2. 1.- COMPOSICIÓN Y FUNCIONES DE LA SANGRE
La sangre es única:
constituye el único
tejido líquido en todo
el organismo. Aunque
puede parecer que la
sangre es un líquido
espeso y homogéneo,
el microscopio nos
muestra que está
formada por
componentes tanto
sólidos como líquidos.
En esencia, la
sangre es un
tejido conectivo
complejo en el
que las células
sanguíneas
vivas, los
elementos
figurados, están
suspendidas en
una matriz
líquida inerte
llamada plasma.
El colágeno y la
elastina, fibras
típicas de otros
tejidos conectivos,
no están presentes
en la sangre, pero
proteínas disueltas
se hacen visibles
como hebras de
fibrina durante el
proceso de
coagulación
3.
4. • 4
Si una muestra
de sangre es
metida en una
centrifugadora,
los elementos
figurados, al ser
más pesados se
colocan en la
parte inferior
debido a la
fuerza centrífuga
y el plasma
asciende a la
parte superior
La mayor parte
de la masa
roja del fondo
del tubo está
compuesta por
los eritrocitos,
o glóbulos
rojos,
elementos
figurados que
se encargan
del trasporte
del oxígeno.
Existe una capa delgada y
blanquecina llamada capa
leucocitaria en la
intersección entre los
eritrocitos y el plasma. Esta
capa contiene el resto de los
elementos figurados, los
leucocitos, que son los
glóbulos blancos que actúan
en diferentes aspectos para
proteger el organismo, las
plaquetas, que son
fragmentos celulares que
ayudan a detener las
hemorragias.
5. • 3
Los eritrocitos
normalmente
representan
alrededor del
45% del
volumen total
de una
muestra de
sangre, un
porcentaje
conocido
como
hematocrito
(“muestra
sanguínea”).
Los glóbulos
blancos y las
plaquetas
representan
menos del
1%, y el
plasma
compone la
mayor parte
del 55%
restante del
total de la
sangre.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS Y VOLUMEN
La sangre es un fluido pegajoso y opaco
con un sabor característicamente
metálico. Dependiendo de la cantidad de
oxígeno que la sangre transporte, el color
de ésta varía del color escarlata
(abundante oxígeno) al rojo apagado. La
sangre es ligeramente alcalina, con un
pH de entre 7,35 y 7,45. La sangre
representa aproximadamente el 8% del
peso total del cuerpo, y su volumen en
personas sanas es de 5 a 6 litros
6. PLASMA
El plasma, que está formado en
un 90% por agua, es la parte
líquida de la sangre. Más de cien
sustancias diferentes están
disueltas en este fluido del color
de la paja. Nutrientes, sales
(electrolitos), gases respiratorios,
hormonas, proteínas plasmáticas,
y diferentes desechos y
productos derivados del
metabolismo celular son algunos
ejemplos de las sustancias que
están disueltas en la sangre.
Por ejemplo, la albúmina
transporta algunas moléculas en
la circulación sanguínea, es un
importante regulador sanguíneo,
y contribuye a la presión
osmótica de la sangre, que a su
vez es utilizada para mantener el
agua en el torrente sanguíneo. La
coagulación de la sangre ayuda a
detener la pérdida de sangre
cuando se daña un vaso
sanguíneo, y los anticuerpos
ayudan a proteger al cuerpo de
los patógenos.
7. • 2
Las proteínas
plasmáticas no son
absorbidas por las
células para ser
utilizadas como
combustible
alimenticio o
nutriente para el
metabolismo, al
igual que otros
solutos como la
glucosa, los ácidos
grasos y el
oxígeno.
La composición del
plasma varía
continuamente a
medida que las
células desechan o
añaden sustancias a
la sangre. A pesar de
que una persona se
alimente
adecuadamente, la
composición del
plasma se mantiene
relativamente
constante por varios
mecanismos
homeostáticos del
organismo.
