LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
Diapositivas de filosofía por Cristina Pavón
1. Universidad Central del Ecuador
Facultad de filosofía letras y ciencias
de la educación
Carrera Plurilingüe
Autora: Cristina Pavón
Curso: 2do Semestre
Paralelo: Plurilingüe-Francés
Asignatura: Filosofía
Profesor: Dr. Fernando Rodríguez
Año lectivo 2001-2011
2. Contenido del libro
1. De qué va la ética
2. Opinión personal
3. Ordenes, costumbres y
caprichos
4. Haz lo que quieras
5. Date la buena vida
6. ¡Despierta, baby!
7. Aparece pepito grillo
8. Ponte en su lugar
9. Tanto Gusto
10. Elecciones Generales
3. 1. De qué va la ética
Ciencias existen varias pero hay unas que se estudian simplemente por
interés; otras para aprender una destreza pero en sí la mayoría es con el
fin de conseguir trabajo y ganarse de esa manera la vida. No hay
necesidad de que alguno o ninguno nos interese en especial quizá tal vez
podamos prescindir de ellos. Existen variedades de cocimientos
interesantes pero no hay necesidad de conocerlos todos pues uno puede
vivir o no sin ellos.
Uno puede aprender muchas cosas pero esto se lo hace con voluntad
propia. Nadie puede saber todo o decir que conoce todo. Se puede vivir
de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir.
4. Entre todos los saberes existe al menos uno imprescindible, hay cosas
ciertas otras que nos convienen y otras no si queremos seguir viviendo.
A las cosas que no convienen las llamamos «buenas» por otro lado hay
otra que en cambio, nos parecen «malas». Cosas que no parecen buenas
son malas o cosas malas nos parecen buenas. Saber lo que nos conviene,
es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que
todos intentamos adquirir.
A diferencia de otros seres, vivos o inanimados, los hombres podemos
inventar y elegir en parte nuestra forma de vida. Podemos optar por lo
que nos parece bueno, es decir, lo que nos parece conveniente para
nosotros, frente a lo que nos parece malo e inconveniente. Y como
podemos inventar y elegir, podemos equivocarnos, que es algo que los
animales no suele pasarles. De modo que parece prudente fijarnos bien
en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos
permita acertar.
5. el autor nos habla de lo que puede ser lo bueno y lo malo, a partir de lo
que nos conviene, en esta parte no habla de que lo que nos conviene es lo
que para nosotros es bueno, pero para poder desarrollar esto que nos
conviene tenemos una serie de obstáculos, los cuales considero que son
lo que a los otros les convienen, pero esta conveniencia no es la que
nosotros consideramos como buena sino como mala, por lo que es aquí
donde surgen los obstáculos ; pero tenemos que saber que hay cosas que
están hechas solamente para hacer algo lo cual también puede significar
un obstáculo, pero a partir del ejemplo de las abejas y castores, nos
damos cuenta que es prácticamente imposible realizar actividades que
están dentro de lo que considero como una posible fantasía o algo
parecido.
6. Hace una comparación de el hombre con los animales en donde
menciona a las termitas y a Héctor (personaje que forma parte de la
Ilíada obra de Homero) quien es un guerrero al igual que una parte
de las termitas que forman el "reino", creo que en esta parte del
capítulo el autor nos trata de enseñar o dar a entender que el
hombre tiene el privilegio de ser libre, ya que el humano tiene la
capacidad de decidir lo que quiera y en este caso las termitas no
pueden cambiar lo que tiene que hacer ya que pienso que no tiene el
raciocinio suficiente para saber que es lo que les conviene. Aunque el
autor nos dice que no podemos hacer lo que queramos creo que si lo
podemos hacer pero el acto realizado puede traer consecuencias no
muy agradables, pero también es cierto que de cierta manera
tenemos una libertad un poco limitada ya que hay cosas que nos
suceden y que no son producto del actuar de otra persona, que no nos
benefician, sino que nos perjudican en algo, o simplemente son cosas
en las que no podemos tomar parte alguna.
7. 3. Ordenes, costumbres y
caprichos
Aunque no podamos elegir lo que nos pasa, podemos en cambio elegir lo
que hacer frente a lo que nos pasa. Cuando vamos a hacer algo, lo
hacemos porque preferimos hacer eso a hacer otra cosa, o porque
preferimos hacerlo a no hacerlo. A veces las circunstancias nos
imponen elegir entre dos opciones que no hemos elegido: hay ocasiones
en que elegimos aunque preferiríamos no tener que elegir.
