, pe...
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– Es lo que querías ¿no?
– Sí, pero...
Mi voz desea salir pero mi deseo es en vano, mis ojos se llevan toda
la fuerza de mí mientras contemplo aquella flamante joya, que gritaba que
entre nosotros ya había un compromiso, un compromiso real.
Miro de nuevo el rostro de Don y su cara auto complacida y segura.
Podría decir que demasiado en realidad, como si pareciera que ese regalo
fuera más para mi que para el mismo y el regalo más que aquel anillo fuera
el.
Y en realidad tenía razón, el nunca había tenido ninguna prisa por
comprometerse, sin embargo yo parecía aferrarme a el como si fuese la
única salida a mi vida.
Al fin y al cabo me había ayudado bastante en el transcurso de mi
carrera periodística, si bien mis padres, que a duras penas habían
encaminado mi rumbo, no sin poco trabajo de su frente para con el sentido
económico que les ocasionaba, Don había logrado desde el momento en que
le conocí, introducirme en los ambientes adecuados donde contactar con
gente destacada del gremio.
Le debía mucho y creía que tenía mucha suerte de tenerlo a mi lado.
Eso, sumado a la insignificante idea de que pertenecía a una de las familias
más influyentes de Philadelphia.
Tomo el anillo de la caja mientras espero quizás, un pequeño ritual
donde lo encaje en mi dedo pero con su sonrisa aún en su cara no da
muestra de que la idea fuera mutua. Tampoco importaba mucho, no quise
darle importancia, era una noche decisiva en mi vida, en realidad ese anillo
2
3. era la bienvenida a otra vida no muy lejana y al mismo tiempo, era una
despedida, mañana partiré hacia la India
– En este año que estaré fuera de seguro me extrañara y será más
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fácil ver salir de el gestos un poco más... bueno que se yo.
Me coloco el anillo en mi dedo mientras por fin
– ¿Te gusta? –pregunta.
Como si fuera fácil despreciar la enorme piedra, que supongo está
iluminando en este momento mi cara, pienso.
– Sííí, es realmente precioso. –respondo.
Mientras levanto mis ojos siento el deseo de abrazarle, como si
mentalmente ya estuviera echándole de menos. No había afrontado la idea
del todo pero ese viaje me daba algo de pavor
Era necesario, sin embargo: mi tesis iba dirígida a cierta doctora que
por algunos de esos influyentes amigos de Don, había descubierto que se
encontraba por algún lugar de ese basto país.
Sí, iba a ser un trabajo algo difícil pero así lo había decidido. No podía
conformarme con haber sido una de los tres estudiantes mejor cualificados,
mi condición de mujer en medio de todos aquellos estudiantes que me
miraban con recelo por haber elegido quizás ampliar mis conocimientos, en
vez de estar casada y tejiendo tapetes en tardes aburridas de reuniones de
esposas, habían despertado en mi un espíritu competitivo sin limites.
Don parecía contento con la idea de que fuese así, de echo, había
sido en la misma universidad donde nos habíamos conocido, tiempo antes de
que abandonara su carrera para hacerse cargo de una de las empresas, la
bien expandida línea de negocios de su familia. En realidad no le culpaba por
su decisión aunque algo en mi le recriminaba el que no tuviera, como
decirlo... una meta, una línea individual a la que llegar por sí mismo.
– Te quiero, quiero que me prometas que me escribirás y que en algún
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4. momento sí te es posible viajaras para encontrarnos.
– Créeme que lo haré. –responde con voz sincera mientras sus ojos se
clavan en los míos y se acerca para darme un dulce beso que se prolonga a
unos minutos.
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Al terminar susurra a mi oído
– Se que nos harás sentir orgullosos
Cuando vuelvo a mirarle sólo puedo sonreírle y, para no provocar mis
lagrimas que ya están en la línea de mis ojos, volteo para intentar abrir la
puerta del coche. Cuando lo consigo salgo y la cierro tras de mí.
Don no sale de el e imagino que también se le hace difícil la
despedida, en cambio acerca su cabeza a la ventanilla de mi lado y levanta la
palma en señal de despedida rápida y sutil, le respondo de igual forma y
retorna sus manos al volante mientras una sacrificada sonrisa le intenta
demostrar que todo esta bien y que lo estaré. Sin más vacilación volteo hacia
mi portal mientras tras de mi siento la aceleración del coche.
Ya en mi habitación, tiro mi bolso sobre el sillón mientras me acerco
lentamente a la mesa, donde recojo el bloque de notas, recopilación de algo
de información sobre la doctora, que estoy convencida va a traer a mi vida un
paso de importante prestigio en mi carrera. Los llevo conmigo hasta la cama
y sentándome en ella, intento repasarlas, pero una sensación extraña en mi
dedo le quita importancia a mis papeles para verme contemplando mi mano
como una niña. Mis ojos perdidos en el brillo de aquel, no tan pequeño
diamante. Siento satisfacción y un gran alivio.
Paso la noche intentando repasar mi equipaje, haciendo memoria de
esto y aquello y asintiéndome a mi misma con cada cosa, pues de echo, todo
parece bajo control.
El sueño parece adentrarse en mis ojos. Cuando ya parece que
sucumbiré, un pensamiento inunda mi mente, que deja mis ojos de par en
par, y con un salto me incorporo gritando.
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5. – La pomada para mosquitos. Claro que iba a ser de mí sin ella. No
son pocos los que me habían advertido que semejantes bichos adquirían una
dimensión descomunales por esos lugares. Y yo, que con a penas el sonido
de su vuelo significaba para mi una enorme ampolla en mi cuerpo, iba a ser
la victima perfecta. Sin vacilaciones, tomo de mi botiquín seis de esos tubos y
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los incorporo a mi bolso de mano
Dormí toda la noche de un tirón, para cuando el coche hace sonar el
claxon bajo mi ventana ya estaba vestida. Doy un rápido vistazo a la
habitación, cierro la puerta tras de mi, no sin algo de prematura nostalgia, y
emprendo mi descenso por las escaleras.
Ya en el portal el chofer de mi auto se acerca en mi ayuda para cargar
mis maletas, le indico donde se encuentra el resto y las baja hacia su
maletero. Cuando hubo acabado ya yo estaba instalada en el asiento trasero.
Mientras el vehículo se aleja del que siempre ha sido mi hogar, siento
la tentación de voltear pero me convenzo a mi misma que soy más fuerte que
eso y prefiero pensar en el día de mi regreso, cuando al cruzar de nuevo esa
puerta. TODO IBA A SER DIFERENTE.
Llegamos con el tiempo necesario para llevar el equipaje a la parte
trasera del aeroplano e introducirme en el, antes, agradecezco su amabilidad
al conductor que me ha trasladado y como no, le doy una pequeña propina,
que agradece.
– Bueno, aquí estas, vas camino de lo que tanto has deseado tener. –
pienso, mientras doy una ligera mirada al resto de los pasajeros.– Uhm,
somos unos 15, en realidad vamos al completo. –sigo pensando.
Las hélices retumban de repente y doy un salto en mi asiento mientras
mi acompañante de viaje se rie sonoramente de mi actitud, le dedico una
mirada de risa forzada mientras se pone serio de repente. No había reparado
en el. Es increíble, a veces nos preocupamos por contemplar todo lo que nos
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6. rodea y, son muchas las que, en que por mirar más halla, no vemos, ni tan
siquiera somos conscientes de lo más cerca a nosotros.
Mientras el avión despega sólo un susurro sale de mi boca.
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– Hasta pronto Don, te quiero.
Durante el viaje todos esos hombres con portes de empresarios
charlan a cerca de como les empieza a afectar la crisis en sus negocios. La
guerra es inminente en Centro Europa. Logro descifrar de sus
conversaciones que en esta zona reina un caos económico y social que va a
estallar de un momento a otro de forma aún más violenta.
La única mujer del biplano, una mujer de unos 50 años observa por la
ventanilla y cuando deja de hacerlo cierra sus ojos.
– De igual modo de que podría hablar con ella. –pienso.
Mi compañero de viaje me mira y en una lengua ininteligible me
comenta algo. Yo ni parpadeo por lo disparatado que me resulta los sonidos
de su boca
– Yo... no... en– ten– der– te...
El hombre frunce el ceño y sin mediar palabra intenta acercar sus
manos a mi cinturón
– ¡Ey! –protesto mientras le sacudo con mi mano a una de las suyas.
De repente, desde detrás de mi un hombre me advierte de que su
intención era la de cambiar mi asiento por el suyo de la ventanilla. Una
mueca de terror cubre mi cara, avergonzada por mi reacción ante la buena
voluntad de mi pequeño amigo.
– Gracias... Gracias. –le repito tras acomodarme en mi nuevo asiento.
Él simplemente baja su cabeza una y otra vez en señal de que
entiende mi gratitud.
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7. Transcurridas 6 horas de viaje ya el sonido del motor forma parte de
mi vida e incluso me ha permitido dormitar durante gran parte del tiempo.
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Abro mis ojos del todo, los demás duermen mientras y sólo mi compañero
parece ser el único que ronca. El señor de detrás lee un periódico y, sin mirar
hacia él, me comenta que en sólo unas tres horas llegaremos a Francia,
donde tras una parada de algunas horas, seguiremos el vuelo. Yo asiento y
busco algo que hacer. Saco del bolso mis notas y me dedico a repasar mis
datos...
– Doctora Winssey J. Mc Dawly, paradero desconocido, edad
desconocida,... etc... etc... y más datos desconocidos. Es evidente que
cualquier cosa que pudiera descubrir de "ti”sería bien recibida en América –
pienso.
Todo sobre ella era un enigma. Nadie conocía de sus estudios ni nada
relacionado con su carrera hasta el día que la publicación de su libro ”Salvar
desde la tierra” conmocionó el mundo de la medicina alternativa, dejando en
el gremio de la medicina un gran revuelo; de admiración por unos y de
críticas por otros que condenaban esa forma rudimentaria de curación a
través de hierbas y plantas de desconocidos nombres y difícil acceso. Sin
embargo, habían sido ya muchos los que se habían entregado a este método
y otros tantos los que estudiaban su libro como si de un texto sagrado se
tratase, empezando incluso a generar una serie de especialistas en su
genero y cuya efectividad era confirmada ya por muchos.
A pesar de ello, nadie había podido dar con ella, era del todo evidente
que viajaba mucho por todas partes. Había sido gracias a Don y sus amplia
cartelera de amigos, que había descubierto que había sido vista en la India
en los últimos meses. La mujer, no es que se escondiese, tan sólo es que se
despreocupaba totalmente de cualquier compromiso que no fuese su trabajo,
eso no costo mucho descubrirlo.
Una vez descubierto su paradero, había asediado ese país con cartas,
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8. algunas de las cuales iban dirígidas a su nombre y otras a la embajada
americana de Delhi. Siendo estos últimos, quienes finalmente habían
contestado a mi reclamo, y como no, con algún que otro hilo movido por el
padre de Don, había tenido la confirmación de que una de mis cartas había
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sido entregada en mano en la aldea donde se encontraba.
Y, aquí estoy rumbo a un lugar desconocido, de lengua extraña,
donde no conozco a nadie y ni tan siquiera se sí esta señora vendrá a mi
encuentro cuando llegue allí.
– ¡Mi querida y escurridiza señora, estoy en camino y te encontraré! –
pienso.
La parada en Francia le da un pequeño respiro a mis piernas, es de
agradecer un descanso del zumbido de aquel rugir que tiene mis oídos
mareados. Sin embargo, y a pesar de que ya oscurece, el viaje continua.
Todos aquellos empresarios habían finalizado su viaje en esta parada
y en su lugar otras personas de apariencia hindú en su mayoría, ocupaban
los asientos.
Durante un buen rato enfoco mi atención en sus conversaciones con
el fin quizás de aprender algo, pero es inútil, con una cara de resignación
golpeo mi cabeza en el espaldar y me dirijo a hacer lo único que puedo,
cerrar los ojos y volver a dormir.