Por ejemplo, cuando la
cantidad de proteínas
sanguíneas desciende a
niveles indeseados, se
estimula el hígado para
que fabrique más
proteínas, y cuando la
sangre comienza a adquirir
unos niveles demasiado
ácidos (acidosis) o
demasiado básicos
(alcalosis), tanto el sistema
respiratorio como los
riñones se ponen en
marcha hasta restablecer
un nivel normal: un pH
ligeramente alcalino
8. 2.- ELEMENTOS FIGURADOS
Si observas una muestra de sangre humana a la luz de un
microscopio, podrás observar los glóbulos rojos discoidales,
numerosos glóbulos blancos de forma esférica, y algunas
plaquetas color escarlata que parecen despojos. Sin embargo,
los eritrocitos superan en cantidad con diferencia a otros tipos
de elementos figurados.
9. 1.- ERITROCITOS
Los eritrocitos, o
glóbulos rojos,
tienen como función
principal transportar el
oxígeno en la sangre
a todas las células del
cuerpo. Conforman un
buen ejemplo de
“ajuste” entre la
estructura celular y la
función. Los RBC se
diferencian de otras
células en que son
anucleares, es decir,
que no tienen núcleo.
De hecho, los
eritrocitos maduros
que circulan en la
sangre son
literalmente “bolsas”
de moléculas de
hemoglobina. La
hemoglobina (Hb),
una proteína recubierta
de hierro, transporta la
mayor parte del
oxígeno de la sangre
(también aporta una
pequeña cantidad de
dióxido de carbono).
Además, como
consecuencia de la
ausencia de
mitocondrias en los
eritrocitos y como
fabrican ATP a través
de mecanismos
anaeróbicos, éstos no
utilizan el oxígeno que
están transportando, lo
que les convierte en
unos transportadores
de oxígenos muy
eficaces.
10. • W
Los eritrocitos superan en
número a los glóbulos
blancos en alrededor de mil
unidades y constituyen el
principal factor de la
viscosidad de la sangre. A
pesar de que la cantidad de
eritrocitos en la circulación
varía, normalmente hay
alrededor de cinco millones
de células por milímetro
cúbico de sangre (1 mm3 es
una muestra muy pequeña
de sangre que casi no puede
percibirse con la vista).
Es la cantidad
de
hemoglobina
en el torrente
sanguíneo en
cualquier
momento lo
que determina
si los
eritrocitos
están
cumpliendo su
función de
transportadore
s de oxígeno
Clínicamente, es
mucho más
importante el hecho
de que normalmente
la sangre contiene
entre 12 y 18 g de
hemoglobina por
cada 100 mililitros de
sangre. La cantidad
de hemoglobina en
los hombres es
ligeramente mayor
(13-18 g/ml) que en
las mujeres 812-16
g/ml).
11.
12. 2.- LEUCOCITOS
Los leucocitos, o glóbulos
blancos (WBC), no son tan
numerosos como los glóbulos
rojos, son esenciales para la
defensa del organismo contra
las enfermedades. De media,
existen entre 4.000 y 11.000
glóbulos blancos por mm3, y
representan menos del 1% del
volumen total del organismo.
Los glóbulos blancos son las
únicas células completas de la
sangre, es decir que contienen
núcleo y orgánulos.
Los leucocitos
forman un ejército
protector y móvil
que ayuda al
organismo contra
los daños
causados por
bacterias, virus,
parásitos y
células
cancerígenas.
Por lo tanto,
tienen unas
características
muy especiales.
Los glóbulos blancos,
por el contrario, son
capaces de salir y entrar
en los vasos sanguíneos,
en un proceso llamado
diapédesis. El sistema
circulatorio constituye
simplemente el medio de
transporte a las
diferentes zonas del
cuerpo donde se
necesitan sus servicios
para respuestas
inflamatorias o
inmunológicas.