Casi siempre que reflexionamos en situaciones difíciles o importantes
sobre lo que vamos a hacer nos encontramos en una situación difícil .
Pero claro, no siempre las cosas se ponen tan feas. A veces las
circunstancias son menos tormentosas.
8. Uno no se pasa la vida dando vueltas a lo que nos conviene o no nos
conviene hacer. Si vamos a ser sinceros, tendremos que reconocer
que la mayoría de nuestros actos los hacemos casi
automáticamente, sin darle demasiadas vueltas al asunto has
actuado de manera casi instintiva, sin plantearte muchos
problemas. En el fondo resulta lo más cómodo y lo más eficaz. A
veces darle demasiadas vueltas a lo que uno va a hacer nos
paraliza.
9. 4. Haz lo que
quieras
las cosas las hacemos porque nos las mandan , porque se
acostumbra a hacerlas así, porque son un medio para conseguir
lo que queremos o sencillamente porque nos da la ventolera o el
capricho de hacerlas, así, sin más ni más. Pero resulta que en
ocasiones importantes o cuando nos tomamos lo que vamos a
hacer verdaderamente en serio, todas estas motivaciones
corrientes resultan insatisfactorias: vamos, que saben a poco,
como suele decirse.
10. Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de que
estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar, como podrás
comprender. Y para no dejarte llevar no tienes más remedio que
intentar pensar al menos dos veces lo que vas a hacer; sí, dos veces,
lo siento, aunque te duela la cabeza.
La primera vez que piensas el motivo de tu acción la respuesta a la
pregunta «¿por qué hago esto?» lo hago por que me lo mandan,
porque es costumbre hacerlo, porque me da la gana. Pero si lo
piensas por segunda vez, la cosa ya varía.
11. 5. Date la buena
vida
La aparente contradicción que encierra el lema "haz lo que quieras "no
es sino un reflejo del problema esencial de la libertad misma: a saber
que no somos libres de no ser libres, que no tenemos mas remedio que
serlo. Actuar como esclavo u obedecer a todas las órdenes solo es una
visión de tu libertad porque así se decidió y se quiere, en uso de la
libertad.
De modo que "haz lo que quieras" no es mas que una forma de expresar
que se tome en serio el problema de tu libertad, lo que nadie puede
dispensar al individuo de la responsabilidad creadora de escoger su
camino.
Pero una cosa es "haz lo que quieras" y otra muy diferente son los
caprichos es decir hacer lo que primero que se te venga en gana.
12. Pero a veces con los caprichos no se gana sino se pierde, a veces los
hombres queremos cosas contradictorias que entran en conflicto
unas con otras. Es importante ser capaz de establecer prioridades y
de imponer una cierta jerarquía entre los caprichos y lo que en el
fondo a la larga se quiere.
La vida esta hecha de tiempo nuestro presente esta lleno de
recuerdos y esperanzas además de eso nuestra vida esta hecha de
relaciones con los demás, son una parte de nuestra esencia que nos
hace ser quienes somos.
Haz lo que quieras es pensar con detenimiento y a fondo que es lo
que se quiere.
13. 6. ¡Despierta,
baby!
Lo que queremos por lo tanto no consiste solo en eso de «la buena vida». Y
es que querer la buena vida no es un querer cualquiera, como cuando uno
quiere lentejas, cuadros, electrodomésticos o dinero. Todos estos
quereres son por decirlo así simples, se fijan en un solo aspecto de la
realidad: no tienen perspectiva de conjunto. No hay nada malo en querer
lentejas cuando se tiene hambre, desde luego: pero en el mundo hay otras
cosas, otras relaciones, fidelidades debidas al pasado y esperanzas
suscitadas por lo venidero, no sé, mucho más, todo lo que se te ocurra. En
una palabra, no sólo de lentejas vive el hombre. La muerte es una gran
simplificadora: cuando estás a punto de estirar la pata importan muy
pocas cosas. La vida, en cambio, siempre es complejidad y casi siempre
complicaciones. Si rehúyes toda complicación y buscas la gran simpleza no
creas que quieres vivir más y mejor sino morirte de una vez. Y hemos
dicho que lo que realmente deseamos es la buena vida, no la pronta
muerte.
14. A veces uno puede tratar a los demás como a personas y no recibir mas
que coses, traiciones o abusos, pero al menos contamos con el respeto
de una persona, aunque no se mas que una: nosotros mismos. Al no
convertir a los otros en cosas.