Pasado un tiempo mi pequeño compañero de viajes, que me había
traicionado con el resto de los viajeros, haciéndose participe de sus diálogos
e ignorándome del todo, sacude mi brazo, a lo que respondo con un
sobresalto que me yergue en el sillón. Ya a estas alturas del viaje ya yo había
perdido toda compostura en mis modales y demás. Al despertar me
encuentro acurrucada en una esquina del asiento y agarrada a mis propios
pies.
Mi amigo intenta decirme algo, pero mi cara de interrogación debe
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9. hacerle pensar que con un gesto lo entendería mejor. Señala así la ventanilla
y al girar mi cabeza veo que sobrevolamos lo que seguramente es nuestro
destino.
– Poorr fiiinnn... –exclamo para mí.
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Nos ajustamos a los asientos mientras en un claro, en medio de lo que
parece una selva, el avión aterriza.
Cuando me quiero dar cuenta, ya estoy en suelo firme con mis
maletas.
Poco a poco todos los demás se van marchando mientras vehículos,
que me pregunto por que andan aún, vienen a su encuentro.
Tras unas horas estoy sola y los únicos seres vivientes que diviso son
el piloto del avión y un mecánico. El terror se esta apoderando de mí, me
acerco a ellos con una pequeña esperanza.
– Yooo... Akola. yo... irrr... Akola.
Ambos individuos se miran con un gesto cómico. Pujo al cielo mezcla
de rabia e impotencia, doy media vuelta hacia mi equipaje, cuando una voz
se dirige a mí.
– Seggñorrita, Akoula magñanag.
– ¿Cómo?
– Akoula magñanag.
– Sí, sí ya le entendí la primera vez.
– Pergdogneme, mi nog hablag muy biiieenng su idiomag.
Un incalculable alivio recorre mi cuerpo cuando oigo sus medías
palabras pero desde que salí de casa era lo más coherente que me habían
dicho y oído.
De repente mi placer se disipa cuando me concentro en lo que había
dicho.
– Mañana. ¡¡¡Mañana¡¡¡. Pero.. como... donde... que...
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10. Todas mis preguntas se resumen a esto pero... ¿cómo pudo pasar
esto? ¿cómo... es posible? ¿dónde... pasaré la noche? ¿qué... voy a hacer?.
Para mi suerte estos señores solucionaron cada una de mis dudas.
Paso la noche en un banco en medio de una pequeña cabaña de madera
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rancia que supuestamente es el cuarto de las herramientas.
De mis amigos no supe nada más y francamente no me importaba en
absoluto.
– Don, dónde estás, mi amor. –acaricio el anillo en mi dedo.– ¡El anillo¡
No es muy juicioso llevarlo a la vista. –me digo.
Pensarlo y hacerlo fue una sola cosa y lo escondo el fondo de mi
calcetín, más abajo del nivel de mis botas, para inmediatamente después
caer en un dulce sueño, incomprensible teniendo en cuenta el lugar,
condiciones y demás contras.
El amanecer llego muy pronto. La puerta se abrió, dejando entrar el
aire frío de la mañana. El piloto traía en su mano una especie de torta y un
vaso de te caliente. Me incorporo de inmediato y tomo de sus manos el
alimento.
– Gracias.. muchas gracias... de verdad... –le sonrío.
– Ya ess hhorag. –me dice.
No necesito repetirlo, en menos de cinco minutos yo y mis maletas
esperábamos junto a otras gentes al pie del aparato volador. Y en otros cinco
más ya estaba en mi asiento. Yo, unos 12 pueblerinos y 4 gallinas que
revoloteaban a su antojo por el lugar.
En 4 horas de bulla y cacareos tomamos tierra de nuevo.
Si la anterior pista parecía estar en media selva esta pareciera ser esta
misma.
Bajamos todos siguiendo cada uno una dirección distinta, excepto yo.
Para mi suerte un vehículo se aproxima, se para ante mi y de el baja
un hombre mayor de unos 68 años o así que, sin más vacilaciones se planta
10
11. frente.
– ¿ Doctora Winsey, Winsey Mc. Dawly? –le pregunto.
El buen señor cambia su estoico rostro por una amplia sonrisa llena
de blancos dientes que me confunde y casi me asusta. Toma mi equipaje
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mientras supongo que sí viene a por mí.
Alguna extraña razón, quizás el sentimiento de estar perdida me hace
fiarme de este hombre y me introduzco en el jeep. Pronto nos ponemos en
marcha a todo gas.
Mientras conduce le contemplo de reojo, parece ensimismado en la
conducción. Sus facciones duras chocan con un cierto brillo en sus ojos, todo
el completo de su rostro implica una sensación de confianza a pesar de su
estúpida sonrisa.
– ¿A dónde nos dirigimos?
En ese momento la estúpida sonrisa vuelve a su cara y decido
ignorarle mientras me acomodo como una autentica ciudadana americana,
arreglando mi camisa y sacando un cepillo de mi bolso de mano, estiro un
poco mi cabello. Contemplo con algo de preocupación los que dejo entre sus
púas, algo más de lo normal y me calmo a mi misma diciéndome que es
debido al estrés. Los aparto del cepillo, mientras mi risueño chofer ya no
sonríe, simplemente se carcajea contemplando mi acción.
Él no lo sabe aún pero empieza a fastidiarme un poco su actitud. Sin
hacer caso a este señor dirijo mi mirada hacia delante intentando hacerme
cargo del paisaje, pero el condenado viejo arremete con tal velocidad que
sólo se desdibuja franjas verdes por doquier.
De repente, en frente, se divisa un cruce de caminos y sin previo aviso
un fuerte giro de volante nos introduce en una pedregosa ladera abajo, con
baches de tal magnitud que durante su recorrido fue inútil dejar de saltar e
incluso alguna vez de chocarse contra el techo. Intente asirme a cualquier
cosa y protestar, pero ante mis protestas sus risas parecían incrementarse.
Tan de sorpresa entramos como salimos de aquel pedregal y de nuevo
11
12. el camino se volvió más llano. Me costó tomar aliento mientras aún
escuchaba sus risas y jadeos.
Con todo el decoro que me es posible, miro de reojo a mi amigo
mientras él se aferra al volante con tanta insistencia, que pareciera que fuese
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el vehículo quien le llevaba a él.
No transcurrió mucho tiempo, quizás media hora, cuando llegamos a
una especie de aldea con cabañas hechas de maderas, juncos y cañas.
Animales sueltos en la vía huyen al sonar del claxon. Unos niños juegan en la
orilla de un rió que calma su descenso justo ante el poblado, formando un
remanso.
Por fin el coche para ante una de las cabañas, aún observo los
alrededores cuando mi chofer saca de la parte trasera mis pertenencias.
Salgo del vehículo sintiendo que la mayoría de mis pelos caen sobre mi cara,
media blusa fuera de mi pantalón y mis huesos fuera de su sitio.
Ojeo el lugar con poco detenimiento, y veo que el anciano se dirige a
una de las cabañas con mis pertenencias en sus manos. Me propongo
seguirle y voy en su dirección, cuando de pronto a mi espalda escucho unos
gruñidos que me hacen voltear.
Allí, justo frente, un enorme chucho me muestra sus dientes con sus
ojos clavados en mi. Todo mi cuerpo queda paralizado mientras alzo mis
manos al frente, en actitud pacificadora. De repente un silbido a mi espalda
detiene al animal de su empeño y con un enérgico ladrido se dirige sin
titubeos hacia una ranchera en estado caótico de cuyos bajos asoman unas
botas marrones de cuero, algo roídas y bastantes sucias.
A pesar de que el fiero animal se ubica tendido junto a aquellas botas,
tomo el valor suficiente para acercarme y de alguna manera dar las gracias al
propietario de aquellas piernas.
Era mi obligación, había empezado mi llegada con una no muy
hospitalaria formas con aquel viejo, pero sí debía hacer mi estancia algo más
agradable tendría que mostrar algo más de modales.
12
13. Eso, sin nombrar que mi investigación iba a ser mucho más fácil sí de
alguna forma ganaba la confianza de aquellas gentes.
– ¿Hola?... perdone pero supongo que debo darle las gracias. ¿Oiga?
¿Me ha escuchado?
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“Bueno, supongo que la gente aquí no es muy cordial, de cualquier
modo de nada me hubiese servido que respondiera a mi pregunta,
seguramente no había entendido nada de lo que hubiese dicho” pienso.
Me giro en redondo con mi frustrado intento de amabilidad y comienzo
a andar rumbo a aquella cabaña.
– ¡¡¡Ouhh!!!
Vuelvo a girarme hacia el quejido que sale del vehículo y por el
movimiento de aquellas piernas veo que el resto del cuerpo se empeña en
salir de allí. Me acerco un poco, mientras aquella persona desliza su cuerpo
hacia fuera.
– ¡¡Maldita sea!! –protesta por lo bajo.
Una vez fuera del todo, se queda sentada en el suelo. En su mano
derecha sostiene una herramienta grasienta y con la izquierda se acaricia en
un lado de su cabeza.
Me acerco un poco más y me sorprendo de ver que es una mujer y
que, a través de sus protestas, habla mi lengua. Fue alivio lo que sentí.
Termino por acercarme justo al frente suyo.
Es una mujer joven, de largos cabellos negros recogidos en una
espigada trenza que llega hasta su media espalda, unos ojos azules,
penetrantes y fríos.
– ¿Perdona? –pregunto agachando levemente la cabeza como
queriendo descubrir si realmente era cierto.
“¡Hablaba mi lengua!” pensé.
Levanta sus ojos con un gesto de dolor y rabia en su rostro, para
desviar, de nuevo, su atención a otro lado.
13
14. – ¿Hablas mi lengua? –le pregunto.
– ¿Quién lo pregunta?
– ¡Ah, bueno sí!, perdona, mi nombre es Joan, Joan O, Neil.
Levanto mi mano en señal de presentación formal pero en su lugar se
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pone en pie y tomando un sucio trapo de sobre el vehículo, se ocupa en
limpiar sus grasientas manos. Al no recibir respuesta a mi saludo decido
retirarla. Mientras, me doy cuenta de su altura, casi una cuarta y media más
sobre mi.
– Soy periodista vengo en busca de la Doctora Mc. Dawly, debe de
saber que estoy aquí. –le digo.
– Sí, seguramente lo sepa. –responde con una irónica sonrisa en su
boca.
– ¿Y bien? –replico esperando algún otro comentario.
– Y bien, ¿qué?
– ¿Podrías dirigirme hasta ella?
– ¡Ah, eso! Bien, ella ahora esta muy ocupada. Lo mejor que podrías
hacer es instalarte y... –mirándola de arriba abajo.– ...descansar un poco.
Cuando llegue la noche seguramente te encontrarás con ella.
Sigo su mirada mientras me observa y siguiendo su ejemplo me
contemplo para darme cuenta de que mi aspecto no es más pulcro que el
suyo y que, en realidad, no tengo la apariencia que deseaba para un primer
encuentro con la persona que iba a conseguir que mi nombre fuese uno de
los más cotizados en el mundo periodístico.
– ¡Oh! Tiene razón. –pienso en voz alta.– Además realmente necesito
un descanso y un buen baño.
Me encamino de nuevo hacia la cabaña dejando a mi huraña amiga en
sus trabajos y cortando la conversación que forzadamente estaba teniendo
conmigo. Sin embargo, una duda me asalto de pronto.
14
15. – ¿Cómo es ella? –me giro de nuevo hacia ella, intentando descubrir
algo que me sirviera para preparar nuestro encuentro, y causar así la mejor
impresión.
– ¿Ella? ¡Ah!, pues es una señora muy agradable, maravillosa y algo
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regordeta.
Ríe para sí misma con sus manos ya en su cintura y el paño
asqueroso en uno de sus hombros.
– Sí, ya veo.
Realmente su charla no me servía de nada. Una de las pocas
personas con la que podía hablar y no me decía nada en su conversación.
Me dirijo de nuevo con paso enérgico hacia mi habitáculo, no sin antes
dejar esta individua agacharse sobre sus rodillas y zarandear aquel fiero
animal con sus manos y dirigiéndole unas palabras
– ¿Verdad?¿eh?