13. • 2
Los glóbulos blancos
pueden localizar
zonas de tejido
dañado o infecciones
en el organismo al
responder a ciertos
agentes químicos que
se propagan desde
las células dañadas.
Esta capacidad se
llama quimiotaxis
positiva.
Una vez que han
detectado este
fenómeno, los
glóbulos blancos
se desplazan a
través de los
tejidos con un
movimiento
ameboide (forman
extensiones
citoplasmáticas
móviles que les
ayudan a
desplazarse).
Por el subsiguiente
gradiente de
difusión, localizan
con precisión las
zonas de tejido
dañado y
defienden el área
en gran número
para destruir los
microorganismos y
disponer de las
células muertas.
14. • W
En el momento en que los
glóbulos blancos se movilizan
para actuar, el organismo
acelera su producción y hasta el
doble del número normal de
glóbulos blancos pueden
aparecer en la sangre en pocas
horas. Un total de glóbulos
blancos superior a 11.000
células/mm3 se conoce como
leucocitosis. La leucocitosis
normalmente indica que una
infección viral o bacteriana está
teniendo lugar en el cuerpo.
La enfermedad contraria, la
leucopenia, es un nivel de
glóbulos blancos muy bajo. Esta
causada principalmente por
algunos medicamentos, como
los corticosteroides y los agentes
anticancerígenos.
Los glóbulos blancos se
clasifican en dos grupos
principales, granulocitos y
agranulocitos, dependiendo de si
contienen gránulos visibles o no
en el citoplasma.
15. • 2
Los granulocitos son los
glóbulos blancos que contienen
gránulos. Tienen núcleos
lobulados, que normalmente
están formados por varias
zonas nucleares redondeadas
conectadas por finas hebras de
material nuclear. Los gránulos
del citoplasma se tiñen
específicamente con la técnica
de Wright. Los granulocitos
incluyen los neutrófilos, los
eosinófilos y los basófilos.
1. Los neutrófilos son los más
numerosos de los glóbulos
blancos. Presentan un núcleo
lobular y pequeños gránulos
que responden tanto a los
colorantes ácidos como a los
básicos, lo cual hace que el
citoplasma de tiña
completamente de rosa. Los
neutrófilos son fagocitos en los
lugares donde se da una
infección grave, en particular la
causada por bacterias y
hongos.
16. • 3
2. Los eosinófilos
presentan un núcleo
azulgrana que se asemeja a
los antiguos receptores
telefónicos y unos gránulos
rojo oscuro parecidos a los
lisosomas. El número total
aumenta durante las
alergias o las infecciones
por gusanos parásitos
(platelmintos, tenia, etc.)
ingeridos en la comida o
que han accedido al
organismo por la piel.
3. Los basófilos, los
glóbulos blancos menos
comunes, contienen unos
gránulos muy grandes con
histamina que se tiñen de
azul oscuro. La histamina es
un agente químico
inflamable que aumenta la
permeabilidad y atrae a
otros glóbulos blancos al
lugar de la infección.
18. • 3
El segundo grupo de
glóbulos blancos, los
agranulocitos,
carecen de gránulos
visibles en el
citoplasma. Sus
núcleos son más
parecidos al modelo
normal, es decir que
son esféricos, ovales o
reniformes. Los
agranulocitos son los
linfocitos y los
monocitos.
1. Los linfocitos
contienen un núcleo
púrpura que ocupa la
mayor parte del volumen
celular. Los linfocitos,
ligeramente más grandes
que los glóbulos rojos,
tienden a localizarse en
los tejidos linfáticos,
donde desempeñan un
papel esencial en la
respuesta inmunitaria.
Los linfocitos son los
segundos leucocitos más
numerosos de la sangre.
2. Los monocitos son los
glóbulos blancos más
grandes de todas. Parecen
linfocitos grandes, excepto
por su abundante
citoplasma y su núcleo
reniforme o en forma de U.