Para darse la buena vida es necesario escuchar nuestra voz interna y
cumplirla de tal modo que nos satisfaga a nosotros mismos, sin oír los
rumores de los demás.
Precisamente la ética lo que intenta es averiguar en que consiste en el
fondo, mas allá de lo que nos cuenten o de lo que vemos, esa buena vida
que nos gustaría vivir. Para todo ello se necesita poner atención que es,
la disposición a reflexionar sobre lo que se hace y a intentar precisar lo
mejor posible el sentido de esa buena vida que queremos vivir. Sin
cómodas pero peligrosas simplificaciones, procurando comprender toda
la complejidad del asunto de este vivir humanamente.
15. 7. Aparece pepito
grilloque la imbecilidad, carecer de facultades
Ser tonto no es lo mismo
raciocinas no tiene nada que ver con estar equivocado con el precepto
de la buena vida, es decir que los conocimientos humanos no le
interesan a la ética para determinar en que consiste eso de la buena
vida.
Lo contrario de ser moralmente imbécil es tener conciencia, pero la
conciencia no se adquiere por azares del destino, aunque hay personas
que tienen desde pequeños un buen "oído ético" y un buen "gusto moral"
16. Nadie a vivido nunca en tiempos completamente favorables, en los
que resulte sencillo ser hombre y llevar una buena vida. Pero a nadie
se regala la buena vida humana ni nadie consigue lo conveniente para
el sin coraje y sin esfuerzo, por lo que la decisión de vivir bien la
tiene que tomar cada cual respecto de si mismo.
El meollo de la responsabilidad en un tipo responsable es tener
conciencia real de su libertad y la forma adecuada de aplicarla.
Lo contrario de ser imbécil es tener conciencia, para lo cual se
requiere de cualidades innatas. Después del mínimo de condiciones
sociales y económicas adecuadas, la conciencia depende de la
atención y esfuerzo de cada individuo. Debe haber interés por vivir
humanamente bien, concordancia entre actos y deseos, desarrollar
el gusto moral y enfrentar la responsabilidad.
Un auténtico egoísta es quien quiere y busca lo mejor para sí mismo.
Aquél que se rodea de lo que le sienta mal es un imbécil que deseaba
ser egoísta. La culpa y la responsabilidad también se relacionan con
la conciencia, pero lo peor es el remordimiento que es el
descontento con nosotros mismos por emplear la libertad en contra
de nuestros deseos. Ser responsable es saberse libre para bien o
para mal y estar dispuesto a responder por los actos; actuar sin
órdenes superiores con un fin de construirse, transformarse e
17. 8. Ponte en su
lugar
La ética no se ocupa de cómo alimentarse mejor o de cuál es la
manera más recomendable de protegerse del frío ni de qué hay que
hacer para vadear un río sin ahogarse, cuestiones todas ellas sin
duda muy importantes para sobrevivir en determinadas
circunstancias; lo que a la ética le interesa, lo que constituye su
especialidad, es cómo vivir bien la vida humana, la vida que
transcurre entre humanos.
Si uno no sabe cómo arreglárselas para sobrevivir en los peligros
naturales, pierde la vida, lo cual sin duda es un fastidio grande; pero
si uno no tiene ni idea de ética, lo que pierde o malgasta es lo humano
de su vida y eso no tiene ninguna gracia
18. La ética habla de cómo vivir bien entre humanos. Sin embargo hay
criterios distintos acerca de lo aceptable y lo inaceptable. Lo cierto
es que lo conveniente es aquello sin lo cual se vive, mas no
humanamente. Incluso quien comete cualquier fechoría sigue siendo
humano pues cuenta con la posibilidad de transformarse. Una
característica del ser humano es la imitación, por lo que el ejemplo
que se le da a los semejantes es básico. Muchos malos lo son porque
son desgraciados, están solos, temerosos y son ignorantes. Lo más
valioso que obtenemos de nuestros semejantes es la posibilidad de
tener la complicidad y afecto de más seres libres, es la forma en que
la propia humanidad se refuerza. La libertad no sirve a nada ni nadie,
se contagia.
La clave de todo es sentir simpatía y lograr ponerse en el lugar del
otro es un arte; se requiere de objetividad para ver las cosas a su
manera sin ocupar su sitio, pero principalmente se necesita un
conocimiento de la justicia. La virtud de la justicia es la habilidad y el
esfuerzo para saber lo que nuestros semejantes esperan de nosotros,
y esto no se logra obedeciendo leyes que establecen sólo el mínimo de
esto, sino amando un poco a cada persona como cosa indispensable
para vivir bien.
