África subsahariana ha experimentado dificultades como la estigmatización, la colonización y la independencia sin soberanía, lo que ha resultado en pobreza y corrupción. Sin embargo, recientemente ha habido una gobernanza más estable y un crecimiento económico inesperado, con una dependencia de países emergentes como China e India y un crecimiento previsto del 4-5% en 2020, impulsado por un cambio hacia la industria y los servicios y menos dependencia de la agricultura y los recursos naturales.