Cuando pasan a los
tejidos, se convierten en
macrófagos con un enorme
apetito. Los macrófagos
son muy importantes en la
lucha contra las infecciones
crónicas, tales como la
tuberculosis.
19. 3.- PLAQUETAS
Las plaquetas no son
células en el sentido
más estricto de la
palabra. Son fragmentos
de células
multinucleares llamadas
megacariocitos, que al
descomponerse forman
miles de plaquetas sin
núcleo que enseguida se
sumergen en los fluidos
colindantes. Las
plaquetas son manchas
oscuras de formas
irregulares.
La cantidad normal
de plaquetas en
sangre es de
300.000/mm3.
Las plaquetas son
necesarias para el
proceso de
coagulación que se
lleva a cabo en el
plasma en caso de
que los vasos
sanguíneos se
dañen o rompan.
20. 3.- HEMATOPOYESIS
La formación de las
células de la sangre, o
hematopoyesis, se
lleva a cabo en la
médula ósea o el
tejido mieloide. En
adultos, este tejido se
encuentra en mayor
cantidad en los
huesos planos del
cráneo y la pelvis, las
costillas, el esternón y
la epífisis del húmero
y el fémur.
Cada tipo de célula
sanguínea se produce
en diferentes cantidades
en respuesta a las
necesidades cambiantes
del cuerpo y los distintos
estímulos. Una vez que
han madurado, las
células se liberan a los
vasos sanguíneos
colindantes. De media, la
médula ósea fabrica
cada día alrededor de 30
g de sangre, lo que
contiene 100 mil millones
de nuevas células.
Todos los elementos
figurados se producen
a partir del mismo tipo
de célula madre, el
hemocitoblasto, que
se encuentra en la
médula ósea. Sin
embargo, su
desarrollo es diferente
y no puede cambiar
su naturaleza una vez
que ha comenzado un
camino específico.
21.
22. 1.- FORMACIÓN DE GLÓBULOS ROJOS
Los glóbulos rojos no
tienen núcleo, por lo
que son incapaces de
sintetizar proteínas,
aumentarlas o dividirlas.
A medida que
envejecen, los glóbulos
rojos se hacen más
rígidos y empiezan a
fragmentarse o
desprenderse en 100 o
120 días. Los restos
son eliminados por los
fagocitos en el bazo,
hígado y otros tejidos.
Las células que se
van perdiendo son
reemplazadas de
forma más o menos
continua por la
división de
hemocitoblastos de
la médula ósea. Los
glóbulos rojos en
desarrollo se
dividen varias veces
hasta que
comienzan a
sintetizar grandes
cantidades de
hemoglobina
Cuando se ha almacenado
suficiente hemoglobina, los
núcleos y la mayoría de los
orgánulos son expulsados y la
célula se colapsa desde el interior.
El resultado es un glóbulo rojo
inmaduro, llamado reticulocito
porque contiene un poco de
retículo endoplásmico rugoso. Los
reticulocitos se adentran en el
torrente sanguíneo para
desempeñar su función de
transportar oxígeno. A los dos días
de liberación, ya han expulsado los
retículos endoplásmicos restantes
y se han convertido en eritrocitos
activos.
23. 2.- FORMACIÓN DE GLÓBULOS BLANCOS Y PLAQUETAS
Al igual que en la producción
de glóbulos rojos, la formación
de los leucocitos y las
plaquetas es estimulada por
hormonas. Los factores
estimulantes de colonias y las
interleucinas no sólo provocan
que la médula ósea fabrique
leucocitos, sino que también
preparan un ejército de
glóbulos blancos para defender
el organismo en caso de
ataques, al permitir que los
glóbulos blancos tengan la
capacidad de proteger el
cuerpo.
Al parecer éstos son
liberados en
respuesta a señales
químicas específicas
en el entorno, como
los agentes químicos
inflamables y
algunas bacterias o
toxinas. La hormona
trombopoyetina
acelera la
producción de
plaquetas, pero poco
se sabe del proceso
que la regula.
