1. Canto de la huida
(De Nezahualcóyotl cuando andaba huyendo del señor de Azcapotzalco)
En vano he nacido, ¿Acaso quieres darme la muerte
En vano he venido a salir
De la casa del dios a la tierra, ¿Es verdad que nos alegramos,
¡yo soy menesteroso! que vivimos sobre la tierra?
Ojalá en verdad no hubiera salido, No es cierto que vivimos
Que de verdad no hubiera venido a la Y hemos venido a alegrarnos en la tierra.
tierra. Todos así somos menesterosos.
No lo digo, pero… La amargura predice el destino
¿qué es lo que haré?, Aquí, al lado de la gente.
¡oh príncipes que aquí habéis venido!,
¿vivo frente al rostro de la gente? Que no se angustie mi corazón.
¿qué podrá ser?, No reflexiones ya más
¡reflexiona! Verdaderamente apenas
De mí mismo tengo compasión en la
¿Habré de erguirme sobre la tierra? tierra.
¿Cuál es mi destino?,
yo soy menesteroso, Ha venido a crecer la amargura,
mi corazón padece, Junto a ti a tu lado, Dador de la Vida.
tú eres apenas mi amigo Solamente yo busco,
en la tierra, aquí Recuerdo a nuestros amigos.
¿Acaso vendrán una vez más,
¿Cómo hay que vivir al lado de la gente? acaso volverán a vivir;
¿Obra desconsideradamente, Sólo una vez perecemos,
vive, el que sostiene y eleva a los Sólo una vez aquí en la tierra.
hombres? ¡Que no sufran sus corazones!,
junto y al lado del Dador de la Vida.
¡Vive en paz,
pasa la vida en calma!
Me he doblegado,
Sólo vivo con la cabeza inclinada
Al lado de la gente.
Por eso me aflijo,
¡soy desdichado!,
he quedado abandonado
al lado de la gente en la tierra.
¿Cómo lo determina tu corazón,
Dador de la Vida?
¡Salga ya tu disgusto!
Extiende tu compasión,
Estoy a tu lado, tú eres dios.