19. 9. Tanto
Gusto
Cuando la gente habla de «moral» y sobre todo de «inmoralidad», el
ochenta por ciento de las veces el sermón trata de algo referente al
sexo. Tanto que algunos creen que la moral se dedica ante todo a
juzgar lo que la gente hace con sus genitales. En el sexo, de por sí, no
hay nada más «inmoral» que en la comida o en los paseos por el campo;
claro que alguien puede comportarse inmoralmente en el sexo
(utilizándolo para hacer daño a otra persona, por ejemplo), lo mismo
que hay quien se come el bocadillo del vecino o aprovecha sus paseos
para planear atentados terroristas. Y por supuesto, como la relación
sexual puede llegar a establecer vínculos muy poderosos y
complicaciones afectivas muy delicadas entre la gente, es lógico que se
consideren especialmente los miramientos debidos a los semejantes en
tales casos.
20. bobo como el que se avergüenza de haberse aprendido la tabla de
multiplicar.
Desde luego, una de las funciones indudablemente importantes del
sexo es la procreación. Y es una consecuencia que no puede ser
tomada a la ligera, pues impone obligaciones ciertamente éticas:
repasa, si no te acuerdas, lo que te he contado antes sobre la
responsabilidad como reverso inevitable de la libertad. Pero la
experiencia sexual no puede limitarse simplemente a la función
procreadora. En los seres humanos, los dispositivos naturales para
asegurar la perpetuación de la especie tienen siempre otras
dimensiones que la biología no parece haber previsto. Se les añaden
símbolos y refinamientos, invenciones preciosas de esa libertad sin la
que los hombres no seríamos hombres. Es paradójico que sean los que
ven algo de «malo» o al menos de «turbio» en el sexo quienes dicen
que dedicarse con demasiado entusiasmo a él animaliza al hombre.
Cuanto más se separa el sexo de la simple procreación, menos animal y
más humano resulta. Claro que de ello se derivan consecuencias
buenas y malas, como siempre que la libertad está en juego.
21. 10. Elecciones
Generales
La ética y la política tienen mucho que ver y se relacionan entre si, en
cuanto a su finalidad, ambas parecen fundamentalmente
emparentadas: la ética es el arte de elegir lo que mas nos conviene y
vivir lo mejor posible; el objetivo de la política es el de organizar lo
mejor posible la convivencia social, de modo que cada cual pueda elegir
lo que le conviene.
Sin embargo, tampoco faltan las diferencias importantes entre la
ética y política. Para empezar la ética se ocupa de lo que uno mismo
hace con su libertad, mientras que la política intenta coordinar de la
manera más provechosa para el conjunto lo que muchos hacen con sus
libertades. En la ética, lo importante es querer bien, porque no se
trata mas que de lo que cada cual hace porque quiere, para la política,
en cambio, lo que cuentan son los resultados de las acciones, se hagan
por lo que se hagan, y el político intentara presionar con los medios a
su alcance –incluida la fuerza- para obtener ciertos resultados y
evitar otros.
22. En este capítulo el libro comienza hablándonos sobre política, mas
bien políticos si referir se a uno en particular, sino que hace una
referencia general ; aquí se habla de la mala fama que tienen los
políticos, pero el autor al define como que es la fama que tendría
cualquier político y que es la característica que tendía el pueblo en
general sin importar quien sea el que este desarrollando
determinado puesto, el autor nos dice que un político llega a ser
político por que es alguien muy parecido a la sociedad (personas
que componen a esta), ya que si esta fuera diferente, pues
simplemente a pesar de que esta lo intente sería muy difícil de que
ganara. Esto no s hace responsables de todo lo que pasa con el
gobierno ya que dentro de la Ética, esto se lleva acabo a partir de
una elección la cual conlleva una decisión, por medio de la cual
esperamos obtener lo mejor para nosotros, o sea, un bien.
23. Comentario
Es un libro que realmente hace reflexionar a
las personas sobre el modo de vida que
llevamos, mostrando en cierto modo las
perspectivas erróneas que tenemos sobre
distintas cosas como el dejarnos llevar por
los demás además nos ayuda a cambiar
siempre y cuando uno se lo proponga para así
lograr una buena vida que no radica
específicamente en lo material sino en saber
ser humanos y contribuir con otros para que
también puedan serlo.