Cuando se sospecha
que haya algún
problema o
enfermedad en la
médula ósea como la
anemia aplástica o
leucemia, una aguja
especial se utiliza
para retirar una
pequeña muestra de
uno de los huesos
planos (íleum o
esternón) que se
encuentran cerca de
la superficie de la piel.
24. 4.- HEMOSTASIS
Normalmente, la sangre
fluye suavemente por el
recubrimiento (endotelio)
de las paredes de los
vasos sanguíneos. En el
caso de que una pared
de los vasos sanguíneos
se rompiese, una serie
de reacciones se llevan a
cabo para efectuar la
hemostasis, o detención
de la hemorragia.
Esta respuesta,
que es rápida y
localizada, implica
a muchas
sustancias que se
encuentran
normalmente en el
plasma, así como
a algunas otras
que son liberadas
por las plaquetas y
las células de los
tejidos dañados.
La hemostasis tiene tres
fases principales, que se
suceden rápidamente:
espasmos vasculares,
formación de tapones de
plaquetas y coagulación.
La pérdida de sangre se
evita de forma permanente
al producir tejidos fibrosos
en el coágulo a modo de
tapón en el agujero del vaso
sanguíneo. Básicamente, la
hemostasis se lleva a cabo
de la siguiente forma
25.
26. • E1. Espasmos
vasculares. La
respuesta inmediata
cuando se daña un
vaso sanguíneo es la
vasoconstricción, que
produce espasmos en
los vasos sanguíneos.
Los espasmos
reducen el tamaño de
los vasos sanguíneos,
reduciendo la pérdida
de sangre hasta que
se produzca la
coagulación.
2. Formación de
tampón de
plaquetas. El
endotelio repele las
plaquetas, pero
cuando se rompe de
forma que las fibras
del colágeno
subyacente quedan
expuestas, las
plaquetas se
vuelven “pegajosas”
y se adhieren al sitio
dañado.
3. Coagulación.
a. Al mismo tiempo, los tejidos
dañados liberan tromboplastina,
una sustancia que desempeña un
papel importante en la
coagulación.
b. El PF3, un fosfolípido que
recubre la superficie de las
plaquetas, interactúa con la
tromboplastina, la vitamina K y
otros factores que intervienen en la
coagulación de la sangre, y con los
iones cálcicos (Ca2+) para formar
un activador que desencadenará el
proceso de la coagulación
27. TRASTORNOS DE LA HEMOSTASIS: 1.- COAGULACIÓN INDESEADA
A pesar de la protección del
organismo contra la
coagulación inapropiada, los
coágulos indeseados a veces
se forman en los vasos
sanguíneos, sobre todo en
las piernas. Un coágulo que
se desarrolla y permanece en
un vaso sanguíneo que no
está dañado se llama
trombo. Si el trombo es lo
suficientemente grande,
puede evitar que la sangre
fluya más allá de la
obstrucción.
Si el trombo se desprende
de la pared del vaso
sanguíneo y flota
libremente en el torrente
sanguíneo, se convierte
en un émbolo. El émbolo
no tiene por qué ser un
problema a menos que, o
hasta que, llegue a un
vaso sanguíneo
demasiado estrecho para
que pueda pasar. Por
ejemplo, un émbolo
cerebral puede causar un
infarto cerebral
Un gran número
de
anticoagulantes
como la aspirina,
a heparina y el
dicumarol, se
utilizan
clínicamente en
pacientes
propensos a los
trombos.
28. • TRASTORNOS DE LA HEMOSTASIS: 2.- TRASTORNOS HEMORRÁGICOS
Las causas más
comunes de la
hemorragia anormal
son la falta de
plaquetas
(trombocitopenia) y
déficits de algunos
factores de la
coagulación, como
resultado de un mal
funcionamiento del
hígado o por algunas
enfermedades
genéticas.
La trombocitopenia
es el resultado de un
número insuficiente de
plaquetas circulantes.