El animal agradecía su gesto con infinita lealtad y sumisión
acercándose aún más a aquella mujer
– Gracias. –susurro en mi camino.– Gracias por nada.
– No, este no va a ser del todo una buena experiencia, pero yo a lo
mío. Concéntrate Joan, al final valdrá la pena. – me autoconsulelo.
La cabaña no es muy grande, en la entrada descansan mis maletas,
echo un vistazo a mi alrededor. Una cama a la derecha, una especie de
pequeña mesa toma el lugar de la mesa de noche, una silla y una mesa tipo
escritorio de madera vieja con un taburete a su lado, parece ser todo el
mobiliario del que dispongo. En las paredes tan sólo una pequeña estantería
de cañas. En realidad un poco falto de imaginación pero todo parece limpio y
15
16. ordenado.
Me tiro en la cama, no sin darme cuenta que esta acción descubre la
rigidez de su base. Una especie de colchón de tan sólo 4 dedos de espesor
me separa de una rígida tabla bajo ella. Mientras contemplo el techo por uno
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leves momentos mi pensamiento se dispara hasta Don y con él el recuerdo
de mi más preciado tesoro
– ¡¡El anillo¡¡. ¡Cielo santo ¡
No había comprobado sí aún estaba ahí y rebusque
desesperadamente en mi bota.
– ¡Ahá, aquí estas!
Lo sujeto entre mis dedos mientras contemplo su brillo y recuerdo el
rostro de Don. Me sonrío ante este recuerdo y finalmente busco un lugar
donde esconderlo.
Mi mejor opción termina siendo una pequeña cajita de madera que
sitúo en el estante más alto de la estantería.
En la esquina derecha, justo tras la puerta, había pasado
desapercibida una mesa que soporta un gran cuenco de madera y una jarra
de madera tallada llena de agua.
Lave mi cara y mis manos en el, moje una pequeña toalla que
descansaba a su lado, y lo pase por el resto de mi cuerpo. Toda esta acción
trajo a mi mente una terrorífica pregunta
– ¿Y el baño? ¿acaso... ?. No, no puede ser, ¿dónde diablos se
supone.. ?
Mi vista da un ligero y desesperado repaso a las líneas del cuarto y
confirmo mi observación
– No, no puede ser verdad. – me repito
Me tranquilizo a mi misma convenciéndome de que la Doctora Winsey
dará remedio a mis problemas
16
17. – No obstante, ahora debo descansar. – pienso.
Cambio mis ropas y me recuesto en el catre.
Mientras el sueño viene a mi hago una pequeña recopilación de los
últimos acontecimientos. Aquel impertinente anciano, la arrogante y huraña
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mujer.
– Era extraño, – observé – una mujer blanca, joven. Seguramente
había tenido estudios de algún tipo, pero era evidente que no guardaba de su
cultura ningún modal y un ínfimo sentido del protocolo.
“Quizás mucho tiempo entre nativos.” Pienso, “Ni siquiera dio su
nombre. ¡Qué más da!” y me sumerjo en un dulce sueño.
No sé cuánto tiempo dormí, pero de repente unos golpes en la puerta
me hacen abrir un ojo, y tras tomar conciencia de mi situación el otro siguió
su mismo ejemplo. De un salto me pongo en pie, mientras mi corazón se
acelera bajo la perspectiva de que la Doctora Winsey había regresado de sus
ocupaciones.
Consciente de que no tendría tiempo de arreglar mi atuendo, intento
ganar tiempo preguntando a través de la puerta, y mientras me meto la
camiseta por dentro de mis bermudas.
– ¿Ssiii? –pregunto.
La voz de un niño replica desde el otro lado como respuesta. Por
supuesto no entendía nada de lo que me decía, sin embargo abro y mientras
asomo mi cara por un lado de ella una sonriente cara de unos 7 años
esperaba que le abriese. Llevaba en sus manos una bandeja de frutas y me
las ofrecía mientras no dejaba de mirarme con enorme curiosidad.
– Oh, gracias, muchas gracias. – le respondo a su gesto mientras la
tomo y veo que sigue ahí mirándome con una enorme sonrisa y una extrema
intensidad.
– Pasa, entra. –le digo mientras le indico con un gesto.
El chico camina sin vacilar dentro, al mismo tiempo que coloco la
17
18. bandeja en la vacía mesa. Me siento ante ella, tomo una manzana y le animo
a acercarse. Su cara parece ensimismada en mi, me fijo mejor en sus ojos y
noto que lo que lo tiene maravillado es, en realidad, mi cabello.
– Sí, ya veo. No debes haber visto un pelo de color así nunca. Todos
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vosotros parecéis tenerlo oscuro, así que este color dorado debe tenerte algo
sorprendido.
Paso mi mano por mi cabeza y con mis dedos atraigo un mechón que
coloco ante sus ojos a lo que responde con risas para luego salir a todo gas
de la cabaña, cerrando la puerta tras de sí.
– Estas gentes deben de estar todos locos. –observo.
Coloco mis pertenencias mientras en mis dientes sostengo mi mordida
manzana y contemplo por la ventana que ya es de noche. Es entonces que la
puerta vuelve a sonar y abro para encontrarme a mi pequeño salvaje, que
con señas me pide que lo siga hasta una cabaña cercana situada a un
costado de la que yo ocupo.
– Debe de haber llegado. – pienso.
– Sii, yaa, ya te entiendo.
De forma apurada paso mis dedos por mi pelo mientras tomo mi block
de notas en un afán de dar impresión de profesionalidad
Salgo tras el crió que me acompaña a paso ligero ante la puerta y
luego me deja sola. Aliso mi ropa, y escucho que dentro dos personas hablan
en hindú y que una de ellas se aproxima a la puerta, abriéndola y casi
arrollándome a su paso.
Era aquel anciano, que mientras me miraba, reía con un brillo en sus
ojos que realmente relataba que yo le parecía algo divertido.
La puerta entre abierta y borrando mi cara de resignada furia me dirijo
a llamar. Tras lo cual una voz responde desde dentro en hindú.
– ¿Doctora Mc´Dawly?
– Pasa. – una voz responde.
18
19. Introduzco mi cabeza primero y mi cuerpo después en actitud de
curiosidad y veo ante mi una mujer sentada en un taburete alto, en actitud de
escribir y ojeando los múltiples frascos de cristal ante suyo, sobre la mesa.
– Perdone yo...
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– Pasa, adelante. Hace señal de que me acerque sin aún levantar su
mirada del papel.
Me acerco algo más para ver que debajo de su oscura melena come
una manzana y que en algún momento la sujeta en sus dientes para
acercarse uno de los frascos mientras con la otra toma notas. Luego un
pujido sale de su boca en desaprobación a algo que ignoraba y, soltando su
pluma sobre su carpeta, y no sin antes mordisquear su manzana de nuevo se
sujeta su tabique un leve instante para por fin alzar su cabeza y voltear hacia
mi.
Mi sorpresa se volvió desilusión cuando vi que aquella mujer no era
quien yo esperaba. Se trataba de la mecánica que me había deleitado esa
misma mañana con su ‘simpática y cordial’ conversación.
– Yo pensé que...
Me miraba fijamente mientras intentaba esconder mi desilusión, pero
sabiendo que no lo conseguía. Sus cejas se arquearon esperando un final a
mi frase que no termino de salir.
– Bueno, supongo que aún estará ocupada y que mañana podré verla,
¿no es así?
– ¿Has recibido ya algo de comida? –pregunta.
– Sí. –respondo mientras veo que de nuevo fija su atención en sus
folios.
– Bien. – susurra en voz baja, como si no quisiera decirlo y que en
realidad toda su atención se viera de nuevo en su labor.
Ante tal situación decido volverme hacia la puerta no sin antes poner
mi mejor cara de furia. Realmente esta mujer me sacaba de mis casillas, por
19
20. supuesto entonces ya le daba la espalda. Comencé mi avance hasta la salida
y...
– Yo soy la doctora Winsey Mc'Dawly – escuche tras de mí.
Mi cara enrojecida de rabia se torno en un segundo en total palidez,
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porque pude notar que toda mi sangre y mi fuerza se encontraban en esa
parte de mi donde nace la vergüenza.
Allí parada durante no se cuanto tiempo inhale aire mientras intentaba
rescatar esas fuerzas para dar un siguiente paso.
Finalmente y muy despacio doy la vuelta y veo como ella sigue ajena a
mi reacción, lo que en verdad me complace.
– ¿Usted... usted es?
– Ahá. – asiente.
Suelta su pluma de nuevo y se levanta de su asiento, arroja los
despojos de su manzana a un cesto junto a su mesa y refriega sus manos.
Luego me mira.
– Yo soy Joan O'Neil. –extendiendo mi mano.
– Ya sé quien eres, ¿recuerdas?
– Sí, pero...
– Escucha. Tengo mis razones para haber accedido a que estés aquí.
Lo único que te pido es que hagas esto fácil. Estarás cerca y deberás
aprender por ti misma aquello que creas necesario. Créeme lo menos que
necesito es alguien tras de mi asediándome a cada paso. ¿De acuerdo?.
– Sí, no se preocupe por nada, apenas notara mi presencia y, en
cuanto a entorpecer su trabajo, quisiera saber sí alguna vez alguna pregunta.
Su rostro es de fastidio.
– Ahora tengo que marcharme hay unos asuntos que debo resolver,
tendrás que esperar aquí. Mañana al mediodía volveré. Cualquier cosa que
necesites pídesela a Tobir ya le he dado instrucciones
20
21. – ¿Tobir? –pregunto.
– Sí, ya le conoces. Es el hombre que te trajo hasta aquí. –responde
mientras mete varios de sus frascos en una mochila.
En ese momento la puerta se abre, Tobir entra y con un perfecto
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acento ingles le comenta que todo esta preparado.
Al momento, sale con la mochila de la cabaña, yo la sigo y, tras
nosotros, Tobir cierra la puerta y nos acompaña. Se introduce en el coche, el
anciano le dice algo a través de la ventanilla tras lo cual ella le dedica una
leve sonrisa. Después se pone a mi lado y finalmente arranca, y el cacharro
se aleja.
– Así que hablaba mi lengua todo el tiempo. – le digo al viejo
– Sí.
– Pero entonces ¿por qué no lo hizo?
– No hice ¿Qué?
– Hablarme.
– Nunca preguntó nada.
– Pero...
Y de nuevo dejo ver sus blancos dientes. Dejo el tema admitiendo que
en verdad tiene razón. Ni siquiera me había presentado, su aspecto me hizo
dar por sentado que... bueno no sé.
– Tobir, ¿a dónde va? –cambio de tema.
– Al albergue de Neiry.
– Y ¿qué se supone que hará allí?.
– Ha surgido unos casos de sarampión y urge asistirlos antes de que
se expanda.
“Así que no sólo investiga, también acuden a ella para ejercer su
medicina”, pienso.
21
22. – No hay muchos médicos por aquí ¿verdad? –sigo preguntando.
– Así es, ni muchos medios para combatir las enfermedades.
Mientras las luces del vehículo se pierde de nuestra vista Tobir se
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vuelve a mí.
– Creo que es hora de descansar, mañana le llevaran su desayuno.
Me acompaña la mitad del camino y espera a que me introduzca en mi
cabaña. Luego, con un leve movimiento de mi mano me despido y el asiente
con su cabeza.
Que torpe he sido, me reprocho mientras cierro mis ojos y me apoyo
en la puerta que acabo de cerrar.
– ¡¡Torpe, torpe, torpe!! –me repito.
Desabrocho mi camisa a la vez que me pregunto como la tal doctora
podía ser esa mujer de apenas unos 6 o quizás 7 años mayor que yo. Quien
podría imaginar siquiera que un libro que estaba revolucionando las técnicas
curativas por el mundo era escrito por una mujer tan joven.
De alguna manera esperaba una señora en plena madurez con gafas
en la punta de su nariz que, pegada a un microscopio, se rodeaba de cientos
de hojas.
