Este capítulo discute la libertad de elegir y actuar según nuestros propios deseos en lugar de seguir órdenes, costumbres o caprichos. Argumenta que nos sentimos más libres al seguir nuestros propios caprichos porque dependen solo de nosotros, aunque a veces estos caprichos también pueden estar influenciados por otros. Finalmente, distingue entre moral, que se refiere a las costumbres y normas aceptadas por un grupo, y ética, que es la reflexión crítica sobre por qué consideramos válidas ciertas normas