Incluso los
movimientos normales
causan hemorragia
espontánea de los
pequeños vasos
sanguíneos. Esto se
comprueba con
numerosas manchas
púrpura, llamadas
petequia, en la piel.
El término hemofilia se
aplica a diferentes tipos
de trastornos
hemorrágicos que
resultan de la falta de
algunos de los factores
necesarios para la
coagulación. La
hemofilia presenta
signos y síntomas
similares que comienzan
a una edad temprana.
Incluso la herida menos
grave puede provocar
una hemorragia
prolongada peligrosa.
29. 5.- GRUPOS SANGUÍNEOS Y TRANSFUSIONES
la sangre es vital para
el transporte de
sustancias en el
organismo. Cuando
hay una pérdida de
sangre, los vasos
sanguíneos se
contraen y la médula
ósea aumenta la
formación de células
sanguíneas en un
intento de mantener la
circulación de la
sangre.
Sin embargo, el
cuerpo puede
compensar la
pérdida del
volumen de sangre
hasta un límite. Las
pérdidas del 15%
al 30% producen
debilidad. Las
pérdidas de más
del 30% provocan
un shock grave,
que puede ser
mortal.
Las transfusiones completas
de sangre tienen como
objetivo reemplazar las
pérdidas de sangre y tratar la
anemia severa o la
trombocitopenia. El
procedimiento normal de los
bancos de sangre conlleva la
donación de sangre por parte
de un donante y mezclarla
con anticoagulante para evitar
la coagulación. La sangre
tratada puede almacenarse
(refrigerada a 4 °C) durante 35
días antes de ser utilizada.
30. 1.- LOS GRUPOS SANGUÍNEOS HUMANOS
A pesar de que las
transfusiones completas de
sangre pueden salvar vidas,
las personas tienen
diferentes grupos
sanguíneos, y la transfusión
de sangre incompatible
puede ser mortal. ¿Y eso por
qué? Las membranas de
plasma de los glóbulos rojos,
como las de cualquier otra
célula del organismo,
contienen proteínas
determinadas genéticamente
(antígenos), que identifican a
cada persona como única.
Un antígeno es una
sustancia que el cuerpo
reconoce como extraña;
éste estimula el sistema
inmunitario para que
libere anticuerpos u
otras formas de
autodefensa. La mayoría
de los antígenos son
proteínas extrañas,
como las que forman
parte de los virus o
bacterias, que se las
han arreglado para
entrar en el cuerpo.
Los que detectan esto
son los llamados
anticuerpos,
presentes en el
plasma. El
impedimento de los
anticuerpos provoca
que los glóbulos rojos
extraños se colapsen,
un fenómeno
denominado
aglutinación*, que
conlleva el trastorno
de los vasos
sanguíneos pequeños
en todo el cuerpo.
31. 2.- TIPOS DE SANGRE
La importancia de
determinar el tipo
de sangre del
donante y el
receptor antes de la
trasfusión es
evidente..
Esencialmente, el
proceso conlleva la
mezcla de la sangre
con dos tipos
diferentes de suero
inmune: anti-A y
anti-B.
La aglutinación
se produce
cuando los
glóbulos rojos
de una persona
del grupo A se
mezclan con el
suero anti A,
pero no cuando
se mezclan con
suero anti-B.
Por lo tanto, los
glóbulos rojos de
tipo B se colapsan
con el suero anti-B
pero no con el
suero anti-A. A
causa de la
importancia de la
compatibilidad de
los grupos
sanguíneos,
también se realiza
la prueba de
compatibilidad
cruzada.
La prueba de
compatibilidad
cruzada se lleva a
cabo para
comprobar la
aglutinación de los
glóbulos rojos del
donante con el
suero del receptor
y los glóbulos rojos
del receptor con el
suero del donante.
Para determinar el
tipo de Rh, se
realiza un proceso
similar al del tipo
ABO.