Recordé el encuentro con esa mujer a mi llegada y la verdad, sí no me
tomaba en serio a partir de ahí lo entendería perfectamente.
– ¿Qué he echo Don? –pregunto al aire mientras voy en busca de mi
anillo, buscando consuelo y escuchando las palabras que Don diría si
estuviese aquí.
– ¡Es una torpeza! Sabes el efecto de la primera impresión, de hecho
esto es algo que muchas veces define un triunfo de un fracaso. –sus palabras
surgieron en mi cabeza como si de su propia boca estuvieran saliendo.
Doy un suspiro mientras acepto lo que ya no se puede borrar y decido
22
23. que es un buen momento para escribir mi primera carta.
“Querido Don tan sólo he llegado y a las pocas horas ya deseo volver
a casa, a verte, te extraño
La dichosa doctora ha sido toda una sorpresa, en realidad se trata de
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una ruda mujer, antipática y exasperante que tiene el no tan preciado Don de
poner mis nervios a cien. Tan sólo espero que mi trabajo aquí avance lo más
rápido posible y con un poco de suerte estar pronto en casa.
Lo sé, tengo que ser fuerte, no hay premio que se gane por sí solo...
pero es que... es que... intuyo que esa mujer no va a ponérmelo fácil.... . etc...
etc...”
EN EL COCHE:
– ¡Qué suerte la mía!. Por fin decido que uno de estos individuos con
ansias de gloria se acerque y ¿Qué me encuentro?, una jovencita : perdón a
esto, perdón lo otro. ¿La doctora Mc'Dawly? – (con tono imitador y burlón).
Ante el coche, en la carretera un elefante cruza sin prisas y, sin dejar
de acelerar con un volantazo lo esquiva eficazmente.
(Mientras una sofocada cara sigue protestando).
– Estúpida rata de ciudad, ¿Qué voy a ser ahora contigo?. Tobir ¿para
que te escucharía?. Tus palabras de apoyo a la idea de que llevara al resto
del mundo lo que se, para beneficio de todos no tenía necesariamente que
implicar para mi tan exasperante carga.
– Sin embargo – (una satisfecha sonrisa en su cara)– es evidente que
le hiciste sufrir un poco Por el aspecto que tenía la primera vez que la vi
23
24. deduje que la habías traído por la vieja carretera de Sambuk. Su melena
rubia era una maraña de enredos y sus ojos verdes parecían salírsele de sus
orbitas de la rabia – (recordó la imagen)– Conociéndote como te conozco
debiste de haber puesto todo el peso de tus carcajadas en el acelerador.
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– Maldito viejo embaucador. –una sonrisa tierna en su cara.
– Bien tres horas más y llegare. sólo espero llegar a tiempo, de entre
los cerca de 200 niños que se alojan en ese albergue tan sólo 4 dan síntomas
según Alan. Tan sólo espero que no se extienda. En esta tierra toda
enfermedad lleva un ritmo demasiado acelerado. Es el lugar del mundo, de
los que haya podido visitar, en que un simple catarro en un sólo estornudo
puede ser, en tan sólo un día, algo imparable. Ni siquiera en África o
Mongolia he visto cosa igual.
– Viejo cacharro. ¿Es esto todo lo rápido que puedes ir?.
La mañana siguiente llego demasiado pronto. Apenas sí salía los
primeros rayos de sol, cuando alguien llama a la puerta.
– Bien, bien, ya voy. – me levanto mientras despego mis ojos
empujándolos hacia arriba lo más fuerte que puedo
– Síííí, ya voy – respondo de nuevo ante la insistencia.
Mi pequeño salvaje trae un pequeño cuenco en sus manos con un
poco de te, un plato de tortas de cebada y trigo, y un recipiente de madera
lleno de agua fresca.
Esta vez no acepta mi invitación a entrar, sencillamente al tomar la
bandeja sale disparado riendo.
– Muy simpáticos están resultando estos indios, muy simpáticos.
Cierro la puerta y pongo la bandeja sobre la mesa. Allí descansa aún
sin acabar mi carta de anoche.
Me cambio de ropa mientras observo por mi ventana que la vieja
ranchera aún no ha llegado.
Tras comer algo salgo y nada más cruzar la puerta veo a Tobir que
24
25. camina por la calle.
– ¡Buenos días Tobir!
– ¡Buenos días! –y sigue de largo.
– ¡Tobir! Tobir! –se gira a mi llamada.
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– Esstoo... en realidad no se como decirlo, pero ¿dónde hacéis?... ya
sabes... eh...
El hombre quiere entender, pero aún no lo hace.
– Ssiii... buenoo.. el baño.
El hombre sonríe mientras señala los limites del pueblo
– Ahí lo tienes.
– ¿Cómo? ¿es que...? ¡Por todos los cielos! ¡No!
El hombre se carcajea mientras retorna su rumbo.
– ¿Y ahora que?. Bueno detente, ten calma, esto no significa nada
para ti, se positiva y respira hondo, no es lo peor que puede pasar. No señor,
no lo es.
Voy derecha a las afueras del lugar, justo al nivel de la trasera de mi
cabaña y me dispongo a hacer lo que debo sin más demora.
Justo cuando estoy sintiendo un gran alivio, tras de mi unos gritos
ensordecedores se acercan. Volteo mi cabeza y un hombre con turbante
semidesnudo corre contra mi.
Mi rapidez me sorprende a mi misma y levanto mis pantalones
mientras grito yo también e intento huir.
En respuesta a mis gritos Tobir aparece de la nada corriendo a mi
encuentro. Cuando llega hasta mi sostiene mi tembloroso cuerpo en sus
manos, luego me suelta y corre hacia el individuo.
Ya parece que se va calmando bajo las palabras de Tobir. El hombre
25
26. le lleva al lugar donde hacia poco yo disfrutaba, mostrándole el terreno. Tobir
le tranquiliza y luego se aproxima a mi.
– Bien hecho. Sí, muy bien hecho. –me sonríe.
Mi cara esta expectante, en realidad todo yo lo estoy.
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– ¿Qué diablos.. ? –me pregunto.
– sólo que no debieras haberlo hecho en su huerta. –sigue diciendo
Tobir con una burlona sonrisa.
Y con eso una sonora carcajada broto de su garganta.
Corro, corro lo más fuerte que puede asegurando con mis manos que
mi desabrochado pantalón no cayera. Atrás dejaba las carcajadas del
anciano mientras, de un sólo movimiento, me introduzco en mi cabaña,
donde me tiro en la cama y lloro mientras recrimino maldiciendo la falta total
de dignidad.
Al cabo de unas horas Tobir se acerca a preguntar sobre mi estado y
ya recuperada de mi aventura respondo con un ademán de mi cabeza. Me
comenta además que aún falta varias horas para el regreso de la doctora, así
que me alienta a que pasee por el pueblo, me indica donde esta su cabaña
por sí necesitara de algo, y se marcha de nuevo.
Decido que es buena idea y salgo a merodear por la aldea.
Por las calles algunos hombres guían vacas hacia el río, algunas
ancianas cocinan fuera de las casas. Algunas mujeres se preocupan por sus
quehaceres caseros, sacudiendo alfombras, tejiendo e incluso despellejando
animales para su cocción. Me dirijo al río de donde gritos de niños que juegan
en sus aguas parecen divertirse y me siento en su orilla. Por largos
momentos contemplo aquel río, lo calmado de sus aguas me transporta a una
cierta paz, que incluso el alborotado juego de los pequeños puede romper.
En realidad sus juegos parecen parte del paisaje, lo mismo que con el cántico
abstracto pero a la vez embriagador de las mujeres que, al otro lado de mi
sacuden sus ropas contra las piedras de la orilla. Todo es tan rudimentario y
26
27. a la vez tan... tan...
Un grito suena, una voz infantil se repite una y otra vez.
Al girar mi cabeza, mi pequeño salvaje levanta una mano de entre sus
compañeros y le dedico una sonrisa. De inmediato unos 9 niños me rodean
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– Hola, mi nombre es Joan. –me presento.
Su silencio habla por sí mismo.
– Yo, –señalándome a mí misma.– Joan.
Mi pequeño amigo resulta ser el más atrevido de todos y repite mi
nombre, bueno, como puede.
– ¡Sí! –le digo con entusiasmo y aprobación.– Yo, Joan. –le repito.
Coloca su pequeña mano en mi hombro
– Jooaannn.
Le señalo ahora a el, dándole a entender que es su turno. Imitando mi
acción se señala.
– Milcoh. – dice.
– Milcoh, Muy bien, bonito nombre, sí señor.
Su sonrisa contagiosa me hace sacar de mi cara una sonrisa que creía
que había dejado en Philadelphia.
Pronto corrieron todos al agua de nuevo. A pesar de parecer
delgaduchos tenían una vitalidad que se les escapaba de los ojos incluso al
mirar.
Seguí mi paseo muy despacio, de regreso a mi casa y allí encuentro
ya la ranchera, delante de su cabaña de la cual se abre la puerta y sale la
doctora Wiincey rumbo a su vehículo.
– ¡Buenos días!. – li digo
– ¡Buenos días!. – levantando su rostro.
No quiero forzar más las cosas, se que debe estar cansada, y con la
27
28. misma dirijo mi atención a mi cabaña y entro en ella.
La cara de la doctora es de exagerado asombro, extrañada.
– Sólo buenos días, nada de bla o de bla o de más bla. Bien. – y
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también se introduce en su cabaña.
JOAN:
Ya a la hora del almuerzo llevo escrito en mi block mis primeras
impresiones sobre su trabajo de investigación y de medico.
El calor dentro se había vuelto casi cruel y había tomado la feliz idea
de sentarme fuera con el respaldo de la silla apoyado en una de las paredes
del frontal de la casa y sostenida en sólo dos patas.
Un ruido desde la cabaña de al lado distrajo mi atención, era la puerta
y de allí salía ella, que hizo un ademán de que me acercase para luego volver
a entrar.
Cuando quise darme cuenta en un salto estaba de pie y dejando sobre
aquella silla mi portafolios, me dirigí hacia allí.
– ¿Puedo pasar? –toco levemente en la puerta.
– ¡Sí, adelante!
– ¿Usted dirá? –le pregunto.
– Sí, mañana temprano debo regresar de nuevo al albergue. He
pensado que quizás querría ir con nosotros
Mi corazón se acelera con la idea de que por fin empezare a trabajar
en serio, pero no dejo que note mi entusiasmo, de alguna forma esa mujer
me inspira algo, quizás.. temor..
– Sí, eso estaría bien. – respondo.
– ¿Has comido ya?.
28
29. – No, aún no.
– Bien, comeremos aquí, así tendremos oportunidad de ultimar
detalles.
Y diciendo esto deja por fin de sacar frascos de su mochila.
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Pronto aparece Tobir junto a dos mujeres portando unas bandejas que
sitúan en la mesa libre del cuarto.
Tras ello se marchan de allí quedándose Tobir con nosotras y cerrando
la puerta tras ellas, no sin antes hacer un reverente gesto de gratitud al cual
ellas responden de igual forma con las palmas unidas bajo sus barbillas.
Una vez en la mesa Tobir, la doctora y yo solos, el ruido de los
cubiertos de madera sobre el latón de los platos, son los únicos sonidos en la
habitación. La doctora come mientras en su mano libre sostiene unos folios
que sigue con sus ojos mientras mastica. Tobir come pausadamente mientras
de reojo le hecha un vistazo a la mano que sostiene los papeles, con un
gesto de su mano los arranca de la de la doctora, que inmediatamente
después protesta.
– ¡¡Eeeehh!!
El anciano apunta la comida de su plato con su dedo y ella asiente
con cara de rabia pero sin protestar más.
Yo contemplo la acción de reojo, mientras aparento remover la comida
de mi plato, del que hacia ya bastante tiempo había abandonado la idea de
descubrir de que se trataba.
Tras medio minuto, o así, la doctora rompió el silencio.
– Y bien periodista, ¿ ya estas instalada?.
– Cuanto honor, la arrogante intenta conocer algo sobre mi. – pienso
– Yo... eh... sí, gracias. – respondo – (Estúpida hipócrita, pregunta por
preguntar) – pienso.
– ¿Todo bien en tu cabaña?. – (Seguro que echa de menos las
29
30. comodidades de la ciudad, sucia rata de... )
– sí, bien en realidad. – mentí.
– ¿Algún problema desde mi ausencia? – (¿cómo algo sobre una
huerta?)
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– Noo, no en verdad.
Mientras, siento a Tobir sonreírle a su comida y un esfuerzo por parte
de ella de esconder su sonrisa que finalmente explota en unas carcajadas.
Me remuevo de mi silla con toda la vergüenza sobre mi y mis ojos
clavados en ellos dos. Siento la furia en mi cara.
Las risas continúan. Cuando parece que en mis ojos unas lagrimas
cobardes se apuran por salir
Tobir corta su risa y estira su brazo para frenar la de la doctora y, en
hindú le dice unas palabras que deja la habitación de nuevo en silencio. sólo
mi corazón parece resonar entre aquellas paredes.
Hago un esfuerzo para no llorar y ellos siguen de nuevo con su
comida.
No puedo, no puedo soportar su actitud. Pongo mi cubierto sobre la
mesa mientras me incorporo de la silla
– Creo que volveré a mi habitación. Hay algunas cosas que debo
hacer. – me excuso.
Sin mirar sus caras voy hacia la puerta y me marcho de allí.
En la mesa...
– Creo que no se lo ha tomado bien. – dice Tobir (recordando la
expresión de aquellos ojos verdes)
– Ese es su problema.
– No creo que sea así.
30
31. – Ah, ¿no?
– No, y lo sabes.
– No fue idea mía que estuviese aquí.
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– Sin embargo está.
– ¿Y?
– Ya es bastante duro estar en tierras extrañas, ya deberías saberlo.
No creo que sea mucho pedir un poco más de hospitalidad y respeto hacia
ella.
– ¿Respeto? ¡Respeto! Lo único que respeto es el posible trabajo que
pueda sacar de aquí y eso no me da el suficiente permiso para respetarla a
ella. Sus ansias de fama le ha traído aquí, no sabe ver más allá de lo que
puede ser positivo para su extraordinaria carrera. En realidad creo que no
piensa en otra cosa que no sea sí misma.
– Quizás, pero eso no es tu problema, es el suyo. Recuerda cuando tu
también te sentías una extraña y como dejaste de serlo.
El viejo de alguna forma había dado en un punto doloroso dentro de
ella que dejo su mirada perdida en el dolor.
(El anciano coloco su mano en uno de sus hombros y ella movió una
sobre la suya).
– Lo sé, lo sé... – dijo rompiendo el silencio.
– Tan sólo es que... simplemente me pone mala. –dijo con un gesto de
rabia casi cómica en su rostro.
Y siguieron comiendo. Tobir alcanza su cuchara a su boca, y de reojo
observaba como Wen, que era así como la llamaba, dirigía sus hermosos
ojos azules hacia la silla que momentos antes había estado ocupada por la
joven periodista. Ella recordó la expresión de dolor dominado en el fondo de
aquellos grandes ojos verdes de la mujer, y luego prosiguió con su comida.
Esta reacción provocó en el una sonrisa que guardo sólo para sí y en
31
32. sus ojos un intenso brillo.
JOAN:
– ¡¡Condenada bruja¡¡ ¡¡arrogante y engreída estúpida!! – gritaba Joan
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mientras entraba en su habitación.– ¿así que quieres guerra? –apuntando
con un dedo al aire como si estuviese allí.– Pues sí, mi querida doctora come
hierbas. Tú y sólo tú has marcado las pautas, y sí quieres guerra la tendrás. –
dando una patada al aire y cerrando su puño a ese mismo amenazando. –
¿Va todo bien? ña.. ña... ña... –rendando su voz.– Especie de reptil baboso.
Lo estará el día que no tenga que aguantarte.
Tras mi arranque de valentía cobarde, pase el resto del día buscando
el enfoque a mi trabajo. sí tenía que aguantar toda esa humillación haria que
valiera la pena, de cualquier de la maneras
En mi dedo mi anillo reluce, de alguna forma causa un remedio
pacificador en mi.
Tobir esta sentado en una mecedora en la entrada de su cabaña
disfrutando de la ya oscura tarde, que había dejado atrás los luminosos
colores naranja en el cielo, dando paso a un infinito techo de estrellas. El
silencio era rodeado de aullidos de monos y aleteos de aves que desde la
selva se hacen eco en la aldea. Cuando de pronto, algo llama su atención a
su costado.
Desde su cabaña Wen sale en dirección al habitáculo de la periodista.
De nuevo una pequeña sonrisa y se levanta rumbo al interior de la suya. Por
entonces Wen había alcanzado su destino).
Toc, toc.
– ¿Síííí? –una voz replico de mala gana.
– ¿Puedo pasar? –pregunta Wen.
32
33. Mis ojos se agrandan y una mueca rabiosa en mi cara.
– ¿Qué querrá ahora? ¿Más risitas quizás? –digo a regañadientes,
sólo para mí.
Apuro en esconder mi anillo de nuevo y acercándose a la puerta
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inhalo para borrar la rabia de mi cara y abrir
– Hola. – dijo Wen
– Hola. – respondí.
– Creo que no hemos podido hablar acerca de mañana
– ¡Ah, si!, por supuesto. Pase.
Sigo sosteniendo la puerta mientras se introduce dentro y la cierro tras
ella.
– Cuando quiera. – digo y la descubro echando un vistazo curioso
alrededor. – encima cotilla– pienso.
– Bueno, debes llevar botas altas, pantalones bajos, alguna camisa
que cubra todo tu brazo. Sin olvidar alguna manta y abrigo y, por supuesto, –
dice mirando mi pomada antimosquitos de sobre la mesa – no se te ocurra
aplicarte eso.
– ¿Cómo?
– Quizás de donde vienes sea efectivo, pero a los de aquí los atrae
como la miel a las abejas.
– Pero...
– Si necesitas algo yo puedo darte un remedio más efectivo. ¿Alguna
pregunta?
– Creo que no. Bueno, ¿estaremos fuera mucho tiempo?
– Eso nunca se sabe. – dice mirando directamente mi cara con
seriedad.
En ese momento me doy cuenta de que es la primera vez que la veo
33
34. por algo más de un momento fugaz.
Sus ojos azules son fríos y su mirada calculadora, realmente me
intimida la fuerza que emana de ellos. Su camisa desabrochada deja asomar
su camiseta blanca bajo ella, de su cuello una piedra azul cuelga de una
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especie de cordón de cuero negro que la atraviesa por su centro. Su pelo liso
cogido a su espalda con flecos cayendo por su frente y algunos mechones
sueltos por los laterales de su cara, es oscuro, casi negro en realidad.
Ella levanta su mano y rasca ligeramente su cien y con esto me fijo en
lo delgados y largo de sus dedos. Todo el momento me recuerda a un
examen, se que hace lo mismo conmigo.
– Bueno. ¿Ninguna duda mas? –un tono enérgico vuelve a su voz.
– Creo que no. – respondo de la misma forma.
– Pues hasta mañana entonces. –dirigiéndose a la puerta
– Hasta mañana. –la acompaño.
Abre la puerta y sale. Veo que se aleja y su perro se encuentra con
ella en el camino de regreso a su cabaña. Antes de verla introducirse en ella
cierro de un sólo golpe.
– Hasta mañana entonces. –rendando.
Preparo todo, incluyendo mi portafolios y paso la noche terminando mi
carta a Don mientras no puedo evitar que alguna lagrima corra por mi mejilla.
No ha amanecido aún y la ranchera da tumbos de un lado para otro en
un frenético va y ven. sí el viejo Tobir me había parecido loco al volante, no
podría definir la conducción de la doctora Winsey. Sin embargo, debo
reconocer, que era bastante diestra en esquivar los obstáculos en el camino,
aunque para ello no utilizaba para nada el freno, en verdad nada en ella
parecía tenerlo.
Había empezado a clarear el día cuando tomamos otra vía, ya lejos de
34
35. la selva, que permitía que el viaje fuera más suave. Durante el trayecto no
había hablado mucho, todo el tiempo buscando donde agarrarme, pero ahora
podía disfrutar algo más del paisaje, que era deliciosamente asombroso.
Inmensas llanuras verdes, con serie de árboles aislados, al fondo unas
lejanas, pero preciosas montañas nevadas en sus cimas. El verde de
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aquellos árboles era más intenso de lo que había visto nunca.
– ¿Cómo vas?
”Bien desarmada", pienso pero contesto:
– Muy bien.
Tras unas horas más de camino tras esa pregunta, llegamos a nuestro
destino.
El albergue terminó siendo algo parecido a una vieja iglesia, vieja y
ruinosa, a cuyos lados se disponían una serie de viviendas de idéntica forma,
pero en estado precario. El encalado se había caído casi por completo y
ladrillos de arcilla blanca, de dudosa consistencia, aparecía tras de él.
– Alan, ¿cómo va todo?. – dice la doctora a uno de los hombres
sonriente que se aproximan a ella
– Todo parece ir bien. – le contesta un maduro hombre de cerca de los
40. Su tez morena más de la intemperie que del color natural de las gentes
hindúes y con facciones europeas.
– ¿Algún caso más? – le pregunta de nuevo con cara más seria.
– No, creo que has conseguido de nuevo vencer en la batalla antes de
que comenzara la guerra. – le sonríe
– ¿Tobir? – saluda al anciano, a lo que este responde bajando su
cabeza, para luego tomarse mutuamente de sus antebrazo y sonreírse.
El buen hombre repara en mi, cuando veo a la doctora alejarse con su
mochila.
– Gracias de nuevo, por nada. – pienso, y veo como el hombre hace
un ademán de acercarse
35
36. – Hola, soy Alan. Tu debes de ser la periodista ¿verdad?. He oído algo
de ti.
– Sí, ya imagino. – pienso.
– sí, soy Joan O'Neil, mucho gusto. – estrecho su mano y nos
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encaminamos tras los demás
– Bueno, ¿cómo te va con Wen?
– ¿Wen?
– Si. – apunta con un ademán de su cabeza hacia la doctora
– Bueno... Bien.
Se sonríe y me doy cuenta de que no he estado convincente
– Debes tener paciencia con ella, en realidad es una de las personas
más respetadas de la zona y no en vano, créeme.
Noto como sus ojos la miran con un cierto atisbo de cariño, intenso
cariño.
– Sí, no habrá otro remedio.
Una vez en el interior de lo que desde fuera pareciera una antigua
iglesia, veo que es un gran comedor con grandes mesas alargadas de
maderas avejentadas y pulidas de tanto uso.
Caminamos a través de la estancia y encontrar que donde podría estar
la vicaría, se encuentra ahora una especie de salón con una mesa en su
centro, rodeada de sillas y una pequeña cocina al lado izquierdo del recinto.
Allí, Alan se acerca al fogón y pone un cazo de agua a hervir. Mientras,
Tobir dice que saldrá fuera a dar un repaso al vehículo. La doctora con su
cabeza dentro de su mochila busca algo y yo opto por esperar un próximo
movimiento de alguien.
– Enseguida vuelvo. – dice la doctora sin mirar a nadie, concentrada
en algo que sólo ella sabe. Con su mochila en una de sus manos,
desaparece del cuarto.
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37. – Siéntate, por favor. – me pide Alan
– Se lo agradezco. – y me siento
– Enseguida estará preparado el te.
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– ¿a dónde va?. – le pregunto.
– Va a visitar a unos niños. Debe cerciorarse de su estado aunque han
pasado la noche bien. Su fiebre bajo nada más atenderlos la pasada noche.
Ella lo sabe, pero es así, siempre tiene que ver las cosas por sí misma. –
responde sin desviar su atención en preparar la infusión.
– Comprendo.
– ¿El que?, ¿Qué es bastante cabezota?.
– No, yo no quise...
– Créeme, lo es. – se da la vuelta y me sonríe conocedor.
El agua hierve y Alan se acerca con dos tazas de te en sus manos,
me ofrece una y se sienta en una silla contigua.
– ¿De donde eres?. – me pregunta
– De Philadelphia.
– ¿Y usted?
– No por favor, nada de”usted". Soy de Dublin, Irlanda. – y da un
primer sorbo del humeante liquido.
– Ah, bastante lejos ¿no?.
– sí, no estoy aquí por que me lo propusiera, llegue a esta tierra como
de pasada, sólo un inmigrante más en busca de fortuna que esta tierra
prometía, al cabo de unos años me di cuenta de que no iba a tener suerte,
pero supongo que ya era demasiado tarde.
– ¿Tarde?
– Sí, esta tierra y sus gentes, sus costumbres, todo ello clavo sus
garras en mi y jamás hubo retorno.
37
38. Me gustaba este hombre, al menos decía ”por favor” y le gustaba casi
tanto como a mi la charla
– ¿Cómo es que estas aquí?. Me refiero a este lugar.
– Oh, yo termine casándome con una increíble mujer nativa. Ella
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falleció tras unos años y lo demás es una larga historia.
– No, por favor, continúe.
Para su propia satisfacción, y la mía, siguió hablando.
– Tras su muerte caí en tal estado de dolor que poco a poco fue
consumiendo no sólo mi alma sino también mis pocas posesiones. Perdí todo
cuanto tenía en bebidas y en absurdas apuestas en bares de mala muerte de
los rincones de Calcuta. Llegue incluso a mendigar por las calles hasta que
un día para mi suerte tropecé con el Padre Jeremy, el me trajo aquí en
calidad de paciente, aquí mis heridas fueron curando poco a poco.
– ¿dónde esta el?.
– Oh, él murió hace algunos años victima de unas fiebres. Yo decidí
quedarme aquí y continuar una labor que ya considero mía, cuidando de
gentes que ya considero mi propia familia, quizás la que nunca llegue a tener.
– Es algo triste.
– No, no lo veas así, no todo el mundo tiene la posibilidad de ser
aceptado y de ver además que su amor sea correspondido, y eso ha hecho
esta tierra por mi, me corresponde en cada cara que se cruza en mi camino,
en la calma que me traído y la oportunidad de encontrar cosas que estoy
seguro que en Irlanda jamás habría sospechado que existiera.
No entiendo muy bien lo que quiere decir con eso, pero su historia es
verdaderamente digna de ser escuchada.
– Bueno, ¿Qué te parece sí te muestro todo esto?. – se levanta.
– Sí, de acuerdo. – levantándome también.
– El comedor ya lo has visto, aquí cerca de 15O personas comen cada
38
39. día.
Salimos de allí y nos dirigimos a la izquierda, entramos en uno de los
habitáculos donde hileras de camas que se pierden hasta su fondo se alinean
una junto a otras.
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– Este es unos de los dormitorios, los restantes son iguales a este.
Cruzamos al otro ala del albergue mientras veo que a unos metros
Tobir remueve algo dentro del abierto capo de la ranchera. Sigo a mi guía y
de repente gritos de niños empiezan a escucharse. Nos dirigimos a un
descampado donde cerca de 30 niños juegan con una pelota de cuero vieja,
sólo una figura adulta entre ellos.
– Estos niños son tanto hijos de gentes que duermen aquí
asiduamente, como huérfanos recogidos
de campos de arrozales donde eran explotados.
– Es que ¿los niños trabajan?.
– La mayoría de ellos sí, la gran mayoría en realidad.
– ¡Por todos los cielos!, ¿y sus padres?.
– La gran parte de ellos se alegran de que tengan la suerte de
conseguir un trabajo. A veces las pocas ganancias de uno de los pequeños
es de lo que disponen una familia entera para comer. La vida aquí no es fácil,
ya desde la época de las colonias todo aquí ha ido cambiando tanto. A veces
parece inconcebible pensar que civilizar o explotar signifique destruir unas
estructuras tan sutiles y la sencillez de las vidas de estas gentes.
– Aquel que vez allí es Arial. – cambiando de tema.
– El ayuda en lo que es necesario y además es un buen amigo. Luego
te lo presentare.
– Ven, sígueme. – me indica.
Nos dirigimos a los recintos que momentos atrás habíamos pasado de
39
40. largo.
– Esto son los almacenes donde guardamos las herramientas de
cultivo. Aquí todos ayudamos de la forma en que podemos. Algunos trabajan
en campos de varias maneras y utilizan este lugar como hogar, otros no han
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tenido tanta suerte y cultivan nuestros propios alimentos en unas tierras no
muy lejos de aquí, hacia el norte.
Estaba totalmente desolada ante lo que veía y escuchaba. La historia,
que poco tiempo antes me contaba, hablaba del amor que en esta tierra
había encontrado, sin embargo a mi esta tierra me parecía devastadora e
incluso cruel.
– Bien y esta se supone que es la enfermería. Somos muchos y es
corriente que siempre haya alguien ocupando esta estancia.
Mientras avanzamos por un pasillo en medio de hileras de camas, noto
el olor a rancio en el aire.
Al final de el puedo ver a la doctora Winsey agachada ante una de las
camas. Nos acercamos.
– Y bien, ¿cómo va nuestro amigo?.
– Bien, ¿a que sí, ehh?. – mientras hace cosquillas a un pequeño que
con ojos saltones responde retorciéndose e intentando protegerse.
– ¿Ah si?, pues quizás podríamos hacer algo para cambiarlo eso.
El niño grita algo mientras su sonrisa es casi histérica presintiendo
algo.
– ¡Ven aquí!. ¡Soy el temible tigre de Malasya y tengo mucha
hambree!.
Entierra su cabeza en la barriga del crío y este grita entre su risa que
incluso me hace sonreír a mi.
A ambos lados del pequeño otros dos niños más mayores sonríen ante
la escena y en otra otro parece dormir. Es en ese en cuya frente se encuentra
la mano de la doctora que la retira y le arropa con cuidado.
40
41. Alan se voltea
– ¿Y bien ?
– Tiene algo de fiebre aun. En sus hermosos ojos azules un destello
de preocupación.
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Coge de su mochila uno de sus frascos con una gran etiqueta blanca
a su alrededor y con sólo una”efe”como única inscripción. Unta en su frente y
en la hendidura de su garganta una especie de pomada marrón con un
intenso olor desconocido por mi, que pronto llena el ambiente.
– Creo que va a ser mejor que esta noche la pasemos aquí. – dice sin
dejar de mirar con algo de preocupación, al pequeño al que ligeramente le
tiembla los labios.
Alan sabe que lo eso significa y sale de allí con la idea de hacer lo
necesario para que nos instalemos. Sigo sus pasos con la mirada y cuando
se va, devuelvo la vista a la doctora que no parece ser la misma sentada
junto a aquel crío y poniendo un humedecido paño en su frente.
– ¿Se pondrá bien?
Su mirada retorna a mi, sus ojos fríos de nuevo me miran de reojo y
no contesta. Vuelve su atención a lo que estaba haciendo e ignora mi
pregunta.
Su actitud no me sorprende del todo y dando una leve mirada al
pequeño les dejo solos.
– Tobir, creo que pasaremos aquí la noche. – le digo.
– Sí, eso parece. – responde mientras cierra por fin el capo de aquella
coctelera.
– Bueno, creo que utilizare este tiempo para tomar algunas notas.
A Tobir no pareció importarle mi decisión ni mi comentario y,
arqueando sus cejas se alejo rumbo al pequeño hospital.
La sequedad de Tobir rivalizaba con la terquedad y mal humor de mi
41
42. estúpida doctora.
La mayoría del tiempo que llevo nuestra estancia allí lo llene
ordenando mis notas, a través de los pocos datos que tenía. Sin embargo me
alegre de saber que eran suficientes para un encabezado cuya orientación
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me satisfacía. Esta irritante mujer va a ser aún a su pesar mi futuro, un futuro
que ya adelantaba prometedor. Sabia de antemano lo bien que seria recibido
por la prensa sensacionalista descubrir quien estaba detrás de aquel libro, la
curiosidad era un factor a mi favor que estaba dispuesta a aprovechar.
Tan sólo había dejado mi labor cuando hacia la hora de comer varios
nativos empezaron a rondar las medianías del lugar acercándose para la
comida. Sus rostros parecían cansados, con ropas roídas y frentes bañadas
en sudor.
Podía ver a Tobir como saludaba a todo aquel que se le cruzaba y
como con reverente respeto estos le respondía.
Luego como mismo llegaron, se disiparon siguiendo cada uno
caminos distintos hacia los alrededores.
Pasado un tiempo después vi como Tobir se acercaba al hospital con
una bandeja de comida, mientras Alan se dirigid a mi con otra.
– Especialidad de la casa. – bromeo.
– Gracias
Arroz, una mazorca de maíz y algunos guisantes, junto a una torta de
cebada es mi almuerzo que prácticamente devoró.
Tobir regresa al comedor bandeja en mano y el tal Arial se acerca
mientras Alan interrumpe sus comentarios sobre la India para presentármelo.
Se incorpora del banco.
– Arial esta señorita es Joan
– Joan, Arial
Me levanto y extiendo mi mano ante la sonrisa de aquel joven hombre
hindú que la toma y sonríe sin apartar su mirada de mi pelo. Esta vez no me
42
43. sorprendo, definitivamente comprendo el efecto que este causa entre los
nativos.
El resto del día lo paso en la cocina entre deliciosas tazas de te y la
compañía de Alan que no deja de hablar de esto y aquello. Como buena
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periodista aprovechó para que, sin darse cuenta siquiera, girar la
conversación hacia mi terreno, mis investigaciones, pero no es mucho lo que
puedo recoger.
La hora de la cena atrae a muchas más personas al lugar y ante el
bullicio de voces salgo fuera, volviendo al banco. Contemplo la noche,
hermoso cielo el de la India, los sonidos de la selva empiezan a hacérseme
familiares, la húmeda noche parece contraer mis pulmones, pero en cada
exhalación deja en ellos una sensación de intenso frescor.
Mi vista recorre los grises de la noche hasta fijarme en la luz que sale
del hospital. Reparo entonces en que en todo el día la doctora ha dejado ver
su serio semblante por el lugar.
Pronto los que terminan de comer se van sentando junto a un fuego en
mitad del lugar, una música de algún instrumento de viento acompaña sus
diálogos y sus risas, mientras un enorme caldero de agua que empieza a
bullir reclama la atención de otros.
Parecen preparar te y se pasan cuencos de madera llenos unos a
otros.
Una mujer exóticamente vestida se acerca a mi con uno de ellos en
sus manos, mientras dudo tomarlo, la voz de Alan.
– Tómalo, es té.
Giro mi cabeza y veo la mujer delante de mi, sus penetrantes ojos
negros destacan en su rostro de forma evidente, en su frente un pequeño
circulo rojo, lleva unas ropas de fina tela y en sus manos unos tatuajes en
forma de extrañas ramificaciones. Era, en definitiva, la primera vez que me
fijaba bien en el atuendo femenino de estos nativos y, para mi sorpresa, tuve
que confesar que era de lo más exótico y hermoso.
43
44. Tome de sus manos el tazón sin dejar de mirar su rostro. Agradeció
mi gesto con una sonrisa que dejo ver sus finos dientes blancos, se la devolví
y volvió junto al fuego.
Alan asiente con su cabeza a que tome el liquido y lo hago, reconocí
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que se trataba del mejor te que había probado jamás, pensé mientras Alan
comentaba.
– Cada noche este pequeño ritual, no importa lo duro que haya sido el
trabajo o lo cansado que estén, tampoco que mañana antes de salir el sol
estén de nuevo entre sus quehaceres, siempre encuentran un momento para
saborear te compartiendo juntos largos momentos junto al fuego.
Mis ojos siguen a Alan mientras habla sin apartar su mirada del grupo
y los dirijo de nuevo allí.
Realmente es una estampa maravillosa, sus risas y bromas parece
que esconda la dureza de sus vidas, como si en verdad para ellos no fuese
tan dura o prefiriesen apoyarse en otro punto de la realidad que yo aún no
entendía.
Al terminar mi bebida, despierto de mi trance al escuchar la voz de la
doctora. Me incorporo de repente al sonido de su voz.
Me mira sorprendida ante mi reacción y le dice a Alan
– Creo que dormiré en el hospital esta noche.
– ¿cómo esta?. – Alan pregunta
– Esta costando que la fiebre remita, pero estoy convencida que
mañana estará correteando con los demás. No obstante deseo estar cerca. –
¿dónde esta Tobir?. – continua
– El debe de estar pendiendo su vieja pipa por algún lugar.
– Sí, seguro. – (con una mueca, casi una sonrisa).
Entonces se aleja
– ¡¡ey!!, ¿y que de mí? – pregunto yo.
44
45. – Alan se hará cargo. – responde sin mirar atrás.
Mis huesos acaban durmiendo sobre una especie de hamaca que Arial
coloco para mi en una de las esquinas de la cocina. La dureza de su base era
tal que el fino colchón de mi usual cama era todo un lujo en comparación, no
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obstante dormí toda la noche.
Un ruido de calderos me despertó en la mañana y cuando abrí un ojo
pude ver que Alan removía en los fogones.
– Buenos días. – dice.
– Buenos días
– Ya todos han marchado. ¿Quieres un café?
Supuse que ”todos” era referente a los habitantes asiduos del
alberque. Me sorprendí de mi misma por no haber despertado con el
tremendo jaleo que formaban en el comedor.
– ¿Café?, ¿has dicho café?.
– Sí. C– a– f– é.
– ¡Por todos los cielos!. ¿Es cierto ?, ¿tienes café?.
– Bueno, ya veo que sí te apetece, además creo que una buena taza
¿no?.
– Desde luego. Por favor.
Mientras lo prepara me incorporo y restriego mi cara para arquear mi
espalda y retorcer mi cuello de un lado a otro. Para cuando el café esta listo,
he recogido el desorden de mi catre. Mi camisa descansa en una silla y me la
coloco sin abrochar, mi camiseta arrugada delata la posición encogida en la
que debí dormir, pero no me importa mi aspecto, todos mis sentidos están en
el fuerte aroma a la tiznada infusión que pronto promete abrazar mi paladar.
Alan y yo sentados a la mesa no hablamos, simplemente disfrutamos
de nuestras tazas, cuando se acaba el suyo se marcha alegando sus
responsabilidades. Yo sigo sujetando mi taza con ambas manos,
45
46. amarrándome a su sabor en mi boca.
Pronto camino con ella hacia fuera, todo esta ya desierto excepto
Tobir que parece sujetar algo en la parte trasera de la ranchera. Él se gira y
me ve. Yo le sonrío y alzo mi mano. Él alza la suya y sigue con lo suyo.
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Echo un vistazo al cielo y respiro hondamente y acabo el último trago
de mi taza. Resueltamente voy de nuevo a la cocina para volver a llenar otra
taza, pero decido ganar puntos y en vez de tomarla se la llevo a la doctora.
Toco suavemente en la puerta y sin esperar respuesta entro.
Mientras camino hacia el fondo no veo a nadie de pie todos los que allí
están aún duermen, incluso ella, la miro allí con sus ojos cerrados y me hace
pensar que la noche allí debió ser larga, al mismo tiempo que creo que seria
el momento ideal para agarrar su cuello y liberar el mundo de tal sufrimiento.
Me sonrío ante mi propio pensamiento.
– ¿Qué pasa?. – con somnolienta voz y ojos cerrados – una voz
pregunta.
– Buenos días, pensé que tal vez le apetecería... – sin alzar la voz.
– ¡¡Café!! – abre sus ojos mientras se sienta y estira su mano
reclamándolo.
Lo toma, le da un primer sorbo mientras estira la mano hacia la frente
del niño a su lado y sigue tomando trago tras trago de forma más relajada.
Espero unas gracias o algo así, pero...
– Creo que en una media hora podremos salir de vuelta. Coge lo que
debas y nos vemos en el coche.
Recojo todo del comedor al mismo tiempo que me digo lo que nunca
oí.
– Gracias Joan, has sido muy amable, en verdad te lo agradezco.
¡Terca mula!
La despedida de Alan y Arial no fue nada ceremonial excepto por el
gesto delicado de Alan al acercar mi mano a su boca, cosa que a mi me
46
47. agrado, pero que provocó un ridículo gesto de ironía en la cara de la doctora.
Tras de eso y de unas tomadas de manos por parte de ellos y un gentil beso
que Alan puso en la mejilla de la doctora, partimos.
Tomamos el camino de vuelta, pero esta vez mis dos amigos
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entablaron una larga charla en hindú donde no había sido invitada, de todas
formas no me importo, tras unas horas me quede profundamente dormida
Un frío y cruel frenazo del vehículo me saca de mi sueño, al abrir mis
ojos veo que justo delante del coche un hombre, seguramente campesino de
la zona, permanece inmóvil delante del vehículo con sus manos alzadas.
Grita algo que no entiendo. Inmediatamente Tobir y la doctora se bajan y van
a su encuentro.
– ¿Y ahora que?. – me digo fastidiada.
Aquel hombre se apoyaba en Tobir al tiempo que señalaba con una
de sus manos un lugar ladera abajo por una empinada y rocosa bajada.
Tobir acerco al hombre a un árbol cercano y lo sentó apoyado en el,
tomo el pulso de su mano mientras el otro sujeto le invitaba a que se
marchara, pues el estaba bien.
Tobir se perdió ladera abajo, justo por donde la doctora momentos
antes había desaparecido.
Mi curiosidad, innata de cualquier periodista me hace bajar del coche y
correr en la misma dirección. Lo que allí encontré era del todo inesperado
para mi.
Un viejo vehículo boca abajo había rodado por la ladera y a ambos
lados dos hombres yacían heridos. Tobir y la doctora trataban de sacar a un
tercero desde debajo del amasijo de hierros.
La doctora se percato de mi presencia.
– ¡Ve al coche y trae mi mochila! – me ordeno.
No dude un instante y subí agitada por la ladera, incluso a cuatro
patas para llegar hasta el coche.
47
48. De allí volví aún jadeante ladera abajo hasta casi llegar hasta ellos. Lo
que vi, de nuevo me dejo aterrorizada. Habían conseguido sacar el hombre
de allí, yacía en el suelo, la mayor parte de el ensangrentada, una gran grieta
en su pierna derecha no dejaba de sangrar. El hombre lucia pálido, como
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muerto.
La doctora giro su concentrada y agitada cara para estirar su mano
hacia la mochila, pero ya mi terror la había dejado caer de mis manos, ella la
siguió con la mirada para verla dejar de rodar varios metros más abajo
Mi cara se ensombreció de frustración por mi propia reacción mientras
me devolvía su mirada encolerizada, todo su rostro endurecido, en tensión.
– ¡Estúpida imbécil, sí no eres capaz de ayudar, lárgate de aquí!
– Yo...
– ¡Lárgate! ¡¡Desaparece!! – volviendo su vista al hombre que yace en
sus brazos.
Mientras me doy la vuelta logro ver que Tobir corre ladera arriba con
la mochila en sus manos.
Cuando llego al coche mi corazón amenaza con salírseme del pecho,
entre jadeos y entrecortados gemidos puedo escuchar el sonido de mi
sollozos, mi cara bañada de dolorosas lagrimas.
Quisiera maldecir, gritar, pero simplemente logro llorar con mis brazos
extendidos, apoyando mis manos en el capo.
Pasan una hora o así, antes de verles aparecer por el camino con el
hombre en sus brazos que ya gime. Tras ellos los otros dos que,
sencillamente parecieran no estar heridos.
Sitúan en la parte trasera del coche al hombre tendido y la doctora se
une a el. Tobir, de camino al volante me introduce dentro, y se dispone a
conducir.
Vamos de regreso al albergue lo más rápido que el coche permite y
una vez allí un rápido Alan ayuda a Tobir y a la doctora a cargar al hombre.
48
49. Cuando se pierden de mi vista bajo del vehículo y me dirijo a la cocina.
Con mis manos en mi cara lloro intentando aliviar el nudo que aprieta
mi garganta.
Un par de horas más tarde Tobir entra.
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– Será mejor que nos marchemos.
– Tobir yo... – mis ojos quemándome intento decirle algo.
– Sí, lo sé, pero ahora será mejor volver a casa.
Asiento con mi cabeza y le sigo hasta el coche
Durante el resto del viaje no hablo. Tobir de vez en cuando voltea para
mirarme, puedo sentir como lo hace, pero mis ojos en el paisaje y una mente
totalmente vacía, me deja inmóvil en el sitio, perdida en algún lugar.
Cuando llegamos a la aldea, sin comentario alguno, voy a mi cabaña
donde una vez más lloro sobre mi cama. Atrás había dejado a Tobir
siguiéndome con la mirada hasta haber cerrado tras de mi la puerta.
Durante mucho tiempo permanecí ahí mirando el techo de
entrelazadas cañas sin atreverme a pensar mucho en nada.
Pasaron dos días hasta que la doctora regreso de nuevo. Hasta
entonces había dedicado mi tiempo a mi trabajo, a pasear hasta la orilla del
río y el único contacto humano lo había tenido con Tobir y Milcoh, y aún así
había sido por necesidad.
Reconocí que dentro de mi algo no me dejaba en paz, la reacción de
aquella brusca mujer y su desprecio en su cara me había herido más allá de
mi. La odiaba por su poca comprensión y toda la furia que sus ojos me
lanzaron, y, al mismo tiempo había algo que me condenaba y la disculpaba.
A pesar de todo sabía que mi futuro dependía de aquella mujer.
Cuando aparca su vehículo frente su cabaña yo iba camino a la mía.
Se que me ha visto, pero simplemente me ignora. No hace lo mismo con su
perro al que se agacha para acariciar mientras le sonríe.
49
50. Esa misma tarde Milcoh toca en mi puerta y trae para mi unos papeles
que, tras una ojeada, descubro que se trata de una especie de informe con
una serie de datos detallados. Entonces me doy cuenta de que ese iba a ser
el futuro medio de mis investigaciones.
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En realidad no me importo, aquellos folios abarcaban datos más que
suficientes para mi y casi me alegre de la idea.
Leyendo aquellos informes se me hace la noche y un ruido de flautas
hindúes y varias voces llegan por mi ventana. Los dejo a un lado para
asomarme.
Allí en mitad del pueblo, hacia la orilla del río, casi todos los cerca de
50 habitantes de la aldea se colocaban alrededor de una gran fogata, unos
hablan de pie mientras otros toman asiento.
Todos, hombres y mujeres lucen sus mejores ropas, turbantes de
todos los colores y blancos atuendos dominan, las mujeres con telas
transparentes envolviendo sus cuerpos, brazaletes en sus muñecas y, en sus
frentes, diademas que sostienen finos paños en sus cabezas.
Realmente es un maravilloso espectáculos y tomo asiento en los
escalones de entrada a mi cabaña.
Pronto de un lado aparece un anciano hombre completamente vestido
de blanco que le hace destacar de los demás. Tras de sí una mujer le sigue
portando algo en sus manos. El hombre se acerca al fuego y todos se
levantan al percatarse de su llegada abriendo un pasillo por donde se
aproxima al fuego seguido de la mujer. Seguidamente el hombre alza sus
manos sosteniendo un bastón que sujeta por ambos extremos y tras una
respuesta de los de allí, se sientan
Después de un momento de silencio, el anciano vuelve a pronunciar
unas palabras y del otro extremo aparece otra mujer. Va vestida
completamente de azul, la fina tela hondea tras ella con su paso, se acerca y
llega hasta los otros que contemplan su paso. Una vez allí, la primera mujer
cede lo que porta a sus brazos y esta remueve la tela que envuelve el bulto.
50
51. Me sorprendo de ver que se trata de un bebe, que en ese momento rompe en
llanto.
Hecho el intercambio, el anciano comienza una serie de gritos al cielo,
a los que todos responden, al unísono, una especie de respuesta. Tras unos
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5 minutos de palabras al cielo nocturno, la primera mujer se acerca a la que
lleva al niño y comienza a retirar de la cabeza el velo que cubre su pelo. Una
larga melena oscura aparece bajo ella, a pesar de estar de perfil reconozco la
silueta, se trata de la doctora.
De repente, todo empieza como a perder su encanto, pero mi
curiosidad me impide retirarme.
Su cara esta más relajada de lo que había visto nunca y en sus
brazos acuna al pequeño que ya calla.
El hombre grita de nuevo mientras la mujer termina de remover las
sabanas del bebe, que pronto esta desnudo, y con una nueva frase la doctora
levanta hacia el cielo el diminuto cuerpo mientras pierde su mirada en el.
Todos hacen un silencio reverente y el anciano, ya más bajo, dice unas
palabras. La doctora baja al bebe y de repente todos cambian sus
expresiones por una de alegría y gritos que casi me hacen saltar del sitio.
Varios niños corren a la orilla del río, entre ellos distingo a Milcoh y
gritan sonrientes mientras todos se levantan y abren un pasillo para la
doctora y el bebe.
Les siguen hasta la orilla.
En el mismo borde del río, la doctora se para colocar al bebe abrazado
a su cuerpo y seguidamente empieza a adentrarse en sus aguas muy
lentamente. Cuando el agua llega hasta sus pechos lo aferra más fuerte y
ambos se introducen perdiéndolos de vista y saliendo momentos más tarde.
No salgo de mi asombro ante mi propia mirada.
Después, sale del agua con un lloroso bebe en sus manos y lo
devuelve a una mujer mientras le sonríe, una sonrisa abierta, difícil de creer
en ella. El anciano se acerca a ella y le pasa una tela espesa y azul por sus
51
52. hombros. Todos gritan y una gran algarabía domina la situación. La mujer se
retira con el niño en brazos mientras sonidos musicales empiezan a llenar el
aire.
De entre las gentes veo a Tobir separarse y caminar hacia mi.
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– ¿Puedo acompañarte?.
– Sí, por favor.
Mientras se acomoda en la silla tras de mi y empieza a encender su
pipa, no dejo de contemplar en resto de lo que ante mis ojos acontece. Siento
que el me mira desde atrás, pero yo miro como ya unas mujeres se han
hecho cargo de bailes populares de la región, llenos de movimientos extraños
y sonrisas en sus labios.
– Tobir ¿Qué ha sucedido?
De alguna manera se que Tobir esperaba mi pregunta.
– Es la celebración de un nacimiento.
– Sí, eso es evidente, pero, ¿qué significa todo esto?
– La madre ha traído a su bebe, nacido en la noche hace unos 7 días.
sí hubiese nacido en el día la ceremonia había sido distinta.
Aparto mi mirada de el y asiento para alentarlo a seguir sus
explicaciones. Veo que hombres se han unido al baile de las mujeres, que
hacen movimientos extraños como ellas.
– Extraños y hermosos – pienso
El sigue hablando
– El hombre que dirige los cánticos es Bermal, el hombre más anciano
de la aldea y su gurú y curandero. Wen ha sido la persona elegida para
respaldar ese niño y todo lo que has escuchado han sido clamos a la luna
que le vio nacer
– Comprendo. – le respondo sin mirarle y sin dejar de contemplar la
escena – pero, ¿y el baño?.
52
53. Le miro. Sonríe un instante.
– El baño es una parte importante de la ceremonia, con él su alma es
relajada del peso de su karma.
“El agua es renovación así como el fuego es la purificación". – continua
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diciendo.
– De ahí la hoguera. – comento.
– Sí, de ahí la hoguera. – asiente complacido.
– Tobir ¿Qué es lo que llamáis ”karma"?
– Karma, es el camino que nuestras almas deben recorrer para la
liberación de nuestro espíritus
Es la fuerza que nos mueve de forma imperceptible para algunos y
clara para otros moviendo los hilos de nuestros destinos, mostrándonos en
definitiva la libertad de la que todo espíritu ansía.
Toda decisión buena o mala, equivocada o no nos lleva hacia alguna
parte. sólo depende de nosotros el elegir a donde ir y nuestro propio karma
nos llevara.
– Entonces, ¿si la decisión no es correcta?.
– No hay decisión incorrecta, todo, incluso las malas terminan
desembocando en un mismo fin.
– ¿Qué diferencia hay entonces?.
– La diferencia consiste en tiempo, para el que realmente ansia la
verdad de todo y la paz a la que tenemos derecho desde el momento en que
venimos a este mundo, un instante es doloroso. El que realmente desea
encontrarse a sí mismo busca, dandose cuenta de que lo que busca lo esta
encontrando dentro de sí en el camino.
– ¿cómo se sabe cuando se esta encontrando?.
– No se sabe, eso es lo peor, jamás se sabe. El peor enemigo en el
trayecto es uno mismo. Saber contra que luchar es algo que debemos dejar a
53
54. nuestro propio interior. No hay reglas, ni libros que muestren tales
respuestas, cada cual las obtiene de muy diferentes formas. El valor, la
valentia consiste en luchar por ello a pesar de todo y todos.
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Devuelvo mi mirada hacia aquel grupo de gentes mientras intento
comprender lo que Tobir me decia
Mi vida, mi educación, había girado en torno a que era lo bueno y lo
malo, pero sus palabras aunque aún incomprendidas resonaban en mi
interior moviendo algo en mi.
A través de las llamas del fuego veo a la doctora que habla con unos y
otros, su sonrisa es calida y sus ojos relucen a través de las llamas. Casi
volteo la mirada a otra parte, pero de alguna forma no senti traicionar mi odio
sí la seguia contemplando.
Su traje estaba aún humedecido y señalaba aún más su silueta y sus
cabellos hacia atrás se deslizaban en mechones humedos por su espalda.
Contemplaba atonita como aquella terrible mujer era respetada por todos y
no comprendia como sus gestos crueles eran capaz de esconder esa amable
sonrisa.
– ¿Quien es ? ¿Quien es esta mujer?. – me pregunto.
Habla con uno de los hombres y este la toma por sus antebrazos en
señal de felicitación, ella le responde de igual forma. Sin perder su alegre
mirada, de pronto siento sus ojos, que a través de las llamas se dirige hasta
mi cambiando algo su expresion. Retiro mi mirada de allí y miro cualquier otro
lado, para cuando la devuelvo esta saludando a otras gentes.
Tobir se ha levantado y camina de espaldas a mi, pero siento su risa
al alejarse.
– Puede que por unos momentos este hombre me haya parecido
respetable, incluso sabio en sus palabras, pero no deja de ser un viejo loco. –
pienso, mientras se pierde tras la puerta de su cabaña.
Cuando vuelvo a mirar hacia la hoguera veo a la doctora que sale de la
54
55. reunión y camina decidida hacia su casa, hago que le ignoro como hace
conmigo, pero justo ya delante de mi su mirada me atraviesa con total
indiferencia y yo le niego la mía, mirando cualquier otra cosa. Al pasar de
largo me levanto enfurecida y entro en mi cabaña.
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Durante toda la noche los sonidos de la música retumban lejanas en la
habitación, mi anillo en mi dedo brilla en el oscuro habitaculo mientras
recuerdo las palabras del viejo Tobir.
– Don, mi amor... karma. – pienso.
Y con una sorisa dedicada a miles de Km de mi, me quedo dormida
con la suave música decorando mis pensamientos y recuerdos de el.
La mañana siguiente todo vuelve a la normalidad, las gentes acuden a
sus deberes y yo al mío
El pequeño Milcoh trajo mi desayuno y entro como últimamente lo
había estado haciendo. aún no logro entenderle, pero su sonrisa es una de
las únicas cosas que me hacen sentirme cómoda aquí.
Los siguientes dos meses transcurrieron con una nueva rutina, tras
cada salida la doctora enviaba al pequeño, por escrito sus datos y cada día
yo iba aumentando mi trabajo, todo iba bastante rápido y estaba contenta del
enfoque que había logrado darle, sin duda alguna mi obra iba a causar
revuelo.
sólo hubo una vez en que la doctora se ausento por más de 12 días.
Durante ellos y a falta de material me atrevi a formar parte, con la ayuda de
Milcoh, de los juegos de los niños en el rio. Llegando a bañarme con ellos
bajo la divertida mirada de los mayores, incluido Tobir.
Poco a poco me fui introduciendo en su vocabulario y algunas frases
hechas podían ser por fin sacadas de mis labios. Milcoh era un buen
maestro, ningun otro podía haber tenido tanta paciencia.
55
56. Un día, en la mañana Tobir llama a mi puerta.
– Joan, voy a Nagpur. ¿Quieres venir conmigo?.
– ¿Lo dice en serio?
Abro con mis ojos abiertos buscando la verdad en su cara y su sonrisa
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me anima a correr en vestirme. Cuando quiere darse cuenta estoy en su jeep.
El se sienta al volante
– Tobir ¿Hay correo en Nagpur?.
Asiente.
– Un segundo.
Entro y tomo las 4 cartas a Don, que aún no me había sido posible
enviar.
Durante el camino, sólo unas 3 horas, voy alegrandome del efecto que
mis noticias causaran en el.
Al llegar allí veo que la ciudad es preciosa, grandes templos abundan
por doquier y en las calles los mercaderes reclaman la atención de sus
clientes con su pregon. El tiempo pareciera aquí no correr, el claxón del
vehículo suena para advertir a varios de los viandantes que deben apartarse
y poco a poco nos vamos abriendo camino hasta el final de la calle.
Una vez aparcado el coche, Tobir me da instrucciones desde donde
poder enviar mis cartas, apenas unos metros alejado del coche y me
encamino allí dejandole rumbo a los puestos.
Cruzo la calle y llego hasta el lugar, nadie lo ocupa ecepto un obeso
hombre que coloca unas latas en una estanteria. Me acerco y se gira. Me
pregunta algo en su idioma y le enseño las cartas de mi mano. Comprende
mi gesto y las toma.
– America, Philadelphia. – le digo lentamente.
El asiente y me pide, tras contar los bultos, 4 rupias que saco de mi
bolsillo y entrego a su voluptuosas manos. Me dedica una sonrisa y murmura
56
57. algo por lo bajo.
– De nada. – respondo en su idioma.
Aunque es difícil de creer le he entendido unas”gracias", y parecio a
su vez entender la mediocre pronunciación de mi respuesta, eso me hace
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sentir mejor de alguna manera.
Una vez fuera me alegro de haber conseguido enviarlas y cruzo de
nuevo la calle, hacia el jeep.
Tobir no debe de haber terminado sus compras. – pienso – y se me
ocurre pasear por el lugar.
Los puestos son de lo más inverosimiles, hierbas aromaticas a un
lado, estatuillas de dioses por otro, un hombre vende agua o una mujer
cocina tortas en una improvisada cocina. Todo era fascinante y a la vez
extraño y salvaje, pero lo que me llama aún más la atención es un delgado
hombre semidesnudo que toca una flauta delante de un cesto. Reparo mi
atención en el, mientras otros siguen mi ejemplo y se acercan. Mis ojos se
nublan ante la visión de una serpiente cobra que emerge del cesto en actitud
defensiva, doy un paso atrás pero no me voy.
Las caras de las gentes observan conocedores, pero yo estoy
sorprendida a la vez que empiezo a sentirme absorbida por el sonido del
instrumento y los movimientos casi irreales del animal.
– ¡Joan es hora de marcharnos!.
Una voz me saca del trance mientras una mano toca mi hombro. Mi
cuerpo responde con un salto
– sí, por supuesto. – le digo a Tobir, que lleva envuelto en su otro
brazo una caja de dimensiones medianas
Caminamos calle abajo hacia el coche y le sigo con la mirada,
curiseando a la vez los puestos a ambos lados.
Irremediablemente pienso en Don y en lo divertido que seria pasear
con el por aquel lugar. Seguramente le fascinaria tanto como a mi